Iglesia de Santa Liberata


(fotothing.com)

Cuenta la tradición que, con motivo del robo de las Sagradas Formas de la iglesia del Sagrario de la Catedral y del hallazgo de las mismas al pie de un naranjo de la Alameda, se construyó, en 1710, la capilla de Santa Liberata, en un terreno donado por Antonio Velarde y Bustamante para la capilla de Nuestra Señora de la Buenamuerte, imagen que se instaló en el nuevo templo. La iglesia, según Jorge Bernales Ballesteros, demuestra un exquisito gusto y novedad en Lima: cúpula grande sobre pechinas que cubre un templete de 8 columnas que forman el altar mayor sobre cripta en la que se ve un hueco donde se encontraron las Sagradas Formas. A los pies del templo, doble puerta bajo el coro formando un pequeño vestíbulo; del coro nace una tribuna que recorre la iglesia sin crucero ni hornacinas laterales. Por fuera, una fachada de molduras y torrecillas laterales muy pequeñas, todo en adobe y caña, estucados y pintados en el color de Lima: el ocre rosa. En esta iglesia se venera la imagen de El Señor Sacrificado del Rímac, declarado el 15 de enero de 1940 “Patrón del distrito del Rímac”.

Según Óscar Espinar la Torre, en su libro Estampas del Rímac, “Fernando de Hurtado de Chávez, mozo de veinte años, el día 20 de enero de 1711, entró a la iglesia del Sagrario (colindante con la hoy Catedral de Lima), y del altar mayor robó un copón de oro con numerosas hostias consagradas. Luego se encaminó a la Alameda. En la mañana del día 31, se descubrió la sustracción. S.E. el obispo D. Diego Ladrón de Guevara, virrey del Perú, echó en persecución del criminal toda una jauría de alguaciles y oficiales. Al ser capturado, Fernando Hurtado declaró que, asustado por la persecución, había enterrado las sagradas formas, envueltas en un papel, al pie de un árbol en la Alameda de los Descalzos. Sin embargo, la turbación de Fernando fue tanta, que le fue imposible determinar a punto fijo el árbol, cuando un negrito de ocho años de edad llamado Tomás Moya dice: Bajo ese naranjo vi el otro día a ese hombre. Las hostias fueron encontradas y el Cabildo recompensó al esclavo con cuatrocientos pesos. El virrey obispo, en solemne procesión, condujo las hostias a la Catedral”.

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Comentarios

  1. diego escribió:

    Hola, interesante este articulo, desearia saber sobre las fuentes en consulta- estampas del rimac donde la puedo adquirir?

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