Con el advenimiento del nuevo orden político, las cosas cambiarían al establecerse un incipiente transporte “masivo” en desmedro de los coches particulares, que primaron durante el Virreinato. En este sentido, el primer ensayo de transporte colectivo se efectuó en 1827, durante el gobierno del mariscal José de La Mar, cuando se estableció una “diligencia” o carruaje público de pasajeros entre Lima y el Callao. La diligencia partía de la Portada del Callao (hoy Plaza Dos de Mayo) a las 4 de la tarde y regresaba a las 9 de la mañana siguiente. El asiento valía 2 pesos y, en 1829, se redujo a 12 reales.
Sin embargo, el viaje no era totalmente seguro por la presencia de salteadores. El historiador Nemesio Vargas cuenta: Desde la salida de Santa Cruz, los ladrones se habían cuadruplicado. Lima y los alrededores estaban plagados de ellos. Los caminos de Chorrillos y el Callao, no ofrecían seguridad de ninguna especie y las diligencias iban casi siempre escoltadas por gendarmes. Para 1831, el aumento de tráfico, obligó a duplicar el servicio de diligencias entre Lima y el primer puerto, pero los asaltos se agravaron al grado que los bandoleros en cierta ocasión, detuvieron el carruaje en algún punto del camino y despojaron a los atribulados pasajeros de 6 mil pesos.
Estas diligencias eran grandes coches cerrados, para 6 a 8 pasajeros y en los avisos de los periódicos de entonces se les llamaba “ómnibus” y “coches”. En 1840, por ejemplo, cuando el marino francés Max Radiguet viajó en “ómnibus” del Callao a Lima, la diligencia hacía tres recorridos diarios, el pasaje costaba medio peso de plata, el alquiler de caballos una pistra y el de un coche un cuarto de onza.
Para viajar de Lima a Chorrillos, también había coches públicos. Por ejemplo, en 1840, había un servicio que partía desde el restaurante más famoso de la época, la fonda de Cóppola, en la calle Espaderos, los sábados a las 4 de la tarde y los domingos a las 9 de la mañana. También había carruajes de 2 a 8 asientos a zonas cercanas como Amancaes, Ate, Lurigancho, Magdalena, Miraflores y Lurín. Un artículo en El Comercio de 1846 pedía de modo urgente una tarifa única para evitar el abuso de los empresarios.
muy interesante , espero que sigas escribiendo mas artículos para leerlos ya que son muy interesantes , Dejame decirte que yo tambien tengo mi blog y hablo de taxi seguro si puedes te pasas por mi blog:
http://taxisegurotelefono.b…
Saludos desde Cajamarca