En 1925 miles de limeños oyeron la transmisión oficial de OAX en la Plaza de Armas y en la Plaza San Martín. La inauguración estuvo a cargo del presidente Leguía
Tomado de El Comercio, 21/06/10)
“Esta noche se estrena en el Excelsior el magnífico aparato receptor que le permitirá a Ud. oír la estación OAX cómodamente sentado en la butaca mientras se desarrolla el magnífico programa cómico”. De esta forma, hace 85 años, El Comercio anunciaba el nacimiento de la primera radioemisora peruana, denominada OAX, la cual más tarde llegaría a ser Radio Nacional del Perú. Eran las 9 p.m. del 15 de junio de 1925, cuando tras acabar con la instalación de aparatos transmisores de radiotelefonía —en ese entonces denominada así la radiodifusión— la estación privada Lima OAX, propiedad de la Peruvian Broadcasting Company, inició sus programas de ensayo con la transmisión de piezas de música y recitales.
UNA RADIO LITERARIA.- Las pruebas buscaban medir el nivel de alcance de las ondas sonoras, que se extendieron por cuatro días, y mejorar poco a poco su calidad y nitidez. Prueba de ello son las notas informativas que el diario El Comercio publicó en las páginas de la época para dar cuenta de los resultados obtenidos a través de receptores instalados en su sede central.
Cinco días después del inicio de los ensayos, la Peruvian Broadcasting Company, empresa creada en 1924, inauguró oficialmente la radioemisora OAX en el jirón Washington, en el Centro de Lima. La transmisión oficial se dio bajo los acordes del himno nacional. A las 11:30 a.m., la voz del entonces presidente Augusto B. Leguía era escuchada por cientos de limeños apostados en la Plaza de Armas y en la Plaza San Martín, donde, la noche anterior, se instalaron estratégicamente numerosos receptores. Por la noche, los radioescuchas pudieron disfrutar de un programa literario, conducido por el poeta José Gálvez, con lo que quedó instaurada la programación de la OAX, la cual iba de 9 a 11 de la noche.
LA RADIO PASÓ A SER PROPIEDAD DEL ESTADO.- No obstante, el entusiasmo no duró mucho tiempo. La venta de receptores, principal fuente de ingresos de la Peruvian Broadcasting Company, no logró el éxito esperado debido al alto precio de su comercialización. Al año siguiente, la empresa hace pública su disolución y es transferida al Estado mediante resolución del 6 de setiembre de 1926, con la indicación oficial de transmitir mensajes gubernamentales e informaciones sobre actos de interés público.
Tras la caída de Leguía, la OAX quedó bajo la administración de la Compañía Nacional de Radiodifusión. Luego, en 1933, se cambia el nombre a Radio Nacional del Perú. En 1937, durante el gobierno de “Óscar R. Benavides”:http://es.wikipedia.org/wiki/Óscar_R._Benavides, se inaugura el nuevo local en la avenida Petit Thouars, bajo la administración del Estado.
EL DATO.- El porqué de la OAX. La denominación OAX obedecía al término adjudicado a cada país tras la realización de la Asamblea Radiotelegráfica, donde se dispuso que cada Estado contara con una determinada letra del alfabeto para diferenciarlo de los demás. Al Perú le concedieron la letra O; en tanto las otras dos, AX, que correspondían a las letras del alfabeto, fueron de libre elección de las autoridades correspondientes, a fin de dar una identidad propia a la estación radial.
INAUGURACIÓN.- El Comercio lo informó así. Días previos a la inauguración de la OAX, Óscar Miró Quesada “Racso” explicaba la funcionalidad de la radiotelefonía en muchos países de Europa y EE.UU.: “Hoy vamos a comenzar a explicar a los lectores de El Comercio algunas de las propiedades de las ondas y cómo estas pueden servir para propagar movimientos” (18 de junio de 1925). El alto precio a los que se vendían los receptores de radio obligó a El Comercio a dedicar páginas enteras con manuales para construir receptores de cristal: “Radio. Cómo se puede construir con poco gasto un receptor a cristal” (21 de junio de 1925).
CRONOLOGÍA
1921
El Gobierno Peruano suscribe un contrato con la empresa Marconi’s Wireless Telegraph Company para administrar por 25 años los servicios de correo, telégrafos y radiotelefonía.
1924
Un grupo de empresarios crea la Peruvian Broadcasting Company para manejar el negocio de la radiodifusión telefónica en el Perú. La empresa adquiere derechos y concesiones de la Marconi Wireless.
1925
La OAX es inaugurada por el entonces presidente Augusto B. Leguía y empieza a emitir programación.
1926
Quiebra la Peruvian Broadcasting Company. El Estado adquiere los derechos y propiedades de la empresa, y entrega la administración a Marconi Wireless.
1931
La OAX es administrada por la Compañía Nacional de Radiodifusión. La Marconi protesta y entabla juicio al Estado exigiendo el cumplimiento del contrato con Leguía.
1935
La Marconi recupera la administración de las comunicaciones. La empresa entrega a cambio una moderna estación radial.
1937
Se inaugura el local nuevo y los equipos de Radio Nacional, la otrora OAX. Miguel Mc Nulty es presentado como gerente de la emisora.
1937
El entonces presidente Benavides promulga un reglamento de radiodifusión que admitía el otorgamiento de licencias a empresas privadas de radiodifusión comercial.
NOTA DE ESTE BLOG.- Como hemos visto, en 1925 comienza a operar en forma permanente la primera estación de radio peruana. Tenía el nombre de OAX y sus estudios estaban ubicados en la calle Washington. A la inauguración asistió el presidente Leguía; Antonio Garland fue su primer director artístico, y Rosa Hernando y Juan Fernández Stoll sus primeros locutores. En 1926 la OAX pasó a depender del Estado. Los programas de la OAX fueron escuchados en el extranjero y el interior del país. En un inicio fueron retransmisiones de acontecimientos públicos: la temporada de ópera en el Teatro Forero; el sermón de las tres horas durante el Viernes Santo; los mensajes presidenciales desde el Congreso; los partidos del campeonato de fútbol desde el Estadio de madera; diversas ceremonias en el Palacio de Gobierno, la Municipalidad o la Universidad de San Marcos, las primeras películas sonoras desde los cines Princesa y Excelsior.
Luego aparecieron más estaciones de radio y con los años se desarrolló el teatro del aire y las “radionovelas”, estas últimas acaparaban la sintonía masiva de las amas de casa. La música nacional, como el vals, a través de distintos intérpretes, vivió sus mejores años en cuanto a su difusión y aceptación popular. La radio, además, hizo aparecer nuevas modalidades para la propaganda comercial. Al mismo tiempo, en las ciudades aumentó el número de tiendas dedicadas a la venta de aparatos de radio y accesorios y el de los técnicos para la reparación del artefacto de moda.
Sin embargo, hasta los años cuarenta los aparatos de radio funcionaban solo a través de energía eléctrica. La “revolución” fue la aparición, en los años cincuenta, del radio a transistores, totalmente portátil y alimentado por económicas pilas de manganeso. La radio se “democratizó” al ser parte común del menaje de las casas campesinas y un acompañante frecuente del trabajador minero o del servicio doméstico, durante sus labores. Precisamente la radio, junto con el fenómeno de la migración a la capital y a las ciudades de la costa, dio paso a la aparición de las figuras populares de la música folklórica. El “Jilguero del Huascarán”, el “Zorzal Andino”, el “Picaflor de los Andes”, junto con “Flor Pucarina” y muchas otros intérpretes, surgieron como ídolos populares a escala casi nacional. Además de transmitir su música por radio, llenaban los coliseos de las ciudades y campos deportivos durante los fines de semana. De esta manera la música folklórica dejó de ser una expresión solo de los poblados andinos. El huayno alcanzó dimensión nacional y sus compositores eran invitados a las radios, aparecían en los periódicos y eran tentados por empresas discográficas.
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