Conferencia: ‘Independencias conectadas’

Independencias conectadas: regionalismo, nacionalismo y visión continental del proceso emancipador en la América Hispana (1808-1826)
Martes 26 de agosto, 6 p.m.
Auditorio de Humanidades, PUCP

Las celebraciones por el Bicentenario de las independencias latinoamericanas han comenzado y, en respuesta a estas efemérides, la historiografía debe proponer visiones críticas y actualizadas de este hecho fundacional para la región. La Independencia en la América Hispana es un proceso marcado por “conexiones” entre los espacios coloniales que formaron parte de una misma realidad macropolítica: el Imperio español. A pesar de ello, y paradójicamente, las revoluciones de independencia fueron un momento de impulso para la formación de regionalismos que, con las particularidades de cada uno de los espacios coloniales, derivaron en la formación de los Estados nacionales latinoamericanos. En ese sentido, pensar en las “revoluciones conectadas” implica prestar atención a la formación de regionalismos y nacionalismos desde una visión continental de las independencias hispanoamericanas.

Panelistas:
Georges Lomné (IFEA)
De las revoluciones comparadas a las revoluciones conectadas
José Ignacio López Soria (OEI)
Las independencias y el proyecto de modernidad
Juan Luis Orrego (PUCP)
El Perú como territorio durante las guerras de Independencia
Cristóbal Aljovín (PUCP)
El imaginario constitucional de Manuel Lorenzo de Vidaurre
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XX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia (PUCP)

PROGRAMA

LUNES 25

CEREMONIA DE INAUGURACIÓN
Auditorio de Humanidades PUCP, 18.30 hrs.

Moderador: Sr. Diego Luza, Coordinador Comisión Académica

Mesa de Honor:
Dra. Pepi Patrón, Vicerrectora de Investigación
Dr. Krzysztof Makowski, Decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Dra. Claudia Rosas Lauro, Profesora Asesora
Srta. Milagros Valdivia, Coordinadora General
Sr. Ricardo Bracamonte, Coordinador General

Lección inaugural: Dra. Penelope Harvey (University of Manchester, UK.)
“Estado, ingeniería y globalización: abriendo perspectivas desde la antropología y la historia de la ciencia”.

Cóctel de inauguración

MARTES 26
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 1: Enfermedad, miedo y sociedad. Las epidemias y la salud en la historia.
9.30 hrs. – 11.00 hrs.

Moderador: Sr. Fernando Contreras (PUCP)

Juan José Pacheco Ibarra (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Guamán Poma y la teoría Hipocrática. De la iconografía europea a los Andes del siglo XVII.
Edgar Villegas Vásquez (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El Sida en Imágenes durante su estallido: Representaciones colectivas de la epidemia durante su llegada a Lima (1983 – 1987).

Comentaristas: Mag. Julio Nuñez (PUCP) y Srta. Milagros Valdivia (PUCP).

MESA 2: El indigenismo y la formación de la nación en el Perú.
11.30 hrs. – 13.00 hrs.

Moderador: Srta. Fernanda Adrianzén (PUCP).

Aníbal Gálvez Rivas (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Apuntes sobre los proyectos integrales de legislación tutelar indígena y su importancia para el estudio del indigenismo jurídico (1905-1946).
Elvira Milagros Valenzuela Saldaña (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
El Perú antiguo como mediador cultural para la formación de la Nación. La influencia indigenista de Elena Izcue y Nelly Fonseca Recavarren a inicios del siglo XX.

Comentaristas: Dra. Margarita Guerra (PUCP) y Sr. Rolando Iberico (PUCP).

MESA 3: Los monumentos: crítica, construcción y destrucción en el Perú.
15.30 hrs. – 17.30 hrs.

Moderador: Sr. Marcos Alarcón (PUCP).

Manuel Pablo Marcos Percca (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Patria, Estado y Nación en la “crítica” de monumentos y objetos de arte (Lima, 1790-1877).
Luis Rodolfo Monteverde Sotil (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Proyectos estatales para erigir un monumento público a José de San Martín (Lima, 1822-1921).
Luis Martín Víctor Bogdanovich Mendoza (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Destrucción de monumentos en el Centro Histórico de Lima – Período 1822-1879.

Comentaristas: Arq. Adriana Scaletti (PUCP) y Sr. Diego Luza (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
Independencias conectadas: regionalismo, nacionalismo y visión continental del proceso emancipador en la América
Hispana (1808-1826)
18.00 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Dr. José Ignacio López Soria (Coordinador Regional del Centro de Altos Estudios Universitarios OEI)
Dr. Cristobal Aljovín (PUCP)
Dr. Georges Lomné (Director IFEA)
Mag. Juan Luis Orrego (PUCP)

Moderador: Sr. Juan Miguel Espinoza (PUCP)

MIÉRCOLES 27
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 4: El Inca Garcilaso de la Vega y las crónicas de la conquista del Perú y de México.
09.30 hrs. – 11.00 hrs.

Moderador: Sr. Oscar Cáceres (PUCP)

Diana Roselly Pérez Gerardo (Universidad Nacional Autónoma de México)
Garcilaso de la Vega y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
Jesús Salazar Paiva (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El contraste como argumento para la historia: la utilidad de la correlación entre Pedro de la Gasca y Francisco de Toledo en la Segunda parte de los Comentarios Reales.

Comentaristas: Dra. Liliana Regalado (PUCP) y Srta. María Lucia Valle (PUCP).

MESA 5: Sociedad, mestizaje e identidad cultural en el periodo colonial.
11.15 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Sr. Christopher Cornelio (PUCP)

Jorge Luis Rojas Runciman (Pontificia Universidad Católica del Perú – Universidad Nacional Federico Villarreal)
Los bailes del Señor: un breve análisis de una danza en Mangas colonial (1662).
Claudio Ogass (Universidad Andrés Bello – Universidad de Chile)
El proceso de blanqueamiento social de Blasa Díaz, siglo XVIII.
Daniel Osvaldo Moreno-Bazaes (Universidad Nacional Andrés Bello, Chile)
Un cargamento de muerte, horrores y desolación. La llegada del Navío San Pedro Alcántara y la peste de la viruela al Obispado de la Concepción (1785).

Comentaristas: Dr. José de la Puente Brunke (PUCP) y Lic. Eduardo Barriga (PUCP).

MESA 6: Independencia y transición del mundo colonial al republicano en Colombia.
15.30 hrs. – 17.00 hrs.

Moderador: Sr. Ronald Reyes (PUCP)

Judith Andrea Forero Vargas (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
La ciencia como justificación de la hegemonía de los criollos de la generación independentista y de sus descendientes, las élites gobernantes, en el territorio de la Nueva Granada.
Daleth Restrepo Pérez (Universidad Nacional de Colombia)
Fiesta y poder: transición del mundo festivo de lo colonial a lo republicano.

Comentaristas: Dr. Jesús Cosamalón (PUCP) y Sr. Alonso Campos (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
La fiesta del sabor peruano. Gastronomía, identidad nacional e historia del Perú

18.00 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Sra. Rosario Olivas Weston, Historiadora e Investigadora
Srta. Mariela Balbi, Periodista e Investigadora
Sra. Sandra Plevisani, Especialista en Gastronomía
Mag. Alejandro Málaga, UNAS-Academia Peruana del Pisco

Moderador: Sr. Ricardo Bracamonte (PUCP)

JUEVES 28
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 7: Procesos en la historia política contemporánea del Perú.
09.30 hrs. – 11.30 hrs.

Moderador: Sr. Abel Tiravanti (PUCP)

Julio César Abanto Chani (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
La Universidad de San Marcos y la Guerra del Pacífico.
Carlos Javier López Medina (Universidad Nacional Federico Villarreal)
El movimiento gremial peruano y las relaciones peruano-chilenas bajo el gobierno de Guillermo E. Billinghurst.
Cayetana Adrianzén Ponce (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Las elecciones de 1950.

Comentaristas: Dr. Carlos Chávez (PUCP) y Sr. Juan Miguel Espinoza (PUCP).

MESA 8: Aproximaciones a la historia de Colombia desde el arte y el urbanismo.
11.45 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Srta. Daniela Hernández (PUCP)

Rayiv David Torres Sánchez (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
Martirio y Mortificación en la Iconografía del Barroco Colonial: Ontología Religiosa de los Siglos XVII y XVIII.
Oscar David Sánchez Torres (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
El desarrollo urbano de Bogotá de 1950.

Comentaristas: Dr. Joseph Dager (PUCP) y Sr. Ricardo Bracamonte (PUCP).

MESA 9: Las contradicciones del proceso de Independencia en las regiones de Hispanoamérica.
15.00 hrs. – 16.15 hrs.

Moderador: Srta. Alejandra Cuya (PUCP)

Jorge Luis Vallejo Castello (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El hombre entre dos mundos: Don José Tadeo Efio ¿un norteño virreinal o republicano? Historias locales entre el siglo XVIII y el siglo XIX.
Lady Amadis Bolaños Vallejo (Universidad de Nariño, Colombia)
Subordinación bajo el signo de la religión y el comportamiento autónomo de San Juan de Pasto, pueblo en contravía de la independencia.

Comentaristas: Dr. Antonio Zapata (PUCP) y Sr. José León-Barandiarán (PUCP).

MESA 10: Movimientos sociales y justicia en América Latina contemporánea.
16.30 hrs. – 18.00 hrs.

Moderador: Sr. César Bonilla (PUCP)

Julián José Galvis Parra (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
El proceso de nacimiento del comité regional indígena del Cauca – CRIC (1971-1975).
Lizeth Wendy Limachi Mamani (Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia)
Justicia comunitaria y sus efectos en el Estado boliviano.

Comentaristas: RP. Jeffrey Klaiber SJ. (PUCP) y Sr. Juan Pablo Ronco (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
Clima e Historia: desafíos del medio ambiente en la historia del Perú
.
18.30 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Dr. Fernando Rosas (URP- PUCP)
Dr. Lorenzo Huertas (URP)
Dr. Carlos Carcelén (UNMSM-URP)
Mag. Lizardo Seiner (UL)

Moderador: Sr. Víctor Álvarez (PUCP)

VIERNES 29
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 11: Centenarios de independencia y conmemoraciones en Hispanoamérica.
9.30 hrs. – 11.30 hrs.

Moderador: Sr. Rolando Iberico (PUCP)

Luisa Miranda García (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México)
El Porfiriato: Centenario de la Independencia.
Mauricio Albeiro Montoya Vásquez (Universidad Nacional de La Plata, Argentina)
Historia vs. Memoria. Miradas y disputas en torno al primer centenario de la independencia de la República de Colombia.
Luis Carlos Malca Caballero (Pontifica Universidad Católica del Perú)
El 8 de septiembre: la apoteosis de Leguía.

Comentaristas: Dra. Cristina Mazzeo (PUCP) y Sr. Víctor Álvarez (PUCP).

MESA 12: Socialismo, comunismo y movimientos sociales en México y Perú.
11.45 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Sr. Christopher Cornelio (PUCP)

Liliana Tapia Ramírez (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México)
El estigma del comunismo como discurso de represión: El caso del movimiento ferrocarrilero en México.
Michael Iván Mendieta Pérez (Universidad Nacional Mayor de San Marcos-Pontificia Universidad Católica del Perú)
Basadre, Mariátegui y el Socialismo.

Comentaristas: RP. Jeffrey Klaiber SJ. (PUCP) y Lic. Adrián Lerner (PUCP).

MESA 13: Mujeres, poder y género en la historia del Perú.
15.15 hrs. – 17.15 hrs.

Moderadora: Sra. Karen Poulsen

María Lucia Valle Vera (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Símbolos de poder de las Coyas.
Juan Miguel Espinoza Portocarrero (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Estereotipos de género y proyecto modernizador en la República Aristocrática. La imagen de hombres y mujeres en la revista Variedades (Lima, 1908)
Víctor Emilio Álvarez Ponce (Pontificia Universidad Católica del Perú)
La esperanza y el orgullo en la década de los 80’s. La Era de Oro del Vóley Peruano.

Comentaristas: Dra. Claudia Rosas (PUCP) y Srta. Sandy Miyagussuko (PUCP)

MESA 14: El Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia a través de sus 20 años
17.30 hrs. – 18.30 hrs.

Panelistas:
Dra. Liliana Regalado de Hurtado (PUCP)
Sr. César Bonilla (PUCP)
Srta. Daniela Hernández (PUCP)

CEREMONIA DE CLAUSURA
18.30 hrs. – 19.15 hrs.

Dr. Miguel Giusti, Jefe de Departamento de Humanidades
Dra. Claudia Rosas Lauro, Profesora Asesora
Sr. Diego Luza, Coordinador Comisión Académica
Sr. Víctor Álvarez, Coordinador Comisión de Logística
Srta. Sandy Miyagussuko, Coordinadora Comisión de Economía

Número artístico: Srta. Danitse Palomino (PUCP)

Cóctel de clausura

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Los nombres de las calles de Lima (4)


Calle del Milagro, entre Azángaro y Abancay

Milagro (cuadra 4 del jirón Ancash).- El 27 de noviembre de 1630, casi al mediodía, cunado seguían celebrándose las fiestas por el nacimiento del príncipe Baltasar Carlos de Austria, hijo del rey Felipe IV y heredero de la corona española, un terremoto sacudió la ciudad de Lima. Fue entonces que, según Juan Alberto Suardo, en su Diario de Lima, nos cuenta: “En la iglesia de San Francisco ocurrió un caso muy milagroso, y fue que una imagen de bulto de Nuestra Señora de la Limpia Concepción, que estaba encima de la portada de la capilla de la cofradía de la misma advocación, que cae al cementerio de la iglesia, y estaba con la cara vuelta al dicho cementerio, cuando empezó a temblar se volvió con la cara hacia la capilla mayor de la dicha iglesia de san francisco, de que siendo advertidos los religiosos que estaban en ella se fueron allá con otras muchas personas y se pusieron de rodillas delante de la dicha imagen y empezaron a cantar los dichos religiosos, la antífona ordinaria Tota pulcra est, que esta sagrada religión acostumbra a cantar en honra de la Limpia Concepción de la Virgen Santísima. A vista de todos la dicha imagen poco apoco se fue volviendo a su lugar, y habiéndose divulgado el caso por toda la ciudad, todo el día hasta las diez de la noche había número infinito de gente de todos estados a ver la santa imagen. A 3 de diciembre, el virrey Conde de Chinchón visitó la imagen, la que ha hecho tres o cuatro milagros en dar salud de repente a los enfermos, por lo que concurre mucha gente a venerarla y se han recogido ya más de mil pesos para su adorno”.

Pedro Peralta y Barnuevo, en su libro Lima Fundada, recuerda también el suceso milagroso: “Erigiósele luego (a la imagen) en el mismo lugar una Basílica o Capilla magnífica, quedando la sagrada imagen en el sitio que ocupaba, que es hoy del altar mayor de la misma capilla, la cual tiene otros colaterales de suntuosa dorada escultura… Frecuéntase con ardiente devoción y se celebra en ella en cada año un octavario de misas y sermones con ornato de singular grandeza”. El asombroso suceso fue también reseñado por el sacerdote jesuita e historiador Rubén Vargas Ugarte: “comprobado por otros testimonios, dio origen a la Iglesia del Milagro, que aún subsiste en el mismo lugar. El incendio que en 1835 destruyó el antiguo edificio, respetó la imagen, una de las más veneradas por los limeños de otro tiempo”. En resumen, esta calle fue llamada así por la Capilla del Milagro, erigida dentro de los terrenos del Convento de San Francisco, en el mismo sitio donde la tradición cuenta que la imagen de la Virgen hizo el milagro de controlar el sismo de 1630 que sacudió nuestra ciudad. Asimismo, en esta calle se encontraba la casa donde nació y murió el ex-presidente Nicolás de Piérola.

Pelota (cuadra 6 del jirón Camaná).- Su nombre se debe a que aquí funcionó un lugar para el juego de Pelota Vasca, al que los limeños eran muy aficionados. El historiador Guillermo Lohmann cuenta que el local estuvo administrado, hacia 1634, por el autor de comedias Manuel de Ribera. Ojo que también hubo otro juego de la pelota en la calle de las Comedias de san Agustín. El virrey Gil de Taboada y Lemus mandó cerrar todos estos lugares de deportes porque originaban disturbios y apuestas ruinosas.

Pólvora (cuadra 3 del jirón Cangallo).- Dicen que la pólvora que se fabricaba en el Perú fue considerada, en varias oportunidades, una de las mejores del mundo. El primer molino de pólvora lo fabricó, al pie del cerro San Cristóbal, Pedro del Castillo allá por 1626. Luego hubo otro cerca de las lomas de Amancaes y otro en el barrio de Malambo, propiedad del coronel Juan Bautista Palacios, alcalde de Lima en 1719. El nombre de esta calle data de finales del siglo XVIII, cuando el comerciante Juan Miguel Castañeda abrió en esta cuadra una fábrica de pólvora, que se hacía con salitre de Tarapacá, que funcionaba a través de cinco molinos movidos por las aguas del río Huatica.

Polvos Azules (hoy Alameda Chabuca Granda).- El 12 de febrero de 1573, un zurrador o surtidor de cueros, Gaspar de los Reyes, inventó un método para teñir de azul los cueros. Por ello, presentó una solicitud al Cabildo para que le otorguen una licencia de cuatro años para teñir de color azul los cordobanes . De esta manera, el Cabildo acordó: “porque el dicho Gaspar de los Reyes sea gratificado del trabajo e industria con que ha salido, ninguno en esta ciudad ni en su jurisdicción no pueda teñir cueros de azul sino el dicho Gaspar de los Reyes; y que esto sea en los tres primeros años siguientes y no más, y que después puedan todos teñir libremente”. Como el zurrador tuvo su local de venta de cordobanes en esta calle, toda la cuadra tomó el nombre de Polvos Azules.
(Nota: el cordobán es el cuero de cabra o macho cabrío de alta calidad, muy ligero y suave, que se obtiene mediante la curtición vegetal con sustancias especiales, entre ellas los taninos obtenidos a partir del zumaque. Estos taninos presentan una resistencia mayor a la oxidación que el resto de taninos vegetales, lo que mantiene el color de la piel por más tiempo. Además, permite una mayor penetración de los colorantes, por lo que este cuero se utilizó como base para los cueros repujados y policromados).

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Los nombres de las calles de Lima (3)


Calle de Gato

Gato (cuadra 4 del jirón Azángaro).- Hay una versión que ha querido derivar el nombre de esta calle al vocablo quechua “catu”, que significa pequeño mercado de abastos que estaba cercano. Sin embargo, la opinión más cimentada nos dice que en esta cuadra vivió el oidor Francisco Álvarez Gato, quien también ejerció como regidor de la ciudad de Lima. Vino al Perú en los tiempos del virrey Conde de la Monclova y, en 1699, ocupó otro cargo político: corregidor de Huarochirí. Finalmente, tenemos la versión de Ricardo Palma, quien nos dice que el apellido Gato fue el de un adinerado boticario de la ciudad, quien también habría morado en esta cuadra.


Calle de los Huérfanos

Huérfanos (cuadra 7 del jirón Azángaro).- En 1613, ya se le conocía como “Cuadra de los Niños Huérfanos”. Hacia 1603, vivía en Lima un siervo de Dios llamado Luis de Ojeda (que se hacía llamar “Luis Pecador”), quien trató de establecer un hospital para negros. Con las limosnas que obtuvo, compró el sitio para su construcción. Pero su confesor, el franciscano Juan de la Roca, lo persuadió para que su hospital lo dedicara a acoger niños expósitos, ya que había presenciado la horrenda imagen de perros comiendo cadáveres de esas criaturas. Así, con nuevas limosnas se estableció este hospital que albergó a los niños huérfanos, y cuyo nombre fue “Nuestra Señora de Atocha”.

Huevo (cuadra 5 de la avenida Tacna).- En realidad, no hay un dato suficientemente serio que explique el curioso nombre de esta calle. Solo tenemos la versión que, en tiempos del virrey Conde de Superunda, a pocos meses de los terribles terremoto y maremoto de 1746, se encontró en esta calle un corral de gallinas donde salió, de un cascarón, un basilisco o pollo fenomenal . Tal fue la noticia, que muchos limeños –alarmados- fueron a visitar el corral (Nota: Existe una antigua creencia que, ocasionalmente, las gallinas ponen un huevo pequeño. Estos deben ser destruidos y quemados para evitar que nazca el basilisco, un pollo con forma de serpiente. Este animal traería desgracias. Al nacer, busca un rincón de la casa y mata con la mirada a las personas que lo ven. Para conjurar el mal es necesario tener espejos en todas las habitaciones, pues cuando el “monstruo” ve su propia imagen muere de inmediato).


Calle Judíos en la primera mitad del siglo XIX

Judíos (cuadra 2 del jirón Huallaga).- Se llamó así a partir de 1613 cuando, según el padre Bernabé Cobo, cronista de Lima, colocaron en la mampara de la Catedral, correspondiente a esta calle, una pintura del suplicio de los judíos por la Santa Inquisición, y que causaba una conmoción religiosa a la gente que transitaba por allí. Asimismo, existe la versión que en la puerta lateral de la Catedral que daba a esta calle se colocaban tablillas con los nombres de los judíos acusados de herejía. Por su lado, Manuel Atanasio Fuentes indica que en esa puerta, llamada “Judíos”, no solo estaban los nombres sino las figuras de los judíos herejes; agrega, que “estuvieron colocadas hasta hace pocos años” (y esto lo escribió Fuentes en 1850).

Mariquitas (cuadra 3 del jirón Moquegua).- Según Ricardo Palma, allá por el año 1758, vivía en Lima el alférez Basilio García Ciudad, quien improvisó la siguiente décima a tres señoritas, de nombre María, que vivían en esta calle:

Mi cariño verdadero
Dijera a alguna de las tres,
Mas lo fuerte del caso es
Que yo no sé a cuál más quiero.
Cada una es un lucero,
Las tres por demás bonitas,
Congojas dánme infinitas,
Y para hacer su lección
No atina mi corazón
Entre las tres Mariquitas.

Otra versión aclara que en esta calle vivían Mariquita Villa Díaz (mujer muy agraciada y dueña de una tienda muy surtida) Mariquita Dalón (también dueña de una tienda y muy agraciada), Mariquita Antonia Cándara (hermosa dama y dueña de una casa), Mariquita Castín (otra bella mujer que tocaba el arpa) y Mariquita Soria (Una dama llena de virtudes y gracia). Por ello, el vecindario llamó a esta calle de las “Cinco Mariquitas”.


Postal de la calle Mariquitas a inicios del siglo XX

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Los nombres de las calles de Lima (2)

Acequia Alta (cuadra 5 del jirón Caylloma).- En este tipo de calles, que se ubicaban en los límites de la Lima colonial, confinantes con el campo, solían establecerse fondas, hosterías o tambos para el descanso, alimentación o alojamiento de los viajeros. Por ejemplo, el famoso “Tambillo”, ubicado al laso izquierdo de la iglesia de San Marcelo, era uno de ellos. De aquel tambo se iniciaba el camino hacia el Callao. Como esta calle era de “travesía”, corría por ella una acequia para el uso del vecindario (limpieza de utensilios y riego de sus huertas). El nombre de “Acequia Alta”, que se consolidó a principios del siglo XVIII, era porque la acequia discurría en un suelo alto o elevado en relación a las calles de la zona.

Afligidos (cuadra 1 del jirón Caylloma).- Entre las varias versiones sobre el origen del nombre de esta calle, rescatamos dos que serían las más “serias”. La primera corresponde a José Gálvez quien recuerda que, según el poeta limeño Aciselo Villarán, el nombre viene porque, a raíz de un terremoto ocurrido en Lima, en esta calle se refugiaron muchos vecinos; sus clamores de congoja y espanto dieron el nombre de “afligidos” a la calle. La otra versión corresponde a José de la Riva-Agüero, quien cree que el nombre viene de la imagen del Señor de los Afligidos, cuya capilla se ubicaba en esta arteria. Cabe añadir que en la iglesia de La Merced había otra imagen de este Cristo que los mercedarios trajeron de España, y que luego también se le llamó “Cristo de la Conquista”. Cabe destacar que en esta calle nació Francisco Bolognesi, héroe de Arica.


Calle de Afligidos, según grabado de Leonce Angrand (1838)

Ancha (cuadra 13 del jirón Miro Quesada).- Esta calle, trazada y abierta a finales del siglo XVIII, quedó lista para el tránsito en 1870, cuando se derribaron las murallas de Lima. Su nombre le vino porque su anchura era mayor que las angostas calles de los alrededores; también se le llamó “Nueva”.

Animitas (cuadra 6 del jirón Moquegua).- Es posible que su nombre provenga de la existencia de una efigie religiosa en cuya alcancía de recolectaba limosnas para redimir las almas del Purgatorio.

Callejón del Gigante (cuadra 6 de la avenida Emancipación).- En esta calle hubo un callejón donde vivió un joven mestizo de 18 años, llamado Juan Núñez, hijo de un español y de una india, y nacido en Huamanga, que tenía una estatura de tres varas de alto y cuyos pies medían más de media vara . Esto ocurrió en 1630. Por ello, el virrey Conde de Chinchón quiso mandarlo a España como una “rareza” y el gigante murió de pena; solo pudo llegar a la Península un retrato del infortunado joven. Nota adicional: la vara era una unidad de longitud española antigua que equivalía a 3 pies. Dado que la longitud del pie (patrón de los sistemas métricos arcaicos) variaba, la longitud de la vara oscilaba en los distintos territorios de España. La más empleada era la vara castellana (o de Burgos), que medía 0,8359 metros

Capón (cuadra 6 del jirón Ucayali).- Esta calle, en el actual jirón Ucayali, era también una cuadra grande que abarcaba desde el actual jirón Ayacucho hasta el jirón Paruro; lo que significa que comprendía a las actuales sexta y séptima cuadras del jirón Ucayali. Sin embargo, hoy en día llaman solamente Capón, a la parte comprendida entre el Jirón Andahuaylas y el jirón Paruro. Cuentan que, en el siglo XVII, vivió en esta calle un cura de nombre Manuel Loayza, quien tenía como apodo “Capón”, lo que dio lugar a que esta calle se conociera con el apodo del mencionado sacerdote desde el siglo XVII, es decir unos 200 años antes de que llegara el primer chino al Perú.

Pero la versión más confiable es la que nos ofrece Luis Antonio Eguiguren en su libro Las calles de Lima (1945): en realidad, Manuel Loayza no era un cura sino un caballero que se casó con María de los Reyes. Ambos, en sociedad con el capitán Juan de Villegas (hermano de Micaela Villegas, La Perricholi), se dedicaron a vender, hacia 1791, en esta calle capones y cerdos. De allí el nombre de la calle. Luego, la calle Capón se dividió en dos, Primera y Segunda Capón, cuando, en 1911, el alcalde de Lima Guillermo Billinghurst formó la calle que hoy lleva su apellido, al abrir el famoso Callejón Otaiza, un lugar hacinado y sucio donde vivían chinos. Por si acaso, “capón” es el pollo campero (de corral) con una carne más fina y de mayor peso que los pollos de corral normales. Se le llamaba “capón” porque se le castraba antes de su engorde (a los cuatro meses), y su aspecto era muy característico: pollos sin cresta (que también se le cortaba), sobrealimentado y sacrificado con un peso de 3 a 3,5 kilogramos. Tenía gran cantidad de grasa entreverada, por lo que su carne era tierna, sabrosa y aromática. En algunos hogares, formaba parte de los platos típicos de Navidad.


Postal de la calle Capón a inicios del siglo XX

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Los nombres de las calles de Lima (1)


Plaza de Armas de Lima hacia 1868

A finales de la década de 1850, el polígrafo limeño, Manuel Atanasio Fuentes, presentó a la Municipalidad un proyecto para reemplazar la vigente nomenclatura de calles. Proponía suprimir las designaciones individuales que tenían las cuadras, dando un mismo nombre a cada serie continuada. Las nuevas denominaciones debían corresponder a “personajes y acontecimientos memorables de nuestra historia”. También sugería que la numeración de las puertas debía ser de números pares en una vereda y los impares en la opuesta. Fuentes decía que la detallada nominación por cuadra sobrecargaba la memoria de los limeños y dificultaba la retención de los nombres; también sostenía que muchos de los nombres existentes eran impropios para una ciudad que aspiraba a la prestancia.

Aunque el proyecto de Fuentes no tuvo el respaldo inmediato de las autoridades ediles, el tema quedó en el debate público. Fue así que, en 1861, la Municipalidad de Lima decidió, por fin, establecer un sistema más “racional” que terminara con la maraña de nombres, que si bien fueron aceptados y consagrados en 1786, ya no era compatible con la expansión urbana que se promovía ni con el perfil que exigía una ciudad moderna.

El problema es que en la ciudad se había arraigado una modalidad quizá única entre las ciudades de América Latina: cada tramo, de esquina a esquina, y no de toda la extensión de la carrera, tenía un nombre específico. Según Aurelio Miro Quesada, de ahí surgió el limeñismo de “cuadra” para señalar esa fracción de la arteria. Por ejemplo, lo que en 1861 pasó a llamarse Jirón de la Unión, estaba segmentado en 10 cuadras, cada una con su propio nombre: Palacio, Portal de Escribanos, Mercaderes, Espaderos, La Merced, Baquíjano, Boza, San Juan de Dios, Belén y Juan Simón.

En suma, hasta 1861, cada calle llevaba el nombre que la arbitrariedad popular había sancionado y, haciendo un esfuerzo de síntesis, podía obedecer a determinados “criterios”:
a. Por el edificio más importante de la “cuadra” (iglesia, convento, local de alguna oficina pública)
b. Por el nombre del título nobiliario o del apellido del vecino más importante avecindado
c. Por la ubicación de algún gremio (Plateros de San Pedro, Plateros de San Agustín, Espaderos, Petateros, Guitarreros…)
d. Por alguna originalidad (Peña Horadada, Mascarón, Acequia Alta, Acequia de Islas, Molino Quebrado…)
e. Por algún suceso insólito ocurrido (Milagro, Quemado, Gigante, Huevo, Ya parió…)

Es de suponer que, a falta de una norma ya fijada, estos nombres podían variar cuando los tiempos cambiaban o, en todo caso, arraigarse por el peso de la costumbre. Por todo ello, el Municipio de la ciudad dispuso establecer un nuevo sistema en el que se llamó Jirón a todo lo largo de la arteria. Los que discurrían de Norte a Sur llevarían el nombre de provincias del Perú y los de este a Oeste con el de los departamentos, combinados de tal manera que el Jirón con nombre de provincia se cruzase en alguna intersección con el de su correspondiente departamento. El eje divisor pasó a llamarse Jirón de la Unión, a partir del cual, a uno y otro flanco, arrancaban la numeración de los jirones. Lógicamente, este sistema solo pudo aplicarse al interior del “damero de Pizarro”, abarcado por la muralla colonial hasta 1868.

Esta reforma tuvo sus detractores. Uno de ellos fue Ricardo Palma, quien, en su relato sobre Mogollón, airadamente protestó: hasta que vino un prosaico municipio a desbautizarla, convirtiendo con la nueva nomenclatura en batiburrillo el plano de la ciudad y haciendo guerra sin cuartel a los recuerdos poéticos de un pueblo que en cada piedra y en cada nombre esconde una historia, un drama, una tradición”. El tradicionalista, en La faltriquera del diablo, profetizó el fracaso de la medida: “A pesar de que oficialmente se ha querido desbautizarlas, ningún limeño hace caso de nombres nuevos, y a fe que razón les sobra. De mí sé decir que jamás empleo la moderna nomenclatura: primero, porque el pasado merece algún respeto, y a nada conduce abolir nombres que despiertan recuerdos históricos; y segundo, porque tales prescripciones de al autoridad son papel mojado y no alcanzarán sino con el transcurso de los siglos a hacer olvidar lo que entró en nuestra memoria junto con la cartilla.

En efecto, habría que destacar que este cambio de la nomenclatura de las calles no tuvo el impacto esperado entre los limeños. Por ejemplo, el viajero y médico alemán Ernst Middendorf, que anduvo por Lima a mediados de la década de 1880, dijo lo siguiente respecto a la reforma municipal: No obstante, en esta oportunidad se mostró el poder de la costumbre, pues pese a que los nuevos nombres de las calles eran colocados en todas las esquinas, no encontraron ninguna acogida en el pueblo, y hoy después de 25 años todos usan la antigua denominación.

Nota.- Las entregas de los siguientes días solo darán cuenta de los nombres de algunas calles de Lima, apelando a nuestra arbitrariedad; hemos escogido cuadras con nombres exóticos o curiosos. Cabe resaltar, por último, que una gran fuente de información es el minucioso estudio que realizara hace ya algunos años Juan Bromley (Las viejas calles de Lima), y que hemos utilizado en este pequeño estudio.

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Una herencia olvidada

La exposición «Los hilos de la memoria», abierta esta semana en Nuevo México, Estados Unidos, recupera la importancia de la influencia española en Norteamérica (tomado del ABC de España, 18/10/10).


Retrato de George Washington, por Josef Perovani

Mucho antes de que Buffalo Bill se convirtiera en una celebridad, de que Toro Sentado derrotara a los «blancos» comandados por el General Custer o de que Robert Ford asesinara a Jesse James por un puñado de dólares, los españoles ya habían combatido contra sioux, apaches y comanches y se habían adentrado 3.000 kilómetros, a través de desiertos y cañones hasta arribar a Nuevo México. Aquellos pioneros llegaron a controlar 17 estados, casi las tres cuartas partes del territorio que posteriormente se daría en llamar los Estados Unidos de América.

En español están escritas las primeras crónicas que hablan de su geografía, economía y costumbres. Sin embargo, poco es lo que se conoce de aquellos 309 años de historia compartida, que comenzó en 1513 con la llegada de Juan Ponce de León a las costas de Florida y terminó en 1822. Recuperar la importancia y el alcance de la herencia española en Norteamérica es el objetivo de la exposición «El hilo de la memoria: España y los Estados Unidos» que se abrió el sábado en el «New Mexico History Museum» de Santa Fé (Nuevo México), y viajará con posterioridad a El Paso (Texas) y Nueva Orleans (Luisiana).

Los españoles «han dejado su importante impronta en la cultura, la historia y la vida de Estados Unidos», comentó el embajador del país en España, Alan D. Solomont, en la presentación de la exposición, llevada a cabo en su residencia.

La comisaria de la exposición, Falia González Díaz, del Archivo General de Indias de Sevilla, destacó la importancia de la muestra ya que gran parte de los americanos desconoce el pasado hispano y es «injustamente olvidada en los libros de historia la colaboración de España en la independencia de Estados Unidos».
Solomot recordó que Estados Unidos tiene mayor número de hispanohablantes que España (48 millones de personas, un 15,8% de la población). Destacó, además, sentirse «conmovido» tras su reciente visita a la base española en Afganistán ya que ésta lleva el nombre de Bernardo de Gálvez, militar malagueño que luchó junto a Washington en la Guerra de la Independencia Americana.

La muestra expone 138 documentos originales, entre ellos una carta de George Washington, un informe sobre el pionero Daniel Boone, un mapa del Golfo de México, de 1519, y otro del río Mississippi, de 1699; la cesión de Luisana firmada por Napoleón Bonaparte y una carta autógrafa de Ponce de León informando de su descubrimiento de la «isla de Florida» (el expedicionario llegó a la península buscando la fuente de la eterna juventud, creencia muy extendida en aquella época). También se exponen una ilustración de 1598 de un bisonte (animal cuyo aspecto sorprendió a los españoles, que lo llamaron «vaca corcovada»), así como dibujos de la vida cotidiana de los indios, diario de expediciones, etcétera.

España, la madre patria.- Una de las piezas destacadas en la muestra será el retrato de George Washington del artista italiano Josef Perovani, cedido en préstamo por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que representa la conmemoración de la firma del Tratado de San Lorenzo (o tratado de amistad, límites y navegación), que ambas naciones firmaron en 1795. El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, se mostró satisfecho porque la exposición se haya inaugurado el 16 de octubre, el día que la capital del estado que gobierna, Santa Fé, cumple 400 años. «La exposición sirve —añadió— para que los americanos tengamos una mejor comprensión de cómo los españoles nos ayudaron a definirnos como país. Para nosotros, España es la madre patria».

Se trata de una exposición que intentará recuperar las huellas de una herencia menospreciada, oculta tras el estigma de la leyenda negra, ese discurso descalificador que ha atravesado la historia nacional durante cinco siglos. La particular lucha entre «cowboys» e indios, «civilización y barbarie», que con tanto éxito recreara el cine de Hollywood, no hizo más que reafirmar el legado anglosajón en detrimento del español. Anglosajón y blanco, porque es sabido que gran parte de los vaqueros no eran caras pálidas al estilo John Wayne o Gary Cooper, sino afroamericanos, como Nate Love, uno de los «cowboys» más célebres de aquella época. Como dicen, «el western es el único género cinematográfico que consiguió escribir la historia en lugar de recrearla».

La muestra, que ya se exhibió con anterioridad en Sevilla, está organizada por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex), el Ministerio de Cultura y el Museo de Historia de Nuevo México y cuenta con la colaboración de las Embajadas de Estados Unidos en España y de España en Estados Unidos.
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Nuevo libro: ‘Guerra, finanzas y regiones en la historia económica del Perú’

Guerra, finanzas y regiones en la historia económica del Perú.
Carlos Contreras; Cristina Mazzeo y Francisco Quiroz (editores)
Instituto de Estudios Peruanos/ Banco Central de Reserva del Perú
IEP: Historia Económica, 8
ISBN: 978-9972-51-275-9
Páginas: 542
Formato: 14.5 x 20.5 cm/ Encuadernación: Rústica
Nuevos Soles: S/. 50.00

Este libro reúne una selección de catorce ponencias presentadas en el Encuentro de Historia Económica realizado en Lima por la Escuela de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y por los Departamentos de Economía y Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Incluye ponencias de balance de la historiografía sobre la evolución económica colonial y republicana en el Perú, así como estudios monográficos sobre temas como la economía de la encomienda, los bienes de comunidad de la población indígena, los salarios públicos en el virreinato, el comercio de esclavos en la costa peruana, las finanzas del imperio del Brasil, los costos de la guerra de independencia, la cuestión de la moneda en la postindependencia, la polémica sobre el guano en el siglo diecinueve, la extracción de caucho.

Contenido
INTRODUCCIÓN

BALANCES
1.Veinticinco años de historia económica en el Perú colonial
Cristina Mazzeo
2.La historia económica del siglo XIX en el Perú en los últimos 25 años
Francisco Quiroz Chueca
3.Los estudios sobre la historia económica del siglo XX en el Per
Luis Ponce

ECONOMÍA Y GUERRA
4.El sistema económico tempranocolonial en el Perú: el caso de la región de Huamanga, 1539-1570
Nelson E. Pereyra Chávez
5.Los efectos económicos de la independencia en Arequipa, 1820-1824
Víctor Condori
6.Gresham a caballo: las raíces monetarias de la fragmentación política de la América española en el siglo XIX
María Alejandra Irigoin

FISCALIDAD Y FINANZAS
7.Costos y beneficios de un imperio: fiscalidad y finanzas de Brasil, 1607-1808
Angelo Alves Carrara
8.Salarios en la Caja Real de Lima, siglos XVII-XVIII
Juvenal Luque Luque
9.Tesis y contratesis. Debate sobre la era del guano (avances de una investigación)
Javier Tantaleán Arbulú
10.Control, tributos y supervisión bancaria: historia económica e institucional
Antonio Zapata

PERSPECTIVAS REGIONALES
11.Evolución de los bienes de comunidad en Huaylas entre 1532 y 1610
Marina Zuloaga Rada
12.Dinámica de las economías monacales de la Lima borbónica.
La Encarnación y La Concepción, 1750-1820
Ybeth Arias Cuba
13.El ingreso de esclavos por Paita en el período del asiento de la South Sea Company, 1713-1750
Julissa Gutiérrez Rivas
14.De cómo la región de Madre de Dios se convirtió en la principal exportadora de caucho del Perú en la época del boom (1893-1921)
Julio Gerardo Lossio
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