Felices lo que lloran, porque ellos serán consolados.
Mateo, 5:4.
Mateo, 5:4.
Yo te lloro.
Mi llanto es como el silencio que se escucha o que no se escucha.
Madre, amor por siempre, más allá y más acá, en lo desconocido y en lo conocido.
Mujer-Amor, en tu vida y en tu muerte.
Tengo en los huesos, de mi alma, un dolor tierno, por tu partida.
Maravilla, me salvaste.
Gracias.