Aquí vamos a desempolvar proyectos arquitectónicos que nunca se realizaron en Lima. Quizá el primer antecedente del siglo XX, fue cuando el presidente Guillermo Billinghurst, en 1912, propuso la construcción de un puente que uniera La Punta con la Isla San Lorenzo. La fuente es la revista El Arquitecto Peruano (1937-1977), fundada por el arquitecto y ex presidente Fernando Belaude Terry. Aquí los principales obras de la Lima “imposible”, según el estudio de hizo José Luis Villanueva Castañeda “Lima (im)posible. Proyectos no realizados publicados en El arquitecto Peruano” (Logo/topo, n°1, 2008):
1. La cúpula del Palacio de Justicia.- Ya la propia construcción de este edificio provocó una fuerte polémica por su poca originalidad, ya que era una copia casi fiel del Palacio de Justicia de Bruselas; la crítica también subrayaba su estilo anacrónico, propio del siglo XIX. Pero, contra viento y marea, la obra, realizada por Bruno Paprocky, continuó y la idea era que Lima contara con una construcción monumental, a la par de otras ciudades latinoamericanas (por ello, su estrecho parecido al Palacio del Congreso en Buenos Aires). El proyecto, inicialmente, contemplaba la cúpula, pero, por razones económicas, nunca se construyó.
b. El proyecto de una basílica para Santa Rosa de Lima.- Este fue el proyecto no realizado más comentado y difundido a lo largo de varios años. La primera referencia al proyecto data de 1939 (número del 18 de enero) cuando la revista publicó una serie de imágenes sobre la basílica. Iba a tener una gran portada coronada con la imagen de la santa limeña, precedida por una gran plaza y un sendero procesional hacia unas escalinatas de piedra. El proyecto era del arquitecto Héctor Velarde y se basaba en uno que había sido escrito por Manuel Piqueras Cotolí. De esta manera, se formó el Comité Nacional de Señoras Pro-Basílica Santa Rosa, presidido por Anita Fernandino de Álvarez-Calderón. ¿Qué pasó luego de este entusiasmo inicial? Uno de los primeros inconvenientes era su monumentalidad y el carácter indigenista del diseño. En efecto, el proyecto era demasiado indígena para los sectores conservadores en el poder, que además defendían la estirpe colonial de Lima. Además, la heredera de Piqueras Cotolí enviaron una carta al Comité para que no se utilicen los proyectos o ideas de su difunto esposo. Otro problema era dónde encontrar los 35 mil metros cuadrados que requería la obra según el diseño: 5 mil para la basílica y el resto para la plaza con sus jardines. Si la nueva basílica reemplazaba al actual convento y claustro de Santa Rosa (en la avenida Tacna), no solo se hubiera tenido que destruir ese templo sino usar 4 manzanas para montar la plaza. Por ello, se pensó como una posible ubicación el Cerro San Cristóbal. Finalmente, el 15 de abril de 1959, se declaró Monumento Nacional al convento de Santa Rosa y así se puso punto final al proyecto.
c. La nueva plaza de Acho.- El primer proyecto de reforma data de 1939 cuando el ingeniero Luis Velásquez (número de octubre) propuso rebajar el nivel del ruedo 50 metros para reducir su diámetro a 62 metros y ampliar la capacidad de sus instalaciones. Otro proyecto data de 1941 cuando el arquitecto Gabriel Tizón Ferreyros propuso elevar el aforo de la plaza a 25 personas. Finalmente, en 1944 se iniciaron los trabajos de remodelación de la plaza bajo otro proyecto, encabezado por los hermanos Fernando y Antonio Graña Elizalde y el ingeniero Alejandro Graña Garland.
d. Un nuevo Terminal terrestre.- En 1940 el arquitecto Fernando Dammert (número de noviembre) presentó un proyecto para dotar a Lima de un Terminal terrestre que hasta ahora requiera nuestra ciudad. Este proyecto estaba propuesto para ubicarse al frente de la Plaza de Acho, con diversas estaciones, áreas verdes y un edificio destinado al embarque y desembarque de pasajeros.
e. El nuevo Estadio Nacional.- La idea era que Lima contara con un gran Estadio Nacional, de acuerdo alas expectativas de los deportistas y las competencias internacionales. Así, en 1942, el arquitecto Félix Cárdenas Castro presentó la primera propuesta par revolucionar la infraestructura deportiva peruana. El nuevo estadio estaba emplazado entre Lima y callao, en la actual avenida Venezuela y se extendería en una superficie de más de un millón de metros cuadrados, más ambicioso que el actual Estadio nacional. En realidad se trataba de una gran Ciudad Deportiva, donde el estadio, para 100 mil espectadores, abarcaría 65 mil metros cuadrados. Al final, la obra del nuevo estadio se paralizó por problemas económicos y, años más tarde, el gobierno cedió ese inmenso terreno, con el estadio a medio hacer, para que se construya la Ciudad Universitaria de San Marcos.
f. El coliseo cerrado de Miraflores.- En 1966, tres arquitectos hicieron una propuesta para construir un coliseo cerrado en Miraflores aprovechando la pendiente en el Malecón de la Reserva. La idea era convertir al malecón de Miraflores en un gran centro de recreación, con áreas verdes y centros deportivos. La ubicación era estratégica pues los accesos podía ser desde las avenidas Armendariz y La Paz o desde el Paseo de la República; también se pensó en un puente para unir Miraflores con Barranco. El coliseo tenía capacidad para 12 mil espectadores y, dentro de él, podían practicarse tenis, básquet, vóley, boxeo, etc. Era una especie de polideportivo metropolitano.
g. La plaza Perú.- En 1938 (número de octubre) se publicó un gran proyecto urbano de tipo paisajista. Ideado por el arquitecto Bruno Paprocky, se trataba de una sucesión de 4 grandes plazas ubicadas en las manzanas del damero de Pizarro y que dejaban al descubierto, y frente afrente, el Palacio de Gobierno y el Palacio Legislativo, además de otros monumentos de carácter histórico, como la Estación de Desamparados y el convento de San Francisco. El proyecto hacía incapié en “La necesidad de construir una gran plaza en la parte central de Lima antigua que, embelleciendo una zona que daría frente a nuestros principales edificios públicos, al mismo tiempo que ayudaría a resolver el gravísimo problema actual del estacionamiento de carros al presente y para el futuro”. En efecto, el proyecto contemplaba la construcción de un gran estacionamiento subterráneo en las cuatro manzanas que abarcaba la Plaza Perú. Finalmente, cada plaza debía destinarse a representar una parte de la historia del Perú: el Incanato, el Virreinato, La Independencia y la República (en el proyecto, cada plaza debía tener una escultura central que la identificara y, en los jardines laterales, esculturas de diversos artistas de todo el Perú).
h. El megapuerto en la isla San Lorenzo.- Este megaproyecto no aparece en el Arquitecto Peruano; está en Internet (www.megapuerto.net) y es relativamente reciente, pues se remonta a finales de la década de 1990. Se trata de un proyecto integral, “llamado Mega Terminal Multimodal de la Isla San Lorenzo-Callao, que se conecta con el Corredor Interoceánico Pacífico-Atlántico, Perú-Brasil como partes de la cadena logística al servicio de súper naves post panamax (SPPS), ultra largas de contenedores (ULCS), súper cruceros (SCS) y súper aeronaves en actual operación en mas del 60% del transporte mundial y que para el año 2015 serán más del 80% transportando mas de los 1,200 millones de TM/año de carga de América Latina, que por exigencias de precios mas competitivos que los barcos panamax (naves diseñados para cruzar por el canal de Panamá inaugurado en el año1914 ), por demandas de máxima competitividad inherente a la globalización del transporte interoceánico y del comercio internacional insertados en macro economías de escala máxima, y por vital necesidad pública, por interés social de reducir sobre costos portuarios, navieros y aerocomerciales y por preferente interés nacional de superar ineficiencias, monopolios y riesgosa dependencia foránea del transporte marítimo y aerocomercial que comprometen la seguridad nacional y afecta nuestros estándares de desarrollo e integración”.
PROYECTOS CONCEBIDOS DURANTE EL “ONCENIO” DE LEGUÍA…
Así era el nuevo palacio municipal que quería construir Leguía, con cierto parecido al de Bruselas; el Museo de la Cultura Peruana, ubicado en la avenida Alfonso Ugarte, sí se llegó a concretar.
Así debía quedar el Paseo de la Repúiblica, con el Palacio de Justicia y su cúpula; abajo, el hall del Teatro Municipal, obra que sí se concluyó.
Esta fue la proyectada Avenida 28 de julio, que debía unir la Plaza de Armas con la Plaza San Martín (imágenes tomadas del libro de Gabriel Ramón, “La muralla y los callejones: intervención urbana y proyecto político en Lima durante la segunda mitad del siglo XIX”)
Este es otro proyecto que nunca se realizó: un malecón sobre la margen izquierda del río Rímac
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