Manuel Pardo
En 1869, una Junta de Notables nombró a Manuel Pardo y Lavalle en el sillón de Nicolás de Ribera. Por primera vez en la historia de la ciudad de Lima, según Carmen McEvoy, un alcalde, al tomar posesión del cargo, expuso su programa de acción. Hubo tres puntos centrales en su discurso inaugural:
a. la creación de rentas al Consejo
b. la fundación de escuelas municipales
c. la limpieza y embellecimiento de la ciudad
En efecto, para cumplir su plan de gobierno, Pardo:
1. Buscó rentas alternativas, como el impuesto predial, y el pago de los usuarios por el sistema de canalización del agua; también gestionó un préstamo de 100 mil soles, el primero en la historia municipal.
2. Estas rentas fueron invertidas al mejoramiento de la higiene y el embellecimiento de Lima; a la remodelación y empedramiento del mercado de la Concepción y del local del mercado de la Aurora; la canalización de las antiguas acequias que recorrían superficialmente la ciudad, envenenando con sus exhalaciones la atmósfera, los jardines y los paseos; la construcción de canales ce desagües; el empedrado y el cambio de nomenclatura de las calles
3. Respecto a las escuelas para la educación popular, Pardo opinaba que el estado había descuidado este rubro, denunciando la negligencia y el abuso (corrupción) en a la administración educativa. Insistió en la necesidad de una reorganización completa que contemplara locales, profesores, mobiliario y población para las escuelas. Durante la gestión de Pardo, el número de alumnos creció de 500 a 2,097. También intentó estimular, mediante premios, el cumplimiento de los deberes cívicos en los sectores populares, tanto a los alumnos, padres de familia como profesores.
4. Respecto a las fiestas cívicas, en la celebración del 2 de Mayo se premió a los huérfanos o viudas de las víctimas; también se hicieron desfiles y recordatorios. Con ocasión de las Fiestas Patrias, se inauguró una Exposición Industrial, la primera que tuvo lugar en el Perú. En ella, se dieron premios a las compañías de bomberos y a los artesanos.
Finalmente, las obras de saneamiento urbano que emprendió Pardo las hizo, en parte, por la experiencia traumática que significó la epidemia de fiebre amarilla que azotó Lima en 1868, cuando Pardo era director de la Beneficencia Pública de Lima. Asimismo, su experiencia en la alcaldía de Lima, sobre todos sus preocupaciones por la educación del pueblo, le servirían de mucho para, luego, postular a la presidencia de la República en las elecciones de 1871.