En estas Páginas Libres publicamos este notable poema de Francisco de Quevedo (1546-1645), “Amor constante más allá de la muerte”, en el fondo es una bella transposición poética de la memoria es amor, de una intensidad tal que va más allá de la muerte: “Polvo serán, mas polvo enamorado”. Enorme significado de una “memoria viva” o de una “vida de la memoria”, expresiones de Bartolomé de Las Casas en el Siglo XVI también, para una verdadera ciudadanía hispano, andina y universal, hoy.
“Amor constante más allá de la muerte”
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.