Entretejido de dos textos maravillosos sobre la infancia espiritual y la alegría, el poema de William Blake y la canción de John Lennon a su hijo pequeño, Sean. Entrelazado de estas dos obras maestras de la poesía universal que iluminan con la luz del amor el tiempo de oscuridad en que vivimos mi familia y mi patria.
“Alegría”, de William Blake
“No poseo nombre: pero nací hace dos días.
¿Cómo te llamaré?”
Soy feliz.
Me llamo alegría”.
“¡Que el dulce júbilo sea contigo!
¡Bonita alegría!
Dulce alegría, de apenas dos días, te llamo dulce alegría: así tú sonríes, mientras yo canto.
¡Que el dulce júbilo sea contigo!
Cuadro: Eva, de William Blake