El poderoso testimonio que publicamos de, Saúl Arauco Cantoral, hijo de Saúl Isaac Cantoral, Secretario General de la Federación Minera y Metalúrgica, que fue secuestrado, torturado y ejecutado extrajudicialmente, con tiro de gracia, junto a la promotora de la Federación, Consuelo García, en manos del mal llamado Comando Rodrigo Franco, que usurpaba el nombre de un mártir, por órdenes de Agustín Mantilla Campos, es de una lucidez y un coraje conmovedor. Su hermana mayor Vanessa tenía 10 años cuando su padre fue asesinado el 13 de febrero de 1989, Saúl Arauco era un niño pequeño, sus palabras hoy hablan por sí solas, con la fuerza de la verdad clamando justicia.
“A lo largo de mi vida me mantuve al margen de todo este caso, pero al asistir a las audiencias por la muerte de mi padre comprendo el dolor y el sacrificio de mis hermanas, de mi madre y de mi familia por todos estos años que les costó llevar al banquillo a todos los acusados del Comando Rodrigo Franco (CRF).
Ahora en cierta forma me toca vivir, estar ahí presente sentado detrás de ellos escuchando sus mentiras, sus risas como si estuviesen en algún balcón de circo, observando a su ejército de abogados con los que cuentan, por ratos me lleno de ira, me indigno, por otros salgo un rato a tomar aire y fuerzas y me pregunto ¿Si tal vez mi padre hubiese sido un obrero común y normal? Estaría llamándolo para preguntar como esta, para que me diga lo feliz que es al lado de mi madre, para darme concejos.
Muchas cosas que desaparecen al volver a la sala y afrontar mi verdad, poco a poco voy conociendo quien dirigía, quien era de inteligencia, quien le dio el tiro de gracia a mi padre y muchas cosas más, los trato de mirar fijamente y a raíz de eso Mantilla me quedó mirando unos segundos y sentí que vio reflejado a mi padre en mi y sé que sabe que el está presente ahí en la sala, al salir tengo que ver como Mantilla sube a su ponderosa camioneta con chófer y ayudante incluido y los otros se van caminando felices como si salieran de una fiesta, será largo el camino, pero tengo la esperanza que habrá justicia y si no llega a verla tal vez me llegue a encontrar con ellos en el infierno y otra será la historia…”.
Cariños grandes a ti y a tu familia Saúl Arauco, se hará justicia.