Archivo por meses: octubre 2008

Las aventuras de La Valerosa y sus recuerdos de los Súper Amigos Magísticos

El día en el que La Valerosa decidió, por convicción propia, disolverse a través del típico sudor, debido al penetrante sol de Iquitos y convertirse en agua aromática de girasoles, recordó sus épocas pasadas de aquellos milenios mágicos de valerosa juventud, risas y “pollos que se te suben” cual bebidas fermentadas, compartidos junto con aquellos maravillosos seres mágicos que sólo pueden existir en un lugar llamado Magis Asilo.

Bajo el penetrante sol de Iquitos, y al borde de la vereda en el Barrio de Belén, estaba La Valerosa recordando las señales de humo que él
le había dejado en su bitácora pública…

“Es la segunda vez que estoy escribiendo este cuento; pensaba que estaría listo para cuando cumplas lo que tienes que cumplir, es decir, para ayer… pero el tiempo en este lugar fue simplemente indiferente conmigo y con mi desventura luego de que mi dispositivo espiritual-mental USB fuera escondido por las fuerzas del olvido de mis conexiones interneuronales… Ya no está ahora conmigo, debe estar ahora con %•”%$$• en el paralelo mundo de los antónimos a honradez (sabes que no me gusta hacer una motivación negativa). Tengo aún la esperanza esperanzadora de que mi USB PLUS_BELLE aparezca de nuevo; mientras tanto he recordado a “La Perseverante” (esa benditaaaaaaa!) con su historia en la playa del niño, de las olas, del castillo de arena, de los helados Lamborgini y los sándwiches de pollo y… ya pues, caballera nomás, a empezar de nuevo.”

Felices treinta Chico Stone

La Valerosa recordaba entonces con especial fruición aquella fecha tan importante para él. Reflexionó además en la trascendencia que el común de los mortales otorgaba a un acontecimiento de ese calibre. “Es que ese día trajiste, con tu nacimiento, la alegría a tu mamá, a tu hermano y a mí”, le había dicho, alguna vez en sus sueños alpha, el ancestro gruñi gruñi de La Valerosa.

Por otro lado, el hábito de recordar aquella fecha importante en la vida de los seres humanos, había sido cálidamente aceptado y promovido por los seres magísticos como muestra fiel y sincera de su identificación con la especie humana. Uno de los más fervientes y apasionados promotores de la cultura de ese hábito había sido él, fiel admirador de Julio Ramón Riveyro, defensor acérrimo del Gery´s Game de Bixar, y a quien La Valerosa debía agradecer profundamente que le haya prestado el dvd pirata de la vida de Monseñor Romero.

El Chico de la cara Stone había sido promotor de iniciativas con las cuales Juancito habría demostrado su amor pasional y lagrimístico por Universitario de Deportes; y gracias a las cuales también Allison había alcanzado la Eudamonía alguna vez, en la presencia corpuscular de Camotudo y a través del holograma de François Vallaeys.

“Te invito a mis dulces treinta. Espero verte ahí, no faltes (o te mando a la /&%$?=/%)”El Chico de la cara Stone , habría mandado una señal de humo, bits de información y de comunicación por medio del Gmail, a varias personas del voluntariado, y entre ellas estaba La Valerosa… ¿Sabría acaso que ella, seguía regia como siempre, pero que ahora estaba de voluntaria en Fe y Alegría 47 en Iquitos?

tas bien viejooooooo

El sol quemaba con más fuerza, el clima se volvía aún más caliente de lo que usualmente era, el comercio aumentaba y la gente caminaba y caminaba más rápidamente como si escapara del silencio y de la reflexión que una conciencia madura te propone siempre. Mientras tanto, en medio del trajín y del sol, La Valerosa seguía reflexionando en ese ser magístico, el Chico de la cara Stone, con quien alguna vez comió pizza en Barranco a la espera del autógrafo de un famoso Cuentacuentos, objeto de admiración y respeto tanto por Allison como por La Valerosa.

Ella recordó entonces que entre San Martín y Próspero había una sucursal de Amazon, (coincidencias de la vida!)… Sí, había un Amazon en Iquitos… Pero la situación era más kafkiana aún, ya que el Amazonas en el que La Valerosa pensaba hacía referencia al Mercado de Libros Usados y Viejos (pero no por eso obsoletos) ubicado en la primera cuadra del Jr. Abancay, en Lima-la-voraz, la macrocefálica y la intensa…

Efectivamente, había una sucursal de Amazonas en Iquitos (qué dulce suenan ahora las coincidencias) y esa sensación le traía a la mente el libro del que el Chico de la cara Stone le había contado alguna vez…

“Me impactó la muestra fotográfica y las descripciones que Ribeyro hizo de sí mismo. De pronto una foto de chibolo tenía como título el inocente ; otra de adolescente, el enamorado ; otra más de adolescente, con la cara de baboso ; otra de joven con el cojudo ; otra de adulto con el huevón … fue demasiado chévere, cómo me impresiona este autor”

La Valerosa pensó entonces que le hubiera gustado haberle dicho a “mon cher Julio”, como ella lo solía llamar (muy confianzuda era algunas veces La Valerosa) que en el futuro, existiría un amigo muy querido para ella del Magis mmmm… (no sabía bien si era magísticamente El Agustino o magísticamente Asilo, pero de que era magístico, eso ni dudarlo). Bien, este amigo sería muy fan de Julio Ramón… en fin, La Valerosa se arrepintió de haber hablado mucho de fútbol latinoamericano con su “mon cher Julio” y de no haberle pedido pertinentemente una dedicatoria para su amigo cara de Stone…Y claro, obviamente su libro, así ella se ahorraría el aporte-chancha-materialista que usualmente los seres magísticos suelen hacer en los cumpleaños… todo con mucho amor biensûr!

Aquellos seres de barro que trabajan con otros barros: los seres magísticos

La Valerosa continúo caminando por medio del Mercado de Belén, aquel lugar que parece extraído de lo real maravilloso de Gabo, una especie de “El Aleph” de Borges donde se concentra todo y puedes encontrar absolutamente de todo, a excepción, claro está, de lo que anhela el ser humano: la trascendencia.

Entre los múltiples puestos que La Valerosa iba recorriendo mientras recordaba a sus amigos magísticos, encontró un lugar que le llamó la atención: Una tienda de espejos.

Los espejos representan muchas cosas en distintos planos para La Valerosa. En primer lugar, porque a través de ellos el ser humano puede conocerse… y es en cierta forma, la primera invitación a la reflexión sobre el être del hombre. Muchas metáforas en la literatura se han escrito a raíz de los espejos; reflexiones teológicas han utilizado su nombre para dar a entender “al otro como espejo de ti mismo”; teorías de física cuántica se valieron de ellos para explicar la naturaleza de acción de los quarks; y claro, “el universo paralelo” también se concibió como inspiración en los espejos…

Sin embargo, como diría La Mary: “La Valerosa es… La Valerosa” ¿Y qué podía hacer La Valerosa en un comercio lleno de espejos? Ella siguió reflexionando y extrañando a sus amigos magísticos, obviamente, mientras contemplaba su sirénica figura en los múltiples espejos… de pronto, comenzó a recordar a aquel ser magístico, al que La Mary solía reconocer como mucho más figureti que La Valerosa…

Rochi, La Abeja Figureti

¿Existirá en el mundo alguien más posero y figureti que La Valerosa? ¿Es posible la existencia de un absurdo literario, metafórico, lógico filosófico y cuántico como tal?

El mundo de los magísticos dice que sí… que efectivamente, existe alguien mucho más rochosamente figureti y posero. Su nombre es Rochi, la Abeja Figureti, la niña bien, la Pocahontas del Magis Asilo.

La Valerosa comenzó a extrañar mucho a la Abeja Figureti. Ella, Rochi, dejó a sus amigos magísticos sumidos en la tristeza provocada por su ausencia (bueno, nunca tanto Rochi) debido a que partió a la Tierra del Canguro para perseguir el hermoso acento australiano de Mel Gibson y para tentar su suerte a ver si consigue el autógrafo de Russell Crown en su cuaderno Standford con carátula de “The Gladiador”.

Como buena figureti que es, las fotos en el Facebook no se hicieron esperar… Ella siempre aparecía rodeada de especímenes masculinos de cabelleras amarillas-castañas-negras-rojas y ojos azules-verdes-pardos (muy selectiva, eso sí!) entre risas que sólo pueden hacer las personas que justo se acaban de enterar que se han sacado la Tinka. La ropa no solía ser una constante que predominara en el ambiente fotográfico, por el contrario, parecía que la consigna era mientras menos, es más…, “Era la fiesta de bienvenida” habría dicho Rochi, entre sonrojos.

Los comments no se hicieron esperar: “Rochi, por favor, más decenciaaaaa!!!!”.Escribía exaltadamente La Mary; nadie sabe si motivada por el impacto, el pudor, o la envidia (confesadamente compartida por las demás chicas magísticas… buiiiiinaaaaa Rochi, bricheando por un Perú mejor!!!).

Entre los poderes mágicos, de la que fue alguna vez coordinadora del Magis Asilo, se encuentran bailar el alcatraz mientras le apagan la velita; confesar públicamente que le gustaría que le regalen toallitas perfumadas porque no piensa bañarse por los tres días que durará su travesía a la Tierra del Canguro; morder sin roche la cola del disfraz de Hugo Chávez que vestía Lucía; hacer de Mama Ocllo con medias multicolores y nariz clown; pasar horas y horas frente al skype; y poner al servicio su tiempo, esfuerzo, responsabilidad, inteligencia, alegría, buen ánimo y harto amor para llevar alegría, atención y paz a los abuelitos del asilo.

A La Valerosa no le importaba que La Abeja Figureti usara windows para comunicarse desde La Tierra del Canguro; por el contrario, el profundo cariño que le tenía, hacía que ella tuviera la paciencia de explicarle, a la distancia qué es Ubuntu… Pero oh! Ingratitud! Respuesta recurrente del hombre, tan magnífica y prolíficamente comprendida y expresada por Shakespeare en el Rey Lear… “Ubuntu sucks”habría escrito Rochi alguna vez en su estado en gtalk Y el corazón de La Valerosa se estrujó del dolor:

– ¿Por qué Rochi? ¿Por quéeeeee?
– Porque gtalk no tiene los iconos chéveres del messenger, además porque no tienes skype.
– Yo no tengo skype no porque use Ubuntu, sino porque mi computadora Mafaldita está a las justas y ya no funka el sudo apt-get install snif snif
– Qué monseeeeee!!!

La Valerosa sonrió al recordar las charlas anacrónicas en Gtalk con La Abeja Figureti y se alegró de saber que en diciembre se encontrarían de nuevo junto con todos los seres magísticos completos, pero esperó que esta vez Rochi decida usar la ducha en vez de las toallitas perfumadas, just in case de verla en el aeropuerto.

La Mary

Serían cerca de las diez de la mañana, y el Mercado de Belén seguía en constante movimiento… por ahí podías ver las carachamas aún moviéndose como diciéndote “comeme en sopa cerrando los ojos que mi sabor opacará mi mal aspecto”. Vendían también carnes de todo tipo, como la de lagarto. Los pescados abundaban, pero el rey era el Paiche.

La Valerosa seguía su camino, y fue envuelta en melodías cuando pasaba por el área donde venden cd´s de música. Ella alcanzó el éxtasis al reconocer las melodías y las canciones de Armonía 10, Aguamarina, Grupo América, La Orquesta Candela, Los Hnos. Yaipén, Los Caribeños de Guadalupe, Kaliente, Grupo Explosión, Mallanep, Papillón, Los Ronish, Vico y su grupo Karicia, Grupo 5, Los Villacorta… La Valerosa no hubiera podido estar más rodeada de fantasía musical incluso si en ese momento hubiera escuchado El Concierto de Aranjuez o si María Callas, la diva, le cantaba frente a frente La Traviata de Giuseppe Verdi.

De pronto escuchó una melodía que provenía de un comercio de música un tanto alejado. En un inicio no podía escuchar bien por las anteriores canciones mezcladas y que sonaban a la vez. Pero esta melodía se distinguía cada vez más: “Si quieres un poco de mi, me deberías esperar y caminar a paso lento… muy lentoooooooo…Y poco a poco olvidar el tiempo y su velocidad. Frenar el ritmo, ir muy lento, más lentooooooooo”

La Valerosa, sudorosa, (pero eso sí, siempre regia); miró al cielo donde las nubes estaban más hermosas que nunca y el sol quemaba aún mucho más… ¿A quién me recuerda esta melodía?

“Hay tanto que quiero contarte, hay tanto que quiero saber de ti, ya podemos comenzar poco a poco, cuentame que te trae por aquí…. No te asustes de decirme la verdad, eso ya no puede estar así tan mal, yo también tengo secretos para darte y que sepas que ya no me insistas más, hay tantos caminos por andarrrrr… dime tú si quisieras andar conmigo oooooohhh”

De pronto La Valerosa recordó todo. Es imposible confundir esa voz… es ella, la musa inspiradora y pasionalmente mortal de Romeo. Es ella, es Julieta Venegas.

La Mary habría confesado secretamente tiempo atrás que había viajado dejando las lejanas tierras de la Tortilla Azteca y la Telenovela Televisa en busca de la identidad de su ser y del significado de amar profundamente en la reflexión y la acción. Un clon, producto de las elucubraciones por conquistar el mundo de sus amados amigos Pinky & Cerebro, había sido el reemplazo perfecto que La Mary había encontrado para que la Julieta Venegas que todo el mundo conoce siguiera con una carrera artística.

“He dejado de dar conciertos” confesó a La Valerosa hace mucho tiempo… y comenzó a reír y reír como sólo ella podía hacerlo. Uno de los poderes mágicos que La Mary ostentaba orgullosa y que La Valerosa anhelaba tener era esa maravillosa capacidad para documentar pertinentemente todas las acciones, coordinaciones y acuerdos que los seres magísticos tenían y traducirlas al lenguaje algorítmico y tecnológico de las señales del correo electrónico.

La Valerosa seguía su camino a través de los comercios de música, escuchando embelesada las melodías de su querida amiga magística La Mary, artífice de su actual nombre: “La Chola Valerosa” ganado en una de las batallas campales en contra de la tristeza y del olvido de los abuelitos del asilo.

De pronto, La Valerosa se detuvo frente a un comercio que ofrecía “otorgar colores a lo que el ser humano más debería cuidar”. La Valerosa se preguntó qué es lo que el ser humano debería cuidar más… ¿sería acaso el cerebro, donde dicen se encuentra la inteligencia? ¿Sería acaso el corazón, por medio del cual el hombre puede amar profundamente? ¿Serían acaso los ojos, aquellos que dicen que son el espejo del alma? ¿Serían acaso las manos, por medio de las cuales una persona puede acariciar al ser amado? ¿Sería acaso todo el ser del hombre lo que debería cuidar más?

– ¿Qué es lo que el ser humano más debería cuidar? ¿El corazón? ¿El cerebro? ¿Los ojos? ¿Las manos? ¿Los pies? ¿La figura?
– Ah… esa es una pregunta muy difícil.
– ¿Y cómo podría otorgar colores a “eso” que el ser humano debería cuidar más?
– Ese lema lo puso mi abuelita… si tienes paciencia, puedes preguntarle a ella.

La Valerosa no dudó en aceptar la amable invitación de la dueña del comercio y se acercó a la anciana que estaba sentada mirando el trajín de la gente que caminaba y caminaba como si el peso de su conciencia la persiguiera.

Hola! –
Dijo La Valerosa esbozando una de sus más hermosas sonrisas – ¿Qué es lo que ser humano más debería cuidar?

Pero parecía que la anciana no la entendía, o no la quería entender…y continúo un largo silencio. Entonces recordó lo que había aprendido de sus amigos magísticos y de la hermosa y dulce sonrisa que La Mary daba a los abuelitos. Entonces La Valerosa tomó la mano de la anciana y la acarició… Bien atrevida y mandada era La Valerosa…

– ¿Quién eres?
– Oh, mi señora, es una pregunta muy difícil la que usted me hace… creo que siempre estaré tratando de responderla durante toda mi vida.

La abuelita comenzó a reír junto con La Valerosa

– Ay mi niñita… ¿Qué es lo que le quieres preguntar a esta anciana a la que ya nadie le hace ya caso?

– Bueno, si usted me ha puesto de nombre “nadie” entonces es cierto eso de que “nadie” le hace caso… Pero creo entender de sus palabras que cuando habla de “nadie” se refiere a “ninguna persona”… Pero no me diga eso, que me parte el corazón cuando sé que una abuelita siente que nadie le hace caso.

– Muchas veces es cierto, yo al menos lo siento así. La experiencia, mi niña, me dice eso… La juventud es una ilusión, de pronto te llegan los años y junto con ellos todos los males de la vejez y de pronto te vuelves inservible para la sociedad. Ya no cuentas para ellos, sencillamente porque ya no les sirves…

– Es muy lamentable lo que me dice… créame que lo siento muchísimo. Me acerqué a molestarla porque quería saber qué es para usted lo que el ser humano más debería cuidar…

– Atashaaaaaay!!! La capacidad de escuchar claro! La predisposición a entender y a comprender lo que el otro está diciendo, sobre todo si es anciano. Ahora me parece que ya nadie escucha al otro. En mis intensos años de experiencia he aprendido que algunas veces sólo necesitamos que la otra persona nos brinde su presencia física y entonces nuestra palabra adquiere significado… escuchar al otro nos lleva a niveles más profundos y densos en nuestra vida, nos ayuda a percibir e ir de otra manera por los caminos de nuestra existencia. Escuchar implica buscar acoger el mensaje tanto verbal como no verbal de la otra persona, a fin de comprender los múltiples contenidos de su mensaje.

“La persona que escucha el mensaje emocional demuestra que le interesa mucho nuestro ser y eso nos ayuda a ser más plenos. Es difícil escuchar los sentimientos porque nos han educado para valorar sólo los hechos…”

Es usted muy sabia, me alegro mucho de haberla encontrado… Y ese último verso, me parece conocido. Creo que le pertenece a uno de los tantos sobrinos del Tío Nacho, verdad?

– Ah, si queridita, lo leí recientemente en un escrito de Nino Vásquez (esssseee jotaaaaa)…

– Pero abuelita… yo comprendo ahora que una de las cosas que el ser humano más debería cuidar es su capacidad de escuchar; sin embargo no entiendo cómo en este comercio se “otorga colores a lo que el ser humano más debería cuidar”.

La anciana comenzó a reír mucho

– ¿Sabes que la Ciudad de Iquitos es mágica, no? –
Preguntó la anciana.

– Sí, me doy cuenta a medida que paso mis días por aquí…

“Tengo que confesar que a veces no me gusta tu forma de ser, luego te me desapareces y no entiendo muy bien por qué… no dices nada romántico; cuando llega el atardecer te pones de un humor extraño con cada luna llena al mes… Pero a a todo lo demás le gana lo bueno que me das, sólo tenerte cerca siento que vuelvo a empezaaaar.”

Entonces La Valerosa volvió a recordar a La Mary, parecía que las canciones de Julieta Venegas la trajeran mágicamente a Iquitos… de pronto se dio cuenta de todo.


– La Pavada!!!! ¿Pero qué es lo que caracteriza a La Mary? ¿No son acaso sus grandes aretes que siempre combinan con su ropa y con su típica bincha en el cabello?

La Valerosa entonces estalló en risas…“todo este tiempo! Era un comercio de aretes sirup… y todo para recordar que a La Mary le gustan los aretes blancos!”

César-soy-otro-cuando-escucho-a-Fito-Arenas

La historia de la democracia es muy accidentada en América Latina… y los ancianos, que jugaban las cartas, los naipes y la timba en el Mercado de Belén, no eran ajenos a la historia de sus entrañas. Porque es imposible ser estratega, sin tener una posición y opinión sobre la política en tu país.

A La Valerosa le encantaba entonces quedarse, cual mirona, a ver a los ancianos jugar a las cartas mientras escuchaba sus comentarios sobre la “triste historia política” en el país.

La experiencia de la práctica democrática en Magis Asilo que La Valerosa había vivido había sido un tanto especial. Luego de que Rochi decidiera dejar a sus amigos magísticos por perseguir koalas en Australia, la coordinación del Magis Asilo quedó por unos 30 segundos en vacancia presidencial.

Fue entonces que él asumió la coordinación de los chicos súper poderosos de Magis Asilo. Su probada responsabilidad, honestidad, buen ánimo y capacidad de ser fino para hablar en público hizo que la ovación de la Mesa Redonda de los Magísticos fuera unánime. Él, César “soy tu cordi” Arenas, asumía la coordinación luego de que Rochi confesara públicamente que prefería viajar para desperdigar su cariño a los canguros.

La Valerosa entonces sonrió al recordar a César. Gracias a él, ella se había animado a participar en esa aventura de profundo amor, pasión y mucho desprendimiento (todo muy decente claro!).

Ella continuó su camino a lo largo del Jirón Itaya, en el corazón del Barrio de Belén y al costado de un puesto ambulante que vendía pescaditos, vió a un niña pequeña jugar con su muñeca, descuidada, desnuda, muy usada, pero a la vez, muy querida. Fue imposible para La Valerosa no relacionar dicha muñeca con la “hija” de ella, Doña Euduvina Meléndez.

La primera vez que César contó a La Valerosa de las aventuras de los seres magísticos del Asilo, habló de Doña Euduvina, su entrañable amiga, a quien él consideraba una compañera del alma y quien le había enseñado a ser más paciente y más ser humano.

Por otro lado, La Valerosa comenzó a recordar, entonces otra de las tantas batallas campales a las que había sobrevivido junto con los súper amigos magísticos del asilo; en aquella ocasión habían interpretado a mágicos seres invertebrados.

Vengan a divertirse con nosotras: cantaremos, bailaremos reggaetón y luego comeremos mucho –
habían dicho las cigarras

– No! Porque para ustedes todo es placer!!! – Respondió una hormiga-valerosa arrochada porque era la primera batalla en la que participaba junto a los seres magísticos.

Y era imposible para La Valerosa recordar la primera respuesta de César, la cual era muy recurrente en él:

– Y asuuuuuuuu!!!! ¡Qué miedo contigo!

“jajaja… ese César-qué-miedo-contigo. Me pregunto si algún día tendré una voz tan grave como la de un varón para que cuando lo llame por teléfono no me sienta arrochada por ser una chica que está llamando a un chico” . Pensaba La Valerosa mientras seguía su camino por el Mercado de Belén.

La Valerosa pasó entonces por el puesto que vendía bebidas mágicamente poderosas, hechas a base de extractos de plantas naturales y con “precisos grados de alcohol” (exactamente para qué, ella no lo sabía, pero tampoco se atrevía a preguntar). Entonces ella recordó las inexorables consecuencias a las que César había atribuido el comportamiento de aquella vez…

“Sinceramente no creo que haya sido consecuencia de haber leído los cuentos para niños de Ana María Machado; tampoco creo que su predilección por la poesía de Vallejo haya tenido algo que ver; dudo mucho que el hecho de que le guste escuchar Illapu y Quilapayun haya tenido injerencia en tan especial reacción… ¿Habrá sido acaso consecuencia de tanto escuchar a Silvio?” Meditaba La Valerosa.

“Fueron varios factores los que intercedieron aquella vez… fue todo en sí: el ambiente, la gente, la luz, la compañía, el vino… Pero creo que lo determinante fue escuchar a Fito Páez y luego… luego fue inevitable lo que sucedió después… la exaltación y la saltada de piernas!!!” Habría confesado el sonrojado coordinador a la sorprendida Mesa Redonda de los Caballeros Magísticos en una de las tantas reuniones de planificación. Y de ahí todo fue historia. “Es que yo… yo… yo soy otro cuando escucho a Fito” intentó justificarse el coordinador, pero la historia perpetuará su hazaña en la memoria pública de La Valerosa.

Juancito, el fanático amoroso de Universitario

La Valerosa continuaba caminando por el clásico Jirón Itaya en el Barrio de Belén, de pronto pasó por el puesto de periódicos…
“Tu amor es un periódico de ayer…”

Era imposible para La Valerosa no recordar al grande, al genio, al rey de la puntualidad a Héctor Lavoe… pero ¿qué le pasaba a La Valerosa cuando recordaba al buen Hectitor?

– Avla connnnn!!!!
– ¿Tato? ¿Qué haces aquí? Si tú no eres un ser magístico…
– Parece que no me conocieras, acaso no sabes que yo aparezco donde menos lo imaginas… acaso ya te olvidaste de generales?
– Eeeehhhh, claaaaaaaarooooo… ese connnnnn, tu siempre, tan sutil (sic).
– Ah, por cierto, aparecí para hacerte recordar lo de los cuentos amazónicos
– Oh si claro! Lo tengo en mente, es más, adquirí una compilación maravillosa para ti en El Festival de la Creatividad, donde estuvo presente toda la red de colegios rurales de Fe y Alegría 47. Tenía planeado hacerte autografiar cada cuento por su respectivo autor… bien personal, tú sabes….
– No esperaba menos de ti varona!
– Chistoso!

Tato de pronto se había esfumado, y la memoria de La Valerosa comenzó a trabajar a mil por hora… ¿quién de los maravillosos seres magísticos también es un gran amante y excelente bailarín de la salsa?

La Valerosa lo tenía muy presente, sería imposible olvidarlo. Había tenido la ¿maravillosa? oportunidad de conocer al gran Juancito en un Silencioso Retiro, de esos que comenzó a promover el Tío Nacho.

Por esos días La Valerosa ansiaba el silencio y la paz, que encontraba en un lugar místicamente especial para ella, pero siempre se topaba con la presencia corpuscular de Juancito ocupando el sitio de La Valerosa, donde ella había dejado su huella … está demás mencionar los sentimientos muy a lo Kill Bill de Quentin Tarantino que La Valerosa sentía cada vez que se lo encontraba.

“Paz, paz, y paz, oh no… él no me vencerá…. Me pondré más adelante y comenzaré a moquear y llorar como nunca antes… le será imposible mantenerse ahí jojojojo”. Elaboraba una estrategia, La Valerosa. Pero la verdad, nunca aplicó dicho maquiavélico plan (a pesar de que a Juancito le hubiera encantado eso, pero no, fue un fair game).

Al final Juancito se fue por otro lado. La Valerosa nunca distinguió bien quién sería la “especial” presencia corpuscular de ese ser masculino. Fue después de que La Valerosa se incorporó a la Mesa Redonda de los Magísticos que todo se hizo claro:

– Yo te conozco
– Ah si?
– Si claro, eres la chinchosa que siempre estaba moqueando y trataba de disolverse como mucosa en el R de S… bien escandalosa eres ah!
– Ah, claro, ya te recuerdo…. Tú eres el que siempre se sentaba en mi sitio de paz, soledad y silencio.
– Ah manya, no sabía que tenía tu nombre escrito.
– Bueno, había dejado mi olor ahí, había marcado mi territorio!

De pronto las risas estallaron. Era imposible estar al lado de Juan y no reírse a su lado. Uno de sus poderes mágicos era imprimir sonrisas en los labios de las abuelitas, oh si oh si! Él es el galán de todas, todas eran hermosas flores para él.

– Tienes un noble corazón…-
Le había dicho Hilda, una de las abuelitas del pabellón cuatro, en una de las tantas batallas de los seres magísticos.

– Y eso que no has visto mi páncreas, ésta como quiere…-
Respondió oportunamente Juancito.

La Valerosa continuaba su camino por Jirón 9 de diciembre, por donde venden todos los productos avícolas como huevos, pollos, gallinas, y de pronto, ella recordó el fanatismo pasional y amoroso que el gran Juancito tenía por el “equipo de sus amores: Universitario de Deportes”… y la varonil forma bien a lo Súper Sayayín de Goku en la que él había demostrado su agradecimiento a los seres magísticos por su camiseta…

“Bien carito nos salió, digo… no, aquí en Iquitos la gente es hincha del CNI”

La Pillina

El sol quemaba con más fuerza y trataba a La Valerosa como pan de molde… tostada la quería dejar!

Entonces ella recordó la exaltación de La Pillina y su estado de Nirvana y que, efectivamente, para alcanzar la Eudamonía hace falta Camotudo y la presencia en forma de holograma de François Vallaeys en medio de una celebración de cumpleaños para chiquiviejos.

La Pillina era también un ser magístico tan especial para La Valerosa y la recordaba y extrañaba con mucho cariño.

– Santos ventarrones… qué pillines son todos ustedes!-
Habría dicho La Pillina si hubiera tenido la oportunidad de ver a sus súper amigos magísticos. Pero junto con La Valerosa, La Pillina también había decidido librar otras batallas por otras tierras, específicamente en Sicuani, Cusco.

“¿Qué será de la vida de La Pillina? Mmm le mandaré un mensaje telepático con la voz de Silvio Rodríguez… se emocionará tanto” Ideaba La Valerosa para alegrar a su amiga.
Allison era un ser muy especialmente magístico y muy culto también (fue inspiración del concepto de la “carrera popurrí”). La Pillina no dejaba de deleitar con sus ocurrencias, las fotografías a las palomas y demás foco que se le cruzara en el camino; amante acérrima del cemento en su versión geriátrica… “Siento una gran tristeza cuando una casa tradicional de Lima se está cayendo por lo deteriorada que está, es como si una parte de mi estuviera muriendo” Habría comentado alguna vez La Pillina.

Recurrentemente La Pillina deleitaba las conversaciones de la Mesa Redonda de los Magísticos con sus analogías filosóficas y antropológicas. Por su gran sutileza y profundidad para hablar, había creado la necesidad de tratar temas de especial relevancia como las convergencias entre el Imperativo Categórico de Kant y las presentaciones artísticas de la Tigresa del Oriente; el Método introspectivo del racionalismo de Descartes y las canciones italianas de Laura Pausini; y la ironía existencialista de Sartre y las moscas que vuelan y vuelan en verano.

La Valerosa entonces recordaba una de las tantas conversaciones intelectualoides pequeño burgués a.k.a caviarones que tenía con La Pillina:

– Pillina me suena a pollina
– Pero si ese es tu grado en la Mesa Redonda de los Magísticos!
– Sip, pero no sé… creo que Bandida me gusta más…
– Toda una Bandolera tú!

La Valerosa pensó entonces los divergentes gustos musicales de ambas. Mientras una se deleitaba escuchando a Silvio, la otra se desvivía bailando las canciones de Explosión, Kaliente, Mallanép y Papillón.

Mientras una gustaba de las conversaciones elevadamente gloriosas e intelectuales en “La Posada del Ángel”, la otra saltaba de felicidad convertida en el Pollo de Caquetá conversando en el Mercado de Frutas o en la Parada.

Pero así eran las amistades magísticas: unen seres mágicos tan musicalmente distintos, pero reunidos por el Magis Asilo, y claro, también por los sabios consejos del Tío Nacho, que ahora los transmitían sus más queridos sobrinos.

“Ah si, ambas amamos a los Beatles y claro, simpatizamos mucho con todos los sobrinos del Tío Nacho, esos esejotaaaaaaasssss!!!” La Valerosa sonreía recordando las convergencias con La Pillina.

La ofrenda

El sol arremetía con mayor fuerza a La Valerosa, quien parecía sucumbir ante la tentación de disolverse prontamente y transformarse en deliciosa y aromática agua de girasoles… pero debía ser fuerte ante semejante tentación ya que antes tenía que reflexionar mucho aún.

El Mercado de Belén, en cierta forma le recordaba a su tan amado Mercado de Caquetá; pero aquí podías ver a las carachamas aún vivitas; carnes de lagarto y de mono si quieres; y claro el típico ají charapita.

El sol parecía que literalmente quería disolver a La Valerosa.

– Yo debo elegir en qué momento me disolveré y me convertiré en agua de girasoles… total, para eso tenemos la maravillosa capacidad de elegir y de ser responsables de nuestras elecciones y de sus consecuencias en nuestra vida.

Era imposible olvidar esas enseñanzas de ella: Cristabel, el ser más milenario y con mayor experiencia de los súper amigos magísticos. Anteriormente estuvo tentada de ser considerada Ofrenda en los habituales rituales de los sábados en Fátima; pero su tropical risa contagiante hizo que la Mesa Redonda de los Magísticos reconsiderara la idea.

Orgullosamente los seres magísticos sabían que ella era la Esclava, pero no era para nada de una naturaleza cercana a la esclavitud de Isaura, ni mucho menos la que era considerada algunas veces como su prima: La Valerosa.

“Ya mamá, no te preocupes, pronto estaré ahí para continuar lavando los platos, barriendo, limpiando el baño, encerando el piso, regando el jardín y limpiando las benditas ventanas mientras reflexiono sobre el rol del trapo en la intelectualidad femenina” pensaba La Valerosa al recordar la especial naturaleza nominal de Esclava que Crista tenía: digna, libre, coherente y sobretodo muy llena de amor oh si oh si!

La Valerosa no tenía ni un inti en su bolsillo para comprar nada de nada, pero se sentía tan llena y feliz de recordar con afecto los consejos de Crista y claro, su “particular” risa y comentarios muy a lo de “uy, se nos subió el pollo”.

El sudor salía entonces con mayor fuerza de los hermosos poros de La Valerosa… sabía que entonces ya era momento de tomar la decisión. Recordó los dobleteros caminos de Lucía y su hermosa risa; las costumbres gileras llenas de experiencia de Sexi; la risa en mail de Angelito jajaja.

La Valerosa llegó a las orillas del río Itaya, en Bajo Belén y entonces sabía que el momento había llegado. Era ahora que se disolvería y se convertiría en exquisita y aromática agua de girasoles. Mandó una sonrisa telepática a las nuevas integrantes de los súper amigos magísticos: Mariana y Claudia.

Y La Valerosa estaba ahora lista.

– Omyyyyyyy, pero este NO es el Río Itaya como el de San Pedro de Pintuyacu donde es realmente el paraíso…

La Valerosa contrastó las múltiples y dramáticas realidades del Barrio de Belén, uno de los más pobres del distrito de Maynas, donde no hay agua potable ni desagüe ni luz y donde en épocas de lluvia, el agua inunda todas las casas; y al caminar unos cuantos metros más se puede llegar al Jirón Próspero, con su irónico nombre, el cual conduce a la moderna Plaza de Armas de Iquitos.

– Este Río Itaya, donde se ubican en maderas flotantes, los cuartos para las necesidades fisiológicas, donde a su vez la gente se baña; es dramáticamente distinto del Río Itaya en el que me bañé en San Pedro de Pintuyacu, lugar al que llegué luego de recorrer 39 km en la Carretera Iquitos-Nauta y caminar en la selva por una hora y 45 minutos. Definitivamente no puedo dejar que el sol me disuelva ahora… oh no, aún hay mucho que hacer oh si oh si! –
Pensó La Valerosa.

El sol pareció comprender entonces la fiel determinación de esta serrana en la Amazonía y comenzó a palidecer poco a poco.

Mañana sería otro día, La Valerosa ya no recorrería las calles del Barrio de Belén, sino que ahora estaría en su mágico Macondo, en El Milagro donde sólo pueden llegar los mensajes por medio de las estrellas y de la luna llena.

En ese momento, ella lanzó una gran sonrisa a sus amigos magísticos y agradeció lo mucho que había aprendido de cada uno de ellos.

– Estoy recordando las enseñanzas de Ignacio sobre el amor, la libertad, la coherencia, la contemplación y la creatividad. No creo que sea coincidencia que esté aquí, librando otras batallas en un lugar fundado por uno de sus sobrinos: José María Velaz (esejotaaaa!!!!). Pienso mucho en ustedes con gran alegría. Ya nos veremos en diciembre.

FIN

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Lo que no traen los periódicos

* Escrito por Edgardo Pezo Pérez

Al leer aquella noticia me causó tanta risa, que la gente que pasaba por mi lado se volteó curiosa a observarme.

La noticia decía así:

CAPIBARA. Venezuela. Dic. 5 (AFP). Últimamente ha aparecido en la selva venezolana un extraño insecto, que los nativos llaman “La Machaca”. Según el decir de mucha gente, la picadura de este insecto es mortal. Pero lo interesante es que la creencia popular afirma que el único antídoto contra el veneno es hacer el amor antes de las 24 horas. Como comprenderán los lectores, ante semejante antídoto, los picados por “La Machaca” han aumentado considerablemente lo que sí, tiene preocupadas a las autoridades.

Como verán la noticia tiene mucho de graciosa. Pero noticias graciosas nos traen todos los días los periódicos. El motivo de mi risa era por otra cosa. La noticia me hizo recordar aquella terrible historia.

I

Habían pasado seis meses, desde que nos encontrábamos sacando caucho de las selvas del Putumayo. Éramos muchos mestizos al mando de centenares de indios. La gran mayoría de nosotros no había llevado sus mujeres; y como ustedes comprenderán seis meses en la selva es terrible…

En un principio, como sucede siempre mientras dura la curiosidad por lo nuevo, todo nos parece interesante, pero conforme pasa el tiempo y todo se hace viejo y conocido, la vida se va haciendo monótona. Entonces comienzan los recuerdos. Primeros son muchos. Luego quedan muy pocos. Finalmente queda uno: El recuerdo de la mujer amada. Bueno, no sé si eso les sucede a todos, pero a mí, me sucede así siempre. Al principio el recuerdo es de una pureza espiritual inmensa: La voz dulce, la mirada tierna, las manos delicadas que apretaban las nuestras buscando seguridad y calor. Al pasar el tiempo estos recuerdos se hacen casi materiales: se sienten los susurros del deseo en los oídos; el ardor de la mirada, la piel quemar en las manos.

II

La vida seguía su curso lentamente, como las aguas del río. Por aquellos días comenzaron a suceder cosas extrañas en el campamento. Por las noches los hombres salían de sus covachas, con sus ojos convertidos en dos brasas de fuego, y como un ejército de luciérnagas se perdían en la inmensidad del bosque. También por las noches se escuchaban ruidos extraños que venían desde la playa mezcla de voces humanas y gruñidos de animales. Al día siguiente al recorrerla, se encontraban muertos, bufeos hembras con sus sexos expuestos al sol.

La luna brillaba en lo alto. Era noche de luna llena en la selva. Había una quietud misteriosa. Asomado a la ventana de mi covacha contemplaba esa noche inmensa, con mis recuerdos asomándose a todos sentidos. De pronto apareció ella. Su larga sombra confundiéndose con la sombra de los árboles. Era la mujer del patrón. Pasó por el marco de mi ventana sin darse cuenta de mi presencia, perdiéndose en el camino que llevaba al río. Largo rato, la esbelta figura, estuvo de pie contemplando el lento correr de las aguas sumida es sus pensamientos. Después como en un rito a aquella hermosa luna en lo alto se comenzó a desvestir lentamente. Muy pronto aquel cuerpo hermoso y moreno estuvo desnudo, bañado en forma irreal por un polvillo de plata. Después no recuerdo, mi cerebro pareció explotar y cuando desperté al día siguiente sobre la arena de la playa, había nacido en mí aquella terrible idea.

III

Un día el campamento amaneció alborotado. Un indio amaneció muerto. Su cuerpo no presentaba signos de violencia alguna. Muy pronto la noticia llegó hasta el patrón. Este descansaba plácidamente, con su mujer, ajeno a la vida que transcurría a su alrededor; donde hombres cansados y hambrientos sacaban para otros, las riquezas de la selva. Cuando le mostraron el cadáver simplemente dijo:

¡Entiérrenlo! – Total un indio muerto es solamente un indio menos, después de todo me quedan muchos, pensaría.

Una mañana nuevamente el campamento amaneció alborotado. Otro indio había muerto. Como la primera vez, no presentaba signos de violencia alguna en el cuerpo. La noticia corrió por el campamento y llegó hasta el patrón.

¡Entiérrenlo! – Volvió a decir, total es otro indio menos, pensaría.

Nuevamente la vida y el río siguieron su curso, inexorables, sin detenerse un instante. Con el correr de los días los muertos aumentaron en el campamento. Lo extraño y misterioso era que nadie podía dar razón de esas muertes. Todas siempre lo mismo: sin ningún signo de violencia.

El miedo comenzó a invadir todos los actos de nuestras vidas. Por las noches los hombres no dormían, esperando alertas, al enemigo invisible que les arrebataría la vida. Incluso el patrón, había mandado montar guardia alrededor de su covacha.

Una mañana el hermano del patrón amaneció muerto. La noticia alborotó el campamento; y como siempre sucede en estos casos, el último en saberlo fue el patrón. Al ver al muerto casi se desmayó, alguien tuvo que sostenerlo. Sin embargo, pudo recobrar la calma y preguntó asustado:

¿Qué? … ¿Qué ha pasado?

Nadie le respondió. Todos miraban asustados. El patrón suplicante volvió a preguntar.

Por favor… Díganme ¿qué ha pasado? … ¿Cómo es que está muerto?

Nadie volvió a responderle. El pánico había hecho presa de todos, impidiéndonos hablar. Pero de pronto, de la multitud de indios salió una voz que tímidamente dirigiéndose al patrón dijo:

Machaca patrón… machaca

El patrón ubicando de dónde venía la voz, le dijo:

¡Tú ven acá!… a ver… ¿qué cosas estás diciendo?

El indio pasó al frente y mirando asustado al patrón volvió a decir:

Machaca patrón… machaca

Esta vez el patrón al no entender nada de lo que el indio le decía, perdió la paciencia y con voz alterada le gritó:

¡Carajo! ¿No puedes hablar bien?

El indio se atemorizó hasta el extremo que comenzó a temblar y solamente dijo:

Ma… machaca…ma… mata – Luego quedó silencioso y ni las amenazas del patrón pudieron hacerle hablar.

Entonces cansado de querer lograrlo, el patrón se dirigió a todos nosotros preguntando:

¿Alguien sabe lo que quiere decir este indio imbécil?

Un silencio absoluto reinó en la multitud, fue entonces cuando di un paso adelante y dirigiéndome al patrón le dije:

Yo se lo puedo decir patrón

El patrón me miró extrañado, pero reponiéndose al instante me preguntó:

¿Qué cosa sabes tú? …. ¡a ver habla!

Después de pensarlo un instante le respondí tranquilamente sin perder la calma:

Lo que este indio quiere decir patrón. Es que a su hermano le ha picado la Machaca – Por un instante callé esperando que el patrón volviera a preguntarme.

A ver… no te entiendo nada… ¿qué cosa es la Machaca?

Por un instante, medí al patrón con la mirada, entonces comencé a explicar lo que era la Machaca.

La machaca es un insecto muy feo, que según los caucheros brasileros cuando nos pica, nos mata – Antes de proseguir miré a la multitud, que silenciosa y asombrada seguía mi relato pero entre todos aquellos rostros, pude descubrir algunos que me miraban cómplices.

También se dice que muchos le han visto por este monte

Un murmullo temeroso, salió de la multitud, todos se miraron asustados.

Entonces el patrón preguntó tembloroso:

¿Quiere decir… que… que todos… vamos a… a morir? ¿No hay forma de curarse si nos pica?

Nuevamente volví a poner la mirada sobre la multitud asustada.

Cuando vieron que iba a dar mi respuesta, se hizo un silencio absoluto.

Si… Tirar antes de las 24 horas

IV

Han pasado muchos años desde que sucedió todo esto. Como les dije al principio al leer el periódico, me causó tanta risa que me hizo recordar aquella terrible historia.

Algún día les contaré como matamos a aquellos hombres. Solamente les puedo decir que a partir de aquel instante, los picados por “La Machaca” aumentaron considerablemente, pero las mujeres del campamento resultaron ser un antídoto formidable.

No me tomen por muy malo, pero ustedes comprenderán que seis meses en la selva es por demás terrible.

Agradecimientos:
Edgardo Pezo Pérez y a su blog El Urcututo de día
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L’écrivain Edgardo Pezo Pérez

Escribir de uno de los tesoros de Loreto sería metafóricamente como un imposible para un ser tan humanamente “langostino” como yo. Intentar siquiera describir a mon cher écrivain sería un intento que, sinceramente, no me atrevo a realizar.

Pero hablar de ti, mi amigo, El Escritor, es algo que encantada puedo hacer… Y me puedo jactar de que fuiste el primer loretano en leer este humilde y figuretero blog, que sólo habla de chicha y limonada. Ah si, by the way, es imposible obviar tu mmm “tropical” naturaleza de ingeniero (no hay nada perfecto en la vida dicen…)

El día en que comencé a conocerte, fue por demás mágico… estaba como recién bajadita en El Milagro. Mi amiga Kristin se había quedado en el pabellón donde dormimos y yo me había ido a la biblioteca del ISTEM, en medio de la hermosa nada y a la vez todo: rodeada cual (bella, cough) Amazonas por el verdor que sólo un lugar mágico como mi Macondo-El Milagro en Iquitos me puede otorgar. Sin Internet obviamente (si Escritor, ya sé que luego-luego me vas a decir que supedito las necesidades naturales a un vicio tecnológico como la Internet… pero media nerd salió la Belle, pues, qué le vas a hacer?).

Estaba comenzando a reflexionar sobre la inmortalidad del mosquito en medio del corazón del verdor de mi mágico Macondo, cuando de pronto apareció una figura alta, con una hermosa piel curtida por el sol, imponente, ojos morenos que observan profundamente el entorno y obviamente, con esas señales físicas que indican por demás experiencia y harta sabiduría (jojojojo, ves cómo reemplazo poéticamente las canas y las arrugas?).

Ya estaba previamente avisada, el mensaje de mi muy admirado François Vallaeys había calado hondo anteriormente: las historias de los pueblos son sabiduria, y por medio de los cuentos, nuestros antepasados nos transmitieron enseñanzas valiosísimas. Y de pronto tú, Escritor, confirmaste en mi vida eso: que podía aprender muchísimo de la Amazonía gracias a sus cuentos, sus historias, sus mitos y a sus bellas leyendas.

¡Qué gran honor para mí fue hablar contigo! Escritor, con basta experiencia… omyyyyy, cuándo en mi vida pude haber tenido esa oportunidad ah? Gracias Iquitos, mi mágico Macondo (ok, Iquitos no es tanto como Macondo, pero El Milagro, sí que lo es!!!) por darme la maravillosa oportunidad de conocer al ganador del Primer Puesto en el Concurso de Cuentos Amazónicos de l’Alliance Française d’Iquitos y prolífico ganador del TROFEO COPÉ por su cuento “La Primera Danza Bora” (mira cómo te hago cherry ves? Jojojo)

Y le hablé de uno de los cuentos que más me impresionó a mis amigos…. Sí, te estoy hablando de ese que trata de “La Machaca”…. (No, Christian, no te traeré especies de ese insecto a Lima) y no tienes idea de cómo se impresionaron… Me encanta imaginar lo mucho que puedes transmitir sobre la cultura de la Amazonía a través de tus cuentos y tus poemas…

Mon cher écrivain: Escribes como la miel!!! Claro, que un toque “esperanzadores” tus cuentos ah! Por cierto, ya me cansé de que me digas caviar una y otra vez! (no mentira… La Belle no se cansa, sino que lo digan los bailes amazónicos!)
¿Ser un intelectualoide pequeño burgués es ser caviar? ¿Qué •$•&$%&$ es ser caviar? Prefiero ser langostina!!! Además, tú también eres recontra caviar (no sé ni lo que es eso) y brichero by the way! (bien ahí con las cooperantes jajaja).

Es intelectualmente estimulante hablar contigo, lástima que seas ingeniero 🙂 jajaja, no nada que ver! Qué le vamos a hacer pues! La ciencia y la ingeniería se meten por todos lados o no? Sino que lo diga Ernesto Sabato y Chespirito.

Le haré el cherry respectivo a tu hermoso blog: El Urcututo de día y que te pregunten tus lectores el por qué de tu nombre místico.

La Belle.

En la biblioteca del ISTEM, ampayados por lente islandés de Kristin, luego de hablar de blogs, el verdor de la Amazonía y la lectura de Tavito Gutierrez (devuelve pe varón!)

PD: Nastassja Kinski no es mi doble… nada que ver! Y con tu debido permiso y venia, publicaré uno de tus cuentos que más me impactó, ese que habla de la machaca para deleite de las mentes dobleteras de algunos amigos míos; obviamente haciendo referencia a que tú lo escribiste, biensûr!
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De cómo una serrana crecida en La Oroya, que vive en Lima (pero que no se siente limeña)… el título continúa

De cómo una serrana crecida en La Oroya, que vive en Lima (pero que no se siente limeña), estudiante de una carrera que sólo piensa en lucrar, lucrar y lucrar está de voluntaria, en una red de Colegios Rurales de Fé y Alegría en medio de la selva, sin internet, sin luz, sin agua y sudando hasta por esos lugares de los cuales no te quieres imaginar.

Habla Figureti! Bueno bueno, comenzaremos hablando de mi… bien figureti yo! La verdad es que omyyyy hay tantas cosas que decir, que compartir y si mis poros pudieran dejar brotar palabras en vez de sudor, entonces empapelaría toda la ciudad de Iquitos con palabras…. Sería como Macondo, pero muchísimo mejor ya que mis palabras estarían tostadas al sol y súper sudadas, las muy deshidratadas, ellas; pero eso sí, siempre divinas, muy regias ellas….

Ahora estoy en el paraíso verde del Perú, en una ciudad bella, con paisajes preciosos, y un clima caliente (suaaaaave fan de gnr!). Y estoy como voluntaria del Bartolo trabajando en el Instituto Superior Tecnológico “El Milagro”, perteneciente a la Red de Colegios Rurales de Fé y Alegria 47 en Iquitos, dizque aportando (porque sinceramente siento que soy yo la que está aprendiendo un montón y se está ganando con todos los conocimientos de los profesores – ingenieros de aquí) con mi aprendizaje lucrativo-industrialoide-marketero articulándolo con los conocimientos y experiencias de una guapa islandesa con corazón sueco llamada Kristin, experta en Turismo Sostenible para realizar la implementación y mejora de un plan de Agroecoturismo en el circuito actual (y para ponernos finos: con todo el análisis de los Stakeholders… feliz Perú2021?)

¿Pero cómo llegó esta serrana, criada al costado de una fundición en uno de los lugares más contaminados de América del Sur; que está por acabar (tranquilo papi, ya acabo, paciencia nomás…) una de las carreras más pragmáticas y lucrativas del mundo empresarial; al corazón verde, natural, forestal y ecológico de Charapilandia a realizar un voluntariado que implica dejar el último ciclo de su carrera y convivir en un entorno rural, sin agua, sin energía eléctrica, sin Internet, ni mucho menos Ubuntu ni Gnome snif snif y donde no llega la señal para el teléfono fijo ni para los celulares?

Pues pareciera un misterio, no? Es como que mágico, no? Y es como qué “dude, what are you doing?” Jojojojo, pero estoy aquí no por magia, ni porque el destino se puso en mi camino y me mandó al “Principe Azul con mejillas rosadas y piel de bebé con el que sueño” (por favor, no realizar análisis freudiano hoy!), tampoco se aplica eso de que “los astros me dicen que vas a viajar” (no Jason, ya me conformé con que en la Ruiz nunca enseñarán tarot… resignación, resignación!)… oh no! La vida se hace en base a las decisiones que tomamos; “el futuro no llega, sino que se construye” y citando a mi querido Tavito: “El futuro no viene en paracaídas”. Ergo, estoy aquí porque tomé determinadas decisiones (que by the way fueron muy difíciles… oh no dubidubidu?) y actué coherentemente con esas decisiones de una manera tal, que definitivamente conducirían a que me encuentre así como estoy aquí y ahora.

Y estoy feliz de haber tomado las decisiones que tomé: me siento realizada (siempre en dinamismo, creciente, como un proceso abierto, estoy dinámica… así que tranquilo Albertito Simons, de estática no me podrán acusar); más alegre de lo normal (mi sonrisa está como que tatuada en mi rostro); con una súper conciencia de la interculturalidad (Malcom, tu clase marcó!); con la comprensión de que estamos trabajando con un sector que necesita de nosotros (porque algún día sueño con que dejemos de tener pobreza en el Perú); con gran simpatía y acción en coherencia por “La Opción Preferencial por los Pobres” (Tavito, soy tu fan!); ah si, y siempre analizando el entorno socio-político-cultural (tranquila Rosita, tu clase de la maestría de Ciencias Políticas se aplica querida, se aplica); ah y claro, y también súper hiper archi sudada (pero eso sí, siempre oliendo a girasoles jeje).

Entonces comenzaremos a indagar en las profundidades de la vida de BelleKotoshi (todo muy decente claro!) para ver qué gatito-michi pasó y cómo así ahora está en Iquitos, escuchando más feliz que nunca los hits del momento de Explosión, Kaliente, Mallanep, Papillón, Orquesta Dinamita, Ilusión, Armonía 10, Grupo Néctar, Grupo 5, Hermanos Yaipén y tarareando la composición cumbre de Marisol: “No me caso, no me caso, si se mete tu mamá….” Sólo superada por su excelso hit “30 segundos”, porque “arranca no más cholito con la connnnnnnnnnnnnnnn…. ciencia suuuuuciaaaaaaaa”.

Lady para los demás. /Inicio de mensaje para mi Esperancita/: estoy feliz, feliz y feliz de estar haciendo lo que estoy haciendo y donde me encuentro ahora. Compre en Almacén Don Manolo, porque Almacén Don Manolo vende baratísimo. Aporta en la Rifa de Fé y Alegría… Colabora pe varón! /Fin de mensaje para mi Esperancita./ Es un camino radicalmente distinto a un plan “estándar” que un estudiante promedio del último semestre de la carrera de Ing. Industrial de la Cato estaría haciendo.

En primer lugar, porque amo el software libre… oh siiiii!!!! Cómo amo a Ubuntu y a Gnome y a todo lo que tenga que ver con un Sistema Operativo basado en GNU / Linux (Nota aclaratoria: el amor no se hace extensivo a los usuarios del software libre, sólo a los desarrolladores…. a algunos, cough). Y como que se tiene el peculiar paradigma de que los industriales con los sistemas son como que “nada que ver”. Ese amor mío se traducía en horas y horas de estar sentada frente a la Internet con Epiphany (cómo te extraño!).

Y bueno… me gusta y también amo el voluntariado. Pero el real – real – real voluntariado. Sin embargo es muchísisisisimo más que eso… Es ser conciente de que sabes algo, “alguito” y que, debido a un problema estructural de fondo que se puede cambiar; en otro lugar de tu país, hay “otros tú” que no pueden acceder a la educación, servicios de salud, acceso a las tecnologías etc. que están siendo olvidados, obviados, relegados y que en cierta forma son insignificantes para el actual sistema con el que el mundo gira y gira sin ver hacia donde va… Hago especial énfasis en “otros tú”, porque no estoy hablando de “ellos”, sino estoy hablando de ti, de “tú cara”, de “tú rostro”, de “ti” en todo el sentido de la palabra. Es poderte ver, a ti, en una situación como la que ellos se encuentran: de marginación, de olvido, de desesperanza, entonces ahí aparece el quiebre en tu vida. Por eso ya no uso la palabra “ellos” sino “tú”.

Entonces, sólo así, la palabra “voluntariado” adquiere para mí un sentido más humano, más sostenible y más hermoso. Y ahora puedo decir que soy voluntaria y que estoy viviendo en comunidad, durmiendo, desayunando, cenando, compartiendo el tiempo, las risas, las tristezas, los temores, las esperanzas y aprendiendo muchísimo de los niños y jóvenes del CAEM Colegio Agropecuario y del ISTP “El Milagro” ubicado en el Km 21 de la Carretera Iquitos – Nauta. (Gracias al gentil apoyo del Instituto Bartolomé de las Casas, , de la Sigtuna Folkhögskola por medio del programa Global Påverkan o “Influencia Global” pa ponernos peruanos).

Y estoy feliz de decir, que si bien, antes era una nerd usuaria por cinco horas diarias de la Internet, ahora, empleo de una manera más “rica” mi tiempo, compartiéndolo con los niños y los jóvenes de “El Milagro” e invirtiendo mi (escasa) experiencia y conocimientos (?) en buscar maneras creativas e inteligentes de desarrollar mucho más el actual proyecto del Circuito Turístico con un enfoque en Desarrollo Sostenible y Preservación del Medio Ambiente.

Creo pertinente agradecer ahora a mi Alma Máter… y a esos benditos profesores que dejaron huella en mi corazón con sus enseñanzas (Sí, estoy hablando de ti Albertito Simons y de ti Carlitos Castillo). Ah y claro, también dar las gracias a lo que hasta ahora aprendí en la carrera, especialmente en lo de Proyectos y Marketing (porque para eso de ver targets del mercado, me he vuelto una experta… para algo tenía que servir la jefatura de práctica no? jajaja). Ah y claro, también al broder por sembrar “sin querer queriendo” el interés en el Software Libre y la confianza genuina en la filosofía de comunidad y de democracia en las tecnologías de la información.

En todo amar y servir. (Todo muy decente claro!!!! Jajaja) Ay chicos voluntarios del Asilo… cómo los extraño!

¿Fue difícil elegir la decisión que elegí? Pues si!!! Y mucho… pero estoy feliz de haberla tomado… Fue muy yuca “convencer” a mi gruñi gruñi, (si papá, estoy hablando de ti, cough)… tu entiendes pues cholito! Nuestras visiones del mundo son diferentes, probablemente por las experiencias de vida que hemos tenido no concordamos en varias cosas, pero vale, vale, tú sabes que te amo!

Este segundo semestre se auguraba muy pero muy interesante:

Uno) Retomaría la Tesis 2 (al cacho con la palabra!) qué tabú con las tesis caracho! Con el “Estudio de Pre-factibilidad de la implementación de tarararí tararará en Turismo Ecológico Sostenible en el distrito de Lara ri, Lara da” (by the way, Miguelito Hadzich, te debo la tesis que me prestaste… me estarás odiando no? Pero eso no se hace con las paisanas, no?)

Dos) Continuaría con la Jefatura de Práctica de Marketing en Ingeniería (muchas gracias Juan Carlos, tú siempre tan fino y sutil para escoger a tu “dream team”) y además sería Jefecita de Física 3 en eeggcc, merci beaucoup mon chèr Fernando! (de alguna manera me tenía que servir mi platónica y paltónica admiración por Stephen Hawkings y mis alucinadas con la Física Cuántica… Oh sí, aquí es tan pertinente el mensaje del polo de Tabo “Science…. It Works bitches!”)

Tres) No por gusto me había leído tantas y tantas veces Mujercitas de Louise May Alcott y me había sentido tan identificada con Jo March… no, no por lo macha, sino por lo escritora souuuup! Y ese es uno de los sueños hechos realidad que debo agradecer al Software Libre, al chico del Sombrero Amarillo (cuando un Rave ah?) y claro, al comunicador que siempre viaja en taxis (muy elitista por cierto ah… te lo dice la mamashita rica que viaja en combis) y escribe sobre eso… Gracias Osquitar, cumpliste mi sueño de ser colaboradora y publicar “eso que dizque es artículo” en PC World y de permitirme soñar que era Jo March, en toda la extensión de la palabra… recuérdame con cariño cuando regrese reloaded.

Cuatro) Continuar en una excelente práctica pre-profesional haciendo ya no de chica de construcción civil , sino de mmm pues quien sabe? Pero algo interesante que involucraba varias variables, simulación, y conceptos de calidad. ¿De nuevo rodeada de hombres? Pues clarooooo!!!! jojojo.

Cinco) El maravilloso programa en el Asilo, con todas las actividades, reflexiones, encuentros y amooooor que una experiencia de voluntariado como la del Magis implica.

Seis) Al fin!!! El manager de Bella Bella había aceptado realizarme una audición para participar como parte del ballet y quién sabe… hasta podía haber hecho una audición para Sábados Tropicales o para La Movida de Jeanet Barboza (caramba, es un ingreso extra pues!)

Pero… elegí ser voluntaria del Bartolo y participar del programa en el que estoy participando. Y no me arrepiento de estar ahorita sudando como toda serrana que va a la selva. Y dado que ya amo tanto esta hermosa tierra, creo que cada vez que sudo y sudo me disuelvo y dejo partes de mí por todo el lugar, ergo, cada vez que llueve en El Milagro, hay partes de Diana diseminadas por ahí… todo muy kafkianamente romántico sirup!

No podía terminar este largísimo y figuretero post sin mencionar lo interesante que es la quinua y la kiwicha pop: un gran amigo profesor de filosofía me comentó que existen relaciones muy estrechas entre el imperativo categórico de Kant y las presentaciones artísticas de la Tigresa del Oriente XD (suuuuaaaaaveeeee con tus gustos varón!) . Luego de reflexionar en eso y en que vivimos en una ciudad país (?) como Lima tan burbujita y macrocefálica… no me podría sentir más agradecida de interesarme activamente en conocer una nueva cultura, tradición, gastronomía, historia, cuentos, realidad… y aportar desde mi humilde rinconcito en eso que se llama “Democracia y Participación de la Sociedad Civil por un País más Justo, más Solidario y más Humano”

En el Centro de Investigaciones Allpahuayo – IIAP en pose de “imitadora de Cleopatra recontra sudada sirup!

Un dulce día de m&%#%

Escrito el miércoles 1ro de octubre, 2008

Hoy he tenido un golpe duro, muy duro… de esos que te hacen llorar de la impotencia, de esos que astillan el corazón, de esos golpes que flagelan el alma. Creo que ya pasó mi momento de crisis, o probablemente recién comienza… para los que me conocen, soy media lenta en las cuestiones de reacciones emocionales: me dicen algo triste o que conmoverá mi alma y demoro en mostrar mis sentimientos… probablemente, de tanto amar a los Beatles me volví flemática, quién sabe?

De nuevo, en mi crisis, en mi tristeza y en mis dolores aparece mi añoranza por el Software Libre, por Ubuntu y por Gnome… ¿Por qué te extraño tanto? ¿Por qué me haces tanta falta? ¿Por qué no terminé mi capacitación de ubuntera al 100%? ¿Por qué no tengo los conocimientos de Linus Torvald o de Richard Stallman o de Miguel de Icaza o de Federico Mena? Ya está bien, “be more realistic”… ¿por qué ni si quiera puedo tener el cerebro del broder para poder trabajar aquí???? ¿Por qué (bendita sea!) ni si quiera mi amor profundo al software libre puede ser utilizado aquí? AAAAYYYY!!! Me siento tan molesta conmigo misma por no haber comenzado si quiera con mi autocapacitación en hacker experta en redes… Se podría hacer tanto, pero tanto aquí, en el Colegio Agroprecuario “El Milagro” de Fé y Alegría 47. Pero claro, esta dizque “embajadora del Software Libre” no cuenta con la Internet para lanzar su grito de auxilio y ayuda a una comunidad de gente amante de lo mismo que yo, snif, snif snif… Es más, creo que mi enojo se extiende al gobierno de turno por no poner energía eléctrica en el lugar donde estamos.

Pero soy sincera conmigo misma y reflexiono… y caramba, lo que me ha pasado, asumo que me pudo haber pasado tanto en windows como en un Sistema Operativo basado en GNU / Linux. Pero de nuevo se me sale lo subjetiva y mi amor por el software libre renace y tapa mi objetividad (rayos con este amor!)… Será casualidad que tanto dolor sea causado por una computadora con windows??? Hoy he vuelto a sentir esa sensación de impotencia cuando tu trabajo se te borra. SE ME BORRÓ EL TRABAJO!!!!!! Mejor dicho, se nos borró el trabajo, porque era nuestra presentación fotográfica mía y de Kristin.

Se suponía que teníamos que documentar los eventos ocurridos en el “Festival de la Creatividad”. Fue un trabajo emocionante y muy arduo. En un inicio Kristin manejaba la cámara filmadora y yo la cámara fotográfica… Fue uno de nuestros primeros trabajos además de ser muy hermoso, en primer lugar porque el Festival de la Creatividad (Viernes 26 de setiembre de 2008) es un evento que se prepara con meses de anticipación y agrupa a toda la familia de Fé y Alegría 47, conformada por una Red de Colegios Rurales donde enseñan profesores (por quienes me quito el sombrero ya que muchas veces deben caminar cuatro horas, dos de ida y dos de regreso, diariamente para llegar a dar clases a sus alumnitos impacientes de aprender nuevas cosas), muchos de ellos son profesores unidocentes, es decir que un profesor enseña a varios grados en un mismo salón.

Personalmente tomé varias fotos maravillosas porque los protagonistas de las mismas eran los maestros y maestras; eran los niños de inicial, niños de primaria y secundaria. En las fotos se mostraba, literalmente, el trabajo de meses de preparación…. Cada cual según sus capacidades: los trabajos con chapitas de los niños de inicial; los portarretratos hechos con rollitos de papel periódico; el insecticida natural hecho a base de plantas que dan urticaria; la biyoutería hecha a base de pepitas de frutas de la zona; las maquetas que los alumnos del Instituto habían realizado; las danzas típicas que habían bailado descalzos en la cancha deportiva con un sol fuera de sombra de 40 grados.

No es por nada, pero eran fotos maravillosas… no sólo estaban presente los maestros, sino también los papás y mamás: era un evento precioso! Y bueno, también casi morimos de insolación y deshidratación por estar ahí y ahí tomando fotos, luego filmando y luego entrevistando a las maestras sobre las vicisitudes que pasan para enseñar pero la gran alegría y satisfacción al mismo tiempo que sienten de educar a seres humanos tan pequeñitos (se me sale el instinto maternal, lo siento, pero esos niños son preciosos!!!).

Tendrían que haber visto las fotos!!! Estaban presente todos los colegios de la Red… muchos de ellos se encuentran en lugares tan lejanos y apartados, que el Festival era un medio monísimo para confraternizar con todos los niños y maestros.

Entrevisté a la maestra Katty Salinas, quien trabaja en el Colegio El Huambé ubicado en el Km 50 de la Carretera Iquitos – Nauta. Ella es profesora unidocente y era maravillosa verla con sus alumnitos. Todos los días ella viaja 50 Km en bus / camión / carro para luego caminar cerca de dos horas hasta llegar a su colegio… para mí es toda una heroína de nuestras épocas. Asimismo registramos a otras maestras y más maestros, cada uno con una perspectiva distinta, contando brevemente sus vicisitudes… pero eso sí, todos llenos de Esperanza y claro Fé y Alegría.

La “cosanostra” es que Kristin y yo “guardamos” nuestros registros fotográficos (lo siento muy mío porque tomé la mayor cantidad de fotos snif snif snif) en una de las cuatro computadoras existentes en el colegio “El Milagro” y borramos luego las fotos de la memoria de la cámara (porque no teníamos mucho espacio). Y hoy, miércoles 1ro de Octubre, día de m…. nos hemos dado cuenta de que las fotos ya no están… que han desaparecido, que se han borrado… o probablemente el Chullachaqui las ha raptado.

He llorado de la impotencia, y de cólera y ansié con todas mis fuerzas que un hacker amigo estuviera a mi lado, o aunque sea tener su cerebro en holograma, pero no tengo Internet, la luz (provista por los paneles solares) se irá en una hora y nada, ya está perdido snif snif snif. Y a lo hecho, pecho!

Luego de apartarme a buscar a mi soledad en la parte trasera del colegio, descubro que es imposible estar triste aquí, que estoy como en un lugar mágico donde la alegría me envuelve a pesar de que las lágrimas bañan mi rostro por la pérdida. ¿Pero qué he perdido? Es tan sólo un registro fotográfico… a mi lado están los rostros más bellos y el clima más caliente. Las aves cantan, los grillos me mecen con su música y el cielo me enamora y enamora. Es imposible molestarse o estar triste con un cielo así!!! Deben de verlo, es azul como los ojos del Principito, y pareciera que las nubes me hacen cosquillas en mi dolor…. No, definitivamente es imposible estar molesto en un lugar así. Caracho, a lo hecho pecho! Bendito y dulce día de m&%#% en Iquitos.

(Gracias por la corrección fan de gnr) Leer más »

Diana, la chica de construcción civil

No, no es broma, tampoco es una metáfora, mucho menos es una exageración: Yo estuve trabajando en construcción civil, y es una de las cosas de las que más orgullosa me siento.

En primer lugar porque soy como pez en el agua trabajando directamente con la gente, no precisamente en oficina, sino en el campo (please, don´t be literal!). Y más aún trabajar con varones, porque es chévere ya que siento que es mucho más fácil y directa la comunicación con ellos.

La segunda razón por la que me sentí tan feliz de trabajar ahí es porque me permitió hacer grandes amistades (y de las chéveres) con la gente linda de toda la pirámide organizacional y además mis bromas adquirieron un nuevo enfoque bien a lo Miguelito Barraza… eso sí, el punto negativo fue que podía entender bromas de alto calibre… era una macho más, sólo que lindamente femenina jojojo.

El otro motivo es un tanto obvio… y mi estimado amigo Fer lo podría explicar mucho mejor, o no gente de mecánica? Uga uga mujer mujer. En fin, la idea sociológica se repite en todos los contextos donde predominan los hombres y los seres “estrogenados” son pocos: carreras de ingeniería mecatrónica, electrónica y mecánica de la UNI (también se aplica a los de mecánica de la cato… sorry Fer, probablemente tu promo la haga linda con las chicas de la Unifé, mientras tanto, caballero no más, a esperar); la gente guapa (pero que algunas veces me asusta) del software libre (seamos sinceros: hay pocas chicas en el ambiente nerd), y obviamente la gente “in” de construcción civil.

Entonces, qué le sucede al tuerto en el país de ciegos? Pues “como que se vuelve rey” y eso me pasó a mí jejeje. Era la única chica, bueno, también estaba la otra ingeniera Esther y Cecilia, la asistente del Director del Proyecto (pero ambas eran mucho mayores… mucho!). Ergo, era imposible caminar sin escuchar un silbidito por ahí, un besito por allá mua, un “mamacita ricotona” por acullá y claro, algunas veces los “cumplidos cough” de alto calibre (me los sé todos de memoria) eran demasiadoooo faltosossssss!!!!

Recuerdo una anécdota muy graciosa. Estaba caminando por ahí cuando de pronto escucho una voz casi silente con su “eres la chica más bonita del lugar”…. Yo ya estaba cancheraza para ese momento, y bien respondona by the way. Y es como que “oe varón! De qué hablas? Si miras a tu alrededor no hay muchas chicas que digamos ah! Entonces es como que si le pongo peluca y falda a Federico, también pasaría por /linda/”. Pero claro, eso lo pensé, más no se lo dije… Entonces lo miré a los ojos y le dije “mmm bueno, si fueras mujer, también andarías en algodón ah!” y jajajajaja, nos matamos de la risa. Creo que a partir de ahí me volví aún más cancheramente barrio de lo que ya era anteriormente, mucho antes de identificarme con el nick de “Pollo de Caquetá”. Y claro, me gané buenas amistades 😀

También aprendí el concepto de los /piquetes/, eso de “oe, o me dejas participar de la marcha, o la construcción es la que sufre las consecuencias ah… tu eliges!” (bien diplomáticos por cierto los chicos de construcción civil).

Y claro, surge en mí de nuevo el concepto pichilón: no, no había todavía baño “especial para chicas” porque /no había chicas/ (bienvenida la igualdad de género!). Ergo, o bien compartía los baños de Disal (que by the way son como que salidos de película de Quentin Tarantino, osea, bien “violentos” todos) que la gente linda de la construcción, perteneciente a los múltiples contratistas, usaba generalmente; o bien educaba a mi vejiga para que no vaya al baño tantas veces como suelo ir. Al final, opté por la segunda opción, así que anduve deshidratada por mucho tiempo. Pero un día me cansé de tanto desparpajo y me dije, caballera no más, a compartir el baño, pero errr… errr, carambaaaaaassss!!!! ¿Por qué ellos no cerraban los baños cuando los estaban usando?????

En fin… fueron épocas muy lindas las de construcción civil. Ahora mi amada construcción es todo un edificio hecho y derecho (pensar que lo vi en polvo aún snif snif) y según el panel es el “Centro Logístico Aéreo más moderno de Latinoamérica”… todo un orgullo no? Luego, luego me viene, con ternura, a la memoria los recuerdos pichilones en los baños, las piropeadas de la gente “in”, los miedos por los piquetes, las caras de molesta que tenía que poner para no inspirar risa, el casco enorme sobre mi cabeza, el chaleco fosforescente que me hacía ver como huayruro afectado por la lluvia ácida, las botas punta de acero que pesaban hartísimo y claro, a la gente hermosa de construcción civil… cuando unas aguas muchachos ah? Recordar por favor que yo literalmente tomo agua, porque soy bien pollo siurp!