Con el advenimiento del siglo XX y el ingreso de Lima a la “modernidad”, quedó sin efecto la norma de no construir más alto que la torre de Santo Domingo. La llegada del concreto armado, en la década de 1920, permitió la construcción de edificios altos, con estructuras que no pasaban de los 20 metros de altura. Fue así que, en 1922, se inauguró el primer “rascacielos” de Lima, la Casa Wiese (en el jirón del mismo nombre), de 6 pisos y de estilo neoclásico, construido por el empresario Augusto Felipe Wiese; era el edificio más alto de Lima. Otros edificios de la década fueron el edificio “Italia” (del Citibank), el Banco Internacional (jirón de la Unión), el Banco Italiano (esquina de Lampa y Ucayali) y los edificios Gildemeister y Minería (jirón Wiese).
Edificio de la Casa Wiese, entre los jirones Lampa y Miro Quesada, primer “rascacielos” de Lima (1921)
Edificio Gildemeister
Durante la década de 1930, las estructuras más elevadas de Lima fueron el Hospital Obrero en al avenida Grau (1938), los edificios gemelos de la primera cuadra de la avenida Venezuela, el Ministerio de Salud Pública de la avenida Salaverry y el antiguo local del Instituto de Enfermedades Neoplásicas en al avenida Alfonso Ugarte (frente al Hospital Loayza). Hacia la década de 1940, se construyó el primer “rascacielos” de la avenida Wilson, el edificio residencial “Jorge Chávez”, destinado a la nueva clase media limeña.
Edificio “Jorge Chávez” en la avenida Wilson
Los años 50 marcaron otro hito en el desarrollo de los “rascacielos” en Lima. En 1956 fue construido el Ministerio de Educación, de 22 pisos, que tenía una torre central de acero y dos torres gemelas a ambos lados, de concreto armado. Era el nuevo edificio más alto de Lima. Dos años después, en 1958, se construyó, íntegramente de concreto, el Hospital del Seguro del Empleado (hoy “Rebagliati”), pero de 14 pisos. Pero en esta década, gracias a la bonanza económica, también se construyeron otros edificios “altos” en Lima como las nuevas sedes del Ministerio de Hacienda (avenida Abancay) o del Ministerio de Trabajo (avenida Salaverry). Asimismo, el sector privado impulsó la construcción de modernos edificios a lo largo de las avenidas Tacna y Wilson, tanto de uso comercial como residencial. Finalmente, en 1960, se inauguró el edificio del Hotel Crillón, de 20 pisos, en la avenida La Colmena. A pesar de estas construcciones, el edificio del Ministerio de Educación seguía siendo el más elevado de la ciudad. Esa fue una de las razones para que el estado, en 1959, iniciara, en el piso 13, el Canal 7 de televisión; la antena de la emisora fue colocada en la azotea del edificio, lo cual garantizaba la cobertura de la señal en toda la ciudad.
Ministerio de Educación
Ministerio de Hacienda
Durante la década de 1960, un año importante fue 1965, cuando, durante el primer gobierno del arquitecto Belaunde, se inició la construcción del Proyecto de Vivienda llamado Torres de San Felipe (“Residencial San Felipe”). Como sabemos, se trató de un complejo arquitectónico con 15 torres elevadas, entre 15 y 16 pisos, con una vista privilegiada de la ciudad.
Residencial San Felipe
En los años setenta, la construcción de la torre del Centro Cívico, de 102 metros de altura, con 34 pisos (33 desde el nivel de la calle), le arrebató el liderazgo al viejo Ministerio de Educación. Cabe destacar que esta Torre forma parte del Centro Cívico, que se construyó a partir de un concurso arquitectónico a finales de los años sesenta. El equipo ganador estuvo conformado por los arquitectos Adolfo Córdova, Jacques Crousse, José García Bryce y Miguel Llona, entre otros. Antes se encontraba allí la Penitenciaría de Lima (más conocida como el “Panóptico”). El conjunto se empezó a construir en 1970, destinado a oficinas y agencias del Estado, además de tiendas comerciales. Es de estilo “brutalista”, caracterizado por la construcción austera y carente de ornamentos. Su Torre fue la más alta de Lima hasta el 2009. Con el tiempo, la Torre se volvió poco atractiva para desarrollar actividades comerciales y gran parte de sus 34 pisos cayeron en el abandono. Además, en los años ochenta y noventa, fue un lugar recurrente para los suicidas.
La torre del Centro Cívico (al costado, el Sheraton)
El Hotel Sheraton
Junto al Centro Cívico se construyó el hotel más moderno de Lima, el Sheraton (inaugurado en 1973), de 20 pisos y más de 400 habitaciones. Otro edificio emblemático de los setenta fue la Torre La Positiva, en la avenida Javier Prado. Aunque con menos pisos que la torre del Centro Cívico, se convirtió en un símbolo por el restaurante giratorio, llamado “El Sombrero” que, en realidad nunca funcionó así, pues no hubo dinero para comprar el mecanismo giratorio. En Miraflores, el edificio más alto de los setenta fue el que correspondió al antiguo Miraflores Cesar Hotel (hoy “Casa Andina”, en el cruce de La Paz y Diez Canseco), con 18 pisos, de color marrón oscuro y lunas espejo negras; tenía un restaurante panorámico en la última planta (“La Azotea”). Fue inaugurado en 1976 y sus arquitectos fueron Enrique Seoane y Richard Malachowski. Entre sus huéspedes ilustres estuvieron Julio Iglesias, Roman Polanski, Frank Sinatra y el escritor Jorge Luis Borges.
En los años 80, la crisis económica frenó, los grandes proyectos inmobiliarios. Sin embargo, durante el segundo gobierno de Belaunde (1980-85), siguiendo el antecedente de San Felipe, se construyeron las “torres” de San Borja y Limatambo, aunque de distinta calidad, tanto a nivel arquitectónico como urbanístico, que los conjuntos habitacionales belaundistas de los sesenta.
A partir de la década de 1990 se consolidó la tendencia de construir edificios para servicios financieros, hoteleros y de habitación, especialmente en San Isidro y Miraflores. Ente 1990 y 2007 se construyeron 30 edificios mayores de 50 metros y 12 de 40 a 50 metros; es decir, el promedio de altura no fue tan elevado. Sin embargo, algunos de ellos podrían calificarse de “rascacielos” para los estándares de Lima. En este sentido, uno de los símbolos de la Lima moderna fue la Torre Interbank, inaugurada en el emblemático año 2000, con un área total de construcción de 45 mil metros cuadrados, 20 pisos y 88 metros de altura máxima. El diseño fue del arquitecto austriaco Hans Hollein. Funciona como sede principal del Banco Interbank y se ubica en el cruce de las avenidas Javier Prado y Paseo de la República.
Sin embargo, en el 2001 se inauguró el Edificio Chocavento (sede del Citibank, en la avenida Canaval y Moreyra), con 24 pisos y 107 metros de altura, el más alto de Lima, desplazando a la Torre del Centro Cívico. Por su lado, en Miraflores destacó la construcción del edificio del Hotel Marriott, de 25 pisos, en el Malecón de la Reserva, frente al parque Salazar.
Edificio Chocavento
Las torres del futuro.- Actualmente, se encuentran en proceso de construcción las estructuras que serán las de mayor altura en la ciudad de Lima. Se trata del edificio del Hotel Westin Libertador Lima (118 metros) y la Torre del Intercambiador de Calor de la Planta Atocongo de Cementos Lima (141 metros). El “Westin”, con 30 pisos, será el edificio más alto del Perú. Tendrá un área construida de 72 mil metros cuadrados, 311 habitaciones y 5 sótanos (4 de ellos para el estacionamiento de 727 vehículos y 1 para las cisternas). También tendrá un centro de convenciones para 2 mil personas y 14 salas para reuniones. Por su lado, la Torre de Cementos Lima, si bien no es un edificio, tendrá como objetivo optimizar el ahorro de energía previo al ingreso del material crudo en el horno. La torre tiene una serie de ciclones en cascada que permitirán, además de mejorar la sostenibilidad de la industria cementera, un importante incremento de la capacidad de producción. La estructura de concreto armado alcanzará los 141 metros de altura y la instalación mecánica se elevará 24 metros por encima, logrando una altura total de 165 metros. Será la construcción más alta del Perú.
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