Javier Mariátegui Chiappe: peruano esencial

Don Javier Mariátegui partió rumbo a lo desconocido, notable médico psiquiatra, fundador visionario de instituciones de salud mental, maestro universitario, investigador del pensamiento peruano como pocos y escritor maduro y original.

Más allá de toda esta creatividad intelectual y vital, don Javier fue un ser humano que mostraba su gran calidez detrás de su aparente timidez o sencillez a secas.

Compartimos con don Francisco Miró Quesada Cantuarias, este hermoso homenaje a la vida y la obra de su amigo generacional.

¡Gracias por su hospitalidad don Javier. Estará siempre en la vida de la memoria de todos los que fuimos acogidos por su sabiduría!

“Javier Mariátegui, gran humanista. Por Francisco Miró Quesada Cantuarias. Filósofo

Javier Mariátegui Chiappe nació en Lima en 1928. Fue médico y escritor. Inició su formación intelectual en el Colegio San Luis, regentado por los hermanos maristas en Barranco (1937- 1946) y en 1949 ingresó a la Universidad de San Marcos para seguir estudios en la Facultad de Medicina.

En 1954 dirigió la revista del Centro de Estudiantes de Medicina. En 1956 con la tesis “Psicopatología de la intoxicación experimental con la LSD 25. Estudios en normales y en esquizofrénicos” fue distinguido con la contenta por haber obtenido el más alto puntaje durante sus estudios. Se recibió de médico cirujano en 1956. En 1957 se incorporó a la docencia y fue jefe de clínica en la cátedra de Psiquiatría que dirigía Honorio Delgado. Y, como delegado de los profesores de esa categoría, integró en 1960 el consejo de facultad. En 1961 participó en el movimiento de profesores que determinó la fundación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Reconocido como catedrático auxiliar, formó parte de su primer consejo universitario e incorporado al departamento de Psiquiatría, en 1971 fue promovido a la categoría de catedrático principal. En 1972 optó el grado de doctor en Medicina con una tesis sobre sociopsiquiatría en el Perú.

De 1980 a 1986 ejerció la jefatura del citado departamento y pasó a regir la cátedra Honorio Delgado, cuyos trabajos se han cristalizado en la edición de escritos y testimonios del maestro en torno a Freud y el psicoanálisis, y se propuso publicar su obra completa en sucesivos volúmenes. Durante los años 1960 a 1974 fue también profesor de psicología en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, y de 1979 a 1986, fue profesor de psiquiatría en dicha universidad.

Desde 1957 a 1961 desempeñó actividad asistencial en el hospital Víctor Larco Herrera, y de 1961 a 1982 ejerció la jefatura del Servicio de Salud Mental Honorio Delgado, perteneciente al Ministerio de Salud Pública. Coadyuvó a la fundación del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, del que fue su primer director general (1982- 1987).

Además fue miembro de la sección de Investigaciones del departamento de Higiene Mental de 1957 hasta 1962; en 1969, fue presidente de la Sociedad Peruana de Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía y en 1994 fue elegido miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Ese mismo año, fue nombrado profesor emérito de la Universidad de San Marcos y en 1999 de la Universidad Cayetano Heredia.

En colaboración con Óscar Trelles fundó la Revista de Neuropsiquiatría que, desde 1969, se edita regularmente, y de 1985 a 1986 ha dirigido los anales de salud mental. Aparte de sus tesis, en 1963 publicó “Estudios de Psiquiatría Social en el Perú” , en colaboración con Baltasar Caravedo Carranza y Humberto Rotondo. Ha publicado Epidemiología Psiquiátrica de un distrito urbano de Lima en 1969.

¿Pero, cómo era la personalidad de este gran representante de la medicina peruana? Su carácter se distinguía por su amabilidad y , además, por su sentido del humor. Durante muchos años trabajó denodadamente y llegó a tener una gran riqueza. Hoy nos ha dejado pero siempre será recordado como el gran hombre que fue por su tolerancia, su enorme cultura y su capacidad increíble de creación, algunas de cuyas obras hemos mencionado. ¿Cómo fue posible esta extraordinaria capacidad? Tal vez porque su cerebro estaba acondicionado para permitirle esa potencia creativa.”

Javier Mariátegui, gran humanista, por Francisco Miró Quesada Cantuarias. Filósofo. El Comercio.com.pe. Lima: 9 de agosto de 2008.

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