Literatura y creación I. Marissa Duthurburu

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Carlos Arturo Caballero
acaballerom@pucp.edu.pe

El viernes 3 de julio, finalizó el Taller de creatividad literaria en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). El taller comprendió, en la primera parte, un acercamiento a la técnica narrativa a través algunos relatos de escritores contemporáneos. En la segunda parte, se abordó la poesía y algunas estrategias para motivar la creatividad, vinculadas al entorno urbano y al diario como una herramienta de introspección que despierta la creatividad. Ambas secciones del taller fueron dictadas por el autor de esta nota y por el profesor Jaime Zapata. Como parte de las actividades del taller, iremos publicando los textos de los talleristas, tanto relatos breves como poesía. En esta oportunidad, presentamos la prosa poética de Marissa Duthurburu.

Marissa Duthurburu (Lima, 1990)
Estudiante de Arquitectura
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas

No te abandono

Te conozco desde que nací, desde el primer momento en que llenaste mis pulmones con ese aire de urbe y emoción tan típico de ti. Me viste dormir, me vista soñar. Me viste sonreír por primera vez. Tomaste mi mano cuando empecé a caminar y luego, al crecer, me empujaste un par de veces para que cayera y aprendiera a levantarme sola. Bajo tu mirada gris, lloré más de una vez; oí tu voz, un murmullo en el viento, el ronroneo de motores… Avanza.

¿Cómo olvidarme de ti al acordarme de mí? ¿Cómo no hablar a los demás de ti si me enseñaste todo lo que sé? Lima mía, ciudad donde reí, ciudad de mi primer amor… Ciudad que aún se mece bajo una huella colonial…

No eres lo que solías ser. No puedo salir a tus calles sin pensar que corro peligro. No puedo estar tranquila sabiendo que con la polera que no usé, un niño pudo haber pasado la noche sin sentir las garras del frío en su piel descubierta.

Ciudad de contrastes, ¿en qué momento ocurrió? Todo el invierno nos suplicas con lágrimas que flotan a nuestro alrededor, y te desesperas al comprender que seguimos enfrascados en nuestra rutina, y no escuchamos lo que tratas de decir. Pero, ¿qué tratas de decir?

Lima de mi vida, yo no te abandono, no, y tampoco lo hará el resto. Porque vivimos en ti, y tú estás en todas partes. Eres el niño que sonríe, el enfermo que se queja, el esposo que trabaja, la madre que camina. Eres la bocina de un camión, el girasol de un novio a su amada, un disparo en la distancia y los gritos de terror, una hoja que baila en el viento, edificios imperiales, cosquilleo del mar, mis manos, mis pies, mi reflejo y mi alrededor. Y yo no te abandono. Hoy no te abandono.

Fórmula 1 Red Bull

Sábado
Lima
Multitud
Emoción
¡Apachúrrense!
¡Arrímense!
¿Empezó?
¿Empezó?

Cámara
Flash
Empínate
Agáchate
¿Pasó?
¿Pasó?
Giró
¡Voló!

Velocidad
Destreza
Adrenalina
Pasión
Motor
Ruido
“¡Repetición!”
Se exclamó

Admiración
Fascinante
Sonrisas
Sorpresas
Coulthard
Triunfante
Combi
Anhelante

Rapidez
Aceleración
Carro y
Corazón
Huellas
Autopista
Tu memoria
Mi memoria.

Al despertar

Hoy me despertaré y pensaré que es un nuevo día. Miraré por la ventana y agradeceré a Dios por estar aquí. Me tomará un buen rato decidir levantarme o no, pero después de haberlo meditado me pararé e iré a desayunar. De seguro encontraré a mi perro dormido en el sillón de la sala y será la misma historia de todos los días.

Luego, poco a poco, los recuerdos irán regresando a mi memoria. Mi familia, la universidad, mis amigos. Pensaré en lo que haré hoy día y soñaré con lo que voy a hacer mañana… Y me regresaré abruptamente de las fantasías de mi mente con el sonido de mi celular. Mi corazón se acelerará, y probablemente tropiece al correr a contestarlo, pues antes de ver la pantalla sabré que estoy a punto de escuchar a la persona que más amo en el mundo. Le diré que lo extrañé con una sonrisa enamorada y, probablemente mi hermana pase a mi costado y me pregunte por qué pongo cara de idiota si él no me puede ver.

Iré a la universidad, o a visitar a una de mis abuelas. Tal vez decida pasar a saludar a alguna amiga, o ir a montar. Me atraerá la última posibilidad, y comenzaré a imaginarme sentada en mi caballo, galopando al lado del pasto verde con el cielo celeste y viento soplando en mi cara y el sol tibio calentando mi piel… Recordaré la sensación de libertad, de estar sin preocupaciones en ese pedazo de verde al medio de tanto gris.

Llegará la tarde, y después la noche, y con un libro, o el sonido del timbre, una broma o una canción en la radio, comenzará otra historia. Y con un beso de buenas noches, terminará.

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