Historia de los Alcaldes de Lima: los años de la República Aristocrática


Postal de Lima con el retrato del alcalde Federico Elguera (fuente: limadeayer.comli.com)

La ley electoral de 1896 estableció que las elecciones edilicias se hicieran por votación directa de los vecinos, peruanos o extranjeros, de 21 años o casados, y que supieran leer y escribir. Así, los municipios emanados del sufragio popular revolucionaron la administración urbana, especialmente la de Lima. Esta ley le dio a nuestra ciudad una serie de buenos alcaldes, como Juan Martín Echenique, Federico Elguera, Guillermo Billinghurst, Nicanor Carmona (bisabuelo de Alberto Andrade Carmona), Luis Miro Quesada de la Guerra y Manuel Irigoyen Diez Canseco. De esta lista, destacamos tres administraciones edilicias, las de Elguera (cuya administración fue la más larga y activa), Billinghurst (futuro presidente del Perú) y Miro Quesada (con quien los limeños consumieron, por vez primera, agua potable).

Federico Elguera Seminario (1901-1908).- Nació y murió en Lima (1860-1928), fue escritor, se educó en París y estudió Letras y Derecho en San Marcos. Durante la guerra con Chile, integró la “Legión Carolina” de San Marcos y participó en la batalla de Miraflores. Fue diputado por Yauyos y, en 1899, viajó a Buenos Aires, urbe cosmopolita y de notable adelanto metropolitano, factores que influyeron en su visión drástica de la modernización de nuestra capital; también hizo un viaje por Europa, donde se dio cuenta, una vez más, de lo rezagada que estaba Lima en materia de infraestructura y vida cultural. Como alcalde de Lima, en su gran “esfuerzo civilizador”, entre sus obras más importantes, figuran:

1. La modernización de la Plaza de Armas
2. La inauguración del monumento a Bolognesi
3. La construcción del mercado de la Aurora y del Baratillo
4. La pavimentación y el asfaltado de las calles de Lima.
5. La iluminación eléctrica de la capital.
6. La promoción del transporte con tranvías eléctricos.
7. En el aspecto sanitario, canalizó las aguas servidas, inauguró baños públicos, dotó de agua potable al Parque de la Exposición, creó el instituto de bacteriología y el lazareto para leprosos.
8. En el ámbito cultural, inauguró la pinacoteca Ignacio Merino e impulsó la construcción del hoy Teatro Segura, inaugurado como teatro municipal el 14 de febrero de 1909.

Escribió en El Comercio con el seudónimo de “Barón de Keef”; junto a Federico Blume, escribió Letrillas satíricas para diferentes medios y tradujo varias obras al castellano. Como destacado intelectual, ejerció en forma exitosa cargos diplomáticos. Posteriormente, fue designado presidente de la Comisión Centenario de la Independencia.

Guillermo Billinghurst (1909-1912).- Desde la alcaldía de Lima, Billinghurst se consagró como el “benefactor de los pobres”, ganando un indiscutible apoyo popular al realizar obras de canalización y agua potable que mejoraron el pobre saneamiento urbano, construir viviendas para los obreros y abaratar los precios de las subsistencias. Fue la primera autoridad “populista” del Perú moderno. En su Memoria de 1910 como alcalde escribió: “Mientras que en Lima el callejón y el solar inmundo continúen arrancando al noventa por ciento de nuestro capital vivo no tenemos derecho a llamarnos un pueblo culto”. En efecto, durante toda su administración mostró preocupación por la situación en que vivían los sectores más pobres de Lima. En tal sentido, una de sus medidas más dramáticas ocurrió en 1911 cuando, con el pretexto de mejorar la ciudad y sus calles, mandó derribar el célebre callejón de Otaiza (muy sucio y hacinado), donde vivía una gran cantidad de chinos, y abrió la calle que viene a ser la actual séptima cuadra del jirón Andahuaylas. Dicha calle no existía en antes de 1911 y se conoce con el nombre de Billinghurst. La calle Capón quedó cortada con la construcción de esta calle (el famoso callejón Otayza quedaba en donde es la esquina del jirón Andahuaylas con el jirón Ucayali), pero esta medida no sirvió para que los chinos pudieran salir del centro (como algunos querían) sino que se quedaron en las inmediaciones creando el “barrio chino” que perdura hasta nuestros días.

Luis Miro Quesada de la Guerra (1916-1918).- Hasta 1917, los limeños no consumían “agua potable”, pues el agua proveniente de La Atarjea era producto de filtraciones, buena parte de la cual tenía su origen en acequias de regadío y, desde su captación, hasta su destino final, no tenía ningún tipo de tratamiento que la hiciera apta para el consumo humano. Para colmo de males, entre la población ni siquiera se había generalizado la costumbre hogareña de “hervir agua”. Bajo la administración municipal de esta época fue que, después de casi 400 años, la población de Lima por fin pudo usar y beber agua realmente potable. En mayo de 1917, gracias al impulso y gestiones del alcalde Luis Miró Quesada en materia de sanidad, se instaló en la Caja de Aforos, a la entrada de La Atarjea, una “Planta de Clorinación”, la primera de su género en el Perú. De esta manera, el agua llegaba purificada al reservorio de Ansieta antes de su distribución en la capital. Al poco tiempo también se comenzó a aplicar alúmina al agua para eliminar su turbidez.


Luis Miro Quesada de la Guerra

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Comentarios

  1. francisco elguera escribió:

    Veo la postal en el articulo y me parecia conocida, la razon es que esta en mi propiedad! En el archivo Courret hay una foto mejor de Federico Elguera que tambien fue mi bisabuelo..

    Saludos

  2. jorrego Autor escribió:

    Gracias por el dato, señor Francisco Elguera. En el blog puse la referencia de dónde ubiqué la postal. Saludos.

  3. justo linares chumpitaz escribió:

    La interesante relación biográfica del doctor Luis Miró Quesada solo habla de una de sus obras magnas, el agua potable para cuyo efecto contó con el conocimiento y talento del ingeniero norteamericano James Walter Spalding. Le ruego me confirme si fue en julio de 1916 ó julio de 1917, en que la administración edil del alcalde LMQ puso en firme la construcción del parque, plaza y monumento al Libertador San Martín. Aprecio el rigor histórico de sus notas. Gracias.

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