Soledad, hija amada: una flor que muriendo resucita

“Soledad una flor que muriendo resucita.”. Arturo Corcuera, Balada del soneto que vuelve.

Soledad, hija amada, hoy 11 de julio es el aniversario de tu cumpleaños por siempre.

Reposas en las profundidades de mi memoria viva, allí está tu habitación donde descansas en paz.

Nos amamos sin límites como padre e hija, en el misterio del Dios humilde –siempre confiamos en que: “Del más pequeño tiene Dios la memoria muy viva y muy reciente”−.

Te extraño, te recuerdo cada día, hija compañera de mi vida. Gracias por tu vida que me dio vida.

Tiempo de aceptación y de agradecimiento.

 

Fotografía: Papá Manuel e hijos Soledad, Emmanuel e Ignacio.

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