Archivo por meses: junio 2009

Conversatorio sobre Mariátegui en el Dominó

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Arturo Caballero Medina

El sábado último, tuvimos la oportunidad de reencontrarnos después de mucho tiempo, algunos colegas de Literatura de Arequipa, Lima y Puno que desde hace algún tiempo radican en Lima donde ejercen la docencia universitaria. El encuentro ocurrió a propósito de una mesa de debate entre un grupo de profesores y alumnos de la Escuela de Literatura de San Marcos, convocados por Dorian Espezúa. El tema de la reunión fueron los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de José Carlos Mariátegui. En el café Dominó de la Plaza San Martín estuvimos reunidos, además, Giuliano Terrones (UNFV), Henry Rivas (UPC), Mauro Mamani (UNMSM) y Nécker Salazar (UNFV).

Algunos aspectos de la obra más emblemática del Amauta fueron tratados a lo largo del conversatorio. Respecto a la originalidad de Mariátegui, los presentes coincidimos en que su prosa ensayística sentó un precedente respecto a la estética literaria del ensayo. Si bien Facundo de Sarmiento o Ariel de Rodó transitan entre la novela y el ensayo, en los Siete Ensayos queda muy claro que se trata de una prosa de no ficción, pero que no deja de lado el aspecto estético de la prosa ensayística, es decir, en lo referente a la persuasión, la claridad y el abordaje directo y sin digresiones excesivas que caracterizan los ensayos de Mariátegui. Otro aspecto original de esta obra tiene que ver con su visión de la cultura. Los Siete Ensayos han sido considerados por la crítica contemporánea latinoamericana como un antecedente de los estudios culturales. El Amauta hizo lo que en los años 60 y 70 los marxistas ingleses disidentes de la militancia ortodoxa, entre ellos Raymond Williams, hicieron con el marxismo: aplicarlo como método para la explicación de fenómenos culturales, lo cual trasciende el ámbito tradicional de la economía y la sociedad. Los Siete Ensayos son precisamente eso, una aplicación del marxismo como método de interpretación de la cultura peruana. Sin embargo, la impronta de la determinación económica atraviesa todos los ensayos, aunque en el último, “El proceso de la literatura”, es más evidente el sesgo culturalista que el económico.

En relación con lo anterior, tenemos que en su análisis sobre la literatura peruana, Mariátegui es conciente de que su filiación marxista está presente; sin embargo, ello no es obstáculo para que elabore una lectura desprejuiciada de la obra de autores como Eguren o Martín Adán, cuyos textos no encajaban en lo que se consideraba como literatura revolucionaria o progresista y que, además, fuera catalogada por algunos críticos marxistas locales como no comprometida, esteticista o burguesa. Por el contrario, a Mariátegui, el marxismo no le impidió desarrollar un juicio estético de la literatura.

Uno de los puntos finales con el que cerramos el conversatorio estaba relacionado con la vigencia de su pensamiento. En lo referente a la cultura, podemos afirmar que Mariátegui tuvo una visión dualista de la realidad cultural peruana. Al inicio de “El proceso de la literatura” puso especial énfasis en que la literatura y la cultura peruana estaba dividida entre los hispánico y lo quechua y que, en consecuencia, subsistía una jerarquía en la que lo quechua era marginal. Esta apreciación dualista de la cultura deja de lado todas aquellas manifestaciones no hispánicas y no quechuas que también luchan por obtener reconocimiento. Hoy en día, esa postura es insostenible si tenemos en cuenta la realidad multicultural del Perú. También hubo espacio para comentar las afirmaciones del Amauta sobre las razas. Su valoración del aporte de la raza negra es peyorativa: para Mariátegui el elemento negro aportó su sensualidad y fue casi inocua su participación como enriquecimiento de lo local; sobre los coolíes chinos que llegaron a cultivar los campos de arroz en la costa aportaron solamente su fuerza de trabajo pero fueron reticentes a integrarse a la cultura local. En contraposición, pareciera lamentar que los conquistadores españoles carecieran del espíritu aventurero y verdaderamente colonizador del pioner norteamericano. Flota la idea de que Mariátegui hubiera preferido que los ingleses hubieran conquistado estos territorios.

Respecto a la política y a la sociedad, el proyecto de la modernidad fue vital para el autor de los Siete Ensayos. La modernidad fue un anhelo para el liberalismo y el socialismo solo que diferían en la manera cómo llegarían a ella, o sea, en quien concentraría el control de los medios y los modos de producción. El liberalismo no se desarrolló a plenitud en la naciente República porque el espíritu feudal persistía en el inconsciente de nuestra burguesía, a la cual Mariátegui critica por no ser emprendedora como la chilena, sino más bien, acomodaticia, depredadora y corrupta. Censura a la burguesía peruana por no contribuir al desarrollo de un proyecto nacional y por coludirse con los intereses comerciales de corporaciones extranjeras. No obstante, se desliza la idea de que a Mariátegui el liberalismo no le es tan nefasto, es decir, el liberalismo político que apunta a la igualdad de todos individuos frente a la ley y que rechaza la sociedad estamental o de castas y que propone una sociedad constituida por ciudadanos. Al respecto, Mariátegui reflexionó extensamente sobre el rol protagónico del indio en la sociedad peruana. Siguiendo la línea de González Prada, quien consideradaba al indio como el elemento más representativo del verdadero Perú, al Amauta le preocupó mucho la integración del indio al aparato económico. No podría existir una real modernización de la sociedad (tanto económica como sociocultural) si es que persistía aquella actitud característica de nuestra naciente burguesía: liberales en la sala, pero feudales en la cocina. Como señaló en su ensayo sobre el problema del indio, este era de carácter eminentemente económico. Mariátegui concibe que mientras el indio no sea “ciudadano” poco o nada se podrá hacer para consolidar una República moderna en el Perú, porque subsistirá el espíritu feudal-oligárquico en la clase dirigente.

Muchas otras ideas quedaron pendientes de discusión, pero el conversatorio estuvo muy animado, sobre todo por la participación de los alumnos quienes no tuvieron reparos en exponer sus propios puntos de vista acerca de la obra de Mariátegui y sobre la bibliografía crítica de los Siete Ensayos. Mi conclusión particular es que si la crítica renuncia a la toma de postura, a la aventura de lanzar una interpretación propia, pierde originalidad, no porque siempre debamos tener el imperativo de decir algo totalmente nuevo, sino porque si la crítica y la teoría se limitan a repetir sin procesar, nos convertiríamos en simples divulgadores cuando de lo que se trata es de dialogar con los discursos, apropiarnos de ellos, hacerlos nuestros en el mejor de los sentidos, imprimiéndoles nuestro sello personal. Esto fue, a mi parecer, la mayor lección que nos dejó José Carlos Mariátegui: “ni calco ni copia”. El marximo no puede ser dogmático.

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Guitar heroes: Lead guitars

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Este fin de semana les propongo mi lista personal de solistas de guitarra rock en orden de preferencia. Ahí les va. Los acompaño con videos. Mis criterios han sido virtuosismo, trascendencia musical y gusto por sus tema o por la banda donde tocaron. No es casual que todos sean de los 70’s y 80’s fue parte de una generación brillante. Como referencia incluyo el tema, video, álbum y nombre de la banda cuando es el caso.
Uds. propongan otros también.

1. Steve Ray Vaughan: “Pride and Joy”.Texas Flood (1983). Esta es una versión acústica en MTV cuando este canal era realmente de música y no el bodrio adolescéntico que es ahora. Para SRV era suficiente un bajo y una batería, base rítmica elemental, y él en la guitarra: formaron la banda Double Trouble (más conocida como Stevie Ray Vaughan & Double-Trouble), . Con ellos popularizó temas como Pride and Joy, Leave my girl alone y Cold shot entre otros. Eventualmente, se les unía un tecladista. La mayor parte de lead guitars no se caracterizan por tener un gran registro vocal, tampoco lo necesitan para destacar, pero la ruda voz de SRV es el complemento perfecto para sus densos riffs bluseros. Me gusta la alternancia de acompañamiento de rasgueos graves con intermitencia de breves solos entre los silencios de voz. Es un guitarrista condunte que equilibra sus solos con la densidad de sus rasgueos:furioso, crudo y explosivo. Falleció en 1990 cuando el helicóptero que lo transportaba se estrelló poco después de despegar.

2. Joe Satriani:”Surfing with de alien”. Surfing with the alien (1987). Entre lo mejor que escuché de él hace como 10 o 12 años estaban los álbumes Flying in a blue dream (1989) y Surfing with the alien (1987) y el CD doble Time Machine (1993). Es un guitarrista virtuoso posee una gran técnica de digitación la cual demuestra a través de solos prolongados y muy sugerentes. La mayoría de sus discos son instrumentales. Por ello, sus temas estaban diseñados para que la guitarra brille por sí sola y no para que acompañara a una voz: la voz misma es el solo. Satriani no se dio a conocer como primera guitarra de alguna legendaria banda de rock, sino que siempre fue una estrella solitaria. Algunas veces colaboró en giras con bandas como Deep Purple en la que reemplazó a Ritchie Blackmore. Pongan atención al solo de “Surfing with de alien”. De hecho que lo han escuchado en varios comerciales.

3. Mark Knopfler: “Sultans of swing”. Leeds (1978) Dire Straits (tema que más identifica a esta banda inglesa además de Money for nothing. Para aquellos que superan la base 3 a 4 seguramente recordarán es Money for nothing era la cortina musical del programa La máquina del de rock de América TV conducido por Speedy González). Siempre admiré la habilidad de Knopfler para combinar el canto con solos entre estrofa y estrofas de inmediato. Si bien no posee un gran registro vocal, lo cual es común en la gran mayoría de primeras guitarras que cantan, y a pesar de su voz carvernosa, los solo spequeños solos desplegados sobre una misma base rítmica son los que le dan la esencia a este tema. No perdamos de vista a la guitarra rítmica que es la que marca el inicio de la canción y sostiene el solo. También me llamó la atención que no use púa para los solos, sino que con el pulgar y los dedos los digitaba directamente.)

4. Eddie Van Halen: Es curiosa la historia musical de los hermanos Van Halen. Eddie quería ser guitarrista pero fue obligado a recibir clases de piano. Su hermano, viceversa, recibía lecciones de guitarra, pero deliraba por la batería. Invirtieron los papeles y formaron la banda Van Halen. Sin embargo, Eddie toca el teclado en la célebre Jump cuando los acompañaba el espectacular cantante David Lee Roth. Sammy Haggart tomaría después el lugar de Roth, aunque para la fanaticada nada como las acrobacias del primero. Aquí veremos a Eddie Van Halen con su típica guitarra naranja con rayas entrecruzadas. Innovó con su particular técnica del “tapping” que consiste en digitar las cuerdas sobre el mástil de la guitarra con las dos manos a la vez. En “Eruption” hace gala de esta técnica. Al principio, el joven Van Halen tocaba partes de sus solos de espaldas al público para evitar que imitadores copien su técnica. Los álbumes que más me gustan de esta banda son 1984 (1983), 5150 (1986) y OU812 (1988)

5. Ritchie Blackmore: “Highway star”. Machine head. Deep Purple He preferido colocar la versión e estudio para que se aprecien mejor los detalles de la canción. Junto con “Smoke in the water” son los temas emblemáticos de Deep Purple, banda que tuvo diversos integrantes entre vocalistas, guitarristas y tecladistas que la integraron en distintos momentos de su trayectoria. Me gustan los dos solos: el primero de teclado y el segundo de guitarra. Cuentan que John Lord, el tecladista, hizo la prueba de conectar su teclado a un amplificador de guitarra para obtener un sonido más denso y pesado desde el teclado. Y así fue: para cualquier oyente, el solo de teclado puede parecer como de guitarra. El efecto del amplificador le da un cuerpo más grueso a su sonido.

6. Jimmy Page: “Stairway to heaven”. Led Zeppelin Jimmy Page y Robert Plant forman parte de esas célebres parejas rockeras cuyo encuentro oportuno dio como resultado una banda con dos columnas vertebrales entrelazadas: voz y primera guitarra. “Stairway to heaven” es uno de los temas más emblemáticos de esta banda inglesa. La atmósfera que va creando la música poco a poco se transforma a medida que la instrumentación va añadiendo más acompañamientos. El solo principal de Page aparece en el momento de mayor tensión y funciona como un catalizador de emociones contenidas. A veces la dupla Page-Plant ha realizado giras en las que tocan los tema de la banda. Ojalá que se anoten a esta lista de megagrupos que llegan a Lima, aunque mucho después de su etapa dorada. Lo último que escuché con detenimiento de Page y Plant fue No Quarter (1994) donde grabaron en vivo una excelente versión de “Battle for evermore”.

7. Steve Vai (el estilo de Vai es muy similar al de Satriani: solos espectaculares, muy rápidos y prolongados, lo que no es casual ya que recibió clases de Satriani cuando este tenía 16 años y Vai 12. Este guitarrista actuó en la película Encrucijada, protagonizada por Ralph Macchio (el chico karate kid) un joven guitarrista quien buscaba la canción perdida de Robert Johnson, el legendario músico de blues que, según cuenta la leyenda, recibió una oferta del diablo en un cruce de caminos. De ahí el nombre de la cinta. Vai protagonizó al guitarrista con el que Macchio tuvo un duelo para liberar la deuda de un amigo cuya alma estaba empeñada al diablo. Steve Vai escribió la pauta del duelo. Realmente, el duelo enfrentó a Vai con el guitarrista Ry Cooder especialista en guitar slide (bottleneck, cuello de botella). Aquí les dejo la escena del duelo en Crossroads (1986)

8. Eric Clapton. “Layla”. Layla and Other Assorted Love Songs (1970).Derek and the Dominos. La canción de amor que Clapton escribió inspirada en Pattie Boyd, que era por aquel entonces la esposa del beatle, George Harrison (con el que se había casado en 1966). En 1977, Pattie Boyd se divorció de Harrison y dos años después se caso con Clapton, matrimonio que duró hasta 1989. La versión de MTV Unplugged me gusta más que la original de estudio porque en aquella se aprecia mejor la melodía por la cadencia del ritmo. Otros temas que hicieron popular a Clapton, al punto que en las paredes de las calles de Londres aparecían pintas con “Clapton is God”, fueron “Cocaine”, “Sunshine your love” y “Tears in heaven”. Aquí los dejo con Layla (versión acústica con Mark Knopfler) y Cocaine (en vivo).

9. Jimmy Hendrix: “Voodoo Child”. Kiss the Sky

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