¿En qué consiste la reforma que plantea el Ejecutivo para el Consejo Nacional de la Magistratura?

La iniciativa ha causado polémica, pues algunos la acusan de politizar la entidad encargada de nombrar, ratificar y destituir a jueces y fiscales.

¿En qué consiste la reforma que plantea el Ejecutivo para el Consejo Nacional de la Magistratura? (USI)

El presidente Pedro Pablo Kuczysnki enfatizó, en su mensaje a la Nación, la necesidad de reformar el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), organismo que se encarga de nombrar, ratificar y destituir a los jueces y fiscales.

En ese sentido, el gobierno presentó un proyecto de ley que ha desatado polémica pues algunos aseguran que politizará a la entidad que, según la Constitución, debe “ser independiente”.

La iniciativa plantea que los miembros de la CNM se reduzcan de siete a cinco y se seleccionen de la siguiente manera:

– Uno elegido por el Poder Ejecutivo, designado mediante resolución suprema con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros.

– Uno elegido por el Congreso, con el voto de los dos tercios del número legal de legisladores.

– Uno elegido por el Poder Judicial, entre los magistrados de la Corte Suprema jubilados y en actividad.

– Uno elegido por el Ministerio Público, entre la Junta de Fiscales Supremos jubilados y en actividad.

– Uno elegido por los miembros señalados precedentemente, de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica del CNM.

Con ello, quedan excluidos de la elección el colegio de abogados del país, los demás colegios profesionales, las universidades públicas y las universidades privadas, que actualmente sí participan en la designación de los miembros de la CNM.

Sobre los requisitos para ser integrante de la CNM, el proyecto de ley indica lo siguiente:

– Ser peruano de nacimiento, ser ciudadano en ejercicio y mayor de 45 años de edad.

El miembro del CNM gozará de los mismos beneficios y derechos, y está sujeto a las mismas obligaciones e incompatibilidades que los magistrados de la Corte Suprema.

En la explicación de motivos, el Ejecutivo argumenta que con la nueva conformación se pretende un CNM más equilibrado, con mayor compromiso de parte del poder político en el mejoramiento y reforma judicial a partir de la designación de jueces y fiscales, y el compromiso de los actores de justicia y la academia.

Además, indica que al pasar de siete a cinco miembros (al excluir a los representantes de las facultades de Derecho y de los colegios profesionales), se ahorra el costo en organización y tiempo.

Cabe señalar que el vocero de la bancada de Fuerza Popular, Daniel Salaverry, sí se ha mostrado a favor de la reforma del CNM que el Ejecutivo propone. “Saludamos su propuesta y su intención de reformar el Consejo Nacional de la Magistratura”, dijo.

En: peru21

Ver además:

Guido Águila: “El proyecto de reforma del Ejecutivo es inconstitucional y politiza el CNM

Avelino Guillén: “Es insostenible que el CNM siga igual” [ENTREVISTA]

LEER: TEXTO COMPLETO DEL PROYECTO DE LEY No. 1720-2017-PE PROYECTO DE LEY DE REFORMA DE LOS ARTÍCULOS  155 Y 156 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ SOBRE LA CONFORMACIÓN Y REQUISITOS PARA SER MIEMBROS DEL CNM

Costa Rica, en riesgo de insolvencia

El presidente del país anuncia en televisión una falta de liquidez que pone en peligro los servicios públicos y el pago de la deuda y anuncia políticas de austeridad y subidas de impuestos para revertir la situación.

Imagen: http://www.dw.com/image/39928225_303.jpg

Luis Guillermo Solís, presidente de Costa Rica, compareció la noche del martes (01.08.2017) en la televisión local para advertir de que el Gobierno “enfrenta dificultades de liquidez para pagar sus obligaciones y garantizar la operación de servicios”. “A pesar de todos los llamados públicos y esfuerzos que hemos hecho desde el inicio de mi mandato para contener los gastos y aumentar los ingresos, sigue existiendo una brecha que debemos cerrar con recursos frescos”, afirmó el mandatario.

Solís añadió que las decisiones económicas tomadas durante su Administración han permitido que la población “no perciba los peligros”, pero la crisis de liquidez ocurre a pesar del crecimiento de la producción, del buen manejo de la inflación y del control ejercido sobre la presión al alza de las tasas de interés. Este martes la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) reveló un informe que Costa Rica necesita ejecutar reformas tributarias significativas para mantener un desarrollo sostenible de la economía.

El presidente costarricense estableció un conjunto de acciones para salvaguardar las necesidades “de todas las familias de Costa Rica”, entre las que destaca una orden de que el presupuesto de la República para el año 2018 tenga un crecimiento cero en todos aquellos rubros que no tengan obligación legal para aumentar. Además, firmó un decreto en el cual ordena a la Tesorería Nacional priorizar los pagos del Estado de tal manera que se atiendan en primer lugar la deuda pública, los salarios y pensiones del Gobierno central.

El déficit fiscal de Costa Rica en el 2016 cerró en un 5,2% del Producto Interno Bruto (PIB), el más bajo registrado en los últimos cuatro años, según el Ministerio de Hacienda. El Banco Central de Costa Rica dio a conocer el pasado lunes que la proyección del déficit fiscal para el año 2017 pasó de un 5,9% a un 6,1% del PIB, mientras que la perspectiva de crecimiento económico pasó de un 4,1% al 3,8%.

“Mi Gobierno está dispuesto a tomar las decisiones necesarias, asumir toda la responsabilidad para cerrar este ciclo odioso de debilidad de nuestras finanzas y permitir que las próximas administraciones tengan los recursos necesarios para erradicar la pobreza y construir la infraestructura imprescindible que necesita un país desarrollado”, manifestó Solís. El mandatario agregó que convocó al Congreso un proyecto de ley que transforma el impuesto de ventas en un impuesto al valor agregado, así como una reforma del impuesto sobre la renta.

“Mi Gobierno está dispuesto a impulsar los impuestos imprescindibles, a limitar el crecimiento del gasto aún más y priorizar el pago de sus obligaciones de forma puntual de manera que no se ven afectados ustedes y sus familias”, puntualizó Solís. El presidente de Costa Rica (2014-2018) cerró con un mensaje optimista al decir que tiene la “esperanza de superar este momento, porque el país avanza por el rumbo correcto”.

LGC (EFE/LaNación)

En: DW

Fake News al estilo de Diario Exitosa (y su Director Martín Valdivia): En busca de una Interpelación

El día de hoy fue publicada una portada tendenciosa, por no decir amarillista, del Diario Exitosa, referida a una supuesta falta cometida por la actual Ministra de Educación Marilu Martens. La “denuncia” hecha por el diario “informa” que el hijo de la mencionada funcionaria fue beneficiado con una beca del Programa “Beca 18”.

Tendencioso titular del Diario Exitosa

La raíz de la denuncia proviene una ex trabajadora del programa Beca 18 quien aduce que fue despedida luego de no otorgársele esta subvención al hijo de Martens. La verdad es que ella era funcionaria de confianza de libre designación y remoción.

Al respecto, es interesante ver como el diario ha sobredimensionado esta situación de forma muy tendenciosa cuando:

1. Confunde el programa Beca 18 (subvención económica para buenos estudiantes con serias limitaciones económicas) con la Beca Presidente de la República (abierto para que cualquier ciudadano peruano pueda postular para estudiar un postgrado tanto en el Perú como en el extranjero).

2. La Constitución Política de 1993 señala que todo peruano tiene derecho a requerir o solicitar ante una autoridad publica un servicio o el otorgamiento de un derecho (art. 2.20).

3. El hijo de Martens aplicó a la subvención económica que otorga la Beca Presidente de la República, lo que es muy distinto a haber sido beneficiado con ella. Obviamente su ficha socioeconómica lo hizo no elegible.

4. La aplicación a la beca fue realizada en el año 2014, Año en que Martens aún no era Ministra de Educación (Funcionaria Publica), sino asesora, es decir funcionaria de confianza. Al respecto se puede notar la diferencia conceptual entre ambas categorías en la ley 30057, artículos 3.a y 3.e.

5. El hijo de la Ministra Martens ya era mayor de edad al momento de realizar el tramite en cuestión, ella no lo hizo postular a la beca. Dicho derecho esta consagrado en la Constitución Política del Perú de 1993 y las normativa emitida por PRONABEC (impedimentos para los familiares directos de trabajadores del programa).

6. El diario en cuestión aprovecha la paupérrima comprensión lectora de algunos peruanos para realizar una denuncia que hace agua por todos lados: “Ministra Marilú Martens hizo postular a su hijo en el programa Beca 18”.

7. Es interesante confirmar que el actual Director del diario en cuestión es Martín Valdivia Rodriguez (al respecto leer: Ex director de diarios, El Chino y El Men, ahora es director de Diario Exitosa). Obviamente este tipo de pasquines no solicitan declaración de la parte involucrada y publican con la mayor frescura una noticia tendenciosa (tiran la piedra y esconden la mano).

Si bien existe libertad de expresión y de prensa en el país, no es posible que se realicen acusaciones que no tienen asidero real. El titular de Diario Exitosa es un insulto a la labor informativa del periodismo en el país. Asimismo, no sorprende que los intereses por llevar a la actual Ministra a una interpelación en el Congreso estén motivados por grupos religiosos ultraconservadores que se la tienen jurada a cualquier Ministro de Educación que no comulgue con su postura anti inclusiva y que avala los crímenes de odio contra la comunidad LGBTQI (léase evangélicos radicales), asi como los propietarios de varias “universidades chicha”. Ver: Pleno aprobó derogatoria del DL 1323 en un duro golpe contra los crímenes de odio.

Diario Exitosa ha patinado horrible así como muchos borregos y “Trolls” de la oposición, quienes simplemente reaccionaron e insultaron sin analizar la fuente de la “noticia”. Incluso las declaraciones de los congresistas Lourdes Alcorta y Yonhy Lescano Ancieta demuestran una ignorancia supina sobre el caso. Ello dice mucho del nivel de comprensión y análisis de muchos peruanos en redes sociales, lo que asusta en demasía ya que el Perú puede llegar a ser un excelente caldo de cultivo para el desarrollo del triste y creciente fenómeno denominado “Fake News”.

Congreso aprobó norma que excluye a sus trabajadores de la Ley Servir

Los trabajadores del BCR, SBS y el Congreso no ingresarán al nuevo régimen de servicio civil.

Imagen: internet

La Comisión Permanente del Congreso de la República aprobó el miércoles 12 de julio el proyecto de ley que exonera a los trabajadores del Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) de la Ley Servir. La autógrafa enviada al Ejecutivo también considera a los trabajadores del Congreso.

El 14 de junio, la Comisión de Economía del Congreso aprobó los proyectos presentados por el BCR y la SBS, analizando la naturaleza de los entidades autónomas. El 12 de julio, la Comisión de Economía presentó un texto sustitutorio, en el que incluyó a los trabajadores del Congreso, sin exponer el análisis de los motivos. Ese mismo día, la Comisión Permanente aprobó el nuevo dictamen.

Si bien los trabajadores del BCR aún no han ingresado al régimen Servir –pues las incorporaciones de las entidades estatales a este régimen forman parte de un proceso que viene tomando varios años –este es un temor latente en la entidad si es que no se aprueba el proyecto de ley.

En abril del año pasado, el Tribunal Constitucional (TC) terminó que la inclusión de los trabajadores del BCR, el Congreso, la Sunat, SBS y la Contraloría no es inconstitucional, por lo que forzó a estas entidades a adecuarse al nuevo régimen laboral del sector público.

Si bien la implementación de la Ley Servir está en curso y todavía no rige en las entidades públicas mencionadas, la SBS y el BCR recurrieron al Congreso para la exoneración de sus empleados de la norma, lo que se concretó hace unos días.

En: semanaeconomica

Ver: Servir: una reforma necesaria pero dolorosa

Promulgan ley que excluye del régimen Servir a los trabajadores del Congreso, BCR y SBS

La Ley N° 30647, publicada hoy, señala que el Congreso, BCR y SBS son “organismos autónomos y sus trabajadores se rigen por el régimen laboral de la actividad privada”.

Tal como lo adelantó Gestión, hoy se promulgó la Ley N° 30647, la cual excluye del régimen Servir a los trabajadores del Congreso, BCR y SBS.

La citada norma sostiene que estos son “organismos autónomos y sus trabajadores se rigen por el régimen laboral de la actividad privada”.

Cabe recordar que a inicios de año tanto el BCR como la SBSenviaron sendos proyectos proponiendo su exclusión al régimen de Servir, al considerarse entidades especializadas.

En julio, la Comisión Permanente del Congreso reunió ambos proyectos en un solo dictamen y también agregó la misma disposición para sus trabajadores.

Al respecto, el abogado laboralista Jorge Toyama refirió que la propuesta para excluir a los trabajadores del Congreso del régimen Servir no se justifica, pues a diferencia del BCR y la SBS, no es un organismo especializado ni constitucionalmente autónomo.

“El Congreso no tiene un estatuto particular, es como cualquier otra entidad pública. Ahora cualquier otra entidad pública podría solicitar una medida similar”, advirtió Toyama.

En: gestion

Ver: Sentencia del Tribunal Constitucional Peruano que declaro inconstitucional la exclusión de los trabajadores administrativos del Congreso, BCR, SBS. Expedientes 00025-2013-AI 00003-2014-AI 00008-2014-AI 00017-2014-AI

What McCain did was hard. What Murkowski and Collins did was much harder.

Image: Alex Wong/Getty Images

In the early-morning hours after Senate Republicans’ last-ditch attempt to repeal Obamacare failed, a common narrative began to emerge: that while three “no” votes from Republicans killed the bill, only Sen. John McCain (R-AZ) saved the day.

CNN called it “John McCain’s maverick moment.” The Washington Post described it as “The night John McCain killed the GOP’s health-care fight.”

To be sure, McCain’s vote against the bill was dramatic and decisive. He flew back to Washington from Arizona less than two weeks after he was diagnosed with brain cancer, after having surgery to remove a blood clot from above his eye. He made a sweeping speechabout returning Senate procedure to a time of bipartisan, transparent cooperation. Then he proceeded to briefly horrify ACA proponents by voting yes on a motion to proceed vote, and yes again on the Republican Better Care Reconciliation Act.

So when McCain cast a performative last-minute vote against “skinny repeal,” it immediately overshadowed the two women Republican senators who did far more to halt Republicans’ reckless efforts to repeal Obamacare. Sens. Lisa Murkowski (AK) and Susan Collins (ME) repeatedly stood their ground against the three health bills their colleagues tried to ram through the Senate.

Murkowski and Collins were the only Republicans to vote against a motion to proceed with the health care bill debate. Both women cast votes against the Better Care Reconciliation Act, which could have led to 22 million more uninsured Americans. They both also voted against the Obamacare Reconciliation Act — repeal and delay — which could have led to 32 million more uninsured Americans.

Both senators said they could not support bills that would leave millions of people without health insurance. They also opposed provisions to defund planned parenthood. When skinny repeal — seemingly the last shot for the GOP — came down, they stood their ground and voted no again.

Through all of this, the backlash against these two women senators was severe. Two House Republicans threatened them with violence.

President Trump publicly shamed Murkowski on Twitter:

Murkowski then got a call from Interior Secretary Ryan Zinke, who reportedly threatened to punish Alaska’s economy based on her health care vote, according to the Alaska Dispatch News.

McCain’s vote was crucial in ending the latest health care repeal effort — but no more so than the votes of Murkowski and Collins, which were consistently courageous in the face of threats and suggestions of retaliation.

In: vox

The night John McCain killed the GOP’s health-care fight

It was the most dramatic night in the United States Senate in recent history. Just ask the senators who witnessed it.

A seven-year quest to undo the Affordable Care Act collapsed — at least for now — as Sen. John McCain (R-Ariz.) kept his colleagues and the press corps in suspense over a little more than two hours late Thursday into early Friday.

Not since September 2008, when the House of Representatives rejected the Troubled Asset Relief Program — causing the Dow Jones industrial average to plunge nearly 800 points in a single afternoon — had such an unexpected vote caused such a striking twist.

The bold move by the nation’s most famous senator stunned his colleagues and possibly put the Senate on the verge of protracted bipartisan talks that McCain is unlikely to witness as he begins treatment for an aggressive form of brain cancer.

“I’ve stated time and time again that one of the major failures of Obamacare was that it was rammed through Congress by Democrats on a strict party-line basis without a single Republican vote,” he said in a statement explaining his vote. “We should not make the mistakes of the past.”

Rumors swirled late Thursday that the Arizona Republican, who had captured the nation’s sympathy this week after delaying his cancer treatment in order to return to Washington, might vote against the GOP’s “skinny repeal” plan — a watered-down version of earlier Republican proposals to repeal the 2010 health-care law.

McCain warned at a hastily arranged news conference Thursday afternoon that he was leaning against supporting the legislation unless House Speaker Paul D. Ryan (R-Wis.) assured GOP senators that the House would not move to quickly approve the bill in its current form. McCain and Sens. Lindsey O. Graham (R-S.C.) and Ron Johnson (R-Wis.) wanted Ryan to launch broad House-Senate negotiations for a wider rollback of the law. Two hours later, Ryan issued a statement signaling he would launch negotiations, and Graham and Johnson announced their support.

But not McCain.

Reporters spotted him around 11 p.m.

“Have you decided how you’ll vote?” they asked.

“Yes,” McCain replied.

“How?”

“Wait for the show,” he said.

McCain headed for the stage — the Senate floor — around midnight, emerging from his office in the Russell Senate Office Building for the subway ride to the U.S. Capitol.

When he arrived, he held a brief conversation with Senate Minority Leader Charles E. Schumer ( D-N.Y.), an exchange that left the New Yorker smiling.

“I knew it when he walked on the floor,” Schumer later recounted, explaining that McCain had already called to share his plans.

But few, if any, of his Republican colleagues realized what was about to transpire.

Two votes were called just after midnight. The first was on a Democratic proposal to refer the “skinny repeal” bill back to a committee. The second vote was to pass “skinny repeal,” which would have repealed the Affordable Care Act’s individual mandate and rolled back a tax on medical devices.

“Let’s vote against skinny repeal,” Schumer told his colleagues before the votes as he once again derided the rushed nature of the health-care debate.

McCain stood on the Republican side of the room nodding in agreement.

With Sens. Susan Collins (R-Maine) and Lisa Murkowski (R-Alaska) already planning to vote against the plan, Republicans could not afford to lose McCain. Vice President Pence was already at the Capitol prepared to break a tie. Instead, he launched a last-ditch effort to win McCain’s support.

As the first vote began, McCain took his seat next to Graham, his closest friend in the Senate. The South Carolinian mostly nodded as McCain gesticulated, and signaled — through his body language — that he was likely to vote no. When Murkowski walked over to join the conversation, McCain winked and gave her a thumbs down — signaling his intentions.

Collins joined the group as another clutch of Republican senators formed in the well of the Senate Chamber. Sen. Jeff Flake (R-Ariz.), who operates in McCain’s long shadow, stood next to Senate Majority Leader Mitch McConnell (R-Ky.), Sen. John Cornyn (R-Tex.), who counts GOP votes, and Pence. Eventually, Flake was dispatched to talk to McCain.

He obliged, walked over to McCain and asked Graham to move over one seat. But McCain did not acknowledge Flake, focusing instead on Murkowski and Collins.

That left Flake, one of the most polite members of the Senate, leaning into the conversation uncomfortably with a pained look on his face, as if he had to tell his father that he had run over the family dog with his car.

Seeing that Flake was not making progress, Pence walked over at 12:44 a.m. McCain smiled, pointed at Collins and Murkowski, said something about “marching orders,” and stood up.

“Mr. Vice President,” he said, greeting Pence. For the next 21 minutes, the vice president cajoled McCain, Collins and Murkowski. Twice during the conversation, a Pence aide came to whisper in the vice president’s ear — other reporters learned it was the White House calling. Pence finally left to take a call, but later returned to speak with McCain.

By then, other senators around the room realized what was happening.

“You could see the body language in the entire chamber change in two hours,” Sen. David Perdue (R-Ga.) recalled. “One side was kind of ebullient, moving around and talking and the other side was subdued, and all of a sudden it began to change. There was an instinctive reaction that maybe this thing wasn’t going to pass. Nobody knew for sure.”

“It was pretty somber,” added Sen. Amy Klobuchar (D-Minn.).

At 1:10 a.m., McCain crossed the Senate Chamber to talk to Schumer, Klobuchar and other Democrats, including Sens. Richard J. Durbin (Ill.), Dianne Feinstein (Calif.) and Elizabeth Warren (Mass.). As he approached, McCain told them he worried that reporters watching from the gallery above could read his lips. When he realized that the press was indeed watching, he looked up at the ceiling and shouted, “No!” as senators and reporters laughed. Then, Democrats beamed when McCain shared his news. Feinstein gave him a hug.

Walking back to the Republican side of the room, McCain was stopped by Sen. Orrin Hatch (R-Utah) who also offered a hug.

“I love John McCain. He’s one of the great heroes of this country,” Hatch explained later. “Whether we agree or not, I still love the guy.”

The vote on “skinny repeal” began at 1:24 a.m., but McCain was out in the lobby once again conferring with Pence. In his absence, Collins and Murkowski cast their “no” votes along with the 48 members of the Democratic caucus.

McCain returned at 1:29 a.m. without Pence, approached the Senate clerk and gave a thumbs down — the third “no” vote.

Several people gasped. Others applauded. Reporters dashed out to report the news.

McCain returned to his seat, walking past Cornyn and Sens. John Thune (R-S.D.) and Bill Cassidy (R-La.), who stood grim-faced and despondent. Cassidy rubbed his face several times with his hands. Thune’s face contorted. The color in Cornyn’s face seemed to drain.

“Certainly Senator McCain knows how to improve the drama,” Cassidy recalled later.

The vote concluded, and the results were announced — the bill was voted down, 51 to 49. Just days before, McCain had fired a warning shot with a lengthy floor speech that criticized the rushed, secretive process that led to “skinny repeal.” Early Friday morning, McCain, Collins and Murkowski delivered the fatal blow.

McConnell, humiliated by the results, stood to address his colleagues. The color of his face now matched the pink in his necktie.

“This is clearly a disappointing moment,” he said.

In: thewashingtonpost

Here’s how much the healthcare industry paid John McCain to take away your healthcare

Senator John McCain returned to the Senate Chamber on Tuesday to cast a deciding vote allowing the legislative body to begin debating a bill put together behind closed doors by Republicans that would repeal and replace the Affordable Care Act.

And while many doctors and provider associations are opposed to a repeal — alongside at least half of Americans — major health industry players, especially on the insurance side, have been vocal in their opposition to the Affordable Care Act. In fact, the health industry donated millions more to Republicans than Democrats in every election cycle since 2010, as the Republican alternatives are expected to substantially enrich the industry.

So why would Senator McCain — who is treating his recently diagnosed brain cancer with taxpayer funded healthcare — vote to discuss a bill that could take healthcare away from around 32 million Americans

Health industry professionals have overwhelmingly supported Republicans seeking federal office, and one could imagine McCain and others who benefit from that support might push policy that would be more financially beneficial to their benefactors.

Healthcare providers are among the top 5 contributors by industry to McCain’s campaign coffers, having given $7,184,854 since 1989, according to OpenSecrets.org.

When the insurance industry is factored in, total contributions from the health-related sectors amount to $25,272,446.

full list of donors in the health and insurance industries provided by FollowTheMoney.org reveals that USAA, Humana, Liberty Mutual, American Association of Orthopaedic Surgeons, Cigna Corp, American Society of Anesthesiologists, American Society of Plastic Surgeons, National Association of Insurance & Financial Advisors and others have been top donors to McCain throughout his career, providing as much as $20,000 (USAA’s contribution) each to his campaigns.

Selecting just for health industry contributions, here are some of the top donors to McCain ranked by contribution amount, from the Institute for Money in State Politics:

Image: http://reverepress.com/wp-content/uploads/2017/07/top-donors-e1501033453524.jpg

Here’s the top of the donor list when sorted by Finance, Insurance and Real Estate (FIRE):

Image: http://reverepress.com/wp-content/uploads/2017/07/insurance-e1501033932436.jpg

In: reverepress.com

Pentagon spends 10 times more on erectile disfunction meds than transgender services

The Pentagon spent $84 million on erectile disfunction medications in 2014, 10 times the estimated annual medical costs for transgender services.

Military Times reported in 2015 that the military spent $84 million on erectile disfunction medications such as Viagra and Cialis the year before. Meanwhile, a 2016 Rand Corporation study estimated that the maximum annual medical costs for transgender military members would be around $8.4 million, Business Insider reports.

“You’re talking about .000001% of the military budget,” being spent on transgender services, Navy SEAL veteran Kristin Beck, who is transgender, told Business Insider.

President Trump announced Wednesday on Twitter his decision to ban transgender people from serving in the military “in any capacity.” He cited the “tremendous” costs for providing medical services for transgender troops.

“Our military must be focused on decisive and overwhelming victory and cannot be burdened with the tremendous medical costs and disruption that transgender in the military would entail. Thank you,” Trump tweeted.

His announcement sparked widespread condemnation from members of both parties, including Republicans who broke with the president to speak out against the ban.

Image: Facebook

In: thehill

Read also:

Trump to ban transgender people from all military service

Retired transgender Navy SEAL: Tell me to my face I’m not worthy of serving

 

El fracaso de Trump en la reforma sanitaria destapa sus problemas de liderazgo

El republicano sigue siendo un presidente de excepción, apoyado por un núcleo duro, pero rechazado por el resto.

Donald Trump en su reunión con senadores republicanos tras el fracaso de la reforma sanitaria. REUTERS

Donald Trump sigue solo. Tras seis meses en el poder y una agenda en agitación permanente, el multimillonario neoyorquino no ha sido capaz de romper con la maldición de su mandato. Continúa siendo un presidente de excepción, apoyado por un núcleo duro de votantes, pero rechazado por el resto. Una fractura, cristalizada en su bajísima valoración en las encuestas, que el fracaso en la aprobación reforma sanitaria ha dejado en evidencia. Ni siquiera en el proyecto más emblemático y anhelado de la derecha ha logrado unir a su propio partido.

La división republicana ha dejado el liderazgo de Trump por los suelos. El legado de Barack Obama ha mostrado mucha más resistencia de la que se suponía y ha permitido que las carencias del multimillonario afloren. Las encuestas lo han señalado desde el primer día. Su valoración es la más débil de un presidente a esta altura del mandato, y su vertiginosa gestión solo polariza más. Pero esta limitación no implica que haya perdido el apoyo de sus bases. Los sondeos, como indica a este periódico el profesor Larry Sabato, director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia, se elaboran sobre población general pero a efectos electorales solo importan los votantes registrados, y ahí Trump permanece incólume. Sin otros aliados, pero fuerte.

Con este bagaje, Trump ha entrado en el laberinto. Fracasado su plan de liquidar el Obamacare y aprobar al mismo tiempo un proyecto propio, está tratando de hallar una nueva salida: votar la eliminación del actual sistema y dejar para una discusión posterior su alternativa. El plan es de alto riesgo. Tres republicanos moderados ya han alertado de que no piensan dar ese paso y que sumaran sus votos a los demócratas. Dada la exigua mayoría republicana en el Senado (52 escaños frente a 48), es casi imposible que la iniciativa prospere.

Pero Trump no ha tirado la toalla. Ha pedido al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que someta a votación el fin del Obamacare la semana que viene, y paralelamente él mismo ha convocado una serie de reuniones con los senadores, la primera este miércoles, con el objetivo de recuperar terreno perdido y taponar una fuga irreversible en su presidencia. “La inacción no es solución. Tengo una pluma en la mano lista para firmar. No deberíamos dejar la ciudad hasta tener un plan y sacarlo adelante”, les dijo.

La Casa Blanca es consciente de que sin una mayoría estable en el Senado no sólo la reforma sanitaria, sino su plan fiscal y los presupuestos del año próximo corren peligro. Ante este espectro, Trump, el antisistema que venía a drenar el pantano, ha empezado a buscar su apoyo. No será tarea fácil.

Los republicanos tienen la mayoría en las dos Cámaras, pero forman un universo fractal que hizo de la obstrucción un arma mortal contra Obama y cuyo aguijón sigue vivo. Irredentos, centrados en sus intereses de circunscripción y ultrasensibles a las elecciones de 2018 (renovación total en la Cámara de Representantes y un tercio en el Senado), usan su poder hasta la extenuación y no perdonan los deslices. Trump lo ha sentido en carne propia.

El líder que se presentaba como el gran hacedor de pactos ha cometido en la tramitación de la reforma sanitaria graves errores de estrategia. El primero se vio en marzo cuando intentó forzar la votación de una primera versión en la Cámara de Representantes sin tener mayoría asegurada. In extremis tuvo que retirarla y volver a negociar a puerta cerrada.

El bochorno se ha repetido ahora. En esta segunda fase, obligó al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell a imponer un doble juego:eliminar el Obamacare y aprobar un proyecto alternativo al mismo tiempo. McConnell y otros senadores le advirtieron de la complejidad de la jugada. Demasiado ambiciosa para lograrla de una sola tacada. Trump insistió. Y la fractura volvió a emerger.

Para los moderados, el plan presentado era excesivamente duro en sus recortes a los más desfavorecidos y hacía prever un colapso en la cifra de asegurados de clase trabajadora (unos 15 millones menos en dos años). Y para los radicales, la ley dejaba escapar con vida el Obamacare. El descontento era evidente. Y Trump no supo manejarlo.

El mismo lunes el presidente cenó con un nutrido grupo de senadores y dedicó la mayor parte de la reunión a recordar sus viajes. “No habló más que de Francia y del Día de la Bastilla”, señaló con sorna un senador republicano. Poco después, la rebelión tomó cuerpo y con la oposición de solo cuatro legisladores la ley se hundió.

JUGANDO CONTRA LAS ENCUESTAS

Donald Trump ha jugado contra las encuestas en la reforma sanitaria. La última elaborada por The Washington Post-ABC y publicada este domingo pasado ya revelaba la falta de confianza en su proyecto. Aunque es cierto que el Obamacare no gusta del todo (sólo el 37% lo apoya con fuerza), aún gusta menos el proyecto alternativo auspiciado por la Casa Blanca (sólo 17% lo apoya con fuerza). Un resultado que se repite incluso entre los trabajadores blancos sin estudios superiores, el sector de voto duro de Trump.

A este factor se suma la propia polaridad del presidente. Excepto en el área económica, donde el 43% aprueba su gestión frente 41% que la rechaza, en el resto de baremos el mandatario suspende. Así el 58% es contrario a su gestión presidencial (36% a favor) y el 55% considera que no ha logrado avances significativos, frente al 38% que sí.

MÁS DE 30 MILLONES DE PERSONAS MÁS SIN SEGURO CON LA DEROGACIÓN DE OBAMACARE

En pleno debate interno, el Partido Republicano sufrió un nuevo jarro de agua fría. La Oficina Presupuestaria del Congreso, un organismo independiente, pronosticó este miércoles que derogar partes de la ley sanitaria actual sin sustituirlas por una alternativa dispararía el número de personas sin seguro médico en EE UU: 17 millones más en 2018 y 32 millones en 2026. Es una cifra muy superior a los 22 millones de personas más sin seguro en nueve años que había calculado el organismo ante la primera propuesta de reforma republicana.

Ante la incapacidad de sumar los votos republicanos necesarios para avanzar con su propia reforma, Donald Trump ha instado a los senadores a derogar primero Obamacare y luego votar por una propuesta que lo sustituya. Pero esa estrategia parece contar con aún menos apoyos entre los legisladores, lo que posiblemente se acentuará con el pronóstico de la Oficina Presupuestaria.

En: elpais

Entendiendo el Sistema de Salud en los Estados Unidos

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¿Se ha preguntado sobre qué trata el debate sobre el Seguro de Salud en los Estados Unidos? o ¿por qué un seguro de accidentes o por enfermedad funciona de la manera en que lo hace? El sistema de salud de los Estados Unidos puede ser difícil de entender, y la palabra “sistema” en sí puede ser engañosa ya que diferentes áreas de ella están dirigidas por cientos de organizaciones individuales, incluyendo el gobierno y las organizaciones con y sin fines de lucro.

Historia del Servicio de Salud en los Estados Unidos

La atención médica era de difícil acceso en los primeros días de Las Colonias ya que pocos médicos británicos entrenados habían llegado a Norteamérica. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII, Nueva Orleans, Filadelfia y Nueva York fundaron los primeros grandes hospitales, en ese contexto las primeras escuelas de medicina también abrieron sus puertas. El primer hospital, el Royal Hospital de Nueva Orleans, era demasiado caro para una gran parte de los residentes del área, por lo que se decidió construir un segundo hospital, The Charity Hospital, que atendería a la población con fines caritativos. A lo largo de la historia de los Estados Unidos y aún hoy, muchos hospitales están dirigidos por organizaciones religiosas, las que tradicionalmente se han inclinado por atender las dolencias y enfermedades de los más pobres.

Durante la Guerra Civil en los Estados Unidos, el Gobierno Federal y los Estados individuales comenzaron a construir hospitales en cada Estado para la atención de los soldados enfermos o que caían heridos. El gobierno también inició las primeras disposiciones sobre salud pública relacionadas con el servicio de agua potable, saneamiento y control de la tuberculosis, las cuales comenzaron a tener efectos significativos a principios del siglo XX. Desde entonces, la atención de la salud en los Estados Unidos se convirtió en un gigantesco sistema dirigido por múltiples grupos.

En 1965, el Presidente Lyndon B. Johnson promulgó los sistemas Medicare y Medicaid, que aseguraban a los jubilados y a las personas cuyos ingresos se encontraban bajo la línea de pobreza. Esto significó la creación de un gran sistema de salud federal que cubre a millones de estadounidenses. Sin embargo, resultaba difícil expandir estos programas para cubrir a más personas, porque se trataba de un tema muy polémico y que la mayoría de los políticos no querían abordar.

El Debate sobre la Atención de Salud en los Estados Unidos

El debate sobre si el gobierno debía proporcionar financiamiento a los servicios de salud y cuánto debería proporcionarse, es de larga data. La primera legislación, propuesta por la activista Dorthea Dix, fue el Proyecto de Ley de 1854 para el beneficio de indigentes con problemas mentales. A pesar de haber sido aprobada en ambas cámaras del Congreso, el proyecto de ley fue vetado por el presidente Franklin Pierce, quien argumentó que el bienestar social no debía descansar en manos del gobierno federal.

En 1910, cuando muchos países europeos aprobaban legislación para estatizar la atención médica para sus ciudadanos, el presidente Theodore Roosevelt trató de promover el mismo tipo de legislación en los EE.UU. Sin embargo, fue derrotado en el intento por los políticos de ambos partidos políticos. Los principales argumentos del debate en la actualidad siguen basándose en ideas similares en ese tiempo.

Los que apoyan la idea de la atención universal de la salud en los Estados Unidos afirman que sólo el Gobierno Federal puede garantizar que todos los ciudadanos estén cubiertos. Asimismo, el dinero que el gobierno federal gasta ahora para cubrir la atención de emergencia para aquellos sin seguro es tan alto que sería más eficiente si ellos pudieran tener un sistema formal que cubra a todos. Un sistema unificado tendría una mayor capacidad de negociación para concertar con compañías farmacéuticas, hospitales y proveedores de equipos permitiéndoles reducir los costos de la atención.

Sin embargo, en los Estados Unidos existe una larga historia de recelo por parte del poder federal. Los EE.UU. fueron diseñados originalmente con un gobierno federal débil y  gobiernos estatales fuertes como una garantía de protección  contra la tiranía. Aunque ese equilibrio ha cambiado dramáticamente a través de los años, aún muchos estadounidenses prefieren limitar el poder del gobierno federal. Estos argumentan que si el gobierno administra el servicio  de salud, este sería más burocrático y tendría que tomar decisiones sin participación  de los pacientes. Sienten que su cuidado sería más regulado y menos individualizado. También temen que un sistema de salud grande implique un alto costo y contribuya a impuestos significativamente más altos.

Sistema Estadounidense de Aseguramiento en Salud

Aunque hay varios tipos de cobertura y los Estados a menudo tienen sus propias regulaciones sobre seguro de salud, hay algunos aspectos del sistema que son similares en todo EE.UU. Hospitales, clínicas, consultorios médicos y otras instalaciones de atención de salud son propiedad de una gran variedad de entidades públicas y privadas. Los proveedores de seguros de salud (health insurance providers) son generalmente empresas separadas de aquellas y tratan con una amplia gama proveedores de atención médica (healt care providers).

Los pacientes pagan cuotas de seguro de salud mensuales para asegurarse de que estarán cubiertos cuando tengan que ir al médico, clínica u hospital. Los proveedores de seguros cubren a miles de pacientes, por lo que son capaces de negociar con los proveedores de atención médica por precios reducidos y  el pago por los servicios. El seguro de Medicare o Medicaid funciona de la misma manera, pero a mayor escala. Dado que necesitan ser capaces de negociar, los proveedores de seguros generalmente tienen una red de médicos con los que tienen acuerdos y los pacientes están cubiertos por visitas a los médicos dentro de esa red, pero puede que no esten cubiertos o totalmente cubiertos, por visitas a doctores que están fuera de esa red. Los proveedores de seguros por lo general cubren los servicios que los médicos consideran necesarios, pero a menudo no cubren los servicios que se consideran “electivos”. Las compañías de seguros tienen como objetivo mantener sus costos bajos mientras siguen cubriendo los cuidados de salud necesarios.

La Ley de Cuidado de Salud Asequible (Afordable Care Act, A.C.A. u “Obamacare”)

La Ley de Protección al Paciente y Asistencia Asequible (PPACA), comúnmente conocida como “Obamacare”, fue una ley aprobada en el año 2010. Como las compañías de seguros son sociedades privadas con fines de lucro, muchos estadounidenses quedaron sin seguro porque no podían pagarlo, no querían el seguro, o porque fueron rechazados debido a condiciones preexistentes. El gobierno de Obama trató de abordar varios de estos temas con la Ley de Protección al Paciente y Asistencia Asequible (ACA). Estas son algunas de las principales disposiciones de la Ley:

  • No se permite a los aseguradores rechazar la cobertura debido a condiciones preexistentes.
  • Se establecieron patrones mínimos para las pólizas de seguro de salud.
  • La elegibilidad para Medicaid se expandió.
  • Medicare se sometió a reformas orientadas a una mayor eficiencia.
  • Las personas sin seguro proporcionado por el empleador están obligadas a comprar un seguro de salud.
  • Los Health Exchange (o Health Insurance Marketplace) se crearon para ofrecer a los consumidores una forma eficaz de encontrar un seguro de salud adecuado y proporcionar subsidios a quienes lo necesitan.

Bajo la Ley de Protección al Paciente y Asistencia Asequible (ACA), 11 millones más de estadounidenses están asegurados en comparación con periodos anteriores. Sin embargo, esta legislación fue criticada por los republicanos a pesar de que fue aprobada por ambas cámaras del Congreso. Los intentos repetidos por detener la legislación a través de los tribunales han fracasado en su mayoría, aunque ha habido algunas resoluciones parcialmente en su favor. Es muy probable que el debate sobre la atención sanitaria continúe como ha ocurrido durante los últimos cien años.

Texto traducido de Elizabeth Cummings en: Understanding the US Health Care System

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12 Junio 2016 – Why is Healthcare so Expensive in the United States?

12 Marzo 2017 – Estados Unidos y el trabajo inacabado de dar cobertura sanitaria en el país más rico

18 Julio 2017 – Las deserciones republicanas hacen naufragar la reforma sanitaria de Trump

20 Julio 2017 – Reforma Sanitaria en los EE.UU.

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