El ferrocarril Lima-Callao (y los de Chorrillos y Magdalena Vieja).- La convocatoria para su construcción salió en El Peruano el 23 de marzo de 1848; la primera piedra se colocó el 30 de junio de 1850; el viaje de prueba fue el 8 de noviembre de 1850; y su inauguración fue el 5 de abril de 1851, cuando transportó 373 pasajeros; el día 10 ya ascendían a 667. Los empresarios de la ferrovía fueron José Vicente Oyague y Pedro Gonzáles Candamo. Desde que empezó a funcionar se emitieron boletos, pues muchos pasajeros viajaban de “gorrones” y no abonaban el pasaje y viajaban colgados de las ventanas o balcones del tren. En un primer momento, se levantó una estación provisoria en San Jacinto (en la huerta de la Virreina), ya que el tren llegaba hasta el segundo óvalo de la Alameda al Callao. La ferrovía se concluyó cuando llegó a la plazuela de San Juan de Dios (actual Plaza San Martín), cuyo convento devino en estación por casi 50 años. En 1867, Manuel Atanasio Fuentes criticaba la irregularidad en la frecuencia de los trenes al Callao y acusaba a los empresarios de poner horas “aproximadas”, que eran la excusa para hacer esperar a los pasajeros por horas enteras.
Luego, en 1856, vino el ferrocarril a Chorrillos, primer balneario del Pacífico Sur. Pasaba por Miraflores y Barranco hasta llegar a la estación de la Encarnación de Chorrillos. Luego, en 1875, Manuel Pardo inauguraría el servicio ferroviario a Magdalena Vieja, desde una pequeña estación elevada desde donde es hoy la avenida Bolivia (Centro Cívico) hasta cerca del mar. Tenía 3 locomotoras, 9 vagones de primera clase, 4 de segunda, 2 carros para equipajes y 4 plataformas. Los de primera clase tenían capacidad para 24 pasajeros y lucían forrados en seda y alfombrados.
Los simones o “coches de plaza”.- Así los llamaban porque se estacionaban frente a los portales de la Plaza de Armas. Estos coches públicos sumaban 31 en 1858, y hacían sus careras dentro de las murallas o hasta Amancaes. Ese mismo año, según Manuel A. Fuentes, circulaban por las calles de lima 425 carruajes: 24 coches públicos, 7 calesas de alquiler, 48 coches y 65 calesas (ambos particulares), 250 carretas públicas de mudanzas y 31 de policía. Como vemos, en total, 114 vehículos de pasajeros.
El tranvía a caballos.- Otro medio masivo de transporte hizo su aparición en Lima, el tranvía, proyectado desde 1862, pero aprobado en 1876 e inaugurado el domingo 24 de marzo de 1878, cuando Lima tenía unos 100 mil habitantes. La empresa que lo implementó estaba dirigida por Mariano Antonio Borda, y se llamaba “Empresa de Tramways”; la dirección técnica estuvo a cargo del ingeniero Manuel Marca. También fue llamado a “tracción de sangre”, la línea principal pasaba junto a Palacio de Gobierno, por el Arco del Puente y sus rieles se tendieron desde la Alameda de los Descalzos al nuevo Parque de la Exposición. Como apreciamos en las fotos de la época, se trataba de un tranvía de coches sobre rieles, tirado por caballos o mulas y, en un inicio, solo estaba cerrado por cortinas. En 1890, tenía 3 líneas, 32 conductores, 34 cocheros y 6 inspectores para 26 tranvías de 40 con capacidad para 24 a 30 asientos y 400 caballos de tiro. Hacia finales de siglo, en 1898, “Empresa Tramways” cambió de propietarios, quienes decidieron incrementar las líneas y modernizarlas. Así se creó la “Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima” con un capital de 50 mil libras peruanas. En 1900, esta empresa contaba con cuatro líneas:
1. Descalzos-Exposición
2. Monserrate-Cercado
3. Camal-Acequia de Islas
4. Malambito-Santa Rosa