Archivo de la categoría: probablemente tangencialidades

probabilidades nomás

Perdone ese poquito

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Foto tomada de Alexandra Sophie

De acuerdo a aquellas historias que me contaron del señor Sócrates, él solía preguntarle al General del Ejército qué era la valentía. Cuando se encontraba con un Juez, le preguntaba qué era la justicia. Si veía al ganador de los Juegos Olímpicos, él le preguntaba sobre la perseverancia.

Tal parece ser que el señor Sócrates tenía una hermosa, saludable y conflictuante curiosidad por entender las esencias y creía que aquella “persona versada” en el tema podía saciar sus dudas. Leer más »

El doble sentido se dice de muchas formas

(o distintas formas de quedar en ridículo)
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Salimos a almorzar para celebrar el cumpleaños de Mario. Por casualidades del mundo de la vida todos los presentes fueron hombres y yo fui la única exponente estrogenada, así que en un inicio pensé que me sentiría muy fuera de lugar.

En contextos así, es realmente extraño confesar tu apasionamiento inmoralmente intenso por Messi. Pareciera como si estuvieses hablando en otro idioma. Pero ellos me provocaron, sino me hubieran preguntado hincha de qué equipo era, no habrían sabido que yo era ante todo, hincha de Messi.

No entiendo cuando en estas situaciones salen a flote esos temas “de mujeres” y “de hombres”. De pronto estaban hablando en un doble sentido muy macho – y no sé si hable muy bien o muy mal de mi- pero yo comprendía absolutamente todo, y me reía muchísimo.

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Esa «palabra»

Una de mis palabras favoritas es “desbordante”
«Tú me desbordas»
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En aquella palabra -que él hacía referencia y que situaba en el origen actual de todo lenguaje- hay una suerte de “derramamiento”, de “desborde”, de “exceso”, respecto a todos los anteriores niveles de expresión que ella alguna vez integró. Este “exceso”, este “derramamiento”, este “desborde” hace que a través de la palabra podamos comunicarnos, ya no por aquellas -desgastadas- rutinas del lenguaje instituido, sino diciéndonos “algo que no habría sido dicho antes”.

(inspiración en “Reflexión radical y lenguaje en la Fenomenología de la Percepción de Merleau-Ponty”. II. La ampliación de la precepción en el gesto y la palabra. Pag. 7. Brnrd Hr.)
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Sos igual que todas… mala mujer

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Se podría considerar como un gran dilema intentar desbordar el cisma entre la unicidad y la multiplicidad. El primero me deslumbra con la imagen del sol como bien supremo. El segundo me deslumbra con la phrónesis para cada contexto. ¿Y ahora? ¿Cómo encontramos un camino entre ellos?

Platón es un papi.
Aristóteles es un papi.
Y a mí me falta mucho por ser una mami.
¡qué guay! Leer más »

Happycidad

El mundo de la vida algunas veces te puede seducir con aquellos zapatitos nuevos que los noticiosos todavía no publican a toda la audiencia del mundo. ¡Qué poca consideración la de los noticiosos!

Y mientras sobrevives al egoismo de Reuters y de las demás agencias de noticias, estás en el más profundo éxtasis, perversamente feliz, extraviada en el universo de Plastilina Mosh con una maravillosa composición electrónica donde el piano te acaricia… pareciera que el piano te quiere seducir. Bien mandado el piano.

Bendito mundo de la vida que algunas veces nos manda zapatitos nuevos… y como quien no quisiera la cosa, ellos se convierten en el nuevo centro del universo. Y entonces desbordas todas las anteriores teorías. Adiós Platón. Adiós Aristóteles. Adiós Galileo. Y Adiós Nietzsche (siempre me pareció que él creía ser su propio centro de su propio universo).

Y también bendito mundo de la vida, que nos manda Mafaldas para recordarnos que después de todo, aquellos dichosos zapatitos, son simplemente eso: zapatitos. O no pequeña Dorothy?

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Nos levantaron, nos certificaron… y a mí me hicieron inmensamente feliz medioambientalmente

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Decídete… no, mejor no.

«Con respeto no se logran cosas hermosas»
(¿Fue Samuel Beckett quien lo dijo, di?)

Luego de que ella le preguntara si efectivamente, sólo había un único imperativo categórico, y de que él le respondiera que así era y que además, este único imperativo categoríco se decía en varias formulaciones… mi mente voló por otros lares menos santos y más terrenales.

Y recordé el to on légetai pollachós y aquella sublime traducción que dice que el «ser se dice en varios sentidos». Me pregunté si en esa precisa situación, a Kant se le podía aristotelizar.

Obviamente ello no aplicaría a otras dimensiones. Porque Kant era contundente en lo universal, verdadero y necesario… no consideraba las situaciones, ni había casuística de por medio. (que se jorobe la hermenéutica). Mientras que Aristóteles se afirmaba en las situaciones. El contexto era el rey en él.

Sin embargo, no podía negar que me sorprendió que el to on légetai pollachós apareciera en el imperativo categórico y en sus formulaciones. ¿Por qué quería encontrar alguna sublime interpretación para aristotelizar a Kant? ¿Qué clase de perturbado fetiche es ese? ¿Sería acaso tan perturbador como el otro fetiche de fenomenologizar a Aristóteles?

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El buen partido

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Foto tomada de mi facebook… ya recordaré de dónde la saqué

Por hermosas razones (o coincidencias) en el mundo de la vida, se me presentó la oportunidad de salir a juerguear con mi abuelita en una fiesta de estrambóticas asistencias, no tan familiarmente cercanas para hablar de endogamia, ni tan radicalmente lejanas para entrar en terrenos poco confiables. De todas formas, se podría decir que no conocía a nadie, salvo a la madre de mi progenitora. Leer más »