Archivo por meses: junio 2009

Repensando la Segunda Guerra Mundial: el mal estaba en todas partes


Bombardeo sobre Hamburgo (1943)

Desde que, con motivo de la conmemoración del medio siglo del final de la II Guerra Mundial, la investigación historiográfica empezó a confundirse con el denominado “trabajo de memoria”, la idea de que el conflicto más devastador de todos los tiempos revestía los caracteres de una lucha escatológica, de un combate contra el Mal Absoluto, ha ido ganando terreno. Poco a poco, la indagación sobre los procesos políticos, diplomáticos y económicos que condujeron a la guerra se fue abandonando en favor de una reflexión de otra naturaleza, a medio camino entre la filosofía y la teología, y en la que lo más relevante es responder a la pregunta de por qué el ser humano fue capaz de tantas atrocidades como tuvieron lugar entre 1939 y 1945. Podría tratarse, sin duda, de una reflexión interesante, incluso necesaria, pero a condición de que no parta del equívoco que Nicholson Baker denuncia en su ensayo Humo humano, que acaba de publicar en España Debate: ese genérico ser humano que se libró a la destrucción y el asesinato en masa no se encontraba únicamente en las filas del nazismo, sino también, en mayor o menor medida, en cada uno de los bandos enfrentados.

El propósito declarado de Baker es saber si la II Guerra Mundial fue una “guerra buena” y si, hechos todos los balances, “ayudó a alguien que necesitara ayuda”. Tal vez la sensación de que, al emprender esta tarea, se vería obligado a nadar a contracorriente de un relato historiográfico que consagra a Churchill y a Roosevelt como héroes haya llevado a Baker a plantear su obra, no como un volumen de historia al uso, sino como un texto coral en el que son los protagonistas quienes toman la palabra. El autor, por su parte, se ha limitado a seleccionar las declaraciones, los artículos de prensa, las cartas o los diarios en los que los protagonistas se expresan en primera persona, añadiendo de vez en cuando breves comentarios sobre el contexto y, siempre, la fecha de los documentos. El resultado es perturbador, como si, de pronto, hubieran sido convocados a escena todos los silencios, todos los equívocos imprescindibles para que la historia de la II Guerra Mundial se pueda seguir contando como hasta ahora.

Baker no expone una tesis, la ilustra. Y para ello concentra la mirada sobre dos de los dramas mayores del conflicto: el sistemático bombardeo de poblaciones civiles y las iniciativas, o mejor, la absoluta ausencia de iniciativas oficiales, para salvar a los judíos perseguidos por el nazismo. En realidad, la posición de Baker, la tesis que se propone ilustrar en Humo humano, sólo queda fijada en la dedicatoria con la que concluye un breve epílogo de apenas dos páginas: “Dedico este libro”, escribe Baker, “a la memoria de Clarence Pickett y otros pacifistas estadounidenses y británicos. Jamás han recibido realmente el reconocimiento que se merecen. Intentaron salvar refugiados judíos, alimentar a Europa, reconciliar a Estados Unidos y Japón e impedir que estallara la guerra. Fracasaron, pero tenían razón”.

Humo humano establece un implícito paralelismo entre la guerra total que inspira la estrategia de todos los contendientes en la II Guerra Mundial y los ataques aéreos en los territorios coloniales. Es entonces cuando aparecen por primera vez protagonistas como el futuro jefe del Bombing Command, Arthur Harris, y el también futuro primer ministro británico, Winston Churchill. “Estoy decididamente a favor de emplear gas tóxico”, escribe Churchill al jefe de la Royal Air Force, “contra tribus incivilizadas”. La confianza del primer ministro en la eficacia del bombardeo contra civiles, aunque ya no con gas tóxico, que había sido prohibido, se mantiene intacta al iniciarse la II Guerra Mundial, sólo que ahora Chur-chill pretende que la lluvia de fuego que descarga sobre las ciudades de Alemania transmitan el mensaje de que los alemanes deben rebelarse contra Hitler. Con el implícito y aterrador corolario de que, si no lo hacen, se convierten en cómplices del dictador.

Los textos que reproduce Baker recuerdan que el antisemitismo no fue sólo un sentimiento alimentado por el nazismo, sino un clima general. Cuando aún era un simple abogado, el futuro presidente Roosevelt se dirigió a la Junta de Supervisores de Harvard proponiendo que se redujera el número de judíos en la Universidad hasta que sólo representaran un 15%. Y Churchill, entretanto, publicaba en febrero de 1920 un artículo de prensa en el que decía que judíos “desleales” como Marx, Trotski, Béla Kun, Rosa Luxemburgo y Emma Goldman habían desarrollado “una conspiración mundial para el derrocamiento de la civilización”. Creía, sin duda, en la existencia de “judíos leales”, a quienes exigía en ese mismo artículo que vindicasen “el honor del nombre de judío”, pero la obsesión antibolchevique le jugó la mala pasada de elogiar, también en la prensa, a Mussolini, de quien se declaró “encantado por el porte amable y sencillo” y “por su actitud serena e imparcial”. E incluso a Hitler, de quien, dejándose influir por los comentarios de los que lo conocían, estima que era “un funcionario harto competente, sereno y bien informado de porte agradable y sonrisa encantadora”. En contraposición, Trotski “era un judío. Seguía siendo un judío. Era imposible no tener en cuenta este detalle”.

Es probable que quienes defienden la interpretación de la II Guerra Mundial como una “guerra buena”, como una lucha escatológica contra el Mal Absoluto, reprochen a Baker la selección de los textos que ha incluido en su provocador Humo humano. Pero, aun así, esos textos seguirán estando donde están, y obligan, cuando menos, a repensar la relación entre la historia y el tan traído y llevado “trabajo de memoria” (El País, 21/06/09).

Los bombardeos:
– Un informe de la RAF, en 1936. “Si nuestros ataques pudieran desmoralizar al pueblo alemán, empleando métodos parecidos a los que prevemos que los alemanes utilizarían contra nosotros, su Gobierno podría verse obligado a desistir (…). Pero es probable que una dictadura militar sea menos susceptible a las protestas populares que un gobierno democrático”.

– Capitán Philip Mumford, ex oficial en Irak, en 1937. “¿Qué diferencia hay entre arrojar 500 bebés a una hoguera y arrojar fuego desde un avión sobre 500 bebés?”.

– George Bell, obispo de Chichester, en 1941. “Las incursiones nocturnas inglesas sobre suelo alemán habían precedido a los bombardeos nocturnos alemanes sobre suelo inglés”.

– Winston Churchill, en 1941. “Hay millones de alemanes que son curables y otros matables
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El museo del Hermitage se va a Amsterdam

Mijaíl Piotrovski, director del Museo del Hermitage, estaba ayer de muy buen humor. Tanto, que durante la presentación en Ámsterdam de la primera sede del gran museo fuera de los refinadas fronteras de San Petersburgo, se permitió bromear con la historia reciente de su país. “Espero que me hagan ustedes las preguntas adecuadas para mis respuestas”, dijo, parafraseando a Henry Kissinger, antiguo secretario de Estado estadounidense en plena guerra fría. De esa forma inequívocamente lúdica, pretendía demostrar la misma seguridad del político y teórico de la diplomacia. Aunque en su caso hablara de arte y de las bondades de la nueva sala holandesa.

Abierta en un antiguo asilo del siglo XVII que conserva la fachada pero luce un interior ultramoderno, acogerá de forma periódica las colecciones de la famosa pinacoteca de la ciudad que Pedro el Grande fundó en 1703 a orillas del río Neva. La primera muestra está lista y se dedica a La corte rusa, palacio y protocolo en el siglo XIX. La reina Beatriz de Holanda, y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, la inauguran hoy.

“San Pedro (patrono de San Petersburgo) estaría contento con lo que hemos hecho”, añadió ayer Piotrovski, cerrando así, con una evocación del santoral impensable en otros tiempos, el ciclo más convulso de la historia de su país. Es tiempo de cooperación entre Holanda y Rusia. La hora de los gestos de apertura cultural con Europa. Y el experto ruso se congratuló ayer frente a otro río, el Amstel, que da nombre a la capital holandesa. Porque el Hermitage de Ámsterdam no es sólo ya el museo más moderno del país. Con sus 9.000 metros cuadrados de superficie, auditorio, tiendas, centro de estudio y un Hermitage para niños, se postula asimismo como el mejor escaparate de los tesoros guardados por la casa madre rusa. Más de tres millones de obras de arte antiguo, cuadros, porcelanas, ropajes, monedas, armaduras y libros, coleccionados por los zares durante siglos.

Ellos se apasionaron por las obras de los maestros flamencos, los españoles Murillo y Zurbarán, las esculturas griegas y renacentistas, las madonnas de Leonardo da Vinci y Rafael, o los impresionistas franceses. Sus compatriotas actuales desean convertir el museo en una marca, pero de las buenas. “En un concepto global capaz de acercar la colección a otro público hasta dar en el futuro todavía un paso más: el Hermitage en Internet”, afirmó el director ruso.

En Holanda, su visión encontró enseguida eco. Sobre todo porque Ernst Veen, empresario cultural y director del Hermitage de Ámsterdam, acariciaba la idea de abrir una dependencia de estas características desde hace años. “Cuando la colaboración cobró forma, visité a mis colegas de los museos nacionales, el Rijksmuseum, el de Van Gogh, el de Arte Moderno, para asegurarles que no les haríamos la competencia. Ahora tenemos un centro del siglo XXI en un edificio del siglo XVII, y somos afortunados. Todos nuestros patrocinadores comprometieron sus aportaciones antes de la crisis”, admitió, provocando las risas de todos.

A diferencia de otras sucursales artísticas, el Hermitage de Ámsterdam cuenta con una dirección independiente, y la renovación del asilo no sobrepasó el presupuesto original de unos 40 millones de euros. “Pedro el Grande vino a Holanda a aprender a construir barcos, y acabó trasladando el plano de Ámsterdam a San Petersburgo”, recordó Veen. “Si lo miran bien, lo de hoy es una forma de hermanar dos ciudades que se miraban ya la una a la otra”, subrayaría luego una de las expertas holandesas que mostraba los impresionantes trajes de la corte rusa. La muestra permanecerá abierta hasta el 31 de enero de 2010. Los preparativos de la siguiente, dedicada a Braque, Matisse y Picasso, han empezado ya (El País de España)

Una vida azarosa:
– Fundado por Catalina II en 1764, el museo guarda más de tres millones de objetos de Europa y Oriente desde la Antigüedad hasta el siglo XX, adquiridos por los zares durante varios siglos.
– Tras el triunfo de la revolución bolchevique de 1917, fue declarado museo estatal. Durante la Segunda Guerra Mundial, las piezas se trasladaron a Yekaterimburgo, en los Urales.
– Tuvo que ser restaurado en 1944, debido a los daños que sufrió en el sitio de Leningrado (como se llamó San Petersburgo entre 1924 y 1991).
-Hoy es una de las mayores pinacotecas del mundo.


El edificio. La reforma de la Antigua residencia de ancianos del edificio Amstelhof que alberga el nuevo Museo Hermitage de Amsterdam ha sido obra de tres estudios arquitectónicos: Hans van Heeswijk (edificio), Merkx+Girod (interior) y Michael van Gessel (recinto).

Una de las alas del museo, está dedicada al protocolo. Incluye el trono de los Romanov, frente al cual se alinean en otra vitrina los trajes de las delegaciones oficiales que se presentaban al zar.

Su alteza imperial el zar Nicolás Alexandrovich. El Hermitage de San Petersburgo, formado por un conjunto de edificios del siglo XVIII que se extienden a lo largo del río Neva, sólo puede exponer de un 5 a un 6% de sus tres millones de objetos de arte.

En el trono de la opulencia. Hasta el próximo 31 de enero, el público podrá revivir el ambiente de la corte de los zares a través de sus objetos cotidianos pero también gracias a los efectos de luces, música e imagen proyectada en las salas.

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Niños de la Guerra… Fría

Se trata de un informe de diez páginas que lleva por título ‘Proyecto Niños’. El documento, firmado en el invierno de 1963 por Lawrence E. Rogers, desvela cómo el Gobierno de Estados Unidos interrogó a los casi 2.400 españoles que regresaron de la URSS en plena guerra fría.

Esta historia tiene su origen en 1937, cuando el Gobierno de la Segunda República en España decide evacuar a muchos niños españoles con destino a Bélgica, Francia, Inglaterra y la URSS. Unos 5.000, la mayoría de entre 9 y 14 años, llegaron a Rusia. Allí les dieron alimento, formación y educación en los nuevos valores soviéticos. En 1956, tras la muerte de Stalin y la entrada de España en la ONU, el régimen de Franco aceptó la repatriación voluntaria de todos aquellos que lo solicitaran, ya que el 65 por ciento continuaban teniendo la nacionalidad española. Así, entre ese año y 1960 regresaron a España 1.692 de aquellos niños ya adultos, acompañados de 87 consortes rusos y 667 hijos nacidos de estos matrimonios. Uno de ellos fue Luis Lavín, que llegó a bordo del buque Crimea al puerto de Castellón.

Lavín tenía relevancia para los servicios secretos americanos. Había sido piloto del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial y uno de los pocos extranjeros que conocía parte de la tecnología de los Mig 15, que tanto habían hecho sufrir a los aviones estadounidenses durante la guerra de Corea. También trabajó en una fábrica de aviones en Saratov, ciudad que permaneció cerrada a los extranjeros hasta 1991. Sobre su regreso a España, Lavín rememora: “Nos llevaron a Zaragoza, sin maletas. Comenzamos a pasar interrogatorios con la policía española. Aquellos primeros años fueron duros. Un policía venía a verme todos los días desde la base aérea de Zaragoza e incluso me llevó de visita”.

De Madrid, recuerda a los agentes de la CIA: “Me interrogaba un polaco americano que hablaba bien el ruso y un chico que era hijo de un americano y una rusa. Me preguntaban cosas de aviones y de la producción de la fábrica. Querían que les hiciese planos del lugar de trabajo. Yo les engordaba y cambiaba las cifras y les contaba cosas poco importantes, porque en Rusia ya me habían dicho lo que podía contar”. Luis Lavín, que ya tiene 84 años, aprovechó sus viajes a las bases aéreas de Zaragoza y de Torrejón para memorizar las instalaciones.

En 1959 Lavín volvió a la URSS, con los planos en su memoria, aunque se dedicó a construir piezas de tractor. Tras la muerte de Franco regresó a España, donde vive con su esposa ucraniana. Este antiguo piloto explica: “La policía no me dejó en paz. Incluso los americanos me ofrecieron trabajo en la base aérea de Zaragoza, pero no quise aceptar porque yo me sentía extraño en este país. Todavía pienso en ruso”.

Más frío que en Rusia.- Ernesto Vega de la Iglesia regresó a España en la cuarta expedición, en diciembre de 1956, con su esposa y un niño de corta edad. En Rusia había trabajado 13 años en la fábrica número 45 de aviación de Moscú. “En invierno nos llevaron a un balneario en Castellón donde hacía más frío que en la URSS. Allí nos interrogaron españoles y su obsesión era identificarnos: familias, hijos, conocidos. Todos preguntaban si éramos del Partido Comunista”, relata.
Vega de la Iglesia recuerda su paso por el local de la calle Orense: “Allí había un americano hablando en español. Fui tres veces, y siempre me pedían que dibujase un plano de la fábrica de Rusia desde el aire, pero yo les decía que no sabía dibujar y que si querían planos que fuesen ellos a saltar la tapia. Me amenazaban y me asustaban, pero no ejercían demasiada presión. Me dejaron pronto en paz y con los años acabé trabajando de mecánico en el Parque Móvil y de taxista, así que imagino que tampoco tendría información muy importante”.

En febrero de 1959 los agentes de la CIA en España se habían duplicado. Dice el informe que “el número de interrogatorios llevados a cabo por mes creció de 25 en noviembre de 1958 a 60 a mediados de 1959, y a 90 a mediados de 1960; y el número de informes elaborados por mes se incrementó de 30 en noviembre de 1958 a cerca de 70 en la primavera de 1959 y más de cien a comienzos de 1960”. El documento reconoce que había que “intentar evitar que los repatriados supieran el grado de involucración del gobierno norteamericano en el programa” y también “mantener un razonable grado de oscuridad entre los residentes de los locales vecinos sobre la existencia de la verdadera naturaleza del centro”.

Juanita Unzueta y su marido, Manuel Ruiz de Haro, también sufrieron estos interrogatorios. Cuenta Juanita: “Desde Éibar a Madrid nos pagaban el viaje y la pensión y además nos daban 120 pesetas por día… Cuando llegábamos, los americanos nos enseñaban mapas de Rusia y nos preguntaban dónde había cohetes, porque mi marido había trabajado de tornero en una fábrica. Una vez vino la policía y se llevaron todos los libros que había en ruso, hasta las novelas de Dostoievski”. Juanita, conocida como “la niña española que bailó una jota vasca para Stalin”, recuerda “tener que pedir permiso para ir a Bilbao y las amenazas constantes de volver a la URSS. La tercera vez que nos llamaron para volver a Madrid ni respondimos”.
La mecánica de los interrogatorios de la CIA era siempre la misma: diez días antes se avisaba a las personas. Tenían que presentarse en el local de Madrid, aunque no todas lo hacían. El responsable del programa de la CIA se queja de que esta circunstancia “significaba la pérdida de una media de tres días de cada interrogador y del tiempo empleado por la oficina de selección”.

Información de misiles.- En las conclusiones, el documento arroja resultados contundentes: “Sobre los misiles teledirigidos, el Proyecto Niños proporcionó una información de gran importancia. Se obtuvieron datos sobre las etapas de desarrollo de la industria de cohetes espaciales soviéticos, lo que permitió conocer la velocidad de progreso en la creación de misiles y en su producción (…). Esto permitió conocer con ocho años de antelación el programa soviético de misiles. La información del Proyecto Niños tuvo un inmediato y significativo efecto sobre las estimaciones de la Inteligencia y proporcionó pistas sustanciales para una mejor expansión de nuestro conocimiento en este campo”.

También “dieron información de apoyo sobre los sistemas nucleares soviéticos, la primera información sobre una planta atómica asociada y llevó hasta nueva información sobre minas de uranio y almacenes nucleares”. Los interrogadores tuvieron más éxito sobre aviación militar. El informe detalla que “se obtuvo información sobre los detalles de construcción y producción de los aviones de caza soviéticos, detalles de las instalaciones donde se fabricaban, así como los tipos y cantidad de aviones que se producían y sacó a la luz el apoyo de la industria de la aviación al programa de misiles soviéticos”. Lawrence E. Rogers concluye que los datos obtenidos “en el campo de la inteligencia fueron muy útiles durante muchos años. Constituyó una reserva de información que probablemente no podría haber sido obtenida de ninguna otra manera, incluso teniendo en cuenta el coste en dinero y mano de obra. Sólo la información obtenida sobre misiles teledirigidos proporcionó un valor que justificaba el coste del proyecto entero” (Interviú, 15/06/09). Sigue leyendo

Las cartas de Van Gogh, en Internet

El museo Van Gogh de Amsterdam publicará en octubre próximo una nueva edición internacional de la correspondencia completa del pintor holandés en inglés, holandés y francés, que constará de seis volúmenes y a la que además se tendrá acceso gratuitamente por internet. Así lo anunció hoy en una rueda de prensa su director, Axel Rüger, quien explicó que la iniciativa es fruto de 15 años de investigaciones del museo holandés, del instituto Huygens y de la Real Academia de las Artes y las Ciencias de Holanda.

La gran novedad, tanto de la versión impresa como de la digital es que las 900 cartas, 820 escritas por Van Gogh y 80 dirigidas a él, estarán ilustradas con todas las obras pictóricas a las que aluden los escritos. “Se trata de un hito en los estudios sobre Van Gogh” e incluso los expertos tendrán acceso a información hasta ahora desconocida, señaló Rüger. Las cartas serán reproducidas exactamente como las escribió Van Gogh y estarán acompañadas también de una versión impresa para facilitar su lectura, así como de comentarios.

Una ocasión excepcional.- Para marcar la ocasión, el museo de Amsterdam inaugurará el 9 de octubre una exposición titulada “Las cartas de Van Gogh: el artista habla”, en la que se expondrán también las obras de la colección permanente de la pinacoteca, que podrá ser vista a través de las misivas. “Será una oportunidad única para comparar los bosquejos que figuran en esas cartas con los cuadros del pintor”, explicó Rüger. También se podrán contemplar 120 cartas que rara vez han sido exhibidas debido a la fragilidad del papel en el que están escritas, añadió.

La correspondencia de Vincent Van Gogh es un fiel reflejo de los lazos que le unían con su hermano Theo, de sus sueños, decepciones, amistades y peleas, su batalla con la enfermedad y su pasión por el arte. “Es igual de interesante y difícil decir algo bien como pintar algo”, escribió en abril de 1888 en una carta al pintor postimpresionista Emile Bernard, al recordar que muchos de sus colegas “imaginan que las palabras no son nada”. La nueva iniciativa del museo Van Gogh sigue al éxito de la exposición “Van Gogh y los colores de la noche” que cerró hace dos semanas y que fue visitada por 530.000 personas desde febrero pasado (EFE). Sigue leyendo

La fiesta del Corpus Christi (Cuzco)

Acaba de finalizar el Corpus Christi, sin duda la festividad más importante que se celebra en la ciudad del Cuzco. El Corpus conmemora a Cristo transformado en la Eucaristía, cada sexagésimo jueves después del Domingo de Pascua de Resurrección, por eso es una fiesta movible entre mayo y junio.

En todo el Perú, el Corpus es la celebración más nutrida de imágenes de santos y de advocaciones marianas. Las imágenes son llevadas en andas plateadas o de madera finamente tallada al templo de Santa Clara, para luego pasar a la Catedral. El día principal inicia sus actos litúrgicos hacia las 10 a.m. con una Misa pontifical o Te Deum en la Catedral, la que es celebrada por el arzobispo del Cuzco, y cuenta con la presencia de las principales autoridades del departamento. Luego de tres cuartos de hora desde que concluye la Misa comienza la procesión.

La salida del Santísimo en el Sol de la Custodia, que es paseada en el Templete de la Carroza de plata, que data de 1731, da principio a la procesión. Frecuentemente el Templete es acarreado por algún medio automotor. En otras ocasiones en mismo arzobispo lleva el Santísimo bajo palio. El recorrido de la Santa Eucaristía consiste, sigue usualmente el contorno de la Plaza Mayor.

Hacia el mediodía, al son de los pututos y de las bandas musicales, salen las quince imágenes elegantemente vestidas. La primera en salir es la de San Antonio Abad, patrono de los porquerizos y de los habitantes del antiguo barrio de Collana. Es representado con un báculo de plata en la mano derecha y con un libro en la izquierda. Le acompaña a sus pies un pequeño porcino. Procede de la parroquia de San Cristóbal. Le sigue San Jerónimo, de la parroquia de su pueblo, y patrono de los teólogos, por ello lo llaman el doctor o “doctorcha”. Lleva traje de obispo, con capa y sombrero rojos, y porta una Biblia con la mano derecha y una iglesia con la siniestra, y a sus pies descansa un león. Se le venera por haber traducido las Sagradas Escrituras. Detrás del “doctorcha” siempre viene San Cristóbal, a quien hoy no se le contempla en el santoral, pero cuya veneración está permitida. Es el santo de mayor popularidad en el barrio de Hanan Cusco. Carga al Niño Jesús en su hombro izquierdo. Se le vincula a la fuerza de la tierra o Pachamama. La cuarta imagen es la de San Sebastián, proveniente de la parroquia del pueblo aledaño de su nombre, quien fuera un destacado militar al servicio del emperador Dioclesiano. Este monarca le mandó martirzar por haber abrazado la fe cristiana. Se le relaciona con la muerte y los difuntos y se le representa casi desnudo con cuatro flechas en su cuerpo, dos de oro y dos de plata. Continúa la procesión Santa Bárbara de Nicomedia, virgen y mártir, de la parroquia de Poroy. Su cabeza está cubierta por una reluciente aureola y porta la palma del martirio en la mano diestra y una capilleja de plata en la otra extremidad superior. Es la patrona de los polvoristas y pirotécnicos del Cusco, y es la protectora contra las tormentas y el granizo. Prosigue el séquito Santa Ana, abuela materna de Cristo, de la iglesia parroquial de su nombre. Carga a la Virgen niña. Es la patrona de los viejos y protectora frente a las crudezas del invierno. Inmediatamente después hace su aparición el encabalgado apóstol Santiago, quien para los indígenas representa al rayo o Illapa. Viste sombrero de peregrino y monta un caballo blanco debajo de cual yace un moro derrotado. La siguiente imagen, la de San Blas, obispo mitrado que imparte la bendición y porta un báculo. Se le presenta rodeado de cuatro monaguillos. Es el patrono de los artesanos, especialmente de los plateros. San Pedro sigue los pasos de San Blas. Pedro, el primer papa y el portero del Cielo, y cuya imagen procede de la parroquia de su mismo nombre, está coronado con una tiara y avanza con báculo pontifical. Los indios lo vinculan al Hanan Pacha o “mundo de arriba”, y en tiempos de sequía le piden lluvia a gritos. La marcha prosigue con San José, esposo de la Virgen, de la parroquia de Belén. Simboliza el celibato. Se le pesonifica caminando y llevando una azucena en la mano izquierda y con la derecha paseando a Jesús niño.

Una vez que salen los santos de la Catedral siguen las advocaciones marianas de la Almudena, los Remedios, la Purificada, la Mamacha Belén y la Inmaculada Concepción o La Linda. La primera, la Virgen de la Natividad de la Almudena, de la parroquia de San Pedro, es la protectora de los sembríos y ganados. Ella viste un traje azul y blanco, y es protegida por un quitasol verde. Es también muy venerada por los puneños, juliaqueños y habitantes de Ocongate. Es la patrona de las parturientas y de los comerciantes. La Virgen de los Remedios, de la iglesia de Santa Catalina, posee las andas más modernas de la procesión del Corpus, pues recién sale desde 1980. Luce un manto verde, y un angel le sostiene un quitasol rojo. La Virgen de La Purificada, de la parroquia de San Pedro, está personificada con un cetro de reina en la mano diestra y con el Niño Dios en la izquierda. Al igual que las anteriores representaciones de María, un serafín la protege con un quitasol amarillo. Brinda protección a las mujeres después de los cuarenta días que siguen al parto. La Mamacha Belén, de la parroquia de su nombre, propicia la lluvia y la fecundidadporta al divino infante y un cetro. Es la patrona de los zapateros y de los comerciantes al menudeo. Finalmente, La Linda, imagen que conmemora a la Inmaculada Concepción, es representada con corona de oro, con las manos juntas en actitud de oración y a sus pies con una media luna de plata.

La procesión concluye entre la 1:30 y las 2 p.m., después de haber recorrido el perímetro de la plaza de armas. Inmediatamente, la gente se vuelca a almorzar y degustar el Chiri Uchu (que en lengua quechua significa “ají frío”), que consiste en carnes de cuy y de gallina, expuestas al sol y aderezadas con ajo, comino, sal y huacatay. Este plato se sirve acompañado de salchicha, cecina, queso fresco, rocotos y maiz blanco debidamente tostado. Comer el Chiri Uchu supone el acompañamiento de abundante chicha de jora y del “té macho”, que es la mezcla del té con aguardiente de caña.


(aboutcusco.com)

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Monumento a Jorge Chávez en Brig (Suiza)

Ayer publicamos fotografías de los monumentos a Jorge Chávez en Domodossola, ciudad del Piamonte donde cayó con su Bleriot en 1910. Pero Geo Chávez, nombre con el cual se le conocía a nuestro aviador en Europa, también tiene otro monumento en Brig (en francés Brigue y en italiano Briga), pequeño pueblo suizo del cantón Valais. Fue desde aquí que partió Chávez para cruzar los Alpes hasta la parte italiana; la comuna de Brig le ha dedicado este pequeño documento que ahora publicamos.


Juan Luis Orrego, autor de este blog, al pie del monumento a Jorge Chávez en Brig (diciembre de 1992)

Jorge Chavez momentos antes de emprender su vuelo en Brig con dirección al lado italiano de los Alpes

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El parque Domodossola (Miraflores, Lima)


(imageshack.com)

En nombre de este parque se debe a la pequeña ciudad de Domodossola, ubicada al norte de la región del Piamonte, en Italia, en la frontera con Suiza. En 1910, se hizo famosa internacionalmente cuando nuestro aviador, Jorge Chávez, quien acababa de cruzar los Alpes con su monoplano, cayó allí mortalmente herido al romperse las alas del avión que lo conducía, debido a los fuertes vientos. Como sabemos, Chávez moriría de shock traumático originado por ese fatídico accidente en un hospital de esta ciudad alpina el 27 de septiembre de 1910.

Por aquellos años, su proeza sólo era comparable con la del vuelo de Lindbergh que unió Estados Unidos con Europa. Lo cierto es que Chávez no perdió la conciencia ni tuvo lesiones internas, solo fracturas en las piernas y algunas contusiones en el rostro. Sin embargo, tuvo una larga agonía debido, como anotamos arriba, a un shock traumático y hemorrágico causado por una fuerte caída a baja altura; era insuficiente su sangre circulante al desangrarse por las fracturas de las piernas. Dado el nivel de la medicina de entonces, no era posible efectuarle una transfusión que hubiera sido salvadora; solo le suministraron purgantes y se le hizo beber café y un poco de champagne. Se dice que clamaba por líquido. Durante su agonía pronunció, según Luigi Barzini, frases entrecortadas como: “la altitud, la altitud”, “el motor, el motor”, “quiero levantarme”. Parece que sus últimas palabras fueron: “No, no, yo no me muero”, pero la versión de Juan Bielovucic ha sido la más difundida: “¡Arriba… más arriba todavía!”. El poeta italiano Giovanni Pascoli concluyó una elegía en su nombre de esta manera: “Cae con su gran alma sola siempre subiendo. ¡Ahora sí, él vuela!”.

Cuentan que que a Domodossola, en incesante procesión, llegaban numerosas personas desde toda Italia para darle la última despedida a Jorge Chávez, mientras se preparaban sus restos para enviarlos a París. Una multitud, vestida de negro, llenaba las calles y ventanas de la pequeña ciudad en todo el trayecto hasta la estación del ferrocarril. Detrás del féretro, avanzaban su anciana tía y su hermano Juan. El tren cruzó el Simplón y llegó a París el 1 de octubre. Después de las honras fúnebres realizadas en la iglesia de San Francisco de Sales, en la calle Brèmontier de París, a cargo del padre Martinet y del abate Pagas, el cortejo pasó por los boulevares de Malesherbes y Huasman y la avenida de La República, llegando al cementerio del Padre Lachaise, donde sus restos fueron depositados en el mausoleo de la familia Chávez. Los sentidos discursos fueron pronunciados por el Secretario de la Embajada del Perú en Francia, Francisco García Calderón, y León Barthou, a nombre del Aero Club de París.


Monumento a Jorge Chávez (Domodossola, Italia)
Monumento a Chávez en el lugar de la caída de su Bleriot (localidad de Siberia, Domodossola)

Fotografía del trágico accidente


Plaza Geo Chavez en Domodossola

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Heidegger en el banquillo

¿Cómo pudo el último gran metafísico sostener los principios totalitarios y criminales del Tercer Reich? Se ha pretendido disociar su filosofía de su compromiso con el nazismo. Nuevas revelaciones cuestionan esta actitud. Destacados filósofos del panorama hispano todavía hoy reconocen en Heidegger a un maestro eminente.


El filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976) en una imagen de la década de 1920

Martin Heidegger continúa siendo considerado en muchos ámbitos, algunos supuestamente informados, uno de los más grandes filósofos del siglo XX. De forma especial en España, donde todavía se identifica la filosofía (pura) y la metafísica como ocupaciones puramente abstractas, sin relación con la realidad. Basta recordar el diálogo de Babieca y Rocinante en el prólogo de El Quijote:

–Metafísico estáis.

–Es que no como.

¿Cómo admitir, en un contexto cultural como este, que Heidegger, estudiado en todas las universidades como el último gran metafísico, pudo sostener, en sus obras, los mismos principios racistas, antisemitas, totalitarios y criminales que el Tercer Reich puso en práctica?

Es cierto que, desde 1945, se conocían detalles de su pasado nazi. Se sabía que fue rector de la Universidad de Friburgo entre 1933 y 1934, con Hitler en el poder, aunque se tardó en conocer su polémico discurso del rectorado: ahí, contemporáneamente a la promulgación de las leyes racistas contra los judíos, sostuvo que “la universidad alemana es para nosotros la alta escuela que desde el saber y mediante el saber acoge para educar y disciplinar a los conductores y guardianes del destino del pueblo alemán”. “La ciencia y el destino alemanes –añadía– deben, en esta voluntad de esencia, llegar al mismo tiempo al poder”.

Se tenían detalles de la fascinación por Hitler, a quien Heidegger apoyó abiertamente en el plebiscito de noviembre de 1933 con un discurso, ante los rectores de las universidades alemanas, que empezaba así: “¡Compatriotas alemanes! El pueblo alemán ha sido llamado a votar por el Führer; pero el Führer nada pide del pueblo, más bien da al pueblo la posibilidad de la más elevada decisión libre: si el pueblo entero quiere su propia existencia o no. El pueblo, mañana, no elige sino su porvenir”.

A pesar de ello, la figura de Heidegger continuó ostentando, de forma casi unánime, su prestigio intacto. Su vinculación con el nazismo se pretendía un episodio desafortunado, calificado de flirt fugaz, anecdótico e intrascendente (así, Otto Pöggeler, en una monografía todavía considerada de referencia: El camino del pensar de Martin Heidegger).

En síntesis: una cuestión puramente biográfica, irrelevante a la hora de valorar el alcance de su filosofía. Por otra parte, heideggerianos tan ilustres como Walter Biemel, discípulo y editor de Heidegger, difundieron la falsa imagen de una inexistente oposición al nazismo: Biemel llegó a invocar, en el marco de unas Jornadas de Fenomenología (Palma de Mallorca, 1989), a un Heidegger que se cargaría de libros a la hora de ir a sus clases para evitar levantar el brazo en el obligatorio saludo nazi. Se sabía también que Heidegger nunca había dedicado palabra a condenar el nazismo y que, hasta el final de su vida, no tuvo una frase de atención para las víctimas del exterminio. Pero nada de ello parecía afectar a la supuesta profundidad de su pensamiento: así se ignoró su íntima hibridación con el régimen asesino del que nunca se desmarcó explícitamente.

La situación empezó a cambiar con la publicación, en 1987, de Heidegger et le nazisme de Víctor Farías (editado en castellano por Muchnik), que supuso un auténtico terremoto. Un año después, Hugo Ott publicaba en alemán una biografía con datos inequívocos de su compromiso nazi. Gracias a ambos libros ya era posible conocer matices esenciales desde el punto de vista histórico y contextual respecto al alcance biográfico del nazismo de Heidegger. Además, sobre todo gracias al libro de Farías, se inició un debate, a partir de entonces insoslayable, sobre las relaciones estrictamente filosóficas entre el nazismo y el pensamiento de Heidegger. La filosofía nunca es neutra respecto a la realidad, pero la lectura de Heidegger por Farías ponía el dedo en la llaga: la filosofia de Heidegger, y no sólo su persona, mantuvo con el nazismo más que una profunda complicidad de fondo y de forma, nunca desmentida después de 1945.

El libro de Farías provocó una sonora polémica, agitada sobre todo por la furiosa reacción de gente como Gadamer, Derrida o Vattimo, así como por el ala más reaccionaria y negacionista del heideggerianismo: Jean Beaufret, François Fédier o Ernst Nolte. Autores, todos ellos, que no estaban dispuestos a cuestionar el lugar olímpico que Heidegger ocupaba en el podio filosófico del siglo XX. Algunos otros, como de forma eminente Lévinas, Habermas, Bourdieu, Bobbio, Todorov o Eco, aplaudieron que por fin se abriera la caja de los truenos.

En las dos últimas décadas, se han descubierto muchos más detalles de esta profunda hibridación entre heideggerianismo y nazismo, hasta el extremo que hoy nadie puede discutir con rigor acerca de la neutralidad filosófica de Heidegger. Sin embargo, a pesar de certezas cada vez más confirmadas, España se cuenta entre los países con más heideggerianos del mundo: filósofos destacados del panorama hispánico y catedráticos de universidad se levantaron entonces contra el libro de Farías con la furia de quien defiende a las gallinas de su corral (o, más bien, a los lobos), y todavía hoy reconocen en Heidegger a un maestro eminente.

Incluso Aranguren consideró que el compromiso político de Heidegger nada tenía que ver con su filosofía. Es más: fuera de los devotos confesos ante la figura y el pensamiento de Heidegger, buena parte de sus nociones y de sus tesis alimentan, todavía hoy, el trasfondo de una parte relevante del pensamiento que se hace aquí e incluso de su terminología. La posición mayoritaria en este país, con salvedades contadas, sostuvo que hurgar en las conexiones entre el nazismo y Heidegger era propio del “espíritu inquisitorial y carroñero” o del “sensacionalismo de la prensa filosófica amarilla”. Y aquí paz, y después gloria. En España, Heidegger sigue en el pedestal.

Sin embargo, ha llegado la hora para que también aquí se inicie la necesaria impugnación de una filosofía cuya identificación con el nazismo ha llegado a ser, con los últimos datos en la mano, literalmente irrefutable. Llegan estos días a las librerías dos novedades editoriales de una trascendencia filosófica y cultural descomunal: el libro de Emmanuel Faye, que apareció en Francia en el 2005, sobre los seminarios inéditos impartidos por Heidegger en la universidad entre 1933 y 1935, contextualizados de forma muy rigurosa en el marco de sus discursos y sus intervenciones públicas de estos años. Más de quinientas páginas de una documentación avasalladora, en buena parte inédita hasta ahora, que constituye por sí sola el principal testimonio de cargo contra la supuesta neutralidad de la filosofía de Heidegger.

El otro es la reedición ampliada, con más de doscientas páginas nuevas a partir de muy reveladores descubrimientos, del libro de Víctor Farías, que publica por primera vez, en un esfuerzo editorial encomiable, el editor Lleonard Muntaner de Palma (Objeto Perdido). En total, más de mil páginas de revelaciones aterradoras que nadie, entre los interesados por la filosofía de nuestro tiempo, puede ya ignorar. Se trata, además, de textos arrancados al olvido frente a la oposición inquisitorial de Hermann, el hijo de Heidegger que controla y manipula la edición integral de la obra de su padre y que ha bloqueado el acceso a documentos todavía inéditos conservados en el archivo de Marbach. A estos dos textos, debe añadirse el libro de Julio Quesada, que no hace grandes aportaciones pero que tiene el mérito de ser la primera monografía puesta al día por un estudioso español.

La discusión, en realidad, desborda los límites de una polémica erudita o especializada. Tiene que ver no sólo con la introducción del nazismo en la filosofía, sino con la recíproca introducción de la filosofía en el nazismo, que se mantiene todavía intacta mientras no se revise y depure la influencia de Heidegger en el pensamiento de nuestro tiempo. Ese es el legado siniestro del nazismo heideggeriano, que ahora estamos en condiciones de abordar: su victoria filosófica después de muerto. La hegemonía de tesis claramente nazis después de la condena histórica del régimen con el que se identificó (La Vanguardia).

Bibliografía

Emmanuel Faye
Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía. En torno a los seminarios inéditos de 1933-1935
AKAL
574 PÁGINAS
39 EUROS

Víctor Farías
Heidegger y el nazismo (Edición corregida y aumentada)
OBJETO PERDIDO
606 PÁGINAS
35 EUROS

Julio Quesada
Heidegger de camino al holocausto
BIBLIOTECA NUEVA
332 PÁGINAS
20 EUROS

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Hitler quiso asesinar a Pío XII en venganza por el arresto de Mussolini en 1943


Hitler, Pío XII y Mussolini

Adolfo Hitler pretendió asesinar al papa Pío XII como represalia por el arresto del líder fascista italiano Benito Mussolini en julio de 1943, según ha publicado el diario de los obispos italianos, Avvenire. En un artículo titulado “Julio del 43. Hitler quería eliminar a Pío XII”, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) desvela un plan organizado por el Cuartel General de las Seguridad del Reich, en Berlín, del 25 de julio de 1943, del que le informó Niki Freytag von Loringhoven, hijo de uno de los personajes clave del plan, el coronel Wessel Freytag von Loringhoven, de la sección “sabotajes”. Niki Freytag, que ahora tiene 72 años, contó al diario italiano que entre el 29 y 30 de julio del 1943 se celebró en Venecia (noreste de Italia) un encuentro secreto entre el jefe del contraespionaje alemán, Wilhelm Canaris, y en el que participó su padre con el jefe del contraespionaje italiano, el general Cesare Amé.

Venganza contra el papa o el rey Víctor Manuel.- Durante el encuentro, los alemanes, que según el diario no tenían “simpatía” por el régimen nazi, informaron a Amé de las intenciones de Hitler de “vengarse” de los italianos por el arresto el 24 de julio de Mussolini en las personas del rey Víctor Manuel III o del papa Pío XII. De regreso a Roma, el general Amé divulgó la noticia, que llegó a oídos del embajador de Alemania ante la Santa Sede y el plan fue abandonado, precisó el diario de los obispos. A Pío XII (1939-1958) le tocó vivir los duros años del nazismo y muchos historiadores le acusan de antisemita y de no haber elevado la voz con más fuerzas contra el régimen de Hitler, algo siempre negado por el Vaticano. Los judíos siempre le echaron en cara su supuesto “silencio” ante el Holocausto (EFE). A continuación, reproducimos el texto del artículo en italiano publicado por Avvenire:

LUGLIO’ 43, HITLER VOLEVA ELIMINARE PIO XII
Sono ormai molte e spesso contraddittorie le voci di piani nazisti per ‘allontanare’ Papa Pacelli dalla Santa Sede nelle ultime fasi del secondo conflitto mondiale. Ne aveva parlato nel ´72 l’ex-generale delle Ss Karl Wolf, scomparso nell’84 riferendo il contenuto del suo incontro con il Santo Padre avvenuto il 10 maggio del ’44. Poco attendibile il suo racconto, privo di riscontri. Più concrete le voci di un piano organizzato dal Reichssicherheitsamt (Quartier generale per la sicurezza del Reich) di Berlino dopo il 25 luglio ’43. Avvenire ha raccolto dagli eredi dei protagonisti testimonianze e visionato documenti. Una fonte diretta ci è arrivata dal figlio di uno dei personaggi chiave, Niki Freytag von Loringhoven, oggi lucidissimo 72enne, che abbiamo incontrato a Monaco dove risiede e con il quale ci siamo intrattenuti a lungo. La vicenda si è svolta a Venezia e ha avuto come teatro il mitico l’hotel Danieli ed il Lido.

L’autorizzazione a recarsi in volo a Venezia era stata firmata dal responsabile del Comando supremo della Wehrmacht, generale Wilhelm Keitel, impiccato a Norimberga il 16 ottobre ´46. A bordo dell’Heinkel He 111 della Luftwaffe atterrato nel pomeriggio del 29 luglio ´43 nella laguna si trovavano il capo dell’Ausland/ Abwehr (controspionaggio) ammiraglio Wilhelm Canaris e due colonnelli della sezione II (sabotaggio), Erwin von Lahousen e Wessel Freytag von Loringhoven. Canaris aveva avanzato un’ottima motivazione per la ‘gita’ nella città lagunare: saggiare la fedeltà degli italiani al Patto d’Acciaio dopo l’arresto di Mussolini avvenuto 4 giorni prima. Ma non solo. A Venezia Canaris e i suoi due accompagnatori avrebbero incontrato il capo del Sim (Servizio informazioni militari) generale Cesare Amé. Tra Amé e Canaris esisteva da tempo un rapporto di reciproca stima. S’erano già incontrati sempre a Venezia all’hotel Danieli. Canaris arrivava in volo da Berlino e Amé in auto da Roma.

Ambedue nutrivano ben poca simpatia per i rispettivi regimi anche se si vedevano costretti a collaborare. Nel diario di servizio del colonnello von Lahousen si legge: «29.07.43: partenza in volo per Venezia con il Capo del Servizio (Canaris) e il colonnello Freytag per un incontro con il gen. Amé, capo del controspionaggio italiano». Ed ancora: «31.07.43: Ritorno dal viaggio di servizio a Venezia». Sia Canaris che von Loringhoven e von Lahousen avevano raccolto presso il Reichssicherheitsamt, sede della Gestapo a Berlino, voci concrete sulla volontà del Führer di vendicarsi degli italiani che avevano arrestato Mussolini colpendo il Re e il Papa. Deportazione o morte erano le parole che i tre esponenti del controspionaggio avevano sentito pronunciare. In una deposizione al processo di Norimberga il 1° febbraio del ’46 Lahousen ha fornito anche dei particolari riportati a verbale sotto il titolo Warnreise. Testimony 1330­1430. Lahousen ha riferito sempre a Norimberga anche la reazione di Freytag von Loringhoven: «Èuna vera vigliaccheria! Bisognerebbe avvertire gli italiani!». Infatti, sempre secondo Lahousen, lo scopo prioritario del volo a Venezia consisteva soprattutto in questo. Far sapere agli italiani i progetti di Hitler verso il re e papa Pacelli. L’incontro avvenne come sempre in una sala riservata dell’hotel Danieli. I due parlarono a lungo ma nulla è trapelato dei loro scambi d’opinione. Nel pomeriggio del 30 luglio Amé e i due colonnelli passeggiarono a lungo al Lido e qui l’avvertimento dei progetti nazisti nei confronti di Pio XII fu l’argomento centrale dei colloqui.

Quello stesso giorno Mussolini era già prigioniero a Ventotene ma la sua eventuale liberazione, tanto anelata da Hitler, non sembrava interessare nessuno dei tre. E infatti Amé non ne parlò. Sarebbe rimasto in carica solo ancora per una paio di settimane (fino al 18 agosto ´43) per essere quindi sostituito dal generale Giacomo Carboni. Siamo nel mezzo dei famosi 45 giorni di incertezza e ambiguità (25 luglio – 8 sett. ´43). Amé rientrato a Roma fece spargere la voce sui nefasti progetti di Hitler verso il re e Pio XII. Voci che giunsero ben presto anche all’ambasciatore del Reich presso la Santa Sede Ernst von Weisäcker, che si precipitò a chiedere informazioni a 360 gradi. Come riferisce nel suo libro Erinnerungen (Ricordi) del 1950, iniziò con il feldmaresciallo Kesserling, quindi con Kappler a Roma, con Wolf a Milano, a Berlino presso l’ufficio di Martin Bormann, capo della segreteria di Hitler, ed infine chiese spiegazioni allo stesso Canaris. Probabilmente il capo del controspionaggio tedesco non poté non sorridere a tale richiesta. Tutti si dissero all’oscuro di tali piani ma ormai le voci erano pubbliche e i progetti segreti per colpire il re ed il Santo Padre ormai di dominio pubblico e quindi da abbandonare. Tutto finì lì. Dei tre passeggeri atterrati a Venezia il 29 luglio ´43, solo von Lahousen è sopravvissuto al terrore nazista.

Trasferito sul fronte orientale al rientro da Venezia, il 1° agosto del ’43, riuscì a sfuggire alle retate contro i congiurati del 20 luglio ´44 (attentato fallito di von Stauffenberg contro Hitler) e fu fatto prigioniero dagli americani. Il servizio segreto inglese lo interrogò per alcuni mesi e quindi fu liberato. Canaris fu arrestato 3 giorni dopo l’attentato di von Stauffenberg e impiccato nel campo di concentramento di Flossenburg il 9 aprile ´45. Il terzo passeggero, il barone Wessel Freytag von Loringhoven, il 26 luglio ´44, avvertito che la Gestapo stava venendo ad arrestarlo e ben conoscendo i metodi di interrogatorio a cui sarebbe andato incontro, preferì suicidarsi con la pistola d’ordinanza. Aveva 45 anni a lasciava quattro figli in giovane età. A fianco, una foto dell’incontro di Venezia: Cesare Amé (a destra) assieme a Wessel Freytag von Loringhoven. Le foto furono scattate da Erwin von Lahousen (in alto al centro) con la sua Leica, ma sviluppate solo molti anni più tardi. In alto a destra in divisa ancora von Loringhoven all’epoca dei fatti di Venezia, sulla sinistra invece Wilhelm Canaris, capo del servizio di controspionaggio tedesco (Desde Münich, Diego Vanzi).

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El hospital ‘Casimiro Ulloa’

En 1980 se inauguró este hospital, el único de emergencias del Ministerio de Salud, ubicado en la avenida República de Panamá, en San Antonio, Miraflores. Su nombre evoca al ilustre médico psiquiatra e higienista José Casimiro Ulloa (Lima, 1829- Arequipa ,1891). Fue discípulo predilecto del también médico Cayetano Heredia, quien lo envió a realizar estudios en La Sorbona de París. A su regreso (1854), colaboró con Heredia en la organización de la Facultad de Medicina de Lima, adecuando su plan de estudios con las ideas que trajo de Francia; fue secretario de al Facultad de San Fernando durante 35 años, hasta su muerte. A partir de 1859, inició el tratamiento científico y humanitario de los dementes del hospital de la Misericordia, donde desaterró los antiguos y crueles métodos de los que eran víctimas los pacientes psiquiátricos.

Quizá la razón por la que el famoso hospital limeño de emergencias lleva su nombre es porque Ulloa fue miembro fundador de la Cruz Roja peruana en 1879. Además, durante la guerra con Chile fue nombrado cirujano mayor del ejército, encargándose de la organización de los hospitales de campaña. Fue miembro de la Sociedad Geográfica de Lima, del círculo literario y del Colegio de Abogados (socio honorario); también fue miembro fundador de la Sociedad Médica Unión Fernandina y autor de medio millar de publicaciones, abarcando diversos tópicos de la medicina social, higiene, psiquiatría, medicina forense, epidemias, farmacología, educación médica, crenoterapia, historia, agricultura, política, instrucción pública, sanidad militar, defensa nacional, finanzas, etc. La mayor parte des sus trabajos científicos fueron compilador por Hermilio Valdizán bajo el título Publicaciones médicas del doctor José Casimiro Ulloa (1924 y 1925, 2 vols.).


Casimiro Ulloa

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