El médium del lenguaje es la clave de interpretación del pensamiento poético de Walter Benjamín, de su mirada al límite, de su filosofía de la experiencia, de sus lecturas creativas de las obras de arte como iluminaciones, de la reelaboración de las “tesis” sobre la controversia acerca de la filosofía de la historia, de la lucha del inocente consciente por transmitir lo pensado. “Lenguaje no sólo significa comunicación de lo comunicable, sino de lo que constituye el símbolo de lo incomunicable”.
“El lenguaje de una entidad es el médium en que se comunica su entidad espiritual. La corriente continua de tal comunicación fluye por toda la naturaleza, desde la más baja forma de existencia hasta el ser humano, y del ser humano hasta Dios… Cada lenguaje relativamente más elevado es una traducción del inferior, hasta que la palabra de Dios se despliega en la última claridad, la unidad de este movimiento lingüístico.”
Es el significado bello y hondo en Walter Benjamin, de la irrupción mesiánica en la historia: ese instante, esa brisa suave, esa brizna de paja, ese rocío de luz.