Jalla Brasil 2010

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En este año, le tocó al Instituto de Letras de la Universidad Federal Fluminense organizar las Jornadas Andinas Literarias Latinoamericanas JALLA 2010. Actualmente me encuentro en Rio de Janeiro para presentar una ponencia acerca del pensamiento político de Mario Vargas Llosa. El evento tendrá lugar en la ciudad de Niterói, aproximadamente a una hora u hora y media del barrio de Ipanema.

Esta edición de JALLA ha congregado una gran expectativa en la comunidad académica local, nacional, regional e internacional. Prueba de ello son las 249 mesas de discusión y los más de 700 expositores que asistirán al evento desde el 2 al 6 de agosto del presente año. El programa resumido es el siguiente.


PROGRAMA DO EVENTO

Dia 2/8 – segunda-feira
12:00 h – 16:30 – Retirada de material
14:00 h – 16:00 – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 1
17:00 h – Cerimônia de abertura
Concerto da orquestra da Grota
Conferências Plenárias: O entre-lugar do intelectual latino-americano
Silviano Santiago e Hugo Achugar

Dia 3/8 – terça-feira
8:30 h – 10:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 2
10:30 h – 11:00h – Intervalo
11:00 h – 13:00h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 3
13:00 h – 14:30h – Almoço
14:30 h – 16:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 4
17:00 h – 19:00h – Conferências Plenárias:
América Hispânica e Brasil: diálogos culturais e literários
Ana Pizarro e Eneida Maria de Souza

Dia 4/8 – quarta-feira
8:30 h – 10:30h – Sessões de comunicações mesas e simpósios 5
10:30 h – 11:00h – Intervalo
11:00 h – 13:00h – Sessões de comunicações mesas e simpósios 6
13:00 h – 14:30h – Almoço
14:30 h – 16:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 7
17:00 h – 19:00h – Conferências Plenárias:
Tradução como mediação cultural
Eric Nepomuceno e Raul Bueno

Dia 5/8 – quinta-feira
8:30 h – 10:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 8
10:30 h – 11:00h – Intervalo
11:00 h – 13:00h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 9
13:00 h – 14:30h – Almoço
14:30 h – 16:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 10
17:00 h – 19:00h – Conferências Plenárias:
Afro-Indo-Latino América: interlocuções
Guillermo Mariaca e Julio Cesar de Tavares
Dia 6/8 – sexta-feira
8:30 h – 10:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 11
10:30 h – 11:00h – Intervalo
11:00 h – 13:00h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 12
13:00 h – 14:30h – Almoço
14:30 h – 16:30h – Sessões de comunicações, mesas e simpósios 13
17:00 h – 19:00h – Conferências Plenárias:
Subalternidades, resistências e alternativas na cidade globalizada da América Latina
Mabel Moraña e Adriana Faccina

Paulatinamente, comentaré las incidencias del evento y de la vida cultural en la ciudad durante las siguientes dos semanas que permaneceré en Río de Janeiro.
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Programa del Coloquio Internacional Revolución e Independencia en debate

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Inauguración
Miércoles 14 jul. 2010 (5-5:15 p.m.)
Dra. Margarita Guerra, Directora del Instituto Riva-Agüero (Pontificia Universidad Católica del Perú)

Mesa 1
Miércoles 14 jul. 2010
Celebraciones patrióticas y discursos nacionalistas

Ponencias (5:15-6:30 p.m.):
1. Mg. Juan Luis Orrego (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“El frustrado cincuentenario de Ayacucho en 1874”
2. Mg. Álex Loayza Pérez (El Colegio de México)
“Te Deum y aniversario patrio. Sermones y lenguaje político, 1846-1848”
3. Lic. Juan San Martín (Universidad Nacional Federico Villarreal)
“Bernardo Monteagudo y el proyecto de una monarquía en el Perú”

Conferencias (6:45-8 p.m.):
4. Mg. Marcel Velázquez Castro (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“Las ficciones de la Guerra con Chile (1885-1895)”
5. Dra. Inmaculada Lergo (Universidad de Sevilla)
“‘Con la lira y el acero’, poesía e identidad nacional en las antologías peruanas del siglo XIX”

Mesa 2
Jueves 15 jul. 2010
Liberalismo político en la literatura prerromántica

Ponencias (10-11:15 p.m.):
6. Lic. Richard Leonardo (Universidad Nacional Federico Villarreal)
“Oda a la victoria de Junín de José Joaquín Olmedo: sueño de legitimación y poder”
7. Dr. Francisco Xavier Solé (Universidad Autónoma del Estado de México)
“El Periquillo Sarniento en el proceso de cambio del mundo colonial al mundo independiente como resultado del desdoblamiento del autor-narrador”

Mesa 3
Jueves 15 jul. 2010
Costumbrismo y sátira de la sociedad republicana

Ponencias (11:30 a.m.-12:30 p.m.):
8. Lic. Jannet Torres Espinoza (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“El artículo costumbrista peruano hacia fines del siglo XIX: delimitación del ámbito privado en Tipos menudos de Manuel Moncloa y Covarrubias”
9. Lic. Emmanuel Velayos (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“Una crítica de la razón costumbrista: sátira y sociedad en la Lima de mediados del siglo XIX”
Conferencia (12:30-1:15 p.m.):
10. Dra. Maida Watson (Florida International University)
“Costumbrismo y arte en Perú, Colombia, Cuba y México durante el siglo XIX”

Mesa 4
Jueves 15 jul. 2010
Lectura y discurso: del Imperio Incaico y la Independencia

Ponencias (3:30-5:30 p.m.):
11. Lic. Nelson E. Pereyra Chávez (Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga)
“La independencia y las regiones: el caso de Ayacucho en la formación de la República, 1814-1825”
12. Lic. Daniel Morán (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“Ni indios ni negros: discurso político y exclusión social en el proceso de Independencia, 1808-1814”
13. Mg. Francisco Quiroz Chueca (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“La Independencia impuesta. El Perú de 1808 a 1826”
14. Dr. Antonio González Montes (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“La independencia nacional en algunas tradiciones de Ricardo Palma”
15. Dr. Eduardo Huárag Álvarez (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“Las manifestaciones de rebeldía del movimiento nativista en las Tradiciones peruanas”

Conferencias (5:45-7:15 p.m.):
16. Dr. Thomas Ward (Loyola University Maryland)
“Clorinda Matto de Turner lee al Inca Garcilaso de la Vega: cuando lengua y Estado-nación coinciden”

Mesa 5
Viernes 16 jul. 2010
Cultura material e imaginario romántico y realista

Ponencias (10 -11:30 a.m.):
17. Lic. Diana Rodríguez Díaz (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“La representación de tipos en las litografías de El Perú Ilustrado (1887-1892)”
18. Lic. Omar Rojas Herrera (Universidad Nacional Federico Villarreal)
“Imágenes post independentistas de los jóvenes en Lima. Siglo XIX”
19. Lic. María Pía Sirvent de Luca (Universidad Científica del Sur)
“El álbum: oscuro objeto del deseo”

Ponencias (11:45 a.m.-12:45 p.m.):
20. Dr. Miguel Ángel Rodríguez Rea (Universidad Ricardo Palma)
“El epistolario de un autor representativo (Ricardo Palma)”
21. Dr. José Francisco Gálvez (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“Revolución, Romanticismo e Historia Constitucional”

Conferencia (12:45-1:30 p.m.):
22. Dr. Carlos Arrizabalaga (Universidad de Piura)
“Cambios en la cortesía y nacionalismo en el Perú del siglo XIX”

Mesa 6
Viernes 16 jul. 2010
Entre la denuncia político-social y la renovación literaria

Ponencias (3:30-5:30 p.m.):
23. Mg. Cristina Mazzeo (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“Entre el activismo político y el romanticismo literario. La obra de José Mármol y su oposición al rosismo”
24. Lic. Mónica Cárdenas (Université Michel de Montaigne Bordeaux 3)
“Mirada femenina de la prostitución: el legado de Mercedes Cabello de Carbonera al canon de la narrativa peruana”
25. Lic. Carlos A. Caballero Medina (Universidad Nacional de San Agustín)
“González Prada y el nacionalismo etnocacerista”

26. Mg. Daniel Loarte Ruiz (Instituto Riva-Agüero)
“Decepciones y contrastes del destino: Marietta Veintemilla y sus Páginas del Ecuador”

Conferencias (5:45-6:30 p.m.):
27. Dr. Oswaldo Holguín Callo (Pontificia Universidad Católica del Perú)
“Memorias de una dorada juventud: los románticos peruanos”

Clausura del Coloquio (6:30-6:45 p.m.)
Dr. José Agustín de la Puente Candamo
Director emérito del Instituto Riva-Agüero (Pontificia Universidad Católica del Perú)
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Coloquio Internacional Revolución e independencia en debate: visiones del siglo XIX

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El Instituto Riva Agüero, escuela de Altos Estudios de la Pontificia Universidad Católica del Perú, anuncia la apertura de las inscripciones para estudiantes, profesores y público en general interesados en asistir al Coloquio Internacional denominado “Revolución e independencia en debate: visiones del siglo XIX”, que se desarrollará los días 14, 15 y 16 de julio de 2010, en el local del Instituto Riva-Agüero. (Jirón Camaná 459, Lima 1)

El Coloquio tiene la finalidad de reunir a investigadores, docentes y estudiantes de las diferentes áreas humanísticas, especialmente de las áreas de la literatura e historia, para promover el debate interdisciplinario en torno a los hechos trascendentes del siglo XIX, un escenario en el que se produce la Independencia del Perú, se configura la República y se perfilan tendencias e inquietudes literarias de innegable repercusión.

Temario:

Ideología y lectura de los hechos más significativos.
Liberalismo político y romanticismo literario.
El “orden colonial” denunciado.
Pensamiento burgués vs. mentalidad aristocrática
El costumbrismo y la sátira en la sociedad republicana.
Renovación y estilo en las tendencias literarias de la época: costumbrismo, romanticismo y realismo.

Inscripciones

Las inscripciones se realizarán en el local del Instituto Riva-Agüero, en Jirón Camaná 459, Lima 1.

El horario de atención es de lunes a viernes de 9 de la mañana a 7 de la noche, en el área de Librería del Instituto.

Costo para los asistentes: 15 dólares, que incluye materiales y la constancia de participación.

Los pagos se pueden realizar en efectivo o con tarjeta de crédito y débito VISA.

Las inscripciones se realizarán en orden de llegada.

VACANTES LIMITADAS.

100 personas como máximo.


INFORMES

Instalaciones del Instituto Riva Agüero (Jr. Camaná 459)

Teléfonos: 626-6600 anexos 6600 – 6601-6618

Correos electrónicos: ira@pucp.edu.pe y dira@pucp.edu.pe

Instituto Riva-Agüero
Pontificia Universidad Católica del Perú
Jr. Camaná 459 – Lima 1
Teléfonos (5 11) 626-6600 y (5 11) 626-6602
Fax (5 11) 626-6618
e-mail: dira@pucp.edu.pe Sigue leyendo

El “boom” de las editoriales independientes en Arequipa

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En los últimos 10 años, se viene apreciando un fenómeno editorial en Arequipa que décadas atrás resultaba inusual. Se trata de una inquietud por la creación literaria y por la puesta en circulación de dicha creación mediante revistas y libros. Si bien era frecuente que las revistas tuvieran una frecuencia inconstante y que no pasarán de ser fugaces intentos de juntar los intereses afines de un grupo de amigos, sin ninguna pretensión empresarial, hoy nos damos cuenta de que se vienen consolidando espacios de publicación alternativos a los circuitos oficiales.

En Lima, editoriales como Matalamanga, Estruendomudo, Mesa Redonda, Bizarro Editores, Hipocampo, entre otras, han cobrado una gran notoriedad debido a que realizan un trabajo destacado en sus ediciones publicando a jóvenes escritores así como a algunos ya consagrados como Oswaldo Reynoso, Fernando Ampuero o al mismo Bryce Echenique. La antología sobre relatos acerca del conflicto armado interno Toda la sangre, elaborada por el crítico literario Gustavo Faverón y editada por Matalamanga, se ha convertido en un texto referencial sobre el tema que trata. De otra parte, Estruendomudo ha puesto en circulación sus ediciones dentro y fuera del país. Esta labor, en palabras de su creador, Álvaro Lasso, ha sido una constante lucha contra la adversidad, puesto que no es nada fácil subsistir como una editorial independiente en un contexto en el que la lectura no es una prioridad del ciudadano promedio en el Perú y con la competencia de transnacionales como Crisol, Alfaguara, Planeta y demás que poseen una infraestructura y redes de distribución que difícilmente se pueden igualar desde el circuito independiente.

En Arequipa, ha ocurrido un fenómeno similar. Las revistas literarias han dado paso a los libros editados por colectivos literarios que han diseñado una propuesta conceptual que concilia el arte de la edición con contenidos de riguroso acabado. Nos referimos al Grupo Editorial Dragostea y a Cascahuesos Editores, quienes, a pesar de no ser los únicos, destacan notablemente porque en cada publicación ratifican sus propuestas y trascienden lo meramente episódico con la finalidad de dar continuidad a su proyecto. Anteriormente, Grita Editores también realizó publicaciones importantes de poetas y narradores jóvenes de la localidad.

Estos proyectos editoriales se ven potenciados por instituciones culturales que los convocan para que presenten sus productos y, de esta manera, de a conocer sus propuestas. Y es que estas no solo destacan por la formalización de la editorial, sino por la preocupación estética y el concepto detrás de cada publicación. Por lo que hemos apreciado, cada edición tiene un sello que la distingue, es decir, es el autor quien quiere transmitir algo más allá del texto e incidir en la concepción del libro-objeto en el que se fusiona texto, imagen y movimiento. La presentación del primer “libro” de Kreit Vargas, Elephant Gun, en la Alianza Francesa de Arequipa, fue un ejemplo de ello. Poesía, crítica literaria y performance todos juntos en escena.

Otro factor que contribuyó al desarrollo de las editoriales independientes en Arequipa ha sido la continuidad de las últimas ferias del libro, sobre todo la I Feria Internacional del Libro que congregó a una gran cantidad de visitantes, lo cual redundó en un rotundo éxito de ventas. La continuidad de esta feria en Arequipa parece asegurada como resultado de un esfuerzo conjunto entre entidades públicas como privadas, que, progresivamente están dejando de ver el arte como una actividad excéntrica, poco o nada rentable, o propia de personas volubles e irresponsables. También, se nota que del lado de los integrantes de futuros proyectos editoriales, existe el convencimiento de que si no hay un objetivo empresarial, la pervivencia de la revista o de la editorial corre el riesgo de convertirse en un fuego fatuo.

Paralelamente, el “boom” del crecimiento económico en Arequipa permite que cada vez más consumidores puedan destinar una mayor parte de sus ingresos al consumo de bienes culturales. Es muy posible que dentro de algunos meses la librería Crisol aperture una sucursal en la Ciudad Blanca, lo cual animará mucho más el circuito de consumo de libros. A ello, debería seguir una mayor oferta de espectáculos culturales, no solo con motivo del aniversario de la ciudad, sino como una presencia constante que motive a la población a ver en la cultura una industria que genera ingresos. Que Arequipa se convierta en la Capital de las Artes y Letras Peruanas consolidaría el actual proceso de crecimiento haciéndolo extensivo a otras actividades económicas como el turismo y aunándose a la ya consagrada gastronomía arequipeña.

Por todo lo mencionado, creemos que se ha avanzado mucho en la difusión de la producción literaria local, pero aún falta mucho por hacer. Falta que los lectores se animen a consumir este tipo de literatura que es de difícil acceso, puesto que sus tirajes son cortos en comparación a las grandes editoriales. Sin embargo, nos permiten tener contacto con aquello que se produce en nuestro entorno inmediato y obtener una valoración que tiene el privilegio de la actualidad constante.
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Crítica política de González Prada y del etnocacerismo

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[fragmento de la ponencia “González Prada y el etnocacerismo”]

“En los tres lustros de su vida, don Manuel González Prada se convirtió en el más importante escritor anarquista de Hispanoamérica” (Chang-Rodríguez 1981: 84). González Prada no fue un teórico sino un divulgador del anarquismo. El anarquismo rechaza la organización del Estado porque considera que restringe la libertad de los individuos. Hay que reducirlo al máximo para lograr una sociedad igualitaria. Las ideas anarquistas pudo tomarlas tal vez de Bakunin . La nueva sociedad anarquista estaría basada en la asociación autónoma de hombres libres. El anarquismo plantea una alianza entre los trabajadores y los intelectuales, ambos unidos en la revolución.

El anarquismo pradiano se caracterizó por promover la libertad ilimitada del individuo, la abolición del Estado y de la propiedad individual, la revolución ideológica y de hechos, la igualdad social, política y económica, el rechazo a la autoridad (las sociedades libres deben autorregularse) y el uso de la fuerza para eliminar privilegios y abusos. Según Eugenio Chang-Rodríguez, el anarquismo es la cumbre del pensamiento revolucionario de González Prada. (1981: 85)

El ensayista peruano era un convencido de que una revolución no podía ser pacífica. Era un libertario radical. Su revolución anárquica apuntaba a eliminar el Estado en favor de la liberación del individuo, de su libre asociación y del auxilio mutuo. Su concepción de “lo revolucionario”, se alejaba así, de la revolución burocrática y política del socialismo que consolidaba la organización del Estado. Para González Prada el anarquismo es sobre todo libertad ilimitada y máximo bienestar para el individuo, lo cual implica dos cosas: la abolición del Estado y de la propiedad. En su concepción, el anarquismo viene a ser una superación del socialismo porque no sólo contempla una cuestión obrera o económica, sino además un proyecto de cambio social, rechazando una guerra fratricida entre clases por un “trabajo de emancipación humana”.

La opción de González Prada es radical en el sentido que defiende el cambio extremo de instituciones sociales y políticas. En algunos momentos, propone la violencia, pero no trata de alentar una revolución caótica, ciega, sin norte, sino que plantea una revolución que produzca un resultado concreto. A su modo de ver, evolución y revolución no tenían porqué ser conceptos opuestos, sino más bien, complementarios. “Revolución” vendría a ser un desarrollo veloz y directo hacia la meta a alcanzar, una revolución acelerada: “La revolución podría llamarse una evolución acelerada o al escape, algo así como la marcha en línea recta y con la mayor velocidad posible ”. Una revolución en sí misma no es buena ni mala, sino exitosa en tanto se logre el objetivo mayor de conmocionar a la nación y remover a los agentes que se oponen al cambio radical. Una revolución es a todas luces, justificable para González Prada porque “las guerras civiles sirven de aprendizaje para las guerras esteriores: son la jimnasia de las naciones”. (1964: 60).

El nacionalismo etnocacerista también contempla la revolución como un medio para tomar el poder. Para lograr este fin, es menester, según Isaac Humala, tener el control militar. El grueso de los integrantes del movimiento etnocacerista está conformado por reservistas del ejército. El “Andahuaylazo” evidenció las dimensiones reales que podían alcanzar las propuestas del etnonacionalismo de los Humala. Los argumentos que sustentan tales acciones se asemejan a las expuestas por González Prada: corrupción institucional, traición a los intereses nacionales e incapacidad de las clases políticas. No sería necesario un gran esfuerzo de imaginación para demostrar que el momento sociopolítico que vivenció nuestro autor era muy semejante al que enmarcó el surgimiento del etnocacerismo: crisis económica, crisis de los partidos políticos y de las instituciones del Estado, crisis de representación política y exclusión social.

En su momento, González Prada denunció la ineficacia de la política para resolver los problemas del individuo. En “Los partidos políticos y la Unión Nacional”, atacó a los líderes políticos que no fueron capaces de hacer perdurar ideas sólidas, describiendo cómo los partidos políticos dependieron tanto de sus líderes, que desaparecieron junto con ellos . Fustigó a los caudillos por acentuar las diferencias dentro de la sociedad por su afán de poder, mencionando directamente a Cáceres y a Piérola, entre quienes no percibía diferencia alguna: “…El Cacerismo y el Pierolismo que no deben llamarse partidos homogéneos sino agrupaciones heterogéneas, acaudilladas por dos hombres igualmente abominables y funestos … En ambos, el mismo orgullo, el mismo espíritu de arbitrariedad, la misma sed de mando hasta igual manía de las grandezas, pues si uno se cree Dictador in pártibus, el otro considera la Presidencia como el término legal de su carrera”. (González Prada: 1972: 17)

Cáceres le parece algo menos reprochable porque tiene a su favor el haber sido el héroe de la guerra con Chile, durante la resistencia en la sierra, y por ello merecedor de algún respeto, pero no deja de criticar su autoritarismo “rapiña casera, flagelación en cuarteles y prisiones, fusilamiento en despoblado y la peor de todas las tiranías, la tiranía con máscara de legalidad” (1972:18).

Siguiendo la línea de lo expuesto por González Prada en “Los partidos y la Unión Nacional”, tanto los partidos políticos como los caudillos con sus revoluciones, nada bueno han traído al Perú y como alternativa de solución plantea “una revolución profunda y radical” (1972: 21), basándose no en reformas del aparato del estado, de tipo administrativo, político o económico, sino en una remoción de los sujetos que detentan el poder porque no bastaría “con la renovación de las Cámaras, con la destitución de unos cuantos jueces ni con el cambio total de funcionarios subalternos y pasivos” (1972: 21). Para argumentar su propuesta recurre a la sensibilidad de la opinión pública, del poblador más simple y común, apartado de la vida política y decepcionado de los políticos: aquellos reclaman hombres y caras nuevas porque a los políticos tradicionales los conocemos todos.
Pero algo que no debemos perder de vista es su apreciación acerca de la participación del indio en las revoluciones. Sostiene González Prada que el indio carente de instrucción, fue utilizado vilmente durante la guerra con Chile y en las guerras civiles, aparte de ser degradado con el alcohol y el fanatismo . Percibe al indio como una “reserva” fértil en quien se debe cultivar el conocimiento que lo sacará de su postración, mas lo que no avisora o anuncia es la llegada de algún mesías, taita o cacique indígena que conduzca esta rebelión desde los andes, de seguro, por su desconfianza y rechazo visceral a todo tipo de caudillismo. Pero aclaremos que no es simplemente un rechazo al líder, sino a su incapacidad. No se puede prescindir de un líder porque es él quien materializa las ideas y es conciente que un partido como la Unión Nacional, requerirá de un hombre que realizará el pensamiento del partido. La diferencia es que González Prada en ningún momento se arroga la misión de ser él el salvador, es más, espera que dentro del la agrupación surja dicho hombre de entre los menos pensados. He ahí la diferencia con el personalismo de los líderes políticos.

Respecto a los partidos políticos refiere que fracasaron por la falta de convicción en las ideas de que supuestamente defendían los líderes; la deslealtad de los seguidores que, viendo como desaparecía su endeble organización, no vacilaron en pactar con otros partidos para mantener su vigencia; y por la personalización y excesiva dependencia de los partidos políticos de sus respectivos líderes , pues opinaba que un partido debe mantener un proyecto más allá de su líder. Además, menciona que un partido debe ser compacto y sólido. Estima que en estas circunstancias será difícil que el pueblo confíe en algún partido; por ello, desecha de plano los recursos de los partidos tradicionales como la oratoria exuberante, la facilidad de palabra para convencer a las masas o el oportunismo.

Respecto al programa del partido, se inclina por la flexibilidad, por lo cual descarta el seguimiento a un programa invariable y estricto. El programa de la Unión Nacional lo resume así: “evolucionar en el sentido de la más amplia libertad del individuo, prefiriendo las reformas sociales a las transformaciones políticas”. (1972: 27). Por su parte, Antauro Humala descree de la democracia tal como se ha venido practicando desde la República y valida la insurgencia armada contra el sistema democrático, al cual lo vincula con la minoría blanca extranjerizante. Es decir, la democracia en su perspectiva tiene color y rasgos determinados por los sujetos que detentan el poder; no es entendida como un sistema que debe estar por encima de los sujetos que la ejercen. Pero reconoce que para transformar la situación es necesario someterse a las reglas de juego de la política tradicional para “ganarle en su cancha”. En otras palabras, acceder al gobierno a través de elecciones democráticas, enarbolando un discurso abiertamente violentista .
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¿Qué es el Simplismo?

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(Fragmento)

I

En 1925, en la ciudad de Buenos Aires, el poeta arequipeño Alberto Hidalgo publicó un poemario-manifiesto titulado Simplismo, en el cual expuso sus reflexiones acerca de la poesía y el arte, dando forma a una teoría poética muy particular que tuvo como principal objetivo liberar a la poesía de todo aquello que obstaculizara su comprensión. Frecuentemente, al encontrarse con un “ismo” se suele indagar sobre su iniciador, principios, seguidores, influencias y su vigencia. Es preciso decir que el Simplismo no tuvo seguidores que pudieran sistematizar, refutar, replantear o profundizar los postulados de Alberto Hidalgo ; no inició una escuela o movimiento y tampoco es notable su influencia en la poesía peruana ya que no existen poetas que abiertamente hayan hecho suyos los principios estéticos que propuso el poeta arequipeño trasladándolos a sus propias obras. “El simplismo nace y muere bajo el auspicio solitario de un solo nombre: Alberto Hidalgo ”.

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La aspiración de ver al Simplismo convertido en una corriente de gran influencia, no creo que a Hidalgo le preocupara tanto, porque más interesado estaba en la proyección de su individualidad creadora —tanto en lo teórico como en lo artístico— que en la difusión de una teoría estética que al final superó evolucionando hacia una expresión menos extremada. Pero esto no debe ser un obstáculo para abordar al Simplismo ni se le debe descalificar como un proyecto fracasado porque esto no brinda una explicación de la estética hidalguiana. Hoy se hace necesario examinar sus postulados a la luz de lo que significó dentro del proceso del vanguardismo en el Perú, haciendo un balance de su aplicación dentro y fuera de la obra de Hidalgo. Para ello, mi primer objetivo es caracterizar la poética de Hidalgo para luego describir y explicar qué es el Simplismo.

(…)

III

El simplismo: un tratado de estética

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El libro Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo, se inicia con un prólogo del autor titulado “Invitación a la vida poética”, conformado por 30 apartados, numerados desde el cero (0) al 29. Hidalgo define su prólogo como un tratado de estética cuyos apartados a pesar de estar dispersos, guardan relación temática entre sí, mas no una secuencia lógica. Sucede que de un apartado a otro salta de tema en tema, luego los retoma avanza y vuelve a regresar. Anticipa que la participación del lector es necesaria para integrar estos apartados dispersos, es el lector quien tiene que vincularlos y él lo ha dispuesto así porque es “enemigo de lo metódico ”. El poeta acompaña al lector en su lectura interactiva con el poema, para esto, que según Hidalgo no tiene precedentes, es necesario que el lector se familiarice con el Simplismo antes de leer los poemas simplistas; este es el primer objetivo de su “invitación”. Manifiesta ser “enemigo de lo metódico”, por eso los temas se encuentran dispersos para que el lector los integre. Sin embargo, deliberadamente o no, su “invitación” al lector sirve como una entrada previa al texto donde pretende conducir la lectura, y como tal bien puede ser entendido este prólogo como una aproximación metodológica al simplismo.

Imagen y metáfora

A la concepción de la poesía como el arte de pensar en imágenes, Hidalgo propone entender la poesía como el arte de pensar en metáforas. Le añade a esta noción su particular atracción por el individualismo artístico, porque concibe el arte como personal, independiente de las poéticas antiguas y tradicionales.

A lo largo de su exposición desarrolla una serie de oposiciones. La primera es la oposición imagen/metáfora. Descarta la imagen como recurso poético. La poesía no es el arte de pensar en imágenes sino en metáforas: “La poesía es la metáfora. La metáfora es toda la poesía”. No hay poesía fuera de la metáfora. Esto lo explica a través del carácter simbólico del signo. Hay que volver al origen y la palabra es el origen de la poesía. Las palabras están compuestas por letras, y las letras son signos. “Signos: lo que representa alguna cosa distinta de sí, cualquier carácter simbólico o cosa parecida ”. La palabra es simbólica, el lenguaje es todo simbólico, allí radica su capacidad creativa, no aludiendo directamente a algo. Se distingue el objeto, la cosa en sí, del nombre que lo identifica. En este sentido toda palabra al designar un objeto que está fuera de ella, es una metáfora. La palabra es una representación de algo que está más allá y nuestro contacto con la realidad esta mediatizado por la palabra, es decir por el lenguaje. Entonces el lenguaje no representa directamente la realidad sino que la crea y recrea porque no puede dar cuenta de ella completamente.
Estamos atrapados dentro del lenguaje.

Letras —> Palabras —-> Verso —–> Poesía

METÁFORA

Diferencia entre imagen y metáfora: la imagen es una representación o imitación de un objeto; la metáfora convierte al objeto en arte porque amplifica la gama de significados posibles del objeto una vez integrado al lenguaje. El objeto entra al orden simbólico desde que el lenguaje lo nombra. El objeto y el signo que lo representa, son distintos. El poeta es un fabricante de metáforas, esa debe ser su mayor aspiración.

Oposición poesía/literatura: la literatura es el género mayor. Hidalgo asigna una mayor jerarquía a los poetas por encima de los novelistas, dramaturgos y por extensión, de los críticos: “Los literatos —la poesía no es literatura— son los mejores clientes de los poetas ”, necesitan de ellos porque la poesía les brinda las metáforas. A su entender los otros géneros son parásitos de la poesía porque históricamente la han estado imitando. En el caso de la crítica literaria, los críticos necesitan de los poetas, recurren a ellos para justificar su actividad.

Otro recurso para la creación poética son las pausas. La pausa no es un mero estado psicológico sino la llave con la cual el poeta abre las puertas del infinito para que el alma del lector entre en él. El poeta guía al lector a través de los versos y las pausas tienen como finalidad que el lector medite y reflexione solo frente al verso. Verso y pausa son ambos elementos constitutivos del poema. El poema simplista es una continuidad, por ello las estrofas desaparecen. Las pausas no separan versos sino que los unen.

Las letras: materia prima del escritor

Hidalgo manifiesta que la mayoría de poetas desconocen cuál es su herramienta de trabajo. “Las letras son la materia prima del escritor” (p.7). Las letras requieren de un experto que sepa utilizarlas. El poeta es un artesano de la palabra. Hidalgo afirma que nadie se ha dedicado a desentrañar (como un científico con su objeto de estudio) la naturaleza de las letras, han pasado por alto la importancia del alfabeto. El poeta les atribuye a las letras una cualidad animista; son para él seres vivos porque producen y reproducen metáforas. “Las letras son en fin de cuentas, unos simples gusanos. Solo que unos gusanos, unas lombrices inteligentes ”.

Metafóricamente, explica quiénes son los más idóneos para utilizar las letras. Lo hace a través de la idea de jerarquía y clase:
a) En toda sociedad hay clases: cosas, animales, hombres y estos a su vez se pueden clasificar.
b) En los gusanos (especie de sociedad compuesta por letras) hay clases: el pueblo los conforman los gusanos que se alimentan de la tierra, raíces y plantas); la burguesía, la conforman los gusanos que se alimentan de cadáveres más por satisfacción intelectual y espiritual que por placer alimenticio; y la aristocracia la conforman los gusanos selectos, notables e ignorados por desconocimiento de sus cualidades creativas que para nada los convierten en signos convencionales.

Hidalgo plantea que la facultad de creación de la palabra no debería otorgarse a sujetos incompetentes que utilicen las letras para crear barbaridades porque ese mal uso “humilla” a las letras, sus gusanos inteligentes.

“Así como a los enfermos de enfermedades vergonzantes o incurables no se les consiente en los países cultos el derecho a la procreación, así debería legislarse la libertad de escribir, de modo que los imbéciles no pudieran dar a luz gusanos inteligentes, es decir, letras. ¡Eso también sería humanitario!” .

Conclusión: las letras, metafóricamente, poseen vida como los hombres y animales porque al combinarlas crean palabras, estas a su vez, versos que se convierten en metáforas lo cual es signo de la existencia de poesía.

Rechazo a la musicalidad

Dentro de la estética simplista, poeta es todo aquel que hace versos, en tanto se entienda un verso como la unidad que estructura una metáfora. Hidalgo cuestiona que a hasta el momento de su manifiesto simplista, los poetas hayan escrito versos. Considera que lo que se ha venido escribiendo no son versos sino música. Atribuye a la madurez del artista la capacidad de engendrar buena poesía, desafiando el precepto tradicional de que la juventud es la mejor etapa para escribir poesía porque para crear versos es indispensable que el poeta haya acumulado experiencias. Madurez de espíritu, no madurez biológica. El momento mundial en que está desarrollando su nueva estética lo califica como el más apropiado puesto que la historia mundial ha acumulado la suficiente cantidad de experiencias para que los poetas aparezcan.

Hidalgo se rebela contra la estética modernista cuando sostiene que la poesía es superior a la música porque requiere de mayor trabajo y porque aparece luego de un largo proceso de maduración: con la música de pueden crear chillidos, pero no con la palabra.

“Los versos corrientes son pensamientos musicales, música en verso, mas no poesía (…) los versos deben estar hechos de metáforas” (…) “ley del verso: el verso debe estar hecho únicamente de palabra y todo valor extraño que intervenga en él, lo empequeñece y desvirtúa” (…) “Poesía y música son antagónicos. No pueden estar juntas sin hacerse daño la una a la otra ”.

La diferencia esencial que Hidalgo destaca entre música y poesía es que la primera es material y sensorial, mientras que la segunda pertenece al plano de lo metafísico: no desaparece aunque no la percibamos.

Poesía y simplismo

Según Hidalgo, el simplismo desnuda a la poesía de aquellos elementos que la opacan: retórica, ritmo, lógica, composición, rima que dentro de la poesía simplista no son fundamentales sino secundarios. Dentro de esta concepción, la poesía es superior a otras artes como la música y la pintura por las siguientes razones:

a) Naturalidad: no necesita de ningún recursos externo para producirse
b) Originalidad: la palabra es un elemento original
c) Personalidad: la palabra es un sello distintivo de la individualidad y de la independencia del poeta.

Hidalgo proclama a Rimbaud, dentro de la tradición poética universal, como un punto de quiebre entre lo que denomina la Edad de Piedra, que abarca desde Homero hasta Víctor Hugo y la época actual signada por el influjo de Apollinaire. En este sentido, critica a los artistas “troglodíticos” cuyos criterios se imponen en los medios culturales impidiendo la comprensión de un arte nuevo .
La propuesta más relevante del simplismo hidalguiano es la del individualismo y originalidad que se corresponden con la introducción de la nueva estética del vanguardismo. Plantea que “La originalidad es la base primaria e imprescindible de toda obra de arte. No es posible la imitación. El artista no debe tener antecesores ”. En consecuencia, el artista debe dejar su personalidad impregnada en su obra de arte. Esto asegura su inmortalidad. Hacer suyo el arte, apropiarse de él. Romper con los antecesores para ser libre y original. Originalidad que radica en la creación de un objeto nuevo.

Respecto a la teorización, las ideologías o los manifiestos políticos estos deben ser canalizados por medio de otros géneros. El poeta debe dedicarse absolutamente a la poesía, comprendida como búsqueda de la perfección. Vista así, la finalidad de la poesía simplista es la creación estética y por ello no debe utilizarse para difundir ideologías o tesis, ni como denuncia social: “El poema no debe ser nunca un arma. La prédica nada tiene que ver con él. Yo no tolero la poesía de tesis, el arte social, soñado por Tolstoi ”. Descontextualización total de la creación poética, o en términos de Ortega y Gasset, deshumanización del arte. Solo el poeta y su poesía: “El ambiente debe ser extraño a la obra de arte ”. En relación con esto, Hidalgo establece una distinción entre el artista objetivo y el artista descriptivo, cuya diferencia es que el primero es un creador y el segundo un imitador. Al explicar la objetividad en la poesía, sostiene que toda poesía es objetiva porque el poeta se sirve de lo que “ve” ya sea dentro o fuera de sí mismo. De esta manera Hidalgo deconstruye la oposición objetividad/subjetividad ya que la posición del sujeto frente al objeto, si su conciencia creadora se dirige a lo exterior o al interior, determinará el grado de objetividad/subjetividad de su poesía. Hidalgo lo explica así: “La poesía es objetiva y subjetiva”. Por otro lado, el naturalismo es írrito al simplismo: “El simplismo no es descriptivo. Todos mis paisajes son paisajes imaginarios (…)”
Cabe resaltar que tales preceptos fueron abandonados por el propio Hidalgo porque en los poemarios posteriores, su práctica poética contradice radicalmente lo expuesto en su tratado de estética simplista. Tres años después de la publicación de Simplismo (1925), apareció Descripción del cielo (1928) que reúne poemas que distan mucho de este aislamiento de lo social, de la poesía de tesis y de la ideología política.

La crítica a la elitización y al didactismo en el arte son también materia de discusión del simplismo. El arte de la alta cultura le resulta fosilizado porque el artista culto está atrapado en la élite y se conforma con el saber que reproduce. Se le opone un saber de la ignorancia que en cambio es espontáneo en su necesidad de conocimiento porque se nutre de sus experiencias, es libre e inteligente porque es susceptible de buscar nuevos horizontes. “El simplismo quiere para sí un público de ignorantes, a condición de que sean inteligentes ”. El simplismo no es elitista, mejor si fuera conocido por todos. En cuanto al didactismo, Hidalgo afirma que el arte no se puede enseñar, pues el verdadero artista es su propio maestro, ya que aprende solo.

IV

Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo, discute las ideas de una nueva concepción estética de la poesía sustentada en la búsqueda de originalidad, individualismo y ruptura con la tradición, tesis que no difieren de las propuestas de los movimientos de vanguardia europeos de las primeras décadas del siglo XX. En el prólogo a los poemas simplistas, Alberto Hidalgo plantea una serie de propuestas para ilustrar al lector antes de que éste se enfrente a la lectura de los poemas simplistas. Tales propuestas sintetizan el simplismo como: a) un tratado de estética, b) búsqueda de originalidad, c) adecuación de la ruptura vanguardista frente la tradición a un proyecto individual libre del influjo de un colectivo que imponga saberes previos, d) confrontación de las oposiciones: imagen/metáfora; poesía/literatura; poeta antiguo/poeta moderno, antiguo/contemporáneo; moderno/retardatario; arte culto/arte ignorante; arte de élite/arte de masas, e) naturalidad, originalidad y personalidad propia como características distintivas de la poesía y uso de la metáfora y de las pausas como recursos creadores, e) oposición radical al didactismo y a la poesía social o de tesis y f) lectura interactiva, la finalidad del prólogo es orientar al lector para que comprenda la novedad de los poemas simplistas.

Las principales contradicciones que encuentro en el discurso simplista son básicamente dos: a) el planteamiento de una estética desideologizada es inviable puesto que lo político o lo social, forman solo una parte de la noción de ideología. Lo cultural y lo artístico también se inscriben dentro de la noción de ideología; y b) las tesis simplistas no trascendieron a otros poemarios de Hidalgo donde es evidente su compromiso con ideologías políticas radicales y con el imaginario nacional peruano y regional de su ciudad natal.

¿Qué es el simplismo, entonces? Ensayo una particular definición: búsqueda de originalidad basada en el individualismo creador, simplificación del lenguaje poético y deselitización sociocultural del concepto de vanguardia.
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La decisión del escritor

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Ser escritor en el Perú, para quien se inicia en esta aventura, es una decisión que enfrenta muchas dificultades: la económica, publicar para un escritor que se inicia en este oficio significa, en primer lugar, autofinanciarse; si logra publicar, aparece un segundo desafío, que consiste en difundir el libro, es decir, su distribución, y en tanto no tenga el respaldo de una editorial que asegure la colocación del libro, éste se pierde en el anonimato o circula entre amigos o allegados del autor, porque la publicación no termina con el libro impreso: el círculo se cierra cuando el lector toma contacto con el libro, cuando lo conoce, al menos de oídas, o a través de notas en diarios o suplementos culturales.

Si el gran público no lo conoce, simplemente el libro (y el autor) no existen. En este momento, surge otra dificultad: ¿en qué medios puede circular la obra? ¿Dónde podría ser reseñada? ¿Qué escritor reconocido tendrá la disposición y el tiempo para leer la obra? A estas inquietudes se agrega la recepción de la crítica. Y no me refiero exclusivamente a la crítica especializada, que condena o consagra a un escritor, sino también a la feroz crítica de quienes desean publicar un libro, porque creen contar con el talento para hacerlo, pero que no pueden concretar dicho proyecto por diversas circunstancias; o de los individuos vinculados al mundillo cultural local, aquellos que siempre frecuentan las galerías de moda, presentaciones de libros, recitales, ferias y demás eventos, quienes, posiblemente, no han publicado libro alguno, pero cuando aparece alguna nueva publicación local, no escatiman esfuerzos en señalar los desaciertos de la obra o la osada precocidad del autor por publicar.

Creo no equivocarme en afirmar que los críticos más duros son los que conforman el entorno de un escritor, sobre todo cuando este se inicia. La crítica académica rara vez coloca su mirada sobre aquello que se produce en los márgenes de su área de influencia. Muchos críticos prefieren comentar a autores consagrados o a los nuevos escritores prefabricados por colecciones editoriales. Si en algún momento, la crítica especializada presta atención a una publicación marginal, sea para reconocerla o denostarla, ello no debiera desanimar al joven escritor, más bien debería incentivarlo, pues se trata de una señal de su existencia literaria más allá de los linderos amicales, estudiantiles o familiares.

El respaldo de un prólogo hecho por un escritor de reconocida trayectoria o de alguna personalidad importante de las letras en su comunidad puede ayudar a quien se inicia en la aventura de escribir. Una vez que el autor ya se ha abierto un espacio, puede aspirar a quedar en la memoria colectiva de su comunidad literaria, hecho que se verá favorecido por las circunstancias del momento, ya sea por tratar un tema controvertido (la homosexualidad en la farándula), de actualidad política (el fujimontesinismo, el terrorismo), o la autoayuda y los libros de fortalecimiento espiritual (Deepak Chopra, Cuauhtemoc Sánchez, etc.), y tantos otros temas que por su necesidad práctica y fácil digestión, aseguran al autor y antes que nada a la editorial, un éxito de ventas.

Las revistas literarias cumplen una importante labor al difundir lo que se escribe en los círculos literarios universitarios. Las hay de todo tipo, pero también afrontan su propia problemática: su continuidad depende de lo económico, sus aspiraciones se ven limitadas además por la permanencia de sus integrantes fundadores, otras veces no pasan de ser una inquietud pasajera. De todas formas, la importancia de una revista literaria radica en su propuesta colectiva y en la apertura de espacios para aquellos que desean ver sus poemas o cuentos publicados.

Pero escribir y publicar son decisiones totalmente distintas. La publicación no asegura el “ser leído”, y si el escritor “no es leído” su reconocimiento como tal por el lector es imposible. El compromiso del escritor profesional es, en primer lugar, con su obra, es decir, intentar asegurar su continuidad, su permanencia en la memoria de los lectores.

Es dentro de este panorama que Henry Rivas presenta su primer libro. a mayoría de los relatos de Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido transitan entre el mundo nostálgico de los últimos años de la adolescencia, donde los dilemas y cuestionamientos, ajenos y propios, se hacen más intensos, y el paso hacia la primera juventud, plena de anécdotas propias de un estudiante universitario que recién se acomoda a esa nueva etapa de su vida.

En el primer relato “Kathie”, un muchacho recuerda religiosamente todos los viernes diecisiete de cada año el encuentro que tuvo en un bar con una joven que “llegó con un atardecer delicioso (porque ella lo hacía delicioso), con el aire más juvenil y coqueto del mundo”. No podía faltar el humor y la ironía. “La ciudad de la furia”, cuento en el que parafraseando la canción del grupo argentino Soda Stereo, se nos relata la aventura de Sergio, un supuesto hermano de Gustavo Cerati que es llevado en un aventón por las carreteras peruanas en el camión de Ryan, quien poco a poco descubre la demencia detrás de las palabras y acciones de Sergio. Los amores y desamores que rememoran la adolescencia, son vivenciados por Paul en el cuento que da título al libro “Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido” y “Hablando solo”. A este personaje lo marca la desazón, la pérdida, la ausencia y a la vez la presencia fugaz amor, que si bien no está encarnado en la mujer ideal, es precisamente ese antimodelo lo que cautiva a Paul: Claudia, Rosalie, no son arquetipos de la mujer hacendosa y sumisa, ese es su principal atractivo. “En las puertas del infierno” explora los límites del chantaje emocional, la amistad, la infidelidad, y el arrepentimiento. Narrado en primera persona, se inicia con una retrospección del narrador enfocado en la muerte de Matías Roveggiano, quien ciego de furia, “irrumpió por la parte trasera de la clase del instituto en que yo estudiaba inglés, con un revólver en la mano, y ante mi asombro y el de mis compañeros, de un tiro en la cabeza asesinó a un adolescente de nombre Daniel Belzú. “ El narrador sucumbe ante su propio juego al ser llevado al extremo por Lelia, quien azuzada por él, obtenía favores y dinero de Matías, locamente enamorado de Lelia.

Particularmente, percibo un trabajo más ambicioso y experimental en los últimos relatos. En “Jesús el Anticristo” sorprende con un narrador distinto a los anteriores. Es un monólogo interior en el cual desmitificando la imagen divina de Jesús, revela una oscura verdad más humana en este ser: Luzbel, el ángel caído, es el hijo de Dios que se rebeló y tuvo otra oportunidad en la tierra para redimirse: “Yo no me revelé por ambición como dicen las falsas escrituras. Para la literatura de los hombres mi primer nombre fue Luzbel, el hermoso rey de los ángeles. Mi supuesta rebelión no fue sino un acto de justicia. Mi padre está acostumbrado a jugar con sus creaciones, su soberbia y vanidad le impulsan a rodearlos de tentaciones para ufanarse de su poder. Yo protesté contra todas esas cosas, no sólo por el hombre sino también por los demás seres, incluso por mis hermanos, los ángeles”. Pero la rebeldía de Luzbel, ahora Jesús, no ha terminado. Ha aceptado la misión encomendada por su padre, pero lejos de la divinidad, se compadece y se pone del lado del hombre porque “La iglesia que fundé ha fracasado, el hombre siempre se aproximará a la maldad, gracias a mi padre, y él no entiende eso y sólo, guiado por su egolatría, me echa la culpa de todo”.

El tiempo circular y sus paradójicas coincidencias son aspectos importantes en “He yacido en esta fosa”. Paul Shelley (otra vez Paul) ya muerto, narra la confabulación de la que fue víctima por parte del capitán Villaescusa. Shelley, quien a diferencia de otro Paul, Paul Gaughin encontró su paraíso terrenal y a un amor igualmente paradisíaco y exótico en Barrica, una exuberante nativa de la Isla Isabel La Católica. Los paraísos parecieran solo destinados al cielo, puesto que “la felicidad esta hecha para recordarla y extrañarla. El Capitán Villaescusa, jefe de la isla, se enteró que los españoles ya sabían que la nave había sido tomada por la fuerza, de una manera ilegal, indigna. Fue allí donde comenzó la cacería que involucró de una manera salvaje a los naturales; a quienes manipularon para una lucha sangrienta fratricida. Yo sabía que el Capitán Villaescusa deseaba a Batrica, y me procuré tenerla siempre alejada de él. Pero yo sólo era un médico y no sabía pelear”.

Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido es un libro apasionado y, en tanto pasión, está pleno de una vehemencia que induce al narrador de cada historia a sobredimensionar su ingenuidad. Satisface comprobar que hacia el final es posible encontrarnos con un narrador mucho más ambicioso, tanto en el manejo del lenguaje, como en la técnica y en el desarrollo de la trama. Por esta razón, considero que este libro merece una segunda oportunidad de parte de su autor, pues, luego de algunos años, sería injusto avalar la convivencia del furor adolescente con el misticismo y la ironía de Jesús, el Anticristo: un cuento para tenerlo presente.
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El pensamiento político y la teoría de la novela de Mario Vargas Llosa

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El pensamiento político y la teoría de la novela de Mario Vargas Llosa

A cargo de Carlos Arturo Caballero Medina

Fecha: Del 10 de junio al 16 de julio
Hora: Jueves de 6.30 a 9:00 p.m.

La trascendencia de Mario Vargas Llosa dentro del panorama intelectual contemporáneo no se circunscribe exclusivamente a su producción literaria ficcional. La crítica literaria y el ensayo de investigación, el reportaje periodístico y los artículos de opinión constituyen una parte muy importante de su obra, puesto que han mantenido las ideas del autor en permanente contacto con la comunidad académica política y literaria, así como con el gran público en general que no era necesariamente el mismo que frecuentaba sus novelas o piezas teatrales.

Se desentrañarán los fundamentos ideológicos que sustentan el pensamiento político de Mario Vargas Llosa y, paralelamente, someterlos a crítica. Para cumplir dicho fin, se ha convenido discutir las nociones de cultura y libertad en los textos de Mario Vargas Llosa.

Para inscribirse en el curso, haga click aquí.

Perfil: Carlos Caballero Medina

Licenciado en Literatura y Lingüística, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Ha dirigido la revista de literatura Náufrago (2004) y dirige la revista de investigación Letras del Sur. También, ha publicado ensayos de investigación en revistas académicas locales y en el extranjero vinculados a la obra de Mario Vargas Llosa. Además administra los blogs Letras del Sur y Náufrago digital en los cuales aborda temas sobre cultura y política. Actualmente, ejerce la docencia universitaria en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y en la Universidad César Vallejo.

Inversión: S/. 180.00 público en general
S/. 100.00 estudiantes

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Demian y la rebeldía intelectual

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“El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. El que quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios se llama Abraxas”.

Durante los años 60, Hermann Hesse fue el escritor de cabecera de aquella joven generación que en Europa inició una corriente de cambios sociales cuya influencia todavía se percibe hoy. Este escritor alemán obtuvo el reconocimiento del gran público en virtud de algunas de sus obras más notables entre las que destacan El lobo estepario, Sidarta, Demian, Bajo la rueda, El juego de los abalorios, El último verano de Klingsor y las colecciones de relatos que reúnen su narrativa breve. En todas ellas, encontraremos que el protagonista principal de las historia narradas son, usualmente, jóvenes excéntricos con grandes inquietudes intelectuales, atribulados por dilemas existenciales y con un acendrado espíritu rebelde. Al respecto, Max Demian es el prototipo del adolescente intelectual y existencialmente rebelde.

Demian (1919) fue publicada luego de la Primera Guerra Mundial durante un periodo caracterizado por una fuerte crítica contra el racionalismo y el positivismo del siglo XIX. Los horrores de la guerra marcaron a la sociedad europea e impactaron tanto en los intelectuales como en los artistas. Hermann Hesse vuelca en esta, así como en otras de sus novelas, conocimientos provenientes del saber occidental y místico oriental concernientes a la religión, literatura, filosofía y artes. La introspección psicoanalítica, el irracionalismo nietzscheano, el gnosticismo (tendencia religiosa ecléctica que busca la integración de los credos religiosos) y el cristianismo conforman los referentes culturales específicos de Demian, que aparece en un momento de notable agitación política, social y cultural: el periodo de entreguerras.

Este periodo vio la consolidación de los movimientos históricos de vanguardia que en Europa pregonaban la subversión de los cánones estéticos en aras de la construcción de un arte y de un hombre nuevos. Si bien todos los movimientos de vanguardia compartían su rechazo a la tradición, cada una difería en la manera cómo se la debía enfrentar. Cabe resaltar que no solo fueron un conjunto de movimientos que apuntaban a cuestionar lo artísticamente establecido, sino que también se constituyeron en una plataforma para cuestionar a la sociedad burguesa, sus costumbres, creencias y estilo de vida.

Este aspecto es tratado en algunas novelas de Hesse de una manera reflexiva más que contestataria o panfletaria en el sentido ideológico. Es decir, a diferencia de los manifiestos futuristas, dadaístas, surrealistas y similares, y de las exposiciones artísticas desafiantes que brindaban la oportunidad a los artistas nuevas de enfilar sus críticas contra las instituciones tradicionales artísticas, sociales y políticas, en Hesse encontramos una reflexión intimista que más que plantear certezas siembra dudas constantes que mueven a sus protagonistas a una búsqueda constante del sentido de su existencia. Sucede así con el joven Sidarta quien abandona la comodidad de su hogar y de los cuidados familiares para emprender una larga y, por momentos, dolorosa búsqueda del saber. Su familia pertenece a una connotada casta de los brahmanes en la India, lo cual no lo disuade en absoluto de sus propósitos. Al final de sus días, comprende que no podía obtener la comprensión de los misterios de la vida solo con estudios sino sobre todo con experiencias, tanto amargas como gratificantes. El joven Hans de Bajo la rueda vive el dilema de no experimentar la alegría propia de su edad porque los planes que tiene su padre para él se superponen a sus propios anhelos. La exigencia paterna por lograr ascender socialmente lo obliga a estudiar en un renombrado liceo de Berlín al que ha llegado por sus propios méritos académicos, pero sin la convicción de estar allí porque lo desease. El estudio espontáneo de diversas materias se convierte luego para él en un fastidio, en un lastre que le impide desarrollar sus inquietudes. Esta situación se agrava en un entorno que no favorece la crítica al conocimiento, sino más bien, el anquilosamiento del saber. Por su parte, Emil Sinclair, en Demian, pertenece a una familia acomodada que goza de ciertos privilegios. En estas tres novelas, vemos que la clase social impregna ciertas características a la personalidad de los individuos de las cuales parece que no pudieran escapar. Sin embargo, se plantea la posibilidad de cuestionar tal modo de vida a partir de una reflexión que indaga en el propio ser acerca de lo que es mejor para uno mismo. De esta manera, las novelas de Hermann Hesse constituyen una crítica a la sociedad burguesa y a las pretensiones de las clases emergentes que a toda costa desean lograr el ascenso social.

En lo referente a Demian, es notable la influencia del existencialismo, una de las tantas corrientes de vanguardia, sobre todo del pensamiento de Soren Kierkegaard quien durante el último periodo de su pensamiento desarrolló un planteamiento crítico sobre el pensamiento cristiano. Este filósofo danés consideraba que tener fe implicaba tener dudas. Es decir, tener fe en Dios significaba a la vez dudar de su existencia. De esta manera, la duda se convierte en una parte racional del pensamiento de la persona, ya que sin ella la fe no tendría una sustancia real; la duda como un elemento esencial de la fe. Ello obliga al narrador-personaje a cuestionar sus propios saberes para lo cual tiene que mirarse hacia adentro. Esta interiorización del mundo de los personajes a la manera de una introspección fue característica de los movimientos de vanguardia en narrativa. De esta forma, el lector puede contemplar los estados anímicos del personaje. Por otro lado, también se evidencia la influencia del existencialismo en la actitud de Max Demian quien es un librepensador que no admite por cierto ningún saber preestablecido si es que no se somete a crítica. Recordemos que el existencialismo planteaba la ausencia de alguna fuerza trascendental que actuara sobre el ser humano a quien lo definía como libre y totalmente responsable de sus actos.

Nietzsche también asoma entre los diálogos sostenidos por Demian y el joven Sinclair. No directamente, pero las alusiones son más que directas. El autor de Más allá del bien y del mal fue un crítico frontal de la religión en especial de la tradición judeocristiana, pero a la vez fue un denodado lector del pensamiento religioso que sometía a crítica. La subversión de los valores religiosos establecidos fue el principal propósito de su Genealogía de la moral y de Más allá del bien y del mal. La impronta nietzscheana en Demian la hallamos en los pasajes en los que Demian cuestiona la interpretación tradicional de la historia de Caín y Abel. En cuanto tuvo la oportunidad de hacerlo, Max Demian expuso su punto de vista acerca de las clases de religión que recibía en el colegio. A lo largo de la trama, Demian incentiva en el joven Emil Sinclair una actitud crítica frente al conocimiento tradicional recibido en las aulas. Demian no tiene reparos en cuestionar el conocimiento e incluso plantea una interpretación diferente: considera a Abel un cobarde y a Caín como un valiente. A Emil Sinclair le cuesta mucho en un principio adaptarse al cambio, salirse del molde, de la seguridad que le brinda el saber que todo está en su lugar. Por ello, de alguna manera, Demian se deja como una metáfora del pensamiento inconforme de la época, lo cual también sucedía con otras obras artísticas del periodo de entreguerras.

Respecto a la estructura narrativa, Demian no destaca por un despliegue notable de las nuevas técnicas narrativas a la manera de los novelistas norteamericanos, ingleses o franceses. Se la puede clasificar dentro de aquel subgénero conocido como novela de crecimiento o novela de desarrollo (“Bildungsroman”) en la cual el protagonista experimenta, a lo largo de su vida, una serie de experiencias que lo forman como sujeto de las que el lector es un espectador privilegiado. Característico de las novelas de formación es que el personaje principal atraviese momentos de seguridad y de conflicto que se alternan constantemente, lo que contribuye a afianzar la idea de que nada es totalmente definitivo sino que la formación dura toda la vida, es decir, que siempre estamos en constante aprendizaje. A parte de Hesse, otros escritores europeos de vanguardia también incursionaron en la novela de formación con obras que son un referente actual de este subgénero: Retrato de un artista adolescente, de James Joyce; En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust; La montaña mágica, de Thomas Mann; y Las tribulaciones del estudiante Törless, de Robert Musil. En el Perú, novelas importantes de este tipo son La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa y Los ríos profundos de José María Arguedas.

Al respecto, Emil Sinclair es un jovencito que al inicio es prisionero de una mentira: afirmó que fue capaz de robar manzanas de una huerta por lo cual Kromer, otro muchacho algo mayor y abusivo, lo extorsiona bajo la amenaza de contárselo a sus padres. Demian entra en la vida del joven Sinclair cuando aquel lo libera de la extorsión de Kromer, quien intimidado por la amenaza de Demian, nunca más molestó a Sinclair. Luego de esto, la experiencia de conocer a Demian resultó cada vez más fascinante para él: admira su determinación, su sabiduría y su belleza. El aprendizaje de vida del joven Sinclair radica en asumir que, además de no conformarse con aquello que le dicen, tiene derecho a pensar por sí mismo y a seguir sus propias convicciones. Por periodos, Sinclair interrumpe este proceso de aprendizaje, ya que luego de la escuela perdió contacto con Max Demian. Sin embargo, diversas situaciones lo hacen evocar cada cierto tiempo la figura de aquel enigmático compañero que según los rumores, mantenía una relación extraña con su propia madre.

El despertar de la sexualidad es también un tema que atraviesa esta novela. La atracción que Demian ejerce sobre Emil Sinclair es distinta a lo largo de su vida. Primero se trata de una admiración intelectual, luego emotiva y después estética si es que estas tres no se superponen a la vez. Demian sabe que llama la atención de Emil y lo conmina a reconocer que efectivamente es así. Es como si supiera lo que piensa Emil. Si bien no se evidencia directamente una relación afectivo-amorosa entre ambos, por momentos nos damos cuenta que Demian realiza el papel de seductor, rol que es correspondido por Emil en la medida que “cae rendido” ante aquel: conocerlo fue una marca que lo acompaño durante toda su vida. No obstante, no deberíamos interpretar esta relación como una alegoría de la homosexualidad juvenil, sino como la admiración en su máximo esplendor por descubrir que todo puede ser diferente si nos proponemos observarlo desde otra perspectiva.

Vinculando lo anterior con algunas propuestas de los movimientos históricos de vanguardia en Europa, podemos concluir que Demian contiene un discurso que dialoga con algunas características de la vanguardia europea de entreguerras y con el pensamiento humanístico de la época. Además, a través de esta novela, es posible hallar una actitud de subversión de lo establecido, lo cual está en directa concordancia con la propuesta de la vanguardia. Lo que tiene de particular la obra de Hesse, en especial Demian, es que dicha subversión no necesariamente se basa en la eliminación de lo establecido sino en lograr una síntesis de los opuestos. Es decir, no se trata de una negación absoluta, sino de una negación que permite el avance, a la manera de la doble negación hegeliana. Por todo ello, Demian permite apreciar la influencia del pensamiento de la época, marcado por la desazón respecto al progreso y la modernidad, y el valor y la defensa del pensamiento libre.
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¿Por qué La teta asustada no ganó el Oscar?

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A Aldo Mariátegui y César Hildebrandt,

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La noche del 7 de marzo, centenares de personas de volcaron a la Plaza Mayor de Lima al igual que en Huanta, pueblo natal de Magaly Solier, y en Manchay, lugar donde se filmaron las principales escenas de La teta asustada, para apoyar la nominación al Oscar de la cinta de Claudia Llosa como Mejor Película en lengua extranjera. La algarabía era enorme y no era para menos, pues, por primera vez en la historia del cine nacional, una película peruana recibía una nominación como mejor película en un evento tan trascendente como los premios Oscar. Sin embargo, llegado el momento, los asistentes y espectadores de la ceremonia congregados en estos lugares recibieron con desaliento el resultado. El premio a la Mejor Película extranjera se otorgó a la cinta argentina El secreto de sus ojos de Juan José Campanella.

Si bien no se dio el resultado que todos esperábamos, La teta asustada ya era la ganadora para todos lo que la apoyaron, lo cual, además, viene refrendado por los galardones obtenidos en este último año. El Oso de Oro en la Berlinale es un premio que para los entendidos se encuentra por encima del nivel que anualmente nos ofrece el Oscar. No obstante que nos queda la satisfacción de que es una gran película y que el no recibir el Oscar no cambia un ápice la apreciación que tenemos sobre ella —aunque no sea para sus detractores, quienes hallarán en esto una razón más para descalificarla— todos, desde el espectador común y corriente hasta el crítico especializado, se preguntan: ¿por qué no ganó La teta asustada? A continuación, brindaré algunas razones por las que creo no ocurrió lo que muchos esperábamos.

Las actuaciones

El secreto de sus ojos cautivó más al jurado de la Academia de Hollywood por la regularidad expuesta en la mayoría de los niveles de apreciación cinematográfica. En cuanto a las actuaciones, todas mantienen el nivel dramático acorde a la atmósfera emocional que requiere la película. Incluso, las intervenciones de los personajes secundarios y extras no desentonan, sino que afianzan este aspecto. De Ricardo Darín no tendríamos que dar demasiadas explicaciones de por qué es muy buen actor, pues lo ha demostrado antes también en otras oportunidades, pero, en el caso de Guillermo Francella, estamos frente a una interpretación destacada y diametralmente opuesta a lo que nos tenía acostumbrados antes: comedias, películas de entretenimiento, telenovelas o películas con escasas pretensiones de reconocimiento artístico. Su actuación en el filme de Campanella la comparo con la de Christopher Waltz en Inglourius Basterds: en ambos casos, se trata de personajes secundarios que terminan por adoptar vida propia y un protagonismo gravitante en la historia que, por momentos, opaca a los personajes principales, debido a las emociones que despiertan en el espectador.

En cambio, La teta asustada descansa esencial y exclusivamente sobre la propuesta de Claudia Llosa como directora y en la interpretación de Magaly Solier (muy meritoria, por cierto, pues, antes de su ingreso a la pantalla grande, carecía de formación actoral, la cual es compensada con una fuerte dosis de espontaneidad y dedicación). Ambos pilares de La teta son verdaderamente innovadores y dan cuenta de una concepción artística muy original que no se intimida ante la respuesta del espectador común y corriente acostumbrado al cine comercial de fácil digestión que muchas veces relega producciones, directores y actores de gran calidad. Sin embargo, como visión de conjunto, la película de Claudia Llosa pierde en el balance general cuando se juzgan las actuaciones del resto de personajes. Personalmente, considero que la actuación más deficiente fue la de María del Pilar Guerrero en el papel de Máxima, prima de Fausta (Magaly Solier). Se le notó muy disforzada en la mayoría de sus intervenciones. Al ser un personaje que tiene un nivel de protagonismo importante —después de Fausta es la que más destaca, pues abarca la historia paralela de la cinta— la responsabilidad que adquiere es muy grande, ya que tiende a convertirse en uno de los emblemas de la historia, y, por ello, las expectativas que debe cubrir son mayores. El resto de personajes secundarios y extras tampoco mantuvo la regularidad que se necesita. Salvo el tío de Fausta, el jardinero o la pianista, los demás parece que no se dieron cuenta de que debían transmitir emociones a la altura de una determinada situación y no solo verbalizar un parlamento. En suma, las actuaciones en La teta asustada son muy dispares, a diferencia de la regularidad mostrada en este aspecto por El secreto de sus ojos.

Los planos

En el cine, la cámara es a la imagen lo que es la pluma en las letras para la escritura. El lenguaje de la cámara, aunque dé cuenta de una realidad objetiva, siempre se realiza desde una perspectiva, tanto conceptual como física. En este sentido, Campanella puso particular énfasis en los primeros planos para resaltar la intimidad del personaje o detalles de su estado de ánimo. Haciendo honor al nombre de la cinta, los enfoques correspondientes al primer plano, primerísimo primer plano y planos detalle son frecuentes con la intención de capturar la expresión de los ojos de Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil) cuando, por ejemplo, escucha atentamente a Espósito dando la sensación que su mirada quiere “ver” la tan ansiada declaración de amor que su subordinado tarda en pronunciar.

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Los primeros planos tienen una directa relación con las sensaciones que se quieren transmitir de los personajes. Siendo una película del género policial y con una gran dosis de suspenso, se justifica plenamente el uso de este tipo de planos para destacar la expresividad de los personajes que enfrentan la resolución de un caso. Por ello, cuando en El secreto de sus ojos la cámara enfoca el rostro de los personajes uno, como espectador, se sobrecoge por sus expresiones.

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Por el contrario, en La teta asustada abundan los planos panorámicos y los planos generales, los cuales destacan, generalmente, cualidades del contexto y más que todo objetivas. En contraste, los primeros planos, que, como mencioné, describen con más detalle expresión de los personajes, son muy escasos, salvo los que enfocan a Fausta, en cuyo caso son muy acertados (me viene a la mente la escena en que se coloca una flor en la boca antes de abrir la puerta de la mansión o en la escena final cuando huele la flor de papa).

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La recepción del concepto

La historia de los premios Oscar ha demostrado que las producciones conceptualmente innovadoras, fuera de serie y expresamente revolucionarias resultan írritas para quienes deciden el resultado final de las nominaciones y que cuando se las premia se distingue al filme, al productor, al guionista, pero no siempre al director. Así como la Academia Sueca, que otorga el Nobel de Literatura, ha obviado a grandes escritores y premiado a figuras menores, la lista de directores que no han recibido un Oscar es larga: Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Quentin Tarantino, Charles Chaplin, Orson Welles, George Lucas, Ridley Scout, Brian de Palma son algunos de ellos. De otro lado, las innovaciones tecnológicas son mejor recibidas, pero tampoco aseguran que el director sea premiado.

El secreto de sus ojos posee una trama de tipo policial que permite su fácil comprensión y que, por la dinámica particular de este género, compromete de inmediato al espectador con la historia, pues, si está bien estructurada, este no se despegará hasta saber la resolución de la interrogante. Así funciona el género policial. Por esta razón, la historia de la cinta de Campanella es más universal en el sentido que cualquier espectador en el mundo puede comprenderla, ya que los referentes, es decir, el contexto y las situaciones tienen equivalentes locales, por lo que resulta más sencillo identificarse con la trama. Matices más matices menos, la burocracia y la corrupción del sistema judicial, los crímenes sexuales y las historias de amor otoñales son asuntos que forman parte del diario vivir de cualquier espectador en el mundo.

No ocurre lo mismo con La teta asustada. Los referentes culturales necesarios para contextualizar la historia son eminentemente locales, muy propios de sucesos que acontecieron en nuestro país y que, incluso, no comprometieron por igual a todos los ciudadanos. Me refiero a la violencia del conflicto armado interno y sus secuelas. A esto se añade el lenguaje metafórico de la propuesta de Claudia Llosa. Siguiendo esta línea, estoy convencido de que la riqueza de La teta asustada radica en la pluralidad de interpretaciones que se pueden extraer a partir de los simbolismos que contiene la historia: la papa, la leche materna, las perlas, el susto latente, el florecimiento de la papa, el cuidado de la madre muerta, el folklorismo de los matrimonios, etc. Sin embargo, este despliegue simbólico sumado a la distancia cultural entre el contenido de la historia y la experiencia del espectador cosmopolita puede afectar la recepción del concepto planteado por la directora.

Superar esta valla requiere de un espectador con una sensibilidad y disposición especiales para ver entrelíneas lo que la historia sugiere y no tanto lo que dice. Al respecto, la gran mayoría de asistentes a una sala de cine no posee (y no tendría que ser de otra manera obligatoriamente) expectativas analíticas o críticas: van al cine para entretenerse y punto. La labor orientadora le corresponde al crítico o a los interesados en el tema. No obstante, incluso la crítica especializada no siempre puede evitar caer en la falacia referencial: evaluar un producto cultural exclusivamente de acuerdo a los referentes propios o buscando correspondencias en la cultura propia. Cualquiera de estos dos caminos puede conducir al rechazo como a la sobrevaloración de una obra de arte concebida a partir de contextos distintos al lugar de enunciación de la crítica.

En ambos casos, subyace otra actitud a la que tampoco puede rehuir fácilmente la crítica: el influjo del exotismo y la angustia ante lo nuevo. El exotismo puede provocar una injusta apreciación de una obra arte en la medida que se le admire solo por retratar escenas extravagantes, inusuales, extrañas para la experiencia del observador, pero al mismo tiempo, muy cautivantes y seductoras. En este caso, el reconocimiento vendría por un lado que no es el cinematográfico. Asimismo, es frecuente que muchos críticos contraigan un momentáneo estado de orfandad cuando se enfrentan a una creación novedosa o con escasos o nulos puntos de comparación. De ser así, la angustia crítica se asemeja a la sensación que la página en blanco provoca en el escritor: un vacío cuya visibilidad mortifica y exige ser llenado. Entonces, recurren a la celebración apresurada, sobre la marcha de la obra o a su pronta descalificación. Si la tendencia imperante es el reconocimiento, ello influirá en que se repitan los tópicos de aquella crítica que superó la “angustia” ante lo nuevo. De lo contrario, surgirán, a contracorriente, posturas opuestas a lo que consideran la mayoría de críticos. En otras palabras, ante la duda, mejor pronunciarse antes que no decir algo, aunque fuera insustancial.

Esta breve digresión nos sirve para ilustrar esta idea: que la familiaridad de la historia desarrollada en El secreto de sus ojos contrasta con el elevado grado de abstracción de La teta asustada. Ricardo Bedoya había comentado que nos encontrábamos ante una propuesta característica del cine de autor: un tipo de cine en el cual el director tiene un papel preponderante al basarse normalmente en un guión propio y realiza su obra al margen de las presiones y limitaciones que implica el cine de los grandes estudios comerciales, lo cual le permite una mayor libertad a la hora de plasmar sus sentimientos e inquietudes en la película.

En La teta asustada el conflicto es temáticamente más abstracto y, a la vez, contextualmente más localista respecto a los hechos en los que se inspira y, por ello, más distante de la mirada tradicional, mientras que El secreto de sus ojos es conceptualmente accesible a cualquier espectador por igual. Por esta razón, deseo resaltar que la propuesta de Claudia Llosa, al tener un vuelo conceptual y contextual mucho más alto, distante y no tan al alcance de cualquier espectador —y, me atrevo a decir, de buena parte de la crítica especializada— rebasó la capacidad de recepción de un jurado, posiblemente, más acostumbrado a propuestas universales.

Una verdad de perogrullo es decir que un premio no hace mejor a una cinta o que el no haberlo ganado implique que esta sea deficiente. Tanto los que vieron La teta asustada como los que no, pero que apoyaron a su manera la nominación, hubieran deseado que se llevara el Oscar. El secreto de sus ojos tiene méritos que justifican su elección como Mejor Película y también los tenían La teta asustada, The White Ribbon, Un prophète y Ajami, pero, habiendo visto todas estas, me sigo quedando con la película de Claudia Llosa por la originalidad de su mirada cinematográfica y por la espontaneidad de la interpretación de Magaly Solier, no sin dejar de observar que, si hubiera depurado un poco más los aspectos técnicos del encuadre y de algunas interpretaciones secundarias, tal vez, en conjunto, La teta asustada habría superado a las demás. Por todo lo expuesto, estoy plenamente convencido de que el desequilibrio entre lo conceptual y los aspectos técnicos comentados no permitió que se aprecien todas las dimensiones de una película que ya es parte de la historia del cine mundial.
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