La primera cuestión a tomar en cuenta, es ciertamente el trasfondo histórico político del empleo masivo del terror y del exterminio que forma parte ancestral de los partidos y gobiernos extremos de ambos países, donde no existe democracia integral de ciudadanos, donde no se protegen los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Esta crítica no compromete a las corrientes contrarias al fundamentalismo y al terrorismo en el mundo judío, cristiano y musulman, que trabajan por una seguridad y convivencia pacífica. Como decía el mahatma Gandhi: “Yo soy cristiano, judío, hindú y musulmán”, con una convicción y lucidez que adquiere una actualidad extraordinaria.
La segunda, es la desproporción absoluta del uso de la fuerza y de las armas letales de última generación científico técnica por el Estado de Israel en Gaza, contra Palestina.
La tercera, es la matanza de población civil palestina, especialmente la guerra monstruosa contra los niños que caen muertos y heridos “como moscas”. Boris Cyrulnik, notable neorólogo, psiquiatra, psicoanalista y uno de los fundadores de la etología, especializado en niños, analiza esta “guerra contra los niños”, presentando casos clínicos y datos estadísticos irrefutables en sus obras “Los patitos feos” (2001) y “El murmullo de los fanstasmas” (2003), como un rasgo caraterístico de nuestra época sin parángon en la historia humana anterior.
La cuarta, es la crisis más grave de seguridad que está armando la ultraderecha fundamentalista en USA en combinación con la de Israel -e intereses del poder y de la codicia y avaricia globales siniestros-, para recibir al presidente Barack Obama con “un presente griego” que supuestamente lo ponga contra la pared frente a un hecho consumado de una crisis de seguridad que no se ha producido desde hace 40 años en el Oriente Próximo.
Una pregunta política de fondo es: ¿Por qué la ofensiva militar de Israel contra Palestina no se lanzó en las elecciones USA, sino en las poselecciones y a pocos días de asumir el mando presidencial de la superpotencia Obama?
Ciertamente, “la pelota está en la cancha” del presidente Obama, de su gran equipo y de su plan de gobierno de emergencia que pareciera solvente, moderado y pragmático.
Recomendaríamos también cuidar mucho la propia seguridad del presidente Barack Obama, no queremos obviar esto en un país plagado de magnicidios, nunca como hoy esto es posible de ejecutar sin dejar huella.