Casa de Ricardo Palma (foto: Daniela de Orbegoso)
El Museo de Sitio.- Sabemos que Ancón es una de las zonas arqueológicas más importantes de la costa peruana y hace más de un siglo comenzaron las excavaciones. En 1870, por ejemplo, fueron descubiertas las tumbas de una gran necrópolis cuando se realizaban los trabajos de construcción del ferrocarril. En los años posteriores, se llegó a la conclusión que en el área existían restos de tres épocas bien definidas. Una muy antigua con influencia Chavín; luego, una intermedia con elementos de la Cultura Huaura; finalmente, otra más reciente dominada por las culturas Chancay e Inca. En 1959, Jorge C. Muelle halló restos precerámicos debajo de las capas chavinoides y remontó la prehistoria de Ancón al Segundo Milenio a.C.
Por ello, en 1967, se creó el patronato del museo de sitio de Ancón, a iniciativa del arquitecto y periodista Alejandro Miró Quesada Garland y del ingeniero Horacio Alberti Nicolini, con la finalidad de crear un espacio destinado a exhibir los objetos prehispánicos de las diferentes sociedades que se desarrollaron en los alrededores de Ancón. Así, el 13 de febrero de 1993 se inauguró la sala de exposición permanente en cooperación con el Museo de Arte de Lima. Su colección exhibe piezas cerámicas, textiles y fardos funerarios hallados durante más de 100 años de trabajo arqueológico en la zona; algunos dioramas e infografías ilustran al visitante sobre la forma de vida de los antiguos pobladores de Ancón. Se trata del único atractivo turístico cultural del balneario; genera un ingreso anual de unos 10 mil nuevos soles y brinda trabajo a 7 personas. Está ubicado en Prolongación Jorge Chávez s/n (Ancón), abierto de lunes a domingos en horario corrido de 9 a.m. a 7:00 p.m. (teléfono 552-1162; correo electrónico museodeancon@hotmail.com).
Las playas de Ancón.- Son cinco:
1. Playa Miramar.- Se accede a ella luego de descender la Loma de Ancón y, tras atravesar las playas del sector naval, que se encuentran restringidas al público, se llega a esta playa plana, pequeña, con un mar tranquilo y algo ventosa.
2. Playa San Francisco.- Es pequeña, con algo de pendiente y arena en las partes altas. Tiene dos sectores, “San Francisco Chico” y “San Francisco Grande” (ubicada más al sur). Más hacia el sur, destaca por el roquedo de los acantilados que nacen del llamado cerro La Cruz.
3. Playa Las Conchitas.- A partir de esta playa empieza la verdadera ensenada de Ancón. Su arena es más gruesa y su orilla tiene una pendiente inclinada. Hacia el sur, presenta un perfil litoral en forma de “J” que calma las corrientes marinas superficiales del lugar. Su malecón es muy concurrido por los bañistas.
4. Playa Hermosa.- Está en el corazón del balneario; su orilla es plana y su mar muy calmado.
5. Playa Los Calatos.- Tiene un mar movido, muchas piedras y en su zona se levanta un faro.
Las anconetas.- Son la atracción del Malecón, preludio de los taxi-cholos que comenzaron a aparecer en los alrededores de los mercados de Lima. A mediados de la década de los noventa ya circulaban, decoradas, por el malecón de Ancón, paseando a la gente, especialmente a los niños que disfrutan enormemente de este medio de transporte.
Los clubes.- En primer lugar, tenemos el Yacht Club de Ancón (fundado el 1 de marzo de 1950), institución privada destinada a la práctica y fomento amateur de deportes acuáticos como laser, optimist, sunfish, J/24, caza submarina, entre otros. Además de tener su propio muelle, cuenta también con comedor, restaurante, bar, sauna, gimnasio, peluquería, cancha de squash y cancha de tenis; además, brinda empleo permanente a 37 personas y temporal, durante el verano, a 30 más. Aparte, genera ingresos importantes a través de una gran cantidad de servicios contratados localmente (por ejemplo, pagos por estacionamiento de yates), que le generan un ingreso de casi 3 millones de nuevos soles al año. También tenemos el Casino de Ancón (calle Grau 102), el Club de la FAP y el Club de la Marina de Guerra. Los clubes militares no participan en el turismo público, pero reciben a las familias de los militares y generan puestos de trabajo adicionales en verano.
Iglesia de San Pedro de Ancón.- Cuenta la leyenda que, en la década de 1870, cuando Ancón se perfilaba como balneario de moda, el presidente Balta mandó construir en Europa una iglesia armable de estructuras de hierro; el encargo lo recibió nada menos que Gustave Eiffel. La iglesia llegó, pero cuentan que hubo dificultades para traerla hasta Ancón y terminó en Arica, hoy en territorio chileno. Se construyó otra, en 1875, en la calle Balta, pero se destruyó víctima del feroz terremoto de 1940. La actual iglesia, de estilo neo barroco, fue construida en 1945, durante la gestión del alcalde Pedro Mújica Álvarez Calderon. Se construyó en memoria de Pedro Telmo Larragaña, primer alcalde de Ancon, y de su esposa, Rosa Loyola de Larragaña, y en recuerdo de Maria Mújica de Echenique, benefactora de este templo. La inauguración fue el 25 de marzo de 1945, siendo Presidente de la Republica Manuel Prado y Arzobispo de Lima Monseñor Pedro Pascual Farfán y párroco Jorge Castillo. Los padrinos fueron el Presidente de la Republica y la señora Mariana Balbi de Mujica. La Junta de la Edificación estuvo integrada por las señoras María Garland de Miro Quezada, Martha Vargas de Ayulo, Ana de Magnani, Elisa Montero de Menchaca, Susana del Valle de Puente, Rosa Bentin de Tudela y Catalina de Cassinelli.
La casa de Ricardo Palma.- Nuestro gran tradicionalista fue, durante el gobierno de Balta, diputado y, debido a su cargo, recibió del gobierno un terreno en Ancon. El 20 de Octubre de 1870, recibió el lote 128, ubicado en las esquinas de las actuales calles Dos de Mayo y Carrión, hoy propiedad de la familia Diego Roselló. El terreno mide 16 metros de frente y 17 metros de fondo, un área de 272 metros cuadrados. La obra de carpintería se inició el 11 de septiembre de 1870 a cargo de los maestros de obra José Mejia y Toribio Visquerra y concluyó el 31 de diciembre; el sistema de gasfitería fueron comprados a Hart y Hermanos, negocio establecido en la primera cuadra del jirón Huallaga, en Lima. Además, Palma encargó los muebles a Nueva York, a un costo de 815 dólares; cuentan que eran iguales a los que tenía el presidente Balta en su rancho. El tradicionalista pasó dos veranos en Ancón y vendió su rancho a Jorge Tezanos Pinto en 1875, que era Ministro Plenipotenciario de El Salvador. Luego, la propiedad pasó por diversos dueños hasta que, en 1903, lo compra José Falcone. Actualmente, el rancho está restaurado gracias a sus nuevos propietarios, la familia Roselló.
Turismo marítimo e islas de Ancón.- Una actividad muy desarrollada es el alquiler de “pedalones” y de kayaks en la playa, así como salidas marinas en botes pesqueros artesanales a motor y a remo; hay unas 50 personas que trabajan en este sector. A través de este sector, el visitante no solo puede recorrer la hermosa bahía de Ancón sino visitar las famosas islas, un verdadero oasis de vida natural. Las islas se ubican frente a Punta Mulatos, y destaca la llamada Isla Grande, ubicada a la entrada de la bahía. Es un arco de islas y promontorios que llegan a sumar 13 islas e islotes. Si bien a todo el conjunto se le llama Grupo Pescadores, en realidad está formado por los siguientes bloques:
a. “El Solitario”, formado por los islotes El Solitario, La Viuda, Dos Hermanas, Pata de Cabra, Mal Nombre y Lobos.
b. “Las Huacas”, dos millas hacia el oeste del conjunto anterior, y comprende dos islotes medianos y tres pequeños.
c. “Islas Grandes”, a dos millas y media hacia el oeste del grupo anterior, formado por las islas Gallinazo, Grande y Torbadero.
Estas islas e islotes son el hábitat temporal o permanente de diversas aves marinas, como gaviota peruana (Larus belcheri), guanay (Phalacrocorax bougainvillii), chuita (Phalacrocorax gaimardi), zarcillo (Larosterna inca), camanay (Sula nebouxii), piquero (Sula variegata), pelicano (Pelecanus thagus), y mamíferos marinos como el lobo chusco (Otaria byronia). Asimismo, desde el Fenómeno del Niño de los años 1997 y 1998 habitan también pequeñas poblaciones del pingüino de Humboldt.
Ancón hoy.- El balneario, a pesar de los años y del relativo “abandono” que ha sufrido por parte de la elite limeña que ya apostó por el “Sur”, aún conserva su tradicional encanto. En su malecón se mezclan edificios modernos con bellas casonas del siglo XIX y principios del XX. Según el Censo de 2007, la población del distrito de Ancón es de casi 35 mil habitantes; de este total, la población económicamente activa es del 53%. Las actividades principales de su gente son los servicios (61.15%), la producción (15.12%) y el comercio (14.14%). Entre las actividades productivas, destaca la pesca artesanal. Se calcula en casi 400 el número de pescadores artesanales afiliados a la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón; a estos se suman otras 400 personas que trabajan como apoyo en el muelle artesanal, llegando a un total de cerca de 800 puestos de trabajo a tiempo completo.
El turismo de playa se restringe a los meses de verano, cuando la población aumenta a alrededor de 45 mil personas. Este incremento temporal tiene efectos positivos para todos, creando puestos de trabajo e ingresos para los negocios existentes. Los atractivos turísticos son el conjunto de islas e islotes, con aves guaneras; su área monumental republicana; la iglesia de San Pedro; la casa de Ricardo Palma y la casa donde algunos creen que se firmó el Tratado de Ancón (ojo, esta información no es segura; se trata de la casona conocida como “Rancho Grande”); y el Malecón y su Plaza Central
Sin embargo, el pueblo de Ancón se enfrenta hoy a una decisión histórica que determinará su destino para siempre y cambiará su estructura económica y social de forma irrecuperable. La empresa Santa Sofía Puertos S.A., del Grupo Romero, tiene proyectada la construcción un Puerto industrial para la descarga de contenedores y graneles en la Bahía de Ancón, hasta ahora una caleta pesquera milenaria y balneario histórico. La población se encuentra dividida respecto a la conveniencia de este proyecto. Por ello, instituciones privadas como Apancón, con el Yacht Club de Ancón, lideran una cruzada para revalorar Ancón, su gente y su historia: promover la tradicional pesca artesanal, rescatar los valiosos ranchos anconeros, remodelar el malecón, preservar sus tranquilas aguas; en síntesis, rescatar la vocación natural de pesca y de recreo que tiene esta bahía de casi 4 kilómetros, antes que siga los pasos de otras como la de Chimbote.
k lindo es ancon maravilloso!!!!!