La crítica al tratamiento agresivo del cáncer, por su inhumanidad de hacer de los pacientes terminales, meros objetos de experimentos de investigaciones avanzadas de la medicina, es una verguenza que se mueve en las fronteras pantanosas de la violación de los derechos humanos.
La poesía de John Donne (1572-1631), es el trasfondo de está maravillosa creación de la tragedia moderna.
‎″Death be not proud, though
some have called thee
Mighty and dreadfull, for,
thou art not soe,
For, those, whom thou
think’st, thou dost overthrow,
Die not, poore death, nor yet…,
by John Donne “.
“Muerte, no seas orgullosa
Aunque algunos te han llamado
poderosa y atroz
Tú no eres así
Aunque muy pronto nuestro mejor hombre
Irá contigo
Restos de sus huesos
y reparto de almas
Pero aquellos que tu piensas
No te derrocan
No mueras, pobre Muerte…,
por John Donne.”