CAYÓ EL HOMBRE

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Henry Cesar Rivas Sucari
henryrivas2001@yahoo.es

El proceso político que los latinoamericanos estamos viviendo es la versión final de las películas sobre gangster ítaloamericanos, pero nuestros gangster en este caso son políticos. Los dictadores en Latinoamérica generalmente o eran derrocados por otros parecidos a ellos, o vivían finalmente con impunidad. Pero pretender hacerles un juicio, o que paguen por sus atrocidades parecía solo digno de una película norteamericana sobre bribones.

Las discusiones en Latinoamérica nos han llevado a políticas de derecha y de izquierda. Ambas corruptas y pésimamente ejecutadas. Pinochet llegó a ser detenido por orden del juez de la Audiencia Nacional española; Baltasar Garzón en Londres, y permaneció dieciséis meses bajo arresto; si bien fue devuelto a su país, sus últimos años fueron abrumados por sus crímenes y latrocinios. Esa es la herencia que le ha dejado a su familia. Fujimori, el dictador que fugó del Perú con pasaporte japonés, volvió para ser extraditado y enjuiciado. Y ahora, el mayor de todos, el Premio Nóbel de los dictadores, Fidel Castro, después de casi 50 años en el poder; renunció a la presidencia de su país, enfermo y aún lúcido.

Se abren las puertas para elecciones libres y juicios internacionales. Si Fidel ya no es jefe de estado puede ser juzgado por sus crímenes, y muchos países piden ese derecho. La Audiencia Nacional española, tribunal que en los últimos años ha rechazado varias querellas contra él por la inmunidad que, según el derecho internacional, le otorgaba ese cargo, ahora tiene la oportunidad y la situación será distinta. Castro con su maltrecha salud, podría enfrentar juicios y pedidos de extradiciones.

Mientras tanto los norteamericanos no perdieron el tiempo; John Negroponte, subsecretario de Estado norteamericano; anunció que Estados Unidos no levantará el embargo a corto plazo. Un error, considerando que La ONU, en más de una vez recomendó a este país a dejar sin efecto dicha medida; además una medida torpe que dura tantas décadas y cuyo único logro ha sido el desprestigio de Estados Unidos y la razón para el régimen de Fidel Castro, como víctima del imperio.

Esperemos también, ya que la mano de la justicia debe alcanzar a todos, un esclarecimiento e investigación, sobre los intentos de asesinato organizados por la CIA, y por lo tanto, del gobierno norteamericano; hacia presidentes y líderes de otros países, entre ellos, Fidel Castro. Porque si Castro debe pagar por las tres mil muertes de su país. Bush también tiene una deuda con el mundo, por los asesinados civiles en Irak.

Los latinoamericanos no queremos apagar el televisor, hay película para rato.

Puntuación: 5.00 / Votos: 5

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