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Tolerancia, resistencia y perseverancia en Milk de Gus Van Sant

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Algunas de las más importantes cintas de Gus Van Sant se han caracterizado por abordar los conflictos del mundo adolescente y juvenil, tal como sucede en Good Will Hunting (1997), Elephant (2003), Last Days (2005) y Paranoid Park (2007). Sin embargo, en Milk (2008), este tema no es lo más relevante, sino, sobre todo, el compromiso de un individuo sexualmente marginal en una sociedad resistente a los cambios.

En esta película, se narra la historia de Harvey Milk, quien fuera el primer funcionario público que reconociera abiertamente su homosexualidad en California, desde tenía encuentros furtivos con parejas ocasionales hasta su consolidación como activista político y social cuyo compromiso con las minorías homosexuales contribuyó a la realización de importantes reformas en favor del reconocimiento de derechos civiles para dichas minorías. Durante este periodo de evolución, asistimos a la transformación de un líder que encuentra en la carrera política una vía para generar cambios sociales. Este es un primer aspecto que merece resaltarse: la idea de que desde la marginalidad es posible desestabilizar las estructuras que, aparentemente, son estáticas. En el filme, se aprecia que Harvey Milk no siempre tuvo la idea de ser un líder social de los derechos homosexuales, sino que, debido a las adversidades que le tocó enfrentar, vio por conveniente elegir entre la inacción complaciente o la abierta protesta contra una situación injusta.

Una segunda idea que me parece importante analizar en esta película es lo relativo a la tolerancia con lo diferente. La tolerancia es una noción que cobró notable importancia a partir de la difusión que le otorgaron los Estudios Culturales y la teoría de la posmodernidad en las décadas de los 60 hacia adelante. Este concepto está vinculado a la diferencia y a la capacidad que tienen los individuos para admitir creencias y/o costumbres adversas o distintas a las propias. Al respecto, la historia de los Estados Unidos nos ha demostrado que es una sociedad de grandes contradicciones. Si bien institucionalmente es una democracia, muchas veces ello no se tradujo en una situación real para aquellos sujetos que no encajaban dentro de los límites de la razón democrática estadounidense porque para estas minorías (sociales, raciales, religiosas, y de género) aquella democracia no era inclusiva, sino más bien autoritaria y resistente al cambio.

Durante su ascenso hacia la legislatura en el condado de San Francisco, Harvey Milk enfrentó no solo la resistencia de los sectores más tradicionales y conservadores de la sociedad estadounidense, sino además de los representantes más encumbrados e influyentes de la comunidad homosexual. Frente a ello, si alguna característica pretende resaltar el director, esta tiene que ver con la perseverancia de un hombre que sacrifica su vida personal en aras de un compromiso mayor, sin importar cuántas veces le sea negada la oportunidad de acceder al poder para iniciar el anhelado cambio. Por ello, la tolerancia no debe entenderse como un pretexto para admitir la desigualdad o resignarse ante una situación abiertamente injusta, sino como un medio para iniciar un acercamiento que, luego de superar la simple aceptación de lo diferente, de paso a la interacción de las partes en conflicto.

Otro aspecto que merece destacarse es, a propósito de lo anterior, la resistencia de ciertos sectores de la sociedad civil ante el cambio inminente. La cinta muestra, a través de la vida de Milk, que las transformaciones sociales radicales pueden tener éxito si son conducidas por líderes sociales que no renuncian a participar en el juego político. a pesar de las dificultades que plantea este desafío. La primera de ellas consiste en vencer tanto la resistencia de los intolerantes como la de los pesimistas o la de los indiferentes. La mirada que le imprime Gus Van Sant al personaje de Milk consiste, precisamente, en destacar su compromiso con el ideal que lo anima a participar en política, el cual busca romper la resistencia y el divisionismo. La escena en que Milk presenta a una lesbiana como su nueva jefa de campaña grafica muy bien esto que afirmo: el staff de Milk desconfía de ella por su sexo; sin embargo, aquel insiste en integrarla a su propuesta seguro de que había que comenzar por casa. Por esta razón, la lucha iniciada por Milk y el grupo que lo acompañó durante sus campañas y después de su muerte no habría tenido éxito si es que una gran parte de la comunidad homosexual no participaba unida.

Respecto a las actuaciones, Sean Penn interpreta al Harvey Milk de manera sobresaliente, lo cual lo convierte en un fuerte candidato al Oscar a mejor actor principal. Se nota que a la producción le preocupó mucho la caracterización de los personajes y la ambientación, ya que la cinta se interesa por reflejar el entorno amical íntimo de Milk. El propio Cleve Jones, amigo personal de Milk, participó en el diseño de la escenografía en exteriores en el barrio de Castro, lugar donde acontecieron los hechos reales. Josh Brolin, James Franco y Diego Luna cumplen con los roles asignados, aunque al mexicano todavía le falta más trajín por estos lares: por momentos se le notaba muy disforzado y exagerado en sus apariciones. Franco interpreta a la pareja sentimental de Milk y Brolin, al rival político que lo asesina.

Con esta película, Gus Van Sant reafirma su calidad como un director que profundiza en la psicología de los personajes que construye, aún cuando estos tuvieran un referente en la realidad como el caso de Harvey Milk. Sin duda, es un filme que no deberíamos ignorar.

Título original: Milk
Año: 2008
País: USA
Duración: 128 minutos
Director: Gus Van Sant

Reparto: Sean Penn (Harvey Milk), Emile Hirsch (Cleve Jones), Josh Brolin (Dan White), Diego Luna (Jack Lira), James Franco (Scott Smith), Victor Garber (Mayor George Moscone), Denis O’Hare (Senador John Briggs), Stephen Spinella (Rick Stokes), Alison Pill (Anne Kronenberg).
Guión: Dustin Lance Black.
Producción: Bruce Cohen, Dan Jinks y Michael London.
Música: Danny Elfman.
Fotografía: Harris Savides.
Montaje: Elliot Graham y Gus Van Sant.
Diseño de producción: Bill Groom.
Vestuario: Danny Glicker.
Productora: Focus Features.
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