Un cuento de Semana Santa
Sin intención alguna e imprevistamente, un hombre y una mujer de corazón limpio se encontraron envueltos en un amor mágico, como en los más bellos cuentos que acompañan a la humanidad desde la infancia, sorprendiéndolos y desconcertándolos. Este breve relato gira en torno a la narración del lavatorio de los pies de Jesús de Nazaret a sus discípulos, en la Semana Santa.
El lavatorio de los pies, un ritual sagrado, se inició en la habitación blanca del jardín secreto, con la lectura por la amada del Evangelio de Juan 13: 1- 20, luego el amado lavó los pies de la amada y la amada lavó los pies del amado. Culminando está sencilla y bella ceremonia, la amada ciñó con un juramento colocándole un anillo sagrado al amado y el amado ciñó con un compromiso poniéndole una pulsera sagrada a la amada.
En la inspiración tan interiormente sentida, ambos fueron a escuchar luego, Resurrección del magistral músico Gustav Mahler, la amada se recostó sobre el amado a semejanza de un colchón en el sillón romántico del jardín secreto, envueltos en la bella música del poeta de la resurrección. Sus mentes entraron en el vacío de la contemplación de la belleza de Dios.
En la noche oscura quisieron ver una bella obra maestra del cine japonés de inspiración budista, pero algo misterioso paso que no fue posible. Entonces sucedió algo imprevisto, el amado y la amada se entretejieron en un amor sin barreras, que los llevo de la mano hasta el amanecer a un dulce sueño y a un maravilloso despertar.
Cuadro: Paul Klee, Insula Dulcamara, 1938, Paul Klee Center, Bern.