La libertad para amar de los indignados

La libertad, por una parte, debe ser auténtica a la raíz, si está guiada por el inconformismo, por la rebelión, de otra, debe estar al servicio del Rostro del prójimo −no por ideologías ni partidos, no por iglesias ni dogmas− En síntesis es una libertad para amar de los indignados.

La tranquilidad y la paz son un asunto diferente, es balance, es algo que se necesita como la alimentación sana, como el sueño que descansa profundamente, como la agresividad regulada con sabiduría por la defensa de tu dignidad, como la sexualidad humana maravillosa. Es balance en el sentido de la búsqueda de un equilibrio más profundo.

La felicidad, un instante en el aquí y el ahora, lo que podemos aspirar en el reino de la tierra −la muerte es lo desconocido−, es lograr espiritualidad y balance a la vez, sino somos acogidos caemos en la tentación de creernos dioses o diosas mortales, necesitamos de los amigos y amigas de a verdad para que nuestro estilo y proyecto de vida estén cargados de alma, de espiritualidad y de balance, en la soledad y en la comunión.

 

Puntuación: 5.00 / Votos: 1