1. El exterminio de los niños: no dejar huérfanos vivos
¿Por qué masacrar niños? Señalo en mi reciente escrito sobre la guerra contra los niños en el conflicto armado en Gaza: “La tercera, es la matanza de población civil palestina, especialmente la guerra monstruosa contra los niños que caen muertos y heridos “como moscas”. Boris Cyrulnik, notable neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y uno de los fundadores de la etología, especializado en niños, analiza esta “guerra contra los niños”, presentando casos clínicos y datos estadísticos irrefutables en sus obras “Los patitos feos” (2001) y “El murmullo de los fantasmas” (2003), como un rasgo característico de nuestra época sin parangón en la historia humana anterior.”
Se trata de exterminar a los futuros vengadores o justicieros; Israel sabe eso por la historia del Holocausto. Así lo planteaba también Samuel Huntington, en su best seller mundial, “El choque de las civilizaciones”, cuando analizaba empíricamente el protagonismo de la infancia y la juventud en la formación ideológica, política y militar de los grupos islámicos, sugiriendo “arrancar el mal desde la raíz”.
2. Los datos hablan: con la invasión por tierra a Gaza, el infanticidio ha crecido en un 250%
En un artículo de El País del día de hoy, se revelan datos sobre el infanticidio en Gaza: “El informe semanal de la United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA), dependiente de la Secretaría General de la ONU, también asegura de que hasta ayer 758 palestinos murieron en los bombardeos israelíes en Gaza desde que el pasado 27 de diciembre empezó la ofensiva Plomo fundido, y que un 42% de ellos son niños (257) y mujeres (60). El número de menores muertos se incrementó en un 250% desde el comienzo de la invasión por tierra.”