Contrateorías. Estudios de crítica literaria.
Carlos Arturo Caballero Medina,
Quimera, Arequipa, 2017. Perú.
Por Goyo Torres Santillana
Universidad Nacional de San Agustín
Publicado en Critica.cl Revista Latinoamericana de Ensayo
En los estudios literarios existen tres áreas que hay que diferenciar: la historiografía, la teoría literaria y la crítica literaria. La historiografía es el estudio diacrónico y/o sincrónico del devenir de una tradición literaria;la historiografía establece clasificaciones de obras, autores y corrientes que surgieron en un determinado momento o contexto social, etc. Por su parte, la teoría literaria es un área que podría decirse justifica ontológica y epistemológicamente una disciplina como los Estudios Literarios. Es la que construye el objeto de estudio de esta disciplina. La teoría literaria no manipula obras concretas;trabaja con ideas, construye categorías y esquemas explicativos de ideas a partir del hecho o fenómeno literario. En cambio, la crítica literaria es una disciplina de los estudios literarios que trabaja con obras literarias concretas: un poemario, un libro de cuentos, una novela, un texto teatral. El objeto de estudio de la crítica literaria es, entonces, una obra específica, un corpus determinado. La crítica literaria se aproxima a este objeto de estudio para analizarlo, esbozar una interpretación; y eventualmente, elaborar hipótesis y juicios de valor. Para esta aproximación a un texto cualquiera, la crítica se vale de categorías, modelos y estructuras que le proporciona la teoría literaria.
En ese sentido, el libro Contraterías. Estudios de crítica literaria (Quimera, 2017) de Arturo Caballero es, precisamente como señala el subtítulo del libro, un texto de crítica literaria, no un libro de historiografía ni un libro de teoría literaria y menos una obra de ficción.
Contrateorías consta de tres secciones: «Mario Vargas Llosa. Literatura y política» reúne cuatro artículos críticos que giran entorno a nuestro premio nobel y su actividad como escritor e intelectual. Se efectúa un análisis bastante lúcido sobre la propuesta del indigenismo que hace Vargas Llosa en Historia de Mayta (1984). Igualmente se revisa la Teoría de la novela que maneja el autor para concebir y escribir sus novelas. Y cómo esta concepción particular de novela es al mismo tiempo, una concepción política.
«Hayek, Poper y Berlin. Fuentes del pensamiento liberal de Mario Vargas Llosa» es, para mi gusto, uno de los más sugerentes de esta sección. Con pasión de arqueólogo de las ideas, Arturo Caballero, efectúa una pesquisa desde cuándo, cómo y por qué se produce el giro ideológico-político del autor de la Guerra del fin del mundo(1981), de una militancia de izquierda en su juventud a una posición neoliberal a ultranza en su madurez, además de los autores ylibros que influyeron en ese cambio.También se revisa la posición e ideas de Nobel peruano sobre Arguedas y cuál es el fundamento teórico para la crítica que le hace al autor de Todas las sangres(1964) y Los ríos profundos(1948).
Sobre la sección segunda, «Contrateorías» considero que es el corazón del libro. Contiene 4 ensayos; sin embargo, destacaré dos. «Sabotaje,crítica y violencia política». En este trabajo, el autor expone las ideas de Manuel Asensi, quien propone el sabotaje como un modo de lectura que impugna el modelo de mundo sugerido por los discursos. El crítico español al asumir el sabotaje como modelo de lectura para determinar si un discurso sostiene un modelo de mundo opresor y liberador. En opinión de Caballero, un crítico que hace este tipo de labor en el país es Miguel Ángel Huamán que efectúa un desmontaje de la crítica hecha por Faverón al tema de la violencia política y al reduccionismo que practica este para explicar un fenómeno tan complejo.
El otro artículo que deseo resaltar es precisamente «Contrateoría: el malestar en la crítica». En resumen, aquí se explica que la Contrateoría es una crítica a algunas teorías literarias. La Contrateoría plantea que la teoría literaria requiere distanciarse del influjo de cierta posmodernidad que inhabilita el pensamiento crítico, lo cual ha convertido la crítica en un cuerpo débil ante el avance del capitalismo neoliberal, (sistema, dicho sea de paso, que ve al profesor como un empleado, al estudiante como un cliente y la producción de conocimiento y la evaluación del recurso humano educativo sujeta a los estándares de instituciones científicas globales). Rodolfo Kusch, ese ermitaño filósofo argentino, sería en América Latina, uno de los impulsores de un programa contrateórico.
La tercera sección que lleva por título «Novela y violencia política».En ella se hace una revisión de la crítica efectuada a algunas novelas en el Perú y América Latina. Así, se analiza lo manifestado por críticos sobre la novela Candela quema luceros (1988) de Félix Huamán Cabrera que aborda el tema de la violencia del estado y la cultura hegemónica frente a prácticas ancestrales de una comunidad andina. Igualmente, se hace un revisión de lo que la crítica ha dicho sobre La hora azul(2005), novela de Alonso Cueto. Más adelante, analiza Ciencias morales (2010) novela del argentino Martin Kohan en el que encuentra un claro ejemplo de cómo la escuela se convierte en una institución de poder que controla, disciplina y manipula a los individuos sin que estos perciban dicho proceso. No en vano el título de este artículo El arte de vigilar y castigar guarda una relación directa con el libro de Michel Foucault, Vigilar y castigar(1975). Finalmente, aborda Retablo (2004) del escritor peruano Julián Pérez Huarancca desde una entrada kristeviana y habla sobre la violencia política en el Perú.
A pesar de la densidad teórica de la mayoría de los temas del libro, la virtud de Arturo Caballero es explicar con suma claridad estos asuntos, sin que el tema pierda esencia ni rigurosidad académica.El libro se lee con facilidad y hasta con placer, lo que no siempre ocurre en libros de esta naturaleza.