Pueril cerrazón

Creo que leer la columna de Aldo Mariátegui no es ningún ejercicio saludable para la mente, para el espíritu ni para el hígado. Sinceramente no encuentro ningún sentido en las aberraciones que escribe. Me pregunto qué tan propicio y oportuno es invertir esfuerzo, concentración, tiempo en siquiera pensar qué se le puede responder al sinsentido y al más subterráneo absurdo. Para mí sus últimas columnas rozan con lo patético.

Siento que el discurso de A. Mariátegui es concientemente cínico e irresponsablemente inescrupuloso porque con sus desafortunadas opiniones está llevando una celebración electoral a niveles nauseabundos.

Denominar “electarado”; tildar de imbéciles, suicidas, estúpidos a aquellas personas que deciden votar por una opción democrática que no es la del gusto de A. Mariátegui; recurrir a justificar esta intolerancia con conceptos como ‘inbreeding’ y racismos disfrazados; es francamente insoportable y vomitivo. Leer más »

Oh nostalgia… elixir exquisito del anhelo

– Entonces, tal como les venía hablando sobre la necesidad de convivir con la soledad y de aceptarla con sabiduría. Son pocas las personas que disfrutan del silencio y de su soledad… esta suerte de madurez se da gracias a la experiencia de años y años de vida…

[Ay Taita… ¿por qué mi mente se me va por otros caminos y linderos tan alejados del justo medio armónico?] Leer más »

Tú eres la planta yaulillay

Pues ya lo dijo el célebre Rafael Amaranto Castillo, el amor – y la amistad – son como las plantas… yaulillay.

El amor es una planta, yaulillay
que crece y se marchita, yaulillay.
El amor es una planta, yaulillay
que crece y se marchita, yaulillay

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L´homme qui aimait les femmes o pincelazos de una personalidad estremecedoramente attachante*

[*attachant es un adjetivo en francés que literalmente significa «qui attache, suscite de la bienveillance». No encontré una traducción al español que concentre la esencia de lo que quería transmitir… definitivamente una «personalidad attachante» implica una personalidad atrayente, magnética, deslumbrante, amable –que es susceptible de ser amada-. Creo que es el mejor halago que le podría decir a un hombre ya que es el sincero saludo y reconocimiento por su calidad intelectual, espiritual y autenticidad… ¡oh, el éxtasis de la belleza humana!]

– ¿Qué me dijiste que eras?

– Jardinero… Leer más »

Sísifo y la Eudaimonía

– ¿ah? ¿La qué?
– ¡La Eudaimonía es la felicidad!
– ¡Es un demonio, chica! Eso es lo que es…

– Sencillamente, «llamamos perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa». La Eudaimonía la elegimos por ella misma… es perfecta. Y entonces volvamos al telos y al contexto teleológico en nuestro arte, nuestra investigación, nuestras acciones y nuestras libres elecciones. Todas tienden a algún Bien… Leer más »