En el teatro mediático nacional e internacional, la remembranza y el despertar que suscitó el Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (Lima: 2003), se enlazó en lo más intimo de mi intimidad con la Exposición retrospectiva en el Museo de Arte de Lima de la obra de Manuel Piqueras Cotolí, arquitecto, escultor y urbanista entre España y América (Lima: 2003), y con la lectura metódica y apasionada de la tercera edición del libro de Gustavo Gutiérrez, En busca de los pobres de Jesucristo: el pensamiento de Bartolomé de Las Casas (Lima: 2003).

Estas iluminaciones que interrumpieron mi experiencia intelectual y vital en el aquí y ahora, en los aciagos días del inicio del siglo veintiuno en esta Tierra de nuestros dolores y alegrías, me llevaron impensadamente a un periplo de dos años fuera del Perú. Por un lado, a Alemania, al Programa internacional de doctorado, Religión en diálogo, Universidad Johann Wolfgang Goethe, Fráncfort del Meno. Por otro, a México, al Instituto para la Seguridad y la Democracia, A. C., ubicado en México. D. F., donde estuve casi todo el tiempo en el itinerario de un viaje al interior de esa porción del subcontinente mesoamericano.

Algunas veces, me pregunto: ¿Mi obra es la búsqueda de atrapar el enigma de la violencia –como la epidemia más mortal de la condición humana–, para proponer desde la revelación del misterio de una sabiduría del amor, una paz auténtica para la humanidad y una convivencia pacífica con la naturaleza? ¿Todos mis escritos son como variaciones de ese insigth fundamental, de esa forma general de intelección del mundo interno y externo, a la vez?. Son preguntas sin respuesta, aún. Son inspirativos, no se ciñen a ningun plan preconcebido.

Mi blog-pucp se inicia ofreciendo por entregas está experiencia personal reflexionada, que así se embarca a navegar en el internet en busca de “Esta y otra América mejor”.

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