Archivo por meses: diciembre 2007

In memoriam

El día que lo conocí no lo recuerdo exactamente, pero fue en el verano. Recuerdo sus dulces ojitos negros y la ternura profunda que me causó conocerlo. Quise cuidarlo con mucho amor y luego de pensar en muchos nombres de chicos escogí el nombre de Julián porque le caía a pelo, era como si él hubiera nacido para ese nombre y como si el nombre de Julián hubiera sido creado para él.
La cajita en la que vino era amarilla como él. Era precioso, hermoso, bello, no hay palabras para describir la ternura que sentía cuando lo veía y el amor que afloraba cuando lo acariciaba. Poco a poco sus plumitas de color amarillo fueron haciéndose blanquitas. Comenzó a crecer y yo crecía con Julián. Recuerdo que juntos veíamos Alf y nos reíamos mucho… prácticamente era mi mejor amigo y a la vez mi hijo porque yo lo cuidaba y amaba. Claro que la mamita Hilda me ayudaba a limpiar sus cosas en un inicio y después, so amenazas de cocinarlo tenía que hacerlo yo, pero lo hacía con el mayor de los gustos porque sus cosas eran de él, de mi Julián hermoso. Se sentaba en mi hombro a ver televisión a mi lado… y varías veces sentía un liquido medio tibio y claro, el muy vivo se orinaba en mi hombro, pero yo, cual amiga enamorada, sin problemas lo amaba más más y más. Era mi hijo, mi amigo, mi acompañante. En el colmo de la dependencia, cuando mis abuelitos se iban de paseo al campo y me llevaban con ellos, guardaba a Julián en su taper-cama y lo llevaba conmigo para que conozca el mundo exterior y a sus demás amigos.

Para jugar a que era hechicera lo miraba hasta hipnotizarlo claro que el único efecto que lograba sobre él era hacerlo dormir. Poco a poco fue creciendo y creciendo, ya casi no tenía plumitas amarillas sino blancas. El verano se iba terminando y yo tenía que regresar a La Oroya y al colegio. Una profunda inquietud me alarmaba, no, no era porque comenzaban las clases… sería imposible llevarme a Julián conmigo a un clima tan frío y tan rudo para un ser tan sublime y tierno como él. Su suerte estaba marcada, mi hijo, mi amigo, mi confidente se tendría que quedar en un corral junto con mi mamita Hilda. Después de llorar por dos días, sufrir y preguntarme por qué el destino nos separaba tan cruelmente, tuve que resignarme a dejar a Julián. La despedida fue dramática, llena de lágrimas y de recomendaciones.

Demás está decir que cuando me iban a despedir a la Terminal de Yerbateros estaba llorando y moqueando. Recé mucho para que mi Julián hermoso sobreviva a estos largos meses en mi ausencia.
Los meses pasaban y cuando me comunicaba con Lima, lo primero que preguntaba era por él. Pero como en todas las historias de amor y de ternura de los niños y con el precedente de injusticia aprendido en el cuento de Paco Yunque, el día fatal y macabro llegó y justo para mi cumpleaños. Mi mamita Hilda venía a visitarnos y trajo desde Lima un rico pollito para cocinarme. No me lo quise comer. Es de padres desnaturalizados comerse a su propio hijo, al amigo y al confidente. Lloré y lloré mucho porque me lo mataron para cocinarlo y porque no me pude despedir de él. Nunca existirá alguien que pueda llenar el gran vacío que dejó Julián en mi vida… otros pollitos aparecieron, pero nunca nadie como él.
Con el tiempo descubrí las malas mañas culinarias de mi mamita Hilda… quiso repetir lo mismo que me hizo a mí con el patito de Dianita y con el conejo de Andrea. No mamacita, a las mascotas de los niños no se les puede comer!!! Rompes la gestalt de los niños, eso corazón, eso no se hace.
No es simplemente un pollo, era mi pollo. Es como la rosa del Principito, podía haber miles de ellas cada una más bella que la otra; pero ninguna rosa sería como la que tenía en su planeta…. Ella lo había domesticado, al igual que Julián me domesticó a mí. Y por eso, hoy quiero recordarte con el cariño y amor que días atrás compartiste conmigo cuando era niña. Te quiero Julián y gracias por todo lo que compartimos juntos.

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Estar en la universidad es una cosa de locos….estar en la universidad es una cosa de locos ujum

No no es cierto, no es una cosa de locos, sino de constantes y de gente muy muy paciente. Porque definitivamente hay que tener paciencia.

Eduardo, el papacito, nos dice, ya pues chicos, llenen la encuesta, es el colmo que sólo el 40% y eso hayan respondido a los creativos llamados de las oficinas de la Secretaría General y a los insinuantes correos del Prosecretario (obviamente invitando a responder la encuesta plis no sean mal pensados noooo).

Pero es que deberían hacer una encuesta más óptima y que permita abstraer la información realmente relevante. Es una cuestión simple de usabilidad. U-S-A-B-I-L-I-D-A-D (gracias Gnome!) Por otro lado, nosotros, como buenos latinos, tenemos la fabulosa cultura de la queja, que bien orientada y canalizada podría ser herramienta de mejoras. Lamentablemente, mi querida FCI no está canalizando adecuadamente dichos comentarios y de nada serviría llenar una encuesta cuadriculada sino se tiene una muestra representativa.

Le dije al papi, pero Eduardo, por favor, se llama a la dulzura con miel: deberían haber entradas al cine gratis, al teatro, a almuerzos etc etc para los alumnos que participen de la encuesta, sin embargo me comentó que no le parecía ya que la encuesta es para nuestro beneficio y no es como que fuera “el castigo” llenar un balotario de 28 preguntas reaburridas (por cierto). Y de nuevo vuelvo a mencionar la mágica palabra aprendida en las conferencias de “Introducción a Gnome personalizada para amateurs” U-S-A-B-I-L-I-D-A-D señores, usabilidad! ¿Cómo pues van a elaborar un cuestionario de 28 preguntas? Y luego lo reducen a 10? Ajá…. Se debió haber concebido desde un principio una encuesta de 10 preguntas, de tal forma que no sea algo recortado como que ya, para salir del roche de que nadie llene la susodicha.

Pero responderé la cartita de Eduardo:

Apreciado Alumno (a):
*Apreciado, admirado y querido Eduardo

Me es grato saludarte y me dirijo a ti para agradecer tu colaboración para que les podamos prestar una buena atención desde la Facultad. Perteneces al 54% de alumnos de nuestra Facultad que han contestado por lo menos una de las encuestas sobre los docentes y eso nos ayuda a conocer mejor lo satisfechos o insatisfechos que puedan estar con sus profesores o los cursos.

* Para mí es grato también saludarte siempre. Chispas, entonces ese 54% de concientes, digo estudiantes se refieren a los que también han llenado por lo menos una encuesta usu!

Durante muchos años, las encuestas sobre docentes no han sido utilizadas con rigor porque había mucha discusión sobre su pertinencia y utilidad.

* Y obviamente porque también sentimos que no sirve de mucho llenar las encuestas. Es como la cuestión de los tributos ves? Eduardo Schmidt en su libro Ética y negocios para América Latina, dedicó todo un capítulo a la cosa nostra de la tributación y menciona que muchas personas justifican no pagar impuestos porque sencillamente perciben que los tributos no están siendo adecuadamente canalizados y orientados, sino que por el contrario ven corrupción. Pero en este caso, es esta etapa baby de reflexión, todavía el alumno no ve el beneficio completo de llenar su encuesta.

Por eso, el Vicerrectorado Académico encargó a una comisión la preparación de una encuesta que tuviera un buen sustento académico.

* Los chicos de la comisión de encuestas necesitan pasar más tiempo con estudiantes y realizar focus groups ah.

Esa encuesta tenía 28 preguntas y como ya conoces, era pesado contestarla.
*Por eso me caes tan bien, porque eres del pueblo… piensas como joven, eres joven 

Luego de revisar este problema y de un nuevo estudio, se encontró que con menos de 10 preguntas también se podía tener un resultado confiable.

Ahora que tenemos una buena encuesta, con un fuerte respaldo académico, que puede ser contestada por Internet, nuestro problema ha sido que los alumnos aún no participan en la cantidad suficiente y si esto sigue así, no podremos realizar acciones correctivas ni podremos reconocer a los mejores profesores.

* Campañita de publicidad pues! “Llena tu encuesta y she conshiente pe varón”
Ya nos vemos!
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Muhammad mi heroe!

Muhammad Yunus me parece un ser humano coherente y su obra, el Grameen Bank habla de él. Para Yunus es posible acabar con la pobreza y dicho anhelo no es un sueño inalcanzable sino viable si cada actor social trabaja coordinadamente para cumplir dicho objetivo. Claro que suena como que “si broder, hablamos luego aja, mañana te pago.” Pero no, no es así.

Para el autor de “Hacia un mundo sin pobreza” la concepción de una sociedad sin pobreza que permita que cada persona tenga la capacidad de cuidar de sí misma y satisfacer sus necesidades básicas es factible; absolutamente nadie moriría de hambre ni padecería desnutrición.

Recuerdo que Kliksberg mencionó una vez, que si no cambias algo por amor, porque eres ser humano, entonces hazlo por pragmatismo. Y Yunus completa esta idea al comentar que un mundo sin pobreza sería económicamente mucho más fuerte y mucho más estable de lo que es hoy: “El 20% de los habitantes del mundo, que hoy vive en extrema pobreza, se convertiría en personas con ingresos y capaces de gastar dinero. Generarían una demanda extra en el mercado, que haría crecer la economía. Aportarían su creatividad e innovaciones al mercado para aumentar la capacidad productiva del mundo.” Así que si no lo quieres hacer por amor, hazlo por pragmatismo.

Pero también lo que más me conmueve de Muhammad es que él era profesor de la universidad y mientras enseñaba bellas teorías académicas (porque simplemente se limitan a eso, a la teoría), la gente a su alrededor literalmente moría de hambre. Él no se encerró en su burbuja, sino que pasó por una gran crisis que lo hizo reflexionar más sobre su papel como ser humano y cómo sus conocimientos sobre economía podrían ayudar a mejorar una terrible situación.

Es así que Yunus decide abandonar la teoría y los manuales; huir de la vida universitaria y dirigirse a comprender la realidad que rodea la existencia de un pobre, descubrir la verdadera economía, la de la vida real y, para comenzar se dirigió a la pequeña aldea de Jobra ubicada en las vecindades del campus de la universidad. Ahí trató de comprender qué sucedía con las personas que vivían en pobreza.
Un día, se detuvo frente a una casa prácticamente destruida donde estaba una mujer que trabajaba el bambú para fabricar un piso. Su nombre era Sufia Begur, era delgada, la piel oscura, los ojos negros, vestida con un sari rojo. Cuando Yunus conversa con ella se entera que ganaba el equivalente a 22 centavos de dólar por día: El problema de la vida y de la muerte se reducía al manejo de unos pocos centavos. En el sistema económico con el que contaban, la situación de Sufia era tan precaria que jamás podría ahorrar, invertir y emprender vuelo económico. Sin embargo ella no pedía limosna y además no habría sido una solución definitiva y estaba atrapada en ese círculo vicioso: pedir prestado a un intermediario para venderle enseguida el producto de su trabajo. Era imposible salir de esa relación de dependencia. Y como siempre se entraría en un círculo vicioso muy macabro.

Sufia necesitaba crédito, pero desgraciadamente, no existía ninguna institución financiera que pudiera satisfacer las necesidades de los pobres en materia de crédito. El mercado del crédito, ante la ausencia de instituciones oficiales, estaba acaparado por los prestamistas locales, que arrastraban a sus clientes cada día más lejos en el camino de la pobreza. Las personas en la situación de Sufía en extrema pobreza, no son pobres por estupidez o por pereza. Ellos trabajan el día entero, cumpliendo tareas físicas de gran complejidad. Son pobres, porque las estructuras financieras del país no tienen la vocación de ayudarlos a mejorar su suerte. Es un problema de estructura y no de personas.

Es así que Yunus se transformó en prestamista y luego en banquero. Surgió el Graneen Bank, que apunta a un solo objetivo: acabar con la pobreza, esa plaga que humilla al hombre en lo más profundo de sí mismo. Fue por tal motivo que ganó el premio Nobel de la Paz 2006.

Yunus comenta lo siguiente: “Mi experiencia en el Grameen me dio una fe inquebrantable en la creatividad de los seres humanos. Me llevó a pensar que ellos no nacieron para sufrir hambre y miseria. Las padecen hoy, como en el pasado, porque hemos eludido el problema. Estoy profundamente convencido de que podemos sacar al mundo de la pobreza si sólo tenemos la voluntad de hacerlo. Esta conclusión no es fruto de una esperanza piadosa, sino el resultado concreto de la experiencia que hemos adquirido en nuestra práctica de microcrédito.”

Grande Yunus, gracias por recordarnos que no debemos vivir en nuestra burbuja pletórica de teoría académico-universitaria. Con esto no estoy diciendo que sólo acción y nada de reflexión. Sino por el contrario, una buena profundidad de reflexión, necesariamente te llevara a una acción potencializadora.

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