Banco del Perú y Londres
El sistema bancario del siglo XIX.- Durante los tiempos de la Independencia existió el Banco Auxiliar de Papel Moneda (1821-1824), que funcionó en la calle Melchormalo (cuadra 3 del jirón Huallaga), pero que, por prácticas inadecuadas, desapareció. Se cuenta que allí trabajó un grabador que inició la impresión de papel moneda en una máquina rudimentaria, con técnica deficiente, por lo que la falsificación llegó a extremos.
Por ello, el sistema bancario peruano tiene sus orígenes en los tiempos de la bonanza del guano, pues la fundación de los primeros bancos se asoció a la canalización de capitales orientados al negocio guanero y a la agricultura, así como a la concesión de algunos créditos o colocación de capitales en el extranjero (básicamente Europa) por parte de los empresarios (consignatarios) del guano. No es por casualidad que encontremos entre los miembros de los directorios de estos bancos encontremos los nombres de estos consignatarios.
El primer banco nació el 15 de noviembre de 1862 y fue el Banco de la Providencia, fundado por el ciudadano belga Francisco Watteau en un local de la calle San Pedro (cuadra 3 del jirón Ucayali) y con un capital de un millón de pesos; gobernaba el Perú el general Miguel de San Román. En 1868, el banco se mudó a sus oficinas definitivas en la calle Mercaderes (Jirón de la Unión 470), la más importante de la capital, local que ha sobrevivido hasta nuestros días y en las esquinas de uno de sus balcones neoclásicos (uno cerrado y el otro de antepecho) se aprecian dos caduceos (vara con dos serpientes entrelazadas), símbolos del Banco de la Providencia.
Luego siguieron el Banco del Perú (1863), el Banco de Londres (1863) el Banco de Crédito Hipotecario (1866), la Caja de Ahorros de la Beneficencia Pública (1868) y el Banco de Lima (1869). También iniciaron sus operaciones el Banco Nacional del Perú, el Banco Garantizador, el Banco Mercantil del Perú, el Banco la Patronal, el Banco de Comercio del Perú y el Banco del Callao. Todos estos bancos emitían sus propios billetes ya que, dentro del esquema liberal del XIX, la idea de introducir controles a la emisión de los bancos estaba mal vista, pues se trataba de una transacción entre el banco y el cliente que confiaba en él.
También se desarrollaron las compañías de seguros. En 1867, a pareció la primera: La Paternal. Luego le siguieron La Confianza (contra incendios), La Compañía Sudamericana de Seguros (contra riesgos marítimos y contra incendios), Life Insurance, Scotish Imperial (contra incendios y seguros de vida), la Compañía de Seguros Lima, Seguros Marítimos, Standard y London & Southwark y Sum Fire Office (contra incendios).
Todo este boom bancario entró en colapso incluso antes de la Guerra con Chile por la grave crisis económica; cuando estalló el conflicto, la mayoría quebró y desapareció, y solo sobrevivieron los que estuvieron en mejores condiciones, como el Banco del Perú y Londres y el Banco del Callao.
De la Reconstrucción Nacional a la crisis de los años 30.- Luego de la catástrofe de la guerra, el sistema bancario fue sobreponiéndose. El Banco Italiano (hoy Banco de Crédito) se inició en 1889 como una asociación de comerciantes italianos. En 1897, el Banco de Londres, México y Sudamérica se asoció al Banco del Callao dando origen al Banco del Perú y Londres, que financiaba exportaciones agrícolas de la costa norte y la costa central. En 1899, la familia Prado fundó el Banco Popular, como mecanismo para financiar las actividades empresariales del grupo familiar. El capital bancario más importante era movido por el Banco del Perú y Londres y el Banco Italiano; cada uno colocaba alrededor de un millón de libras peruanas. También en Lima empezaron otras entidades financieras privadas como la Compañía de Seguros Rímac, la Compañía Internacional de Seguros y el Banco Internacional (1899, hoy llamado Interbank),
Durante el “Oncenio” de Leguía, se quiso crear un Banco de la Nación para emitir cheques circulares y regular el circulante, labor que hasta entonces era realizada por los bancos comerciales o privados. También se ocuparía de regularizar el servicio del presupuesto (pagos y cobros) y financiar diversas obras públicas. El proyecto no prosperó. Recién el 9 de marzo de 1922 se aprobó el funcionamiento de un Banco de Reserva para organizar el sistema crediticio y la emisión monetaria. Es a partir de este momento que recién se puede hablar de una moneda nacional en el Perú. Su capital inicial fue de 2 millones de libras peruanas y su directorio lo formaban siete miembros: tres elegidos por los bancos, uno como defensor de los intereses extranjeros y tres nombrados por el gobierno. Además de tener total independencia del Ejecutivo, debía emitir billetes respaldados por oro físico, fondos efectivos en dólares y en libras esterlinas, no menores del 50% del monto de dichos billetes. Por último debía atender imposiciones de cuenta corriente de los accionistas y del gobierno, actuaría como Caja de Depósitos, podría aceptar depósitos del público pero sin intereses y negociar en moneda extranjera de oro u oro físico, además establecer los tipos de descuento.
El “Oncenio” también inauguró en el país la llamada banca de fomento, fiel al nuevo papel asignado al Estado por Leguía como principal promotor del desarrollo económico. De esta forma, en 1928 inició sus funciones el Banco de Crédito Agrícola, que debía impulsar la producción agropecuaria en el país. Lamentablemente, sus créditos estuvieron destinados a los barones del azúcar y del algodón, no así a los pequeños propietarios o a las comunidades campesinas de la sierra. Ese mismo año, se fundó el Banco Central Hipotecario para facilitar el crédito a los pequeños y medianos propietarios.
La banca, 1930-1950.- Son cuatro las características de la política bancaria en este periodo:
a. La creación de un Banco Central de Reserva (18 de abril de 1931) para mantener la estabilidad monetaria y regular el circulante, función que no tenía el Banco de reserva de 1922. Se creó así el mecanismo para que el gobierno pudiera manejar la política bancaria y el control o devaluación del tipo de cambio.
b. La formación de la banca de fomento, como Banco Agrícola (1931), Banco Industrial del Perú (1936) y Banco Minero del Perú (1942). Como dependían del BCR, privilegiaron las actividades sólidamente establecidas o aquellas que garantizaban una alta rentabilidad. En la práctica, al no democratizar el crédito, no actuaron como una verdadera “banca de fomento”. Los créditos a provincias tampoco se distribuyeron en forma homogénea: el sur andino y la amazonía, por ejemplo, estuvieron sistemáticamente desatendidos. Después de Lima (70-75%), las zonas “privilegiadas” fueron la costa norte (10%) y Arequipa (7%). Como vemos, la concentración del crédito en Lima fue demasiado alta, favoreciendo el desarrollo de la capital (centralismo) en desmedro del interior del país.
c. Mayor presencia en las finanzas de bancos nacionales: Banco Wiese Ltdo. (1943), Banco Comercial del Perú (1947), Banco Continental del Perú (1951) y Banco de Lima (1952).
d. Difusión de sucursales bancarias en nuevos puntos del territorio nacional.
El Banco del Perú y Londres.- Desde 1860, existía en Lima una sucursal del London Bank of Mexico & South America que, en 1863, abrió una oficina en el Callao. En 1876, la institución decidió liquidar la oficina del puerto y un grupo de capitalistas peruanos fundó el Banco del Callao, que sufrió las consecuencias de la guerra del Pacífico hasta que, en 1897, se fusionó con el London Bank dando origen al Banco del Perú y Londres. Con el advenimiento del nuevo siglo, bajo la gerencia de los señores Martin B. Wells y José Payán, el banco amplió su capital, creció en sus operaciones y estableció en Europa un Comité para colocar acciones en las bolsas de Londres y París. Un serio revés para la institución fue la guerra europea (1914-1918), cuando sus negocios se paralizaron. Sin embargo, gracias a la ayuda del estado y de otros bancos, se restableció su equilibrio comercial, se alejó el fantasma de la crisis y recuperó la confianza de los clientes. Fue así que abrió sucursales en Ica, Pacasmayo, Trujillo, Arequipa, Piura, Chiclayo, Cerro de Pasco, Huaraz, Iquitos, Callao y Huacho. Durante esta época, aparentemente “dorada”, su director-gerente fue el señor Pablo la Rosa, hombre de negocios de prestigio y hábil financista (en 1913 fue teniente alcalde y alcalde interino de Lima). Mientras Leguía se mantuvo en el poder, el banco funcionó con normalidad; sin embargo, luego del derrocamiento de líder de la “Patria Nueva” (25 de agosto de 1930), sufrió un pánico de retiro de fondos. Después de una moratoria que terminó en febrero de 1931, el banco fue declarado oficialmente en bancarrota y hubo de ser liquidado.
La elegante sede del Banco del Perú y Londres fue diseñada, en 1905, por el arquitecto italiano Julio E. Lattini (el mismo que proyectó el Teatro Segura) de estilo clásico; en su interior destaca una gran farola de fierro y vidrio de filiación art nuveau. El edificio está ubicado en la esquina de los jirones Huallaga y Azángaro.
El Banco Italiano.- Empezó a funcionar el 9 de abril de 1889 por feliz iniciativa de un grupo de capitalistas y comerciantes italianos afincados en el país. Su capital inicial fue de 40 mil libras peruanas que, con los progresos de la institución, se elevaron a 400 mil, la más alta capitalización suscrita en el país. En 1896, fundó la Compañía de Seguros Italia y, en 1900, estableció una sección hipotecaria anexa al banco. Sus principales operaciones se dirigieron a fomentar la agricultura y la minería y fue el primer banco en cubrir, totalmente en oro, el porcentaje que le correspondía en garantizar los cheques circulantes que emitió en 1914. Fue precursor de la legislación laboral en el Perú a raíz de la adopción, en las relaciones con su personal, de pautas de conducta respecto a los reajustes periódicos de sueldos y participación en las utilidades. A inicios de la década de 1920, ya tenía sucursales en el Callao, Arequipa, Chincha y Mollendo. Su alianza estratégica fue con la Banca Comerciale Italiana, la más poderosa empresa bancaria de Italia, cuyos negocios durante la guerra europea fueron colosales. La crisis de los años 30 no impidió que el banco siguiera ampliando su red de oficinas, implantar modernos sistemas de contabilidad, expandir sus relaciones con el exterior e introducir novedosos instrumentos de captación de depósitos como fue, por ejemplo, el “cheque limitado”; asimismo, al tiempo que apoyaba el desarrollo de las actividades privadas, otorgaba apoyo crediticio al Gobierno Central, a las empresas estatales y a las municipalidades. En vísperas de la segunda guerra europea, tuvo que sufrir la campaña contra Italia y las instituciones italianas cuyo objetivo fue, entre otros, determinar un pánico entre los clientes del banco. Afortunadamente, la campaña no tuvo éxito y el banco demostró su solidez y comprobó el arraigo que tenía entre el público; en 1939, año de sus Bodas de Oro, contaba con 30 sucursales al interior del país. En 1941 cambió su razón social por Banco de Crédito del Perú.
Su primera oficina estuvo en la esquina Banco del Herrador y San Pedro (actual Lampa 499). Para conmemorar los 40 años de existencia de la institución, se construyó su sede definitiva: el elegante edificio del Banco Italiano, terminado en 1929 y diseñado por el arquitecto Ricardo Malachowsky, fue un claro ejemplo de arquitectura academicista. Destacan las grandes columnas clásicas que adornan la fachada. Según el arquitecto José García Bryce, en este edificio, Malachowsky “retomó el tema del orden gigante aplicado a ambos lados de un frente en esquina que había empleado en la década anterior en la Caja de Depósitos y Consignaciones, pero apoyando las columnas en altos pedestales y dándole al vocabulario clásico también una tónica más romana que francesa”.
Banco Internacional del Perú.- Se fundó el 1 de mayo de 1897 e inició sus operaciones el 17 del mismo mes con un directorio presidido por Elías Mujica; su capital inicial fue de 50 mil libras peruanas. En 1934, comenzó su proceso de descentralización administrativa, siendo Chiclayo y Arequipa las primeras agencias en abrirse, seguidas un año después por las de Piura y Sullana. En el pasado, el accionariado del banco incluyó capitales vinculados a la agroindustria, como la Fabril S.A. y W.R. Grace Co. En la década de los setenta, el Chemical Bank de Nueva York participó en el accionariado y fue responsable de la gerencia del banco. En 1970, el Banco de la Nación adquiere el mayor porcentaje de las acciones del banco, convirtiéndose de esta forma en miembro de la Banca Asociada del país. En 1980 el banco pasó a llamarse Interbanc. El 20 de julio de 1994, un grupo financiero liderado por Carlos Rodríguez-Pastor Mendoza, e integrado por grandes inversionistas, como Nicholas Brady (ex Secretario del Tesoro de los EEUU), entre otros, se convirtió en el principal accionista del banco al adquirir el 91% de las acciones disponibles. En 1996 se decidió cambiar el nombre a Interbank.
Su primera sede estuvo ubicada en la calle Espaderos, Jirón de la Unión, en la hoy llamada Casa O’Higgins. Luego, la política de expansión del banco hizo que, en 1942, se adquirieran dos propiedades, una en la Plazuela de la Merced y otra en la calle Lescano, donde se construyó el edificio “Sede La Merced”, cuyos bellos acabados han llevado al Instituto Nacional de Cultura a catalogarlo como Monumento Histórico. Arquitectos: Rafael Marquina y José Álvarez-Calderón; contratistas: Fred Ley & Co (en revista El Arquitecto Peruano, marzo 1944).
Banco Popular del Perú.- Fue fundado el 13 de septiembre de 1899 con un capital de 200 mil libras peruanas y realizaba, en teoría, toda clase de operaciones. Al momento de su creación, tuvo el carácter de una cooperativa con el objeto de otorgar crédito a sus propios socios por medio de lo que en los estatutos se denominó la mutualidad; en 1901, pasó a constituirse como sociedad anónima de responsabilidad limitada, año en que también asume la presidencia del banco Mariano Prado y Ugarteche y se inicia la influencia de esta familia en los destinos de la institución. En un principio, el banco financiaba, primordialmente, a medianos y pequeños agricultores de los valles cercanos a Lima y a industrias asentadas en la capital. Luego intervino en diversas operaciones vinculadas a la recaudación de impuestos, lo que fue su negocio más rentable por las comisiones que le cobraba al estado. Luego, en 1905, participó en la creación de la Caja de depósitos y Consignaciones, institución que debía ocuparse de custodiar gratuitamente los valores cuyo depósito fuera ordenado o aceptado por el poder Judicial o por las diferentes oficinas de la administración pública. Entre 1936 y 1943, la participación del Banco Popular muestra una tendencia ascendente que hace casi triplicar su peso dentro de la banca comercial pasando a representar, en términos relativos, del 10 al 27% del total del capital y reservas del sistema financiero; es el periodo en que los Prado pasan a controlar directamente la entidad beneficiando a las empresas vinculadas a su grupo empresarial (el llamado “Imperio Prado”).
Su local principal fue el edificio neoclásico en la esquina de Melchor Malo y Beytia (Huallaga con Azángaro). Hoy, edificio “Fernando Belaunde Terry” del Congreso de la República).
Banco Alemán Trasatlántico.- Se creó en 1904 como filial del Deutsche Bank en Sudamérica. Tuvo sucursales en varios países de América, como México, Uruguay, Brasil, Chile, Perú y Argentina. En Buenos Aires su primera casa matriz abrió el 5 de agosto de 1887; Santiago de Chile, la filial abrió en enero de 1896; y, en 1911, llegó a Río de Janeiro. Llegó a tener 23 sucursales: Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Mendoza, Tucumán (Argentina); Santiago, Antofagasta, Osorno, Iquique, Arequipa, Temuco, Valdivia y Concepción (Chile); Lima, Callao, Trujillo y Arequipa (Perú); Montevideo (Uruguay); Barcelona y Madrid (España); y Río de Janeiro (Brasil). Hacia 1908 tenía un capital de 30 millones de marcos y, en 1921, llegó a tener 630 millones de marcos. La sucursal de Lima fue abierta el 15 de junio de 1905 por el señor Paul Richarz; en 1921, su gerente era el señor Heinrich Börsing y los subgerentes eran Carlos Ledgard y Paul Schmidt. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial y producto del rompimiento de relación del Perú con Alemania, el banco dejó de funcionar debido a una artimaña legal. El 31 de diciembre de 1941, el Poder Ejecutivo cambió el artículo 18 de la Ley de Bancos: las empresas bancarias nacionales solo podían tener, en adelante, un nombre en idioma castellano, sin referencia alguna a país extranjero. Esta norma tuvo dos claros afectados: el Banco Italiano y el Banco Alemán Transatlántico. Este último no se adecuó a la norma, y, el 15 de septiembre de 1942, se ordenó a la Superintendencia de Bancos tomarlo bajo su administración como paso previo a su liquidación.
Su elegante sede estuvo en la calle de Coca 429 (cuarta cuadra del jirón Carabaya); luego lo ocupó el Banco Central Hipotecario del Perú.
Banco Anglo Sudamericano.- Nació en 1889 con la denominación de “Banco de Tarapacá y Londres”, con un capital de 200 mil libras esterlinas. Su matriz estaba en Londres y tenía sedes en Valparaíso, Pisagua e Iquique; nació con el objetivo de facilitar el comercio del salitre con Gran Bretaña. El éxito de sus negocios hizo que se aliara con el “Banco Anglo-Argentino”, pasando a llamarse “Banco de Tarapacá y Argentina” y con un capital de un millón u medio de libras esterlinas. En 1904, abre una sucursal en Hamburgo y, en 1907, cambia su denominación por “Banco Anglo Sudamericano”, abriendo otra oficina en Nueva York; en 1912, absorbe al “London Bank of Mexico & South America” y abre una sucursal en París. Durante los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), teniendo en cuenta la importancia del mercado español para el aprovisionamiento de los países aliados, abre oficinas en Barcelona, Madrid y Bilbao, con estupendos resultados, tanto es así que adquiere el 93% de las acciones del “Commercial Bank of Spanish America”, que contaba con sucursales en Colombia, Ecuador, Venezuela y Centroamérica. La oficina de Lima se abrió el 2 de enero de 1920, cuando el banco ya tenía 45 en América, 11 en Europa y un capital de 13 millones de libras esterlinas. Aparte de las operaciones normales de todo banco, se encargaba de compra y venta de valores sujetos a las exigencias de la Bolsa de Londres y otros países. Su casa matriz estaba en Londres (62, Old Broad St.).
Su edificio era de estilo neoclásico francés y estaba ubicado en la segunda cuadra del jirón Azángaro, donde luego se levantó el edificio Gildemeister.
El Citibank.- En 1920, cuando gobernaba el Perú el presidente Augusto B. Leguía, abrió sus puertas en Lima The National City Bank of New York con un capital inicial fue de 2 millones de soles. La llegada del Citibank no fue casual. El régimen de Leguía abrió las puertas a la inversión norteamericana en nuestro país, tanto para el sector privado como para la implementación de obras públicas impulsadas por el estado. De esta manera, el nuevo banco enfocó sus actividades recibiendo depósitos de terceros e invertirlos en colocaciones, así como prestar otros servicios bancarios, dinamizando el comercio con los Estados Unidos de Norte América y aportando capitales para diferentes obras de aliento emprendidas por el régimen de Leguía, como carreteras y diversas obras de infraestructura urbana. También fue accionista del recién creado Banco de Reserva del Perú, en 1921. Como se trataba de una institución, cuya matriz estaba en Nueva York, los directores del banco eran ciudadanos norteamericanos que residían en Lima por temporadas según su contrato laboral.
La solidez del Citibank se puso a prueba cuando estalló la crisis financiera mundial de 1929 que, como sabemos, significó la virtual quiebra de la Bolsa de Valores de Nueva York. En el Perú, mientras unos bancos desaparecían o se fusionaban, el Citibank no solo siguió funcionando sino que se adaptó a la reforma del sistema financiero y bancario que hizo el estado peruano en 1931; por ejemplo, la obligación de realizar el “encaje” bancario en el Banco Central de Reserva y someterse al férreo control de recién creada Superintendencia de Banca y Seguros. Siempre en su amplio local del edificio “Italia”, el Citibank formó parte de la llamada “banca comercial” hasta 1960: su actividad se concentraba en operaciones corrientes de depósito, descuento a corto plazo y servicios bancarios a un grupo selecto de empresas. Cabe subrayar que su cartera de clientes era reducida (solo empresas norteamericanas); además, el banco también prestaba dinero a otros bancos (“banco de bancos”).
Su primera sede fue una modesta oficina ubicada en la Plazuela del Teatro (frente al Teatro Segura). Luego, en 1922, el Citi se mudó al elegante edificio “Italia”, de estilo neoclásico, en la esquina de las calles Coca y Jesús Nazareno (hoy cruce de los jirones Miro Quesada y Carabaya). Afortunadamente, este edificio aún lo podemos observar en nuestro centro histórico: un local construido especialmente para una entidad bancaria, con la amplitud suficiente para la instalación de sus oficinas y para servir debidamente a sus clientes.
Banco de Reserva del Perú.- Por iniciativa de los bancos privados, el 9 de marzo de 1922 se creó esta institución con el fin de regular el sistema crediticio y emitir en forma exclusiva los billetes. Casi un mes después, el 4 de abril de ese año, la institución inició sus actividades; su primer presidente fue Eulogio Romero y, su primer vicepresidente, Eulogio Fernandini y Quintana. Luego de la Gran Depresión de 1929, los efectos de la crisis mundial se dejaron sentir en el sistema bancario peruano. La caída de los precios internacionales y las restricciones al crédito internacional, dificultaron el financiamiento del gasto público y generaron una fuerte depreciación de la moneda nacional. Por ello, a finales de 1930, el entonces presidente del banco, Manuel Olaechea, invitó al profesor Edwin W. Kemmerer, reconocido consultor internacional para enfrentar esta crisis. De esta manera, en abril de 1931, el profesor Kemmerer, junto a un grupo de expertos, culminó un conjunto de propuestas en 11 documentos: 9 proyectos de ley y 2 informes, tanto en materia fiscal como monetaria. Uno de estos proyectos planteó la planteó la transformación del Banco de Reserva en el Banco Central de Reserva del Perú. La propuesta planteaba, entre otros aspectos, un aumento de capital, un cambio en la composición del Directorio y considerar, como función principal de la nueva entidad, la estabilidad monetaria y mantener la exclusividad de la emisión de billetes (regular el circulante); en este sentido, el valor del sol peruano, su relación con otras monedas, era determinado por esta reforma. El 18 de abril fue aprobada la iniciativa y, el 3 de septiembre de 1931, se inauguró oficialmente el BCR y se eligió a Manuel Augusto Olaechea como su primer presidente y a Pedro Beltrán como vicepresidente.
La sede del Banco de Reserva fue construida por la empresa Fred T. Ley; esquina Lampa con Ucayali, hoy Museo del Banco Central de Reserva.
Banco Gibson.- Se fundó en 1928 en Arequipa y tuvo una sede en Lima, cuyo edificio aún puede observarse en la calle del general La Fuente (casona pintada de naranja, quinta cuadra del jirón Camaná, antes de llegar a Emancipación). En 1961, fue absorbido por el Banco de Crédito del Perú.
Banco Central Hipotecario del Perú.- Fundado por Leguía el 9 de marzo de julio de 1929 después de un dilatado periodo de preparación en el que participaron los banqueros norteamericanos Seligman y las instituciones bancarias nacionales cuyas secciones hipotecarias debieron ser traspasadas al nuevo banco. Se constituyó con un capital de 1 millón 200 mil libras peruanas a ser suscrito, en partes iguales, por el gobierno, los bancos hipotecarios establecidos y los particulares.
Banco de Crédito Agrícola.- Se fundó el 16 de marzo de 1928 con un capital de 500 mil libras peruanas otorgadas por la comisión que estaba organizando el Banco Central Hipotecario. Su importancia no fue mucha en un comienzo debido a la crisis del año 30, pues no pudo “salvar a los agricultores de las dificultades en que se encuentran para hacer sus sembríos con la amplitud y oportunidad requeridas”. Por ello, en 1931, se creó la Junta de fomento Agrícola del Perú para “atender, mediante organizaciones adecuadas, al suministro de crédito agrícola en los lugares de la República que estime convenientes y, forzosamente, en Lima, Arequipa, Chiclayo, Cuzco e Iquitos”. Pese a todas estas medidas, era claro que en la creación de este banco hubo mucha improvisación, como opinaron las entidades bancarias privadas. De otro lado, no pudo expandirse adecuadamente y tuvo que ser asesorado por el Banco Italiano y atender usando sus oficinas en varios lugares de la República.
Banco Industrial del Perú.- Se creó el 30 de enero de 1933 “con la finalidad exclusiva de proteger la producción de los artículos que se importen, ya sea estos agrícolas, ganaderos o manufactureros y que, técnica y económicamente, se pueda producir en el Perú. Sin embargo, a pesar de su creación, la instalación del nuevo banco demoró más de tres años pues recién inició sus operaciones en septiembre de 1936 “para dar impulso a las industrias del país y fomentar su mejor desenvolvimiento”. Su funcionamiento fue muy lento y sus operaciones de crédito fueron reducidas, al menos en los difíciles años 30.
Banco Wiese Ltdo.- Fue fundado el 2 de febrero de 1943 como banca múltiple por los hermanos Augusto y Fernando Wiese Eslava; su edificio, diseñado por Enrique Seoane Ros, estuvo ubicado en la esquina del jirón Lampa con Emancipación (hoy, Supermercados “METRO”).
Banco Comercial del Perú.- Fundado en 1947 por el empresario Alejandro Bertello con un capital de 10 millones de soles; su edificio estaba ubicado en la calle Jesús Nazareno 139-151 (hoy jirón Antonio Miro Quesada).
Hola!
Me encanta tu blog, este artículo es una joyita de verdad.
Mi nombre es Carolina Zegarra, soy estudiantes de arquitectura y estoy interesada en hacer un investigación tipológica de las sedes de los Bancos se ubicaron en el centro histórico. Por ello me preguntaba si podrias recomendarme algunas fuentes a la cuales acudir. Sobre ese tema exactamente sé que no hay mucho, tu artículo es probablemente resumen preciso del tema, y me a ayudado a ubicar la mayoria de ellas. Apreciaría mucho tu ayuda. Gracias.
Carolina
muy bueno, graciass
Hola , tu bloc es muy interesante, he encontrado una poliza de mi abuelo de la compania de seguros el sol del canada cia aseguradora de la vida cede en montreal canada, año 1926 En libras peruanas quiero saber como hace para ver si aun se pueden reclamar.
cuando una persona ha tenido una cuenta de ahorros en un banco ya desaparecido como el BANCO MERCANTIL cuya oficinas era en san isidro ,y esta persona no reclamo aquel tiempo que desapareció el banco sus cuentas sigue activos en donde paso sus ahorros y como se podría indagar que fue de sus ahorros a donde paso en que oficina se puede indagar.
atte.
EMILIO
Saludos, no encuentro nada acerca del banco del Sur del Peru (ex banco del sur) ya desaparecido, que se fueron sin devolverme los ahorros que tenia en ese banco. yo confiaba en esa instituciòn y con menos de 18 años me dijeron que yo podia ahorrar, yo trabajaba siendo menor de edad y los ahorros lo estaba haciendo para mis estudios y se lo llevaron todo.