La ciudad de Mendoza y el libertador San Martín


Plaza San Martín (Mendoza)

La historia de la ciudad de Mendoza es inseparable de la figura de San Martín. En ella se pueden apreciar diversas muestras sobre la estancia del Libertador en la provincia de Cuyo. Incluso, los festejos del Día del Padre, todos los 24 de agosto, es el día del nacimiento de su hija Mercedes. Se recuerda, por ejemplo, que cuando fue Gobernador-Intendente de esta provincia, promovió la instrucción pública como un deber y no como un privilegio, y se preocupó por la creación de escuelas y bibliotecas. Asimismo, reglamentó la relación patrón-obrero para evitar abusos y estableció la obligatoriedad del trabajo para todos los hombres entre 18 y 50 años.

El recorrido por la “Mendoza Sanmartiniana” incluiría, en primer lugar, el Área Fundacional (donde se emplazó originalmente la ciudad) y su Museo, donde se ubicó el viejo Cabildo, la Alameda ampliada por San Martín y lugares emblemáticos como la Plaza San Martín. Está rodeada por las calles 9 de Julio, Necochea, Gutierrez y España, y está ubicada en pleno distrito financiero, rodeada de edificios bancarios y comerciales. Al principio se llamaba Plaza Cobo, en honor al español que introdujo las primeras estacas de álamo en la ciudad hasta que, en 1904, se decide denominarla Plaza San Martín. La estatua ecuestre es una réplica de la obra del escultor francés Luis José Daumas que se encuentra en la Plaza San Martín de Buenos Aires. También hay una placa que indica la altura de la ciudad de Mendoza: 747 metros sobre el nivel del mar. El monumento señala con el brazo derecho el camino que siguió el Ejercito de los Andes para cruzar la Cordillera y dirigirse a Chile para liberar Sudamérica.

Luego tenemos el Solar de San Martín en la calle Corrientes 343. Unos monolitos con varias placas señalan, en la vereda, el sitio donde estuvo ubicada la casa, cedida por el Cabildo de entonces, donde vivió San Martín con su familia, antes de que el terremoto de 1861 la destruyera por completo. Hoy hay una construcción de dos pisos y existe un proyecto para convertir el Solar en un centro cultural. Un poco de historia. En 1814, el Cabildo de Mendoza ofreció al Libertador una casa para que se alojara, con su esposa. El inmueble elegido estaba muy cerca de la antigua Plaza Mayor (hoy plaza Pedro del Castillo), es decir, el área fundacional. Era una casa muy grande, con caballeriza al fondo y propiedad de la familia Álvarez. En 1817, el Libertador salió rumbo a Chile y su hija y esposa partieron a Buenos Aires. En 1861, un terremoto destruyó la ciudad y también la vivienda. En 1975, el sitio fue declarado lugar histórico y, actualmente, hay una construcción moderna levantada en 1985 de 417 metros cuadrados, propiedad de la familia Marcovecchio.

Diversos testimonios coinciden que San Martín vivió feliz en Mendoza, con la convicción de que sus proyectos libertarios iban a cristalizarse. Además, en esta ciudad, su esposa, Remedios, dio a luz una niña, y el general, de 38 años, sintió una indecible ternura, aunque esperaba un varón. Los flamantes padres bautizaron a la niña con el nombre de mercedes Tomasa y los padrinos fueron el coronel e ingeniero tucumano José Antonio Álvarez Condarco y Josefa Álvarez. Le escribió a Tomás Guido para compartir su emoción y, como en esos días sus opositores lo acusaban de pretender coronarse como rey, ironizó: Sepa Usted que desde antes de ayer soy padre de una infanta mendocina.

Luego tenemos el Museo histórico Sanmartiniano, ubicado en la avenida San Martín 1843. Está construido sobre un terreno que el Libertador compró en 1818 para edificar una casa que nunca se materializó. En este museo hay información relacionada con el San Martín, el Ejército de Granaderos y el paso de la Cordillera de los Andes. Tiene, además, una biblioteca. Otro punto estratégico es el Cerro de La Gloria, uno de los atractivos del parque San Martín, llamado antiguamente Cerro del Pilar, donde está el mejor mirador de la ciudad de Mendoza. En 1911, fue escogido para colocar el “Monumento al Ejercito de los Andes” sobre una base de roca que simboliza el escarpado terreno cordillerano, obra del artista uruguayo Juan Manuel Ferrari, donado en 1910 con motivo del Centenario de la Revolución de Mayo. Fue inaugurado en 1914.

No podemos omitir, de otro lado, a la Virgen del Carmen de Cuyo. Ubicada en la Basílica de San Francisco, era –y es- muy venerada en Cuyo. San Martín la nombró “Generala” del Ejército Libertador; por ello, lleva el bastón de mando. Dicen que casi todos los soldados llevaban su escapulario. Cuenta la historia que en una ceremonia, el 5 de enero de 1817, San Martín le entregó su bastón de mando, la nombró Generala y hace bendecir la Bandera de los Andes. Luego, a su regreso de Perú y Chile, le entregó, definitivamente, su bastón, esta vez en un acto estrictamente privado, con una carta que decía: la protección que ha prestado al Ejército de los Andes su Patrona y Generala la Virgen del Carmen son demasiado visibles. Ambas reliquias, el bastón y la carta, se conservan hoy en el Camarín de la Virgen. En la Basílica, además, se encuentra la tumba de Mercedes, hija del Libertador.

De otro lado, tenemos la Bandera del Ejército de los Andes, que está en la Casa de Gobierno con la custodia del Regimiento de Infantería de Montaña nº 11 “Gral. Las Heras”, génesis del Ejército Libertador. Finalmente, citamos el antiguo Oratorio de la ciudad. Está próximo al campo de “El Plumerillo” y es la actual Capilla de los Segura, donde San Martín venía con sus oficiales a escuchar misa. El terremoto de 1861 lo destruyó y la familia Segura la reconstruyó. Los muros son de adobe y el techo a dos aguas de caña y barro. En el altar están las imágenes de la Virgen del Carmen de Cuyo, del Sagrado Corazón y de San Miguel Arcángel. En su interior se conserva la silla donde se sentaba San Martín. Está en la ciudad de Las Heras, a 6 kilómetros de Mendoza.



Nuestra Señora del Carmen de Cuyo

Puntuación: 4.00 / Votos: 1

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *