Es increíble hasta dónde puede llegar el populismo en América Latina. El pasado fin de semana estuve en la capital mexicana y vi, realmente alucinado, cómo el gobierno de la ciudad decidió instalar en el Zócalo la pista de patinaje sobre hielo más grande del mundo, un tobogán con nieve artificial y un pabellón donde los niños podían moldear muñecos de nieve. Así como en La Habana de los años 20 a alguien se le ocurrió, en pleno calor caribeño, la delirante idea de instalar una pista de hielo, ahora los mexicanos, gracias al partido de “izquierda” que gobierna en el DF, pueden disfrutar gratuitamente de estas juegos para escabullirse momentáneamente de los verdaderos problemas que azotan al querido país azteca: desempleo, corrupción, delincuencia y narcotráfico. La consigna sigue siendo “pan y circo”, pero con el dinero del pueblo. Aquí van las fotos, dignas del mejor estilo de lo real maravilloso, captadas por el autor de este blog.
Foto: Juan Luis Orrego
Foto: Juan Luis Orrego
Foto: Juan Luis Orrego
Foto: Juan Luis Orrego