El Fuerte de Copacabana

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Ubicado entre las playas de Copacabana y Arpoador, el Fuerte de Copacabana alberga parte de la historia republicana del Brasil. Actualmente es un museo que contiene una exposición permanente dedicada a la historia del ejército del Brasil en la que se detalla su influencia en la vida política y en la consolidación de una idea de nación desde su creación en la Colonia hasta las décadas más recientes. Pero, sin duda, su mayor atractivo son las cúpulas del fuerte, cuyos interiores se han acondicionado como un museo que exhibe cómo era la vida diaria de los oficiales y soldados allí destacados.

El Fuerte de Copacabana fue inaugurado el 28 de setiembre de 1914. Sin embargo, los proyectos para su construcción datan desde la Colonia, puesto que se precisaba de una fortaleza que afianzara las defensas de la principal metrópoli de la época ante la amenaza de piratas e invasores extranjeros. El fuerte fue escenario de varios momentos importantes de la vida republicana del Brasil. El que posiblemente ha quedado más patente en la memoria de la nación es la “Revolución de los 18” protagonizada por un puñado de jóvenes oficiales en julio de 1922 quienes se alzaron en armas contra el presidente Artur Bernardes. La rebelión fue comandada por el capitán Euclides Hermes da Fonseca en rechazo al encarcelamiento de su padre, el mariscal Hermes da Fonseca, ordenado por el electo presidente Bernardes. El mariscal y ex presidente Fonseca gozaba de un gran prestigio dentro del ejército, pero fue encarcelado por ordenar al ejército que no reprima con violencia los alzamientos de los pobladores descontentos con el gobierno de Bernardes. La revuelta no tuvo la acogida prevista entre los mandos militares por lo cual los rebeldes fueron sitiados rápidamente en el Fuerte de Copacabana. El capitán Euclides da Fonseca fue tomado prisionero luego de las negociaciones. El teniente Siqueira Campos a cargo de un reducido contigente de hombres decidió no confrontar a las fuerzas leales al gobierno en el fuerte sino que saldrían caminando rumbo al palacio ministerial dispuestos a todo. Cortaron una bandera en 29 pedazos y la repartieron a cada uno de los rebeldes. Este episodio de la revuelta es conocido como la “Marcha de la muerte”. Durante la marcha algunos se rindieron y otros desertaron; al final quedaron 9 hombres a los cuales se unió un civil. Todos fueron abatidos por las fuerzas leales al gobierno federal.

El Museo Histórico del Ejército contiene una muestra que recrea la trayectoria del ejército del Brasil denominada “O Exército na formação da nacionalidade” (El Ejército en la formación de la nacionalidad) durante el periodo colonial, imperial y republicano. Destaca la figura de Pedro de Teixeira, cuya aventura expedicionaria más allá de los límites del Tratado de Tordesillas, que fijaba la frontera entre la corona portuguesa y española, culminó en la expansión del Brasil hacia la Amazonía. Teixeira remontó el Amazonas hasta llegar a Quito y durante su expedición sometió diversos territorios, fijó bases y trazó mapas que sirvieron de referencias para posteriores incursiones. Otra personalidad notable en el museo es Luis Alves de Lima e Silva, conocido como el Duque de Caxias, patrono del ejército del Brasil. Este connotado oficial tuvo una destacada trayectoria militar durante las guerras de independencia, el mantenimiento del orden público en la etapa posimperial, el aplacamiento de las rebeliones antiesclavistas, la guerra de la Triple Alianza, la consolidación de la unidad nacional brasileña y el fortalecimiento del poder central.

Después de visitar los espacios históricos es posible tomar un descanso un beber o comer en el “Café do Forte”, desde donde se goza de una excelente vista a la playa de Copacabana, o visitar la sala de exposiciones temporales que por estos días muestra cuadros costumbristas que dan cuenta de las escenas de la vida urbana de Río de Janeiro a mediados del siglo XIX. Desde la parte superior de las cúpulas “Duque de Caxias” y “Andre Vidal” se tiene una vista magnífica de toda la bahía de Copacabana y de las islas que se encuentran al frente.

El Fuerte de Copacabana nos ofrece una muy buena oportunidad para conocer la historia de la ciudad de Río de Janeiro. Si tiene la ocasión de visitar esta ciudad, haga una parada al final de la playa de Copacabana como quien va a Ipanema y luego, simplemente, siga disfrutando de la playa más sensual de todo el mundo a ritmo de bossanova y abrazado por las tibias aguas de Atlántico.

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