Es conocido en el medio de los analistas más serios que los presidentes de México, Felipe Calderón y el de Colombia, Alvaro Uribe trabajan activamente por la elección de McCain, porque se fusionan ideológicamente como conservadores duros con él y porque creen que aseguran sus proyectos concretos nacionales en materia del apoyo de USA al TLC y al Plan Colombia, cada uno respectivamente de acuerdo a sus particulares intereses. ¿Acierto o error de estos dos importante presidentes de América Latina? Lo veremos Sin embargo, utilitariamente para McCain lo que está en juego en el aquí y el ahora es la captura del voto hispano: “según la última encuesta de The New York Times y la cadena CBS, Obama aventaja a McCain 62 contra 23 por ciento en las preferencias del voto hispano, considerado decisivo en muchos estados”.
Desde estas páginas rechazamos firmemente ser propagandistas de intereses particulares y apostamos por ser analistas comprometidos por una democracia de ciudadanos integrales. Desde este punto de visión, por una parte, hemos coincidido con gran convicción con la grandeza democrática, ética y realista del proyecto del ex presidente y Premio Nóbel de la Paz 2002, Jimmy Carter. Por otra, nos preguntamos con temor y temblor: ¿Las elecciones en USA del 4 de noviembre se van a mover en una arena muy distinta a la de nuestras convicciones, la de la votación simbólica y real por un “mal menor” para evitar un “mal mayor” para el pueblo estadounidense, América Latina y el Caribe, el Medio Oriente y el mundo?
Esperamos contra toda esperanza que el candidato demócrata Barack Obama nos revele con claridad cual es su proyecto concreto para la casa doméstica y para la casa del mundo, en lugar de estar haciendo “disquisiones retóricas y tramutaciones de chocolate” en torno al retiro de tropas de Irak, en su posición a favor de la pena de muerte a los violadores de niños, en su defensa al derecho a portar armas, etc. Lo que es un hecho es que en este momento las elecciones en USA se encuentran todavía en la incertidumbre.
“Durante más de dos décadas, Jim Kolbe y John McCain, ex congresista del quinto distrito de Arizona y senador del mismo estado, han compartido un fuerte compromiso personal con México y Latinoamérica. Han sido aliados en batallas por mejorar los lazos políticos y económicos con esos países, algunas las han ganado y otras no. En los noventa, tuvieron éxito en lograr la aprobación legislativa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y fracasaron en hacer que el Congreso autorizara un paquete de rescate financiero para México. En 2007, el mismo año en que Kolbe puso fin a su trayectoria legislativa de 22 años, más no a su carrera política, no escatimaron esfuerzos en impulsar el fallido proyecto de reforma migratoria integral.
Es lógico, por lo tanto, que este viejo amigo, correligionario y paisano del virtual candidato republicano a la Presidencia en las elecciones del 4 de noviembre, sea hoy asesor. “Soy socio informal del senador McCain, no estoy en la nómina de su campaña, sino presto mis servicios voluntariamente como asesor en política comercial y de desarrollo económico”. Explica que a diferencia del senador Barack Obama, quien cuenta con 300 asesores sobre política exterior organizados, a los que The New York Times describió como un “minidepartamento de Estado”, McCain no ha estructurado formalmente a su equipo de asesores. Randy Scheunemann, quien lo acompaña a sus viajes al extranjero, es su asesor senior sobre política exterior, pero no existen encargados de áreas geográficas o temas específicos, como es el caso de Obama, el candidato presidencial demócrata. Se sabe que Adolfo Franco y Otto Reich, dos cubano americanos, ex funcionarios de la administración Bush, se han integrado a la campaña como especialistas sobre América Latina.
Considerado uno de los amigos más leales de México, en 2006 Kolbe fue honrado con la Orden del Águila Azteca, máxima condecoración que confiere el Estado mexicano a un extranjero. Kolbe recibió a la revista PODER y NEGOCIOS en su residencia personal, a un costado del Capitolio.
¿Cuáles serían las prioridades de McCain hacia México y Latinoamérica como presidente?
La ejecución plena de la Iniciativa Mérida; McCain está muy comprometido con el presidente Felipe Calderón y el presidente George W. Bush en asegurar que se ponga en práctica el pa¬quete de ayuda antinarcóticos para México; sus otras prioridades, serían la ratificación legislativa del Tratado de Libre Comercio con Colombia, el fortalecimiento de nuestros lazos económicos con Latinoamérica y, fi¬nalmente, forjar un enfoque integral verdadero sobre migración.
Obama acusa a McCain de haber cambiado su posición sobre migración.
McCain no ha cambiado su posición sobre migración, estuvo y sigue estando a favor de una reforma migratoria integral. Pero también es un político realista. Vio lo que pasó en el Congreso cuando el proyecto de reforma fracasó en 2007. En mis 22 años de congresista, no recuerdo un tema que haya sido tan polarizante como la migración. McCain ha llegado a la conclusión de que hasta que la gente esté convencida y satisfecha de que hemos hecho todo lo que hemos podido para tratar de proteger la frontera, no habrá manera de darle un enfoque integral a la reforma migratoria. Por eso, su enfoque aho¬ra es de dos pasos. Sigue creyendo que hay que tener un programa de trabajadores huéspedes, sanciones para los empleadores de ilegales y buscar maneras de resolver el estado ilegal de 12 millones de personas. Obama dice que favorece un acuerdo integral, pero votó en contra de todas las enmiendas que hubieran fortalecido el anteproyecto de reforma migratoria y no participó en ninguno de los esfuerzos que hubo en el Senado para aprobarlo. Su contribución fue igual a cero.
¿Impulsaría McCain una reforma migratoria en el primer año como promete Obama?
Creo que lo haría tan pronto como fuera posible, pero comprometerse a hacerlo en el primer año no es realista. No será posible. Hay mucho que hacer para cambiar a la opinión pública. Debe ser un proceso gradual.
En su reciente viaje a México, McCain se pronunció a favor del muro, algo que México y los inmigrantes consideran ofensivo. ¿No es una contradicción con su supuesto interés en mejorar las relaciones con Latinoamérica?
McCain no podrá lograr la aprobación de un acuerdo migratorio integral si abandona su compromiso de proteger la frontera y eso incluye la barda. La seguridad fronteriza es un precursor necesario de la reforma integral. A nivel personal, coincido en que el muro es detestable, pero entiendo la posición de McCain.
¿Le ha dicho a Mc¬Cain que considera que es detestable?
No, no voy a hablar en mis conversaciones con McCain sobre ese tema.
El muro envía el mensaje equivocado.
Ni duda cabe. Es la señal equivocada y un símbolo igualmente equivocado.
Obama se opone al muro.
Está siendo deshonesto. Decir que va a eliminar el muro y al mismo tiempo aspirar a que la reforma sea aprobada no es políticamente realista.
¿Cuáles son sus argumentos para tratar de convencer a Latinoamérica que McCain es mejor opción que Obama?
McCain quiere fortalecer las relaciones económicas con la región. Obama se opone fuertemente al Tratado de Libre Comercio con Colombia, una cachetada en la cara de nuestros amigos en Latinoamérica. Por algo es que en Colombia, McCain es más popular que Obama. Mi segundo argumento es que McCain tiene una trayectoria probada en muchos temas de interés regional. Impulsó el TLCAN con México, respaldó el rescate financiero para México en 1995 y promovió un anteproyecto de ley de reforma migratoria. Cruzó líneas partidistas para trabajar con el senador demócrata Ted Kennedy en la reforma migratoria. Obama rechazó la invitación a participar en el grupo bipartidista por la reforma.
¿Cómo planea McCain persuadir al Congreso en favor del tratado comercial colombiano?
No hay duda que será muy difícil, particularmente si, como muchos esperan, los demócratas amplían su posición mayoritaria en el Congreso después de las elecciones de noviembre. McCain tiene una historia de trabajo bipartidista con los demócratas en asuntos como migración, la aprobación de jueces y finanzas para las campañas electorales. Hablaría con el liderazgo demócrata y les haría ver que no sólo es importante para la seguridad nacional, sino para Colombia y para nuestra credibilidad en Latinoamérica. El tema de la credibilidad es el aspecto clave que argumentaría ante el Congreso. No podemos volver a fallar en el acuerdo colombiano.
Fueron los mismos argumentos que esgrimió Bush sin éxito. ¿McCain estaría más dispuesto a invertir ca¬pital político para sacar adelante el convenio con Colombia?, ¿qué haría la diferencia?
Sí, creo que estaría más dispuesto a invertir capital político, pero también creo que es importante que McCain no es Bush. Gran parte del problema de por qué Bush no pudo sacar adelante
¿McCain tampoco?
McCain no teme ser asociado con Bush. Están en el mismo lado sobre Colombia, la Iniciativa Mérida y el incremento de tropas en Irak. De hecho, McCain propuso esto último primero que Bush. En muchos de los temas de política exterior, hay coincidencia entre Bush y McCain, pero creo que sus enfoques de gobierno serían diferentes.
¿Cómo difieren sus enfoques respecto a México y Latinoamérica?
Las diferencias sobre Latinoamérica no son significativas. Los ataques terroristas de 2001 distrajeron mucho a Bush. Es entendible, pero McCain ahora está convencido que es hora de volver a prestarle atención a nuestros vecinos del sur y poner mucho más énfasis en la relación. Aca¬bar con la negligencia de tantos años.
Su respuesta parece darle crédito a las afirmaciones de Obama en cuanto a que la elección de McCain equivaldría a la segunda reelección de Bush.
En aquellas instancias en las que las políticas de Bush han sido correctas, no hay por qué temer reconocerlo. Pero, claramente hay áreas en las que Bush y McCain difieren. Son dos personalidades muy diferentes y dos maneras también distintas de abordar los temas. McCain posee un mayor entendimiento sobre la problemática mundial que Bush. Ha estado 25 años en el Congreso, manejando temas de política exterior durante mucho tiempo, creo que su involucramiento es mucho más profundo que el de Bush. McCain también reconoce la importancia de trabajar en los marcos multilaterales. Muchos de los asesores de Bush simplemente han querido hacer las cosas de manera bilateral o unilateral. Hay veces que hay que hacer bilateral o unilateralmente, pero McCain trataría primero de hacerlo a través de organismos como la OEA y la ONU. McCain sería más agresivo en las negociaciones comerciales, en su trato con Brasil e India, países clave para salvar la Ronda de Doha.
¿McCain continuaría la Asociación para la Seguridad y Prosperidad con México y Canadá, que inició Bush en 2005 y que ha sido fuertemente criticada por poner mayor énfasis en la seguridad que en la prosperidad?
McCain enfatizaría más la prosperidad que la seguridad, pero no veo ningún motivo por el cual debemos deshacernos del ASPAN.
La política de Estados Unidos hacia Cuba en los últimos 50 años ha fraca¬sado en democratizar al país. ¿Cambiaría McCain el enfoque hacia Cuba, estaría dispuesto a dialogar con Raúl Castro como propone Obama?
El senador McCain cree que no podemos tener ese diálogo con Cuba, hasta que haya un cambio de régi¬men, comprometido con las libertades y oportunidades económicas de los ciudadanos. No hay motivo alguno para dialogar.
¿Le aconsejaría cambiar la política hacia Cuba?
No voy sugerir que McCain cambie de política hacia Cuba, pero hay que recordar que fue Richard Nixon quien inició la apertura hacia China. Parecía imposible que alguien como Nixon, fanático de la Guerra Fría, cambiaría la política hacia China. Quizá John McCain sea el individuo que cambie nuestra política hacia Cuba.
¿Y con Hugo Chávez?
Es una situación diferente. Con el gobierno venezolano seguimos dia¬logando y teniendo relaciones diplomáticas, pero Chávez tiene una historia de intromisiones en los asuntos internos de sus vecinos, de Colombia, como revelan los documentos confiscados a las FARC en Ecuador. Es un individuo que está causando grandes problemas para sus vecinos. Podemos hablar con Hugo Chávez, pero tenemos que hacerlo con una visión muy clara. Con los ojos abiertos respecto a qué podemos esperar.
¿Considera que el TLCAN necesita el tipo de cambios que Obama está proponiendo renegociar con México y Canadá?
El senador McCain no cree que el TL¬CAN necesite cambios. No es perfecto. A cada uno de los tres países le hubiera gustado lograr resultados diferentes en ciertos aspectos, pero no siempre se puede si la meta es lograr consensos. Obama está simple y llanamente equivocado. El TLCAN ha sido posi¬tivo para los tres países. Hay problemas en México, pero no por el TLCAN. Creo que la oposición de Obama al TLCAN se basa en consideraciones falsas, que nada tienen que ver con preocupaciones económicas.
¿Cree que Obama es proteccionista?
Cuando un Senador se opone de ma¬nera consistente a los acuerdos comerciales, como Obama, diría que sí, en efecto, es proteccionista. Obama tiene que cumplir con los compromisos que ha hecho con los sindicatos que, por definición, son proteccionistas. De llegar a la Presidencia su comportamiento sería proteccionista.
La guerra en Irak y la percepción de xenofobia contra los inmigrantes, en¬tre otros factores, han deteriorado la imagen de Estados Unidos en Latinoamérica y el mundo. ¿Qué va hacer McCain para reparar el daño?
Creo que ya empezó, a eso obedecieron sus viajes a Colombia y México. Sus visitas como candidato represen¬tan señales claras sobre la importancia de la región. Las relaciones se han dañado, en parte por negligencia y en parte por la entendible distracción después de los ataques terroristas.
Las visitas a Colombia y México, dos aliados, han sido interpretadas por algunos analistas como parte del enfoque de dividir al mundo entre amigos y enemigos, una reminiscencia de la Guerra Fría.
En efecto, son nuestros aliados. ¿Acaso Obama cree que debemos ignorar a nuestros aliados y concentrarnos en nuestros adversarios? No creo que el senador McCain vea al mundo en blanco y negro, o en términos de no¬sotros contra ustedes. Reconoce, sin embargo, que tenemos una situación muy difícil y un adversario potencial en Hugo Chávez. Cuba no es un gran problema para nosotros.
Según la última encuesta de The New York Times y la cadena CBS, Obama aventaja a McCain 62 contra 23 en las preferencias del voto hispano, consi¬derado decisivo en muchos estados ¿Que va a hacer McCain?
McCain tiene la capacidad de persuadir al electorado latino y de incursionar significativamente en el electorado hispano, con su mensaje positivo hacia Latinoamérica y con su probada trayectoria. También puede persuadir a los votantes hispanos con base en valores compartidos sobre la familia y la ética laboral. Son temas tradicionalmente medulares de los republicanos. El apoyo de los hispanos a Hillary Clinton en las primarias demócratas fue apabullante. Puede que ahora hayan cambiado a favor de Obama, pero el solo hecho de que primero prefirieron a Clinton, sugiere que en realidad no están firmemente comprometidos.
¿Cuál es el mensaje que quiso transmitir McCain con su insólita visita a la Basílica de Guadalupe?
No sé bien, si tuviera que especular diría que fue resaltar los valores familiares y la fe en Dios que comparte con los hispanos. Esa fe que le permitió sobrevivir seis años como prisionero de guerra en Vietnam.
Uno de los aspectos que más preocupa al gobierno de Calderón es el tráfico de armas de norte a sur que va para los carteles. ¿Qué haría McCain para controlarlo?
Refrendaría el compromiso de la administración Bush de detener el flujo ilegal de armas. Se está haciendo mucho, pero se puede hacer más. McCain continuaría respaldando la Iniciativa Mérida.
¿También el Plan Colombia?
En Colombia, como en Irak, estamos viendo un éxito tan enorme, que quizá quiera recanalizar algunos de nuestros recursos a otra áreas como el fortalecimiento de las cortes, de los jueces, de los fiscales y de las instituciones. De hecho, es lo que nos ha pedido el gobierno colombiano. Hay que darle un gran crédito al presidente Uribe por haber golpeado fuertemente a las FARC. No están destruidas, pe¬ro ciertamente han sido contenidas y ahora son menos peligrosas.
Se dice que McCain tiene mal carácter.
Creo que en el pasado sí tenía mal carácter, cuando era joven, después de que fue liberado de los campos de prisioneros de Vietnam, pero aprendió a controlar su temperamento. No lo he visto estallar en los últimos 10 años. Puede ser muy duro con la gente y hasta lo he oído gritar, pero definitvamente no pierde el control. A difrencia de Bush, sabe escuchar puntos de vista diferentes a los suyos.
¿Cree que va a ganar?
Es una pelea muy ardua, pero sí creo que va a ganar. En julio de 2004, Bush tenía una desventaja mayor ante John Kerry que la que tiene hoy McCain ante Obama. Su triunfo, obviamente, no es una garantía, pero sí una fuerte po¬sibilidad. Al final, la experiencia será un factor decisivo. La inexperiencia de Obama y el hecho de que cambia tan drásticamente de posición pueden darle la victoria a McCain.”
Dolia Estévez, Entrevista con Jim Kolbe: “Es hora de prestar más atención a los vecinos”, Poder y Negocios, Washington, D. C.: July 29, 2008. En: Inter-American Dialogue, 1211 Connecticut Avenue, NW Suite 510, Washington, DC 20036, Phone: 202-822-9002, Fax: 202-822-9553.