Cualquiera que sea la causa que tenga que defender ante Dios, más allá de la muerte, tengo un defensor: Dios. César Vallejo.
A mis hijos Emmanuel e Ignacio, a mis nietos Andrea, Alejandra, Maite, Isabela y Julián.
Poema en prosa inspirado en la expresión de Marc Chagall: “Solo el amor me interesa, y solo estoy en contacto con las cosas que giran alrededor del amor”, y en la reflexión de Hannah Arendt: “Solo el bien tiene profundidad y puede ser radical.”
Bajo este haz de luz se entretejen mis ángeles familiares, mis ángeles culturales y mis ángeles históricos. El personaje clave es, El patito feo, el cuento maravilloso de Hans Christian Andersen transfigurado desde los huesos de mi alma: “Se dirigió entonces hacia ellos, con la cabeza baja, para hacerles ver que estaba dispuesto a morir. Y entonces vio su reflejo en el agua: el patito feo se había transformado en un soberbio cisne blanco…”
En Iluminaciones en el desierto, de Manuel Piqueras, Biblos. Lima: 2019.
Video: El patito feo (Ugly Duckling), de Walt Disney, Premio Oscar 1939.