«Tú me desbordas»
En aquella palabra -que él hacía referencia y que situaba en el origen actual de todo lenguaje- hay una suerte de “derramamiento”, de “desborde”, de “exceso”, respecto a todos los anteriores niveles de expresión que ella alguna vez integró. Este “exceso”, este “derramamiento”, este “desborde” hace que a través de la palabra podamos comunicarnos, ya no por aquellas -desgastadas- rutinas del lenguaje instituido, sino diciéndonos “algo que no habría sido dicho antes”.
(inspiración en “Reflexión radical y lenguaje en la Fenomenología de la Percepción de Merleau-Ponty”. II. La ampliación de la precepción en el gesto y la palabra. Pag. 7. Brnrd Hr.)
«Hace todas las cosas nuevas.»
Me compré unas ballerinas de los Beatles. Los adoro. Siempre descubro cosas nuevas en ellos y ellos descubren cosas nuevas en mí. Curioso.
Mis pies se demorarán en dejarse domesticar por las ballerinas beatlerianas. No es fácil. Es un proceso doloroso de encuentros y desencuentros que se perpetuarán en callitos, sangre, y dolor de pies. Todo será muy intenso.
La domesticación de mi espíritu melódico fue más simple. Qué fácil soy.