Mujeres En El Frente – Documental

En 2013, la mayoria de ucranianos querian que su pais se uniera a la Union Europea, pero el gobierno pro-ruso de Viktor Yanukovich rechazo el acuerdo de asociacion con la UE. La gente se levanto en protestas y en Febrero de 2014, el presidente Yanukovic volo hacia Rusia. Las protestas se conocen en la historia como “La Revolucion del Maidan” (Revolucion de la Dignidad). El pais se dividio entre pro-europeos y pro-rusos.

Una insurreccion separatista apoyada por el ejercito ruso se desarrollo en Dombas, al este de la frontera ucraniana.

En 2014, el primer Protocolo de Minsk fue firmado para prevenir mas escaladas. El acuerdo busco un inmediato cese del fuego, pero fallo en detener la pelea. El conflicto a reclamado mas de 13,000 vidas. . .

Un film de Masha Kondakova

Video: DW Documentary

Los secretos de la abogada rusa del hijo de Trump

Muchos ven en Natalia Veseltnitskaya como una apisonadora en los juicios. CRÓNICA. Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/07/14/15000514843634.jpg

  • A sus 42 años y 300 casos ganados, incluido uno contra Ikea, Veseltnitskaya es una alfil de Moscú en la torre Trump.
  • Al poco de reunirse con Donald júnior, el entonces candidato a presidente dijo que tenía munición contra Hillary Clinton
  • Sus contactos tienen mucho que ver: estuvo casada con el viceministro de Transporte de Moscú

Para que Natalia Veseltnitskaya se sentase una tarde de junio del año pasado en el despacho del hijo de Donald Trump hizo falta una burbuja inmobiliaria en Moscú, un abogado muerto a palos en una prisión rusa, que decenas de huérfanos se quedasen sin padres adoptivos y que el actual presidente de EEUU saliese en un vídeo musical del hijo de un oligarca ruso. La letrada que hoy copa las portadas de los diarios de todo el mundo se graduó en 1998 en la Academia Jurídica Estatal de Moscú, y después de trabajar durante tres años en la oficina del fiscal estatal fundó Camerton Consulting. Para entonces ya sabía que en la Rusia de Putin todo es posible.

Las tierras de pasto que rodean Moscú siempre han dado poco fruto a los que las trabajan. Pero el crecimiento económico que logró encarrilar el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la década pasada disparó su valor y decenas de burócratas bien conectados se lanzaron al abordaje legal. En esos pleitos la leyenda de Veseltnitskaya evoca a la de una Juana de Arco rusa capaz de luchar por unos pocos para salvar a muchos más. Es una apisonadora para algunos. Una gran profesional del derecho para muchos más.

A sus 42 años ha ganado más de 300 casos y sabe infundir miedo a sus demandados en los pasillos de los juzgados. “Se ha enfrentado a Ikea por la propiedad de unos terrenos, está en el ojo del huracán”, dice Ekaterina, que trabaja en una firma de abogados y teme dar su apellido. “Los años de la mafia rusa han pasado, pero en casos como el de Ikea siguen existiendo guerras políticas sin extinguir y lo puedes perder todo”, explica un destacado hombre de negocios en la capital rusa. Esas tinieblas legales auparon a la correosa Natalia, cuya frase favorita es “nunca supliques nada a nadie”.

Dicen que ante el tribunal interpreta su papel como una soprano, ajustando el timbre de voz, dramatizando cada gesto, dejando las manos volar en las argumentaciones. Si además de todo esto tiene unas cuantas conexiones con la élite, el éxito está al alcance. Veseltnitskaya estuvo casada con el viceministro de Transporte de la región de Moscú Alexander Mitusov. El jefe de su entonces marido era Peter Katsyv, hoy un oligarca que ha usado sus contactos para hacerse con valiosos terrenos donde se dejó de sembrar patatas para plantar ingentes centros comerciales.

Años después Veseltnitskaya salvaría al hijo de Katsyv Denis de las garras de la justicia norteamericana, que pretendía procesarlo por blanquear dinero en Manhattan. Y el negocio de los centros comerciales condujo a ambos ante Aras Agalarov, uno de los oligarcas más importantes del país gracias a la explosión del shopping. Agalarov es en cierto modo un Trump a la rusa: vividores, amigos del show business y de los pelotazos inmobiliarios. Sus caminos tenían que cruzarse.

Ahí comienza la segunda vida de esta abogada de los suburbios, una guerrera legal que vio convertidos en oro los lodazales de la carretera por la que iba hasta su trabajo cada día en el suburbio moscovita de Jimki. En Rusia el patriotismo puede ser una actividad muy rentable y Veseltnitskaya se convirtió en una de las escuderas llamadas a defender al país de los ataques de gobiernos extranjeros. Así, en su trayectoria profesional ha destacado su incansable presión contra la ley Magnitski, aprobada en 2012 para sancionar a las personalidades relacionadas con la muerte en prisión del abogado Serguéi Magnitski. La norma indignó al Kremlin, que no dudó en utilizar al eslabón más débil de la cadena que unía a Rusia y EEUU y canceló las adopciones por parte de padres norteamericanos, hasta entonces una importante vía de salida de los nutridos orfanatos del país.

Veseltnitskaya se ha presentado en EEUU como alguien que trata de desbloquear estas adopciones, pero la llave maestra de ese candado es que Washington ceda y olvide su lista negra: una victoria para Moscú. En una cuenta a su nombre en redes sociales hay más ataques contra los adversarios de sus clientes que menciones a los niños rusos. En Rusia la defensa de la patria con frecuencia empieza por la parte alta de la escala social: la labor de Veseltnitskaya en EEUU se ha centrado en frenar los posibles perjuicios de esta ley sobre los rusos más acaudalados. La reunión con Donald Trump júnior en la Torre Trump tuvo lugar precisamente cuando la abogada había viajado a Norteamérica a colaborar en la defensa de Denis Katsyv, acusado de participar en el blanqueo de los fondos procedentes de la macroestafa del caso Magnitski.

Los Katsyv “están muy conectados con el fiscal general, Yuri Chaika”, desvela a Crónica William Browder, jefe del fallecido Mangnitski e impulsor de la ley del mismo nombre. Y Chaika es uno de los sospechosos de haber sido la fuente de la información que la abogada ofreció a los Trump. En cuanto a su manera de actuar, Browder la define como entrenada “a la vieja usanza rusa de tomar una posición extrema sobre cada asunto, incluso aunque esta postura radical no sirva a sus intereses a largo plazo”.

Aquel caso contra Katsyv se cerraría con una compensación de unos seis millones de dólares sin admisión de culpa. Gracias, casualmente, a la intervención de Trump, que tras ganar las elecciones destituiría al fiscal que tenía acorralado a su cliente. Ella colocó la bandera rusa en su perfil: Rusia gana.

El sueño (anti)americano de Veseltnitskaya se acelera a la vez que la campaña de Trump. Se reúne con miembros del Congreso, organiza reuniones y la acusan de pasar al Gobierno facturas de hoteles de 900 euros la noche. Pero la Torre Trump es demasiado alta para escalarla y alguien le echa una mano desde Rusia. Los informes que manejaba Moscú desde hacía años sobre el empresario Trump recogen dos intereses con los que la élite rusa sabe jugar: los negocios audaces y las mujeres bonitas. Aquí reaparece el Trump ruso: Aras Agalarov, el rey de esos centros comerciales a quien Veseltnitskaya ayudó. El norteamericano lo conoció en un hotel de Las Vegas cuando se dedicaba a organizar Miss Universo. A Agalarov, considerado próximo al Kremlin, le encanta recordar el saludo del hoy presidente de EEUU.

-¡Mira quién viene por aquí, el hombre más rico de Rusia!

Era 2012. Un año más tarde Trump estaba en Moscú para hacer negocios… y para presidir junto a Agalarov el certamen de Miss Universo. Hicieron buenas migas: “¡He conocido a la mejor familia de Rusia!”. Tan íntima fue la relación que el hoy presidente salió en un vídeo musical de Emin, el hijo del oligarca, y publicitó su álbum en Twitter. Años más tarde, con el republicano despuntando en la campaña electoral, Emin se puso en contacto con Trump júnior para decirle que una abogada del Estado ruso se podía reunir con él. Era Veseltnitskaya, que -como han recordado tanto ella como el Kremlin- no trabaja para el Estado. Pero era el alfil apropiado para pasar una información valiosa compilada por Moscú de la que poco se sabe… salvo que horas después de esa cita en junio de 2016, el candidato Trump anunció que tenía munición sobre las fechorías de Hillary Clinton.

Veseltnitskaya, como buena soprano, ha saludado tirando de modestia al acabar la primera función. Diciendo que no conoce a nadie en la élite y que en su cesta no llevaba gran cosa a la Torre Trump. ¿Era una abogada oportunista o una enviada del Kremlin? En Rusia, como se vio en la invasión de Ucrania, todo es “potencialmente híbrido”, señala el analista Mark Galeotti: incursiones que pueden funcionar o no, pero que se pueden negar sin pillarse los dedos y que, llegado el momento, serán recompensadas por una élite que sabe quién es el jefe.

En: elmundo.es

Gobierno de Ucrania prohíbe a los partidos comunistas

Los tres movimientos que se afilian a esa ideología no podrán participar en la vida política del país. Medida forma parte de un proceso para evitar referencias soviéticas.

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El gobierno de Ucrania informó este viernes (24.07.2015) que los tres partidos comunistas que existen en el país han sido prohibidos, lo que significa que no podrán participar en las elecciones. La medida forma parte de un proceso mayor que tiene como objetivo eliminar toda referencia a la época soviética, proceso que debiera concluir pronto, de acuerdo al ministro de Justicia, Pavel Petrenko.

El jefe del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Alenxandr Turchinov, señaló que “el Ministerio de Justicia ha emitido una orden que priva al Partido Comunista de Ucrania y a otras dos formaciones comunistas de participar en la vida política del país, incluidos los procesos electorales. Es un momento histórico”. Los otros dos partidos afectados son el Partido Comunista Renovado y el Partido Comunista de los Trabajadores y Campesinos de Ucrania.

Petrenko, quien dijo que la prohibición se llevará hasta sus últimas consecuencias, señaló que “se creó una comisión que a lo largo de un mes ha efectuado un estudio de los tres partidos comunistas”. Con respecto al Partido Comunista de Ucrania, aseguró que “ni su actividad, ni su nombre, ni sus símbolos, ni su programa y estatutos cumplen las exigencias de la ley sobre la condena de los regímenes totalitarios comunistas y nacionalsocialistas en Ucrania y la prohibición de su propaganda y su simbología”.

“No realzará el prestigio”

Los comunistas reaccionaron con una fuerte protesta, también en vista de las próximas elecciones locales previstas para el otoño (boreal). Las fuerzas de izquierda en la Unión Europea (UE) y el jefe de los comunistas rusos, Guennadi Ziuganov, también criticaron al nuevo liderazgo prooccidental por la prohibición. En tanto, el politólogo ruso Igor Bunin consideró que hay una verdadera caza de brujas. “Las prohibiciones no realzarán el prestigio de Ucrania en Occidente. Allí los partidos comunistas conviven en paz”, afirmó Bunin.

El pasado 9 de abril, la Rada Suprema de Ucrania prohibió la propaganda de los regímenes comunista y nazi, la negación pública del carácter criminal de esos sistemas y el empleo de sus símbolos. Las autoridades ucranianas también quieren rebautizar las localidades, calles y entidades cuyos nombres tengan referencias soviéticas. El rechazo en la sociedad al comunismo llevó entre otras cosas a la demolición de monumentos del líder revolucionario Lenin.

DZC (dpa, EFE)

En: DW

Rusia despliega 2.000 militares en el distrito que hace frontera con Ucrania y más de 600 en Crimea

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MOSCÚ, 10 Feb. (Reuters/EP) – Las Fuerzas Armadas de Rusia han desplegado unos 2.000 militares en unas maniobras en el Distrito Militar Sur del país y unos 600 efectivos en la península de Crimea, anexionada a su territorio en marzo de 2014, unos ejercicios que llegan un día antes del comienzo este miércoles de las conversaciones internacionales en Minsk (Bielorrusia) sobre el conflicto de Ucrania, han informado las agencias de noticias Interfax y RIA Novosti.

Un responsable del Distrito Militar Sur de Rusia, en el que se encuadra la zona fronteriza con Ucrania, ha asegurado a la agencia de noticias rusa que los ejercicios van a durar un mes. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, tiene previsto reunirse este miércoles en Minsk con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, y con el jefe de Estado de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, para intentar acordar una solución al conflicto en el este de Ucrania.

La agencia de noticias RIA ha informado de que más de 600 militares rusos han comenzado unos ejercicios en Crimea. Una fuente de la Flota rusa del Mar Negro ha confirmado que las unidades de defensa costera han comenzado unas maniobras en la península, con unas 50 unidades de armamentos.

En: europapress

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Las relaciones con Rusia provocan la primera tormenta política sobre Grecia

Los servicios de seguridad europeos escrutan la cercanía de varios ministros al Kremlin. La UE maniobra para suavizar el veto griego a las sanciones a Rusia.

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Colosal error de cálculo o as en la manga a la hora de defender estrategias de negociación en Europa. Entre estos dos extremos basculan las explicaciones que se dan en Atenas al primer movimiento diplomático del Gobierno de Alexis Tsipras, decididamente pro-Rusia, lo que ha desatado la primera tormenta política sobre el nuevo Ejecutivo.

El lunes, nada más tomar posesión como primer ministro, la oficina de Tsipras lamentó que la Unión Europea hubiera incluido a Grecia sin consulta previa en un comunicado que instaba a Moscú a aplicar los acuerdos de alto el fuego de Minsk en el este de Ucrania, y amenazaba con nuevas sanciones. El martes, el número tres de Exteriores dijo que “Grecia no está de acuerdo con el espíritu de las sanciones”, mientras el mismo ministro de Defensa, Panos Kamenos —líder del partido de derecha nacionalista que apoya a Syriza—, abría la puerta “a una mayor colaboración con Rusia en la compra de armamento”. El miércoles, el superministro de Reconstrucción Productiva y Energía, Panayiotis Lafazanis —único representante en el Gobierno de la facción más izquierdista de Syriza—, declaró: “Estamos contra el embargo impuesto a Rusia”.

A todo ello se suma un gesto no por simbólico menos importante. Hasta ahora, el primer embajador que se reunía con el nuevo primer ministro griego era el norteamericano (EE UU tiene una importante base militar en el país, en la isla de Creta; vital para la cobertura del Mediterráneo oriental). Tsipras rompió con esa tradición el lunes, al elegir al embajador ruso en Atenas, Andrei Maslov, para su primer contacto diplomático. Nada pudo entusiasmar más a los medios rusos, unánimes en los titulares: “Grecia da una lección de democracia a Bruselas” o “Syriza es el nuevo aliado de Rusia”. Dos días después, el presidente Barack Obama llamaba por teléfono a Tsipraspara para reiterarle la “tradicional alianza” entre ambos países.

Las relaciones de Grecia con Rusia vienen de lejos, pero nunca habían alcanzado este protagonismo. El año pasado, durante su gira internacional como candidato a presidente de la Comisión Europea, Tsipras visitó en mayo Moscú, donde clamó contra “la presencia de neonazis en [el Gobierno de] Kiev” —el mensaje oficial de los prorrusos de Ucrania y de Moscú— y denunció las sanciones contra el Kremlin. En el viaje le acompañaba su actual ministro de Exteriores, Nikos Kotziás, procedente del Partido Comunista de Grecia (KKE, afín a Moscú). El nacionalista Kotziás mantiene una buena relación con el también nacionalista radical Alexander Duguin, uno de los ideólogos del eurasianismo —y próximo a Vladímir Putin—, a quien ha invitado a la Universidad del Pireo, donde Kotziás era profesor de Relaciones Internacionales.

Pero no es el único que frecuenta Moscú, también lo ha hecho Panos Kamenos. Tanto este como Kotziás han sido cortejados por el círculo más íntimo del Kremlin, donde figuran algunos de los nombres que tienen prohibido viajar a la UE y EE UU por las sanciones. Estas relaciones peligrosas —Dugin es muy conocido entre los radicales populistas europeos— están bajo la lupa de los servicios de seguridad europeos.

De todo lo dicho se desprende “la preocupación” con que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, visitó este jueves Atenas. En la reunión que mantuvo con Tsipras se abordaron “todos los temas europeos”, incluidas la crisis de Ucrania y la postura hacia Rusia, el único asunto en el que, según fuentes de Exteriores, Tsipras y Schulz no se pusieron de acuerdo. “Estamos trabajando para evitar una ruptura de la UE y Rusia”, apuntó por su parte Kotziás en Bruselas.

“Me sorprende muy negativamente esta actitud del Gobierno hacia Rusia, porque aleja a Grecia de Europa en un momento crítico. Antes de que hayan empezado las negociaciones con la troika, el Gobierno de Tsipras ya ha creado una seria divergencia”, subraya el profesor Dimitri Sotirópulos, de la Universidad de Atenas. “No creo que Grecia vaya a cambiar sustancialmente su discurso pero sí va a utilizar este asunto como herramienta para sus negociaciones. Tsipras quiere ampliar su agenda internacional y abrir otros frentes para poder negociar con Bruselas; algo así como decirle a la UE “ya tienen bastantes problemas con nosotros, pero podemos crearles más”, explica Kostas Pliakos, editor de Internacional del diario Eleutheros Typos. “Las relaciones con Rusia son un tema tabú, porque EE UU aún está muy presente en este país; pero Rusia, por cuestiones estratégicas y energéticas [el trazado del gasoducto alternativo a South Stream], interesa mucho más”, concluye.

En: internacionalelpais

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La amenaza rusa se queda sin combustible

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En Europa, el acontecimiento definitorio del año 2014 fue la anexión de Crimea a Rusia y la intervención militar en la región de Donbass, al este de Ucrania. Las acciones del Kremlin desafiaron los principios fundamentales que han guiado a Europa desde hace más de seis décadas, en particular, a la renuncia al uso de la fuerza para alterar las fronteras nacionales. Sin embargo, Rusia no está en condiciones de sostener su política exterior agresiva.

A menudo se ha argumentado que Rusia estaba reaccionando ante la intrusión percibida en sus cercanías, al tiempo que era presionada por la Unión Europea y la OTAN. Pero la historia sugiere una explicación más simple: una década de constante aumento de los precios del petróleo envalentonó a Rusia, dejándola lista para aprovechar cualquier oportunidad de desplegar su poderío militar.

De hecho, la Unión Soviética tuvo una experiencia similar hace 40 años, cuando un período prolongado de aumento de los ingresos petroleros dio pie a una política exterior cada vez más agresiva, que culminó en 1979 con la invasión de Afganistán.

La floreciente riqueza petrolera reforzó la credibilidad del régimen, y el aumento de la fuerza económica y militar dio a los vetustos líderes de la Unión Soviética un sentido rejuvenecido de invulnerabilidad. La invasión de Afganistán no fue simplemente una respuesta improvisada a un hecho local (un golpe de Estado en Kabul); también fue un resultado directo de este patrón.

La reacción de Putin ante las manifestaciones del Euromaidán en Ucrania siguió un patrón similar. En ambos casos, se vio una oportunidad, aparentemente de bajo costo, que supondría una gran ganancia estratégica, al menos en el corto plazo. De hecho, si bien las consecuencias devastadoras de la aventura afgana de la Unión Soviética son ahora ya conocidas en su integridad, en aquel entonces la invasión fue vista como una gran derrota para el Occidente.

La retirada del ejército soviético en 1988 se atribuye generalmente a la insurgencia afgana, liderada por muyahidines entrenados en Pakistán con el apoyo de Estados Unidos. Pero la caída de los precios del petróleo durante la década de 1980, que redujo el valor de la producción soviética a un tercio de su nivel máximo, sin duda, desempeñó un papel.

La postura de Rusia cambió durante la década de 2000, mientras los precios mundiales del petróleo -y la producción de Rusia- se recuperaban, revitalizando la base económica del país en momentos en los que sus líderes se tornaban cada vez más autocráticos. Sólo entonces Rusia comienza a reclamar que EEUU y sus aliados europeos llevaran a cabo un compromiso implícito con relación a no ampliar la OTAN hacia el oriente.

Con los precios del petróleo en constante aumento, el valor de la producción de crudo de Rusia alcanzó un nuevo pico, aproximadamente diez veces el nivel de 1999, en 2008. Rusia invadió Georgia el mismo año. Aunque los precios se derrumbaron durante la Gran Recesión de 2009, rápidamente se recuperaron, llegando la producción rusa a otro pico en el período 2012-2013. Fue precisamente en dicho momento cuando la posición de Rusia sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea se endureció. Debido a que la UE y Ucrania ya habían estado negociando el acuerdo durante dos años, sin que existiera mucha reacción de Rusia, la UE se vio sorprendida por las objeciones bruscas y repentinas del Kremlin.

Es evidente que la actitud de Rusia hacia su exterior cercano no es tan errática como puede parecer. Cuando los precios del petróleo suben, Rusia expresa sus resentimientos latentes de forma más agresiva, a menudo empleando sus fuerzas armadas. Además, cuando los precios son más altos, la industria del petróleo desplaza y reduce la participación de otros sectores de exportación que apoyan a los mercados abiertos y una política exterior menos agresiva.

Después de la guerra soviética en Afganistán se produjo un descenso de largo recorrido en los precios del petróleo. La reciente caída de la cotización – a 50-60 dólares por barril, que reduce a la mitad el valor de la producción de petróleo de Rusia- sugiere que la historia está a punto de repetirse. Y los precios del petróleo no son el único problema de Rusia. Las sanciones de Occidente, que parecían constituir sólo un pinchazo hace unos meses, parecen haber causado graves daños, ya que el rublo ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar estadounidense el año pasado. Aunque los mercados financieros se calmarán cuando el tipo de cambio del rublo se asiente en su nuevo equilibrio, la economía de Rusia se mantendrá débil, lo que obligará a que los líderes del país tomen decisiones difíciles.

En este contexto, un punto muerto en la región de Donbass parece más probable que una ofensiva directa destinada a ocupar el resto de la región y establecer un corredor hacia Crimea. El resultado que muchos en Occidente temían inicialmente.

El nuevo proyecto Novorossya del presidente Vladimir Putin simplemente no puede progresar con los precios del petróleo en su nivel actual.

Sin duda, Rusia continuará desafiando a Europa, pero ningún alarde de fuerza puede compensar la desintegración de la base material de la economía causada por el nuevo equilibrio en el mercado petrolero. En este sentido, EEUU ha venido al rescate de Europa de una manera diferente: la producción de petróleo de esquisto y el poder gasífero norteamericano posiblemente desempeñen un papel más importante en cuanto a mantener a Rusia a raya en comparación al papel que desempeñan las tropas de la OTAN en las fronteras orientales de Europa.

En: economiahoy

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¿Quién se beneficia de la crisis rusa?

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La crisis rusa puede presentar una oportunidad para otros países.

La diplomacia rusa, asediada por la caída del precio petrolero y el conflicto con la Unión Europea y Estados Unidos en torno a Ucrania, está diversificando sus alianzas planetarias.

Los países vecinos y China son los pilares de esta estrategia y posibles beneficiarios de la reorientación económica rusa por efecto de la nueva realidad geopolítica global. Algunos incluso sugieren que América Latina podría obtener algunos beneficios.

Según Paulo Botta, director del Departamento de Eurasia de la Universidad de la Plata en Argentina, se trata de una estrategia de largo aliento.

“Rusia se ve a sí misma como un actor global. De manera que quiere tener una presencia en distintas partes del planeta. Con la crisis esta estrategia le ha servido a Putin para mostrar que no están aislados internacionalmente”, indicó a BBC Mundo Botta.

Eurasia

Los países vecinos, ex miembros de la Unión Soviética, son el espacio natural.

Este primero de enero empezó a funcionar la Unión Económica Eurasiática (UEE), integrada por Bielorrusia, Kazajistán, Rusia y Armenia, al que podrían sumarse Kirguistán, Azerbaiján, Uzbekistán e incluso Vietnam.

Más en los márgenes, pero también pendientes de posibles alianzas, se encuentran Turquía, India e Israel.

La Unión Económica Eurasiática (UEE) anunciada a comienzos del año tiene más de 170 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de US$4 billones.

Los cuatro miembros – cinco cuando Kirguistán se añada en el curso del año – representan la quinta parte de las reservas de gas del mundo y un 15 por ciento del petróleo global.

El comercio entre sus miembros creció en un 50% desde que en 2011 se dio el primer paso para la UEE con la creación de una unión aduanera: el intercambio hoy asciende a unos $US60 mil millones.

Al mismo tiempo la asimetría entre Rusia y las otras naciones es muy fuerte.

Rusia tiene superavit comercial en todos los casos: el peligro para sus socios es terminar en una versión apenas disimulada de la vieja Unión Soviética.

Según Paulo Botta la mayor debilidad actual de Rusia puede favorecer una integración más equitativa.

“Rusia aporta a estos países la posibilidad de una economía de escala. No es lo mismo invertir en un país de unos pocos millones de personas que saber que esa inversión se puede expandir a toda la zona y llegar a Rusia. Dado que Rusia está más débil, ha tenido una posición más negociadora”, indicó a BBC Mundo.

Turquía

Turquía se ha beneficiado con la crisis, aseguran expertos.

La diplomacia rusa considera que esta nueva esfera de socios comerciales para la economía rusa se trata de un espacio abierto.

Entre los más optimistas se proclama la posible incorporación de países tan diversos como Turquía, Israel, Vietnam e India.

“No es realista pensar que esto va a ocurrir pronto. A lo sumo estos países verán como funciona la UEE para luego hacer su propia apuesta. Lo que no quiere decir que no haya habido movimiento. Turquía, por ejemplo, se ha beneficiado mucho con la crisis, sentando una fuerte presencia de sus subsidiarias en el mercado ruso y permitiendo que empresas occidentales aprovechen su inversión en Turquía para llegar al mercado ruso”, indicó a BBC Mundo Botta.

Por su parte India, aliado histórico desde la época soviética, firmó en noviembre una serie de acuerdos energéticos que incluyen la cooperación rusa en la construcción a unos 10 reactores nucleares.

Como confirmó en aquel momento el primer ministro de la India Narenda Modi, Rusia seguirá siendo su principal fuente de equipamiento militar.

China

El intercambio entre Rusia y China llegó a US$89.000 millones en 2013.

El crecimiento del comercio ruso con Eurasia empalidece cuando se compara con el intercambio bilateral con China, que alcanzó los US$89 mil millones en 2013.

En noviembre China y Rusia firmaron 16 acuerdos, entre ellos un gasoducto para transportar gas natural a China.

Pero además, la retirada de firmas occidentales como Exxon, Eni y Statoil del norte ruso y la estratégica zona ártica, que tiene un 13 por ciento del petróleo no descubierto mundial y un 30% del gas natural, deja un espacio abierto para China que ya ha manifestado su interés en la región.

Putin acusa a las naciones occidentales de ir contra los intereses de Rusia. “China fue el que mejor aprovechó la crisis rusa, sobre todo por el lado de la compra de gas, porque el gas, a diferencia del petróleo, es un precio mucho más político que se fija bilateralmente. A estos acuerdos se suma el interés estratégico de China en la zona ártica que, con el calentamiento global, se va derritiendo, abriendo al posibilidad de su explotación comercial”, indicó a BBC Mundo Botta.

La relación bilateral tiene sus sombras. El espacio de Eurasia choca con el interés de China por conformar la nueva ruta de la seda.

Según Jos Boonstra, jefe del programa de Eurasia de Fride, un centro de análisis de Relaciones Internacionales, la cooperación entre ambos países en este área será nula.

“Para los países de la Unión Económica Eurasiática, Rusia es económicamente menos importante que China. Es decir, que hay un nivel de competencia, aunque a ambos les interesa la estabilidad política de la zona”, indicó a BBC Mundo.

¿Y América Latina?

Rusia prohibió la importación de lácteos de Estados Unidos o la UE.

Algunos creen que América Latina podría cubrir parte de esa demanda.

En agosto, en represalaia por las sanciones de Occidente, el gobierno de Vladimir Putin prohibió la importación de carne, lácteos, frutas, verduras y pescado de Estados Unidos o la Unión Europea, importaciones que rondaban los US$18mil millones.

Esta prohibición generó una intensificación de la relación diplomática-comercial de la región con Rusia para intentar captar la ventaja competitiva que tienen algunos países de América Latina en esos productos.

A fin del año pasado la caída del precio petrolero y la fuerte devaluación del rublo pusieron paños fríos sobre este inicial optimismo.

Hoy la región va a tener que luchar contra un consumo a la baja y una competencia por el lado del precio con países vecinos de Rusia que tienen costos de transporte mucho más económicos.

Aún así, la región es potencialmente una de las ganadoras de este conflicto.

“El potencial existe, pero estamos en un momento de extemada fluidez. Para darle un ejemplo. Turqúia está aprovechando esta crisis rusa para posicionarse como alternativa en alimentos y otros rubros. ¿Compite o no con América Latina? No lo hace en las frutas porque son productos estacionales: Turquía produce cuando la región no lo hace y viceversa. Pero en electrodomésticos sí es un rival. La oportunidad está, pero también la competencia”, indicó Botta a BBC Mundo

En: BBC

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Gorbachov opinó sobre Ucrania: ‘El mundo está al borde de una nueva Guerra Fría’

El último dirigente de la Unión Soviética hizo declaraciones fuertes en un acto sobre los 25 años de la caída del Muro de Berlín. “Quieren empezar una nueva carrera armamentística”, afirmó

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“El mundo está al borde de una nueva Guerra Fría”, afirmó el ex dirigente soviético de 83 años en una clara referencia a la crisis ucraniana. “Algunos dicen que ya comenzó”, indicó Mijail Gorbachov, para quien en los últimos meses “la confianza se rompió”.

“Recordemos que no puede haber seguridad en Europa sin la cooperación germano-rusa”, insistió durante una manifestación organizada por la fundación “Cinema for peace”, a la que pertenece.

En una entrevista a la radiotelevisión suiza, RTS, que se difundirá el domingo, Gorbachov estimó también: “Intentan llevarnos a una nueva Guerra Fría. Vemos nuevos muros. En Ucrania, ellos quieren cavar un enorme foso”.

“El peligro continúa allí”, según el último presidente de la URSS. “Ellos piensan que ganaron la Guerra Fría, pero no hubo un vencedor. Todos ganaron”, aseguró. “Pero actualmente, quieren empezar una nueva carrera armamentística”. Consultado si con “ellos” se refería a los países de la OTAN, Gorbachov respondió: “La OTAN es un instrumento que se utiliza”.

En Berlín, donde permanecerá varios días con motivo del 25 aniversario de la caída del Muro, el ex líder soviético se reunirá el lunes con la canciller alemana Angela Merkel.

Mijail Gorbachov declaró antes de viajar a Berlín que defendería la posición del presidente ruso, Vladimir Putin, en su encuentro con Merkel. “Estoy absolutamente convencido de que Putin defiende hoy día los intereses de Rusia mejor que nadie. Por supuesto que hay cosas en su política que generan crítica, pero no voy yo a hacerlo ni quiero que otro lo haga”, indicó antes de su viaje a Berlín.

AFP

Ver: Gorbachov y Walesa fueron ovacionados en Berlín en aniversario del Muro

No asisten líderes internacionales pero sí Mijaíl Gorbachov

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Kiev, Bruselas y el lento acercamiento

El acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea desafía a Rusia. Por eso, Bruselas y Kiev deberán demostrar mucho tacto en todo momento, opina Christoph Hasselbach.

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El acuerdo comercial de la UE con Ucrania no entrará en vigor hasta 2016. Barroso, Poroshenko y Van Rompuy se estrechan la mano en la firma del acuerdo de asociación de la UE con Ucrania, el pasado junio. AFP

 

Hace cerca de un año, el acuerdo entre Ucrania y la Unión Europea (UE) era casi una realidad. Ambas partes lo habían firmado, pero, en último minuto, el expresidente de Ucrania, Víctor Yanukovich, dio marcha atrás. Moscú lo había amenazado con graves consecuencias si firmaba el acuerdo y, al mismo tiempo, lo atraía con un crédito millonario que solucionaría los problemas del país, altamente endeudado, si se volvía hacia Rusia. Eso hizo efecto en Yanukovich, quien cedió a la presión, provocando la ira de su pueblo, lo que le costó el cargo luego de semanas de protestas callejeras.

Un acuerdo de libre comercio, más tarde

Si bien su sucesor, Petro Poroshenko, llevó a cabo la firma del acuerdo con la UE, actualmente se encuentra en un callejón sin salida muy similar al de Yanukovich, tanto respecto de las relaciones con Moscú como en política interna. Para apaciguar a Rusia, Poroshenko pidió a la UE que el acuerdo de libre comercio, que está unido al pacto de cooperación, se aplace hasta comienzos de 2016. En el interín –esa es su esperanza- las relaciones con Rusia podrían distenderse.

Pero, debido a ese aplazamiento, muchos ucranianos se sienten traicionados por su presidente, a quien consideran prooccidental. Y es posible que también salgan a la calle muy pronto otra vez. En realidad, la cúpula ucraniana no tiene otra alternativa. El país está económicamente en la ruina. Rusia podría volver a someterlo a sus designios en cualquier momento. A eso se suma la situación del ejército ucraniano. La anexión de Crimea demostró que el presidente ruso, Vladimir Putin, no dudaría, de presentársele la oportunidad, en anexar un país extranjero. Sus soldados ya están posicionados en el este de ucrania. Es así como el acercamiento entre la UE y Ucrania se produce, literalmente, en medio de la ofensiva militar rusa.

La UE no solo da, sino que también pide

Es por eso que Kiev y Bruselas deberán tener suma cautela y tendrán que acercarse a pequeños pasos el uno al otro, algo que podría someter a una dura prueba la paciencia de la población ucraniana. El dilema consiste, asimismo, en que las ventajas económicas que representa la UE no se harán sentir sino a largo plazo, mientras que los castigos de Rusia tendrán un efecto inmediato. Y Bruselas no solo da, sino que también pide reformas: las subvenciones de Ucrania al agro, las ayudas para la obsoleta industria del acero deberán desmontarse de manera duradera. Se trata de procesos usuales por los que tiene que pasar todo país que quiera acercarse más a la UE para luego ingresar en ella. Sin embargo, en el caso de Ucrania, tienen un significado especial.

¿Cuál es la alternativa?

A pesar de todo esto, la mayoría de la población ucraniana parece dispuesta a recorrer ese camino, ya que, de lo contrario, ¿cuál sería la alternativa? ¿Una membresía en la Unión Aduanera Eurásica? Seguro que no, al menos no voluntariamente. Allí Rusia se mueve, sobre todo, a través de amenazas, puede retirar beneficios una vez que estos han sido adjudicados, actúa de manera arbitraria y se adueña de lo que quiere. El mejor ejemplo es el caso de Crimea. Pero está claro que a Ucrania no le espera precisamente un paraíso en la UE, y menos de manera automática, pero al menos los ciudadanos saben qué les espera y cómo se desarrollará el proceso de acercamiento. Diversos políticos europeos dijeron que si Ucrania hubiese pasado a ser miembro de la UE en 2004, como otros países satélites de la ex Unión Soviética, hoy podría tener el mismo estándar de vida que Polonia, lo cual no es poco.

Tener en cuenta el factor ruso

Sin embargo, Ucrania no se adhirió aún a la UE, y no está previsto que lo haga a corto plazo porque eso no será posible con la Rusia de Putin. ¿Puede Rusia determinar qué alianzas hace Ucrania? Por supuesto que no. Pero solo un tonto no tomaría en cuenta el factor ruso en la cuestión, ya que hay demasiado en juego. Por ahora, no queda más que recorrer el camino a paso pequeño y dejar la puerta abierta a distintas opciones, además de convencer a Moscú de que Rusia no tiene nada que temer debido al acercamiento de Ucrania a la UE, sino que, por el contrario, solo saldrá ganando. Un estatus especial para Ucrania en la UE también sería una medida inteligente. Junto con eso, la UE debe tener cuidado de que la espiral de sanciones y contrasanciones no salga fuera de control. Sentar precedente contra la violación del derecho internacional: sí. Aplicar castigos para ver quién es el más fuerte: no, ya que así solo habría perdedores.

En: DW

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