Monumento al gran estadista Domingo Faustino Sarmiento en Lima
¿Qué están celebrando los argentinos este año? Hace 200 años se produjo en Buenos Aires la Revolución de Mayo, cuando un levantamiento popular destituyó al último virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros. Fue el punto de inicio de la independencia de la actual República Argentina. El movimiento independentista, inspirado por el criollo Mariano Moreno, y sostenido en su primera etapa por el general Manuel Belgrano, y por uno de los organizadores de la defensa de Buenos Aires, Juan Martín de Pueyrredón, inició la organización de las provincias y envió tres expediciones contra los realistas al Alto Perú, Paraguay y Montevideo. Belgrano derrotó a los realistas en Salta y Tucumán pero fue derrotado en el Alto Perú por las tropas del virrey del Perú, Fernando de Abascal. Cuando las tropas regresaban, se hizo cargo del ejército José de San Martín, nombrado en 1814 gobernador de la provincia de Cuyo (cuya capital es la ciudad de Mendoza). El Acta de Independencia de la futura Argentina se firmó en Tucumán el 9 de julio de 1816. Desde Mendoza, el general San Martín, para garantizar la independencia del Río de la Plata, se dedicó a preparar el Ejército Libertador, que debía cruzar los Andes, independizar Chile y atacar el Perú por el mar.
La huella de San Martín en el Perú.- El Perú no solo le debe al gran Libertador argentino el haber proclamado nuestra independencia el sábado 28 de julio de 1821 en la plaza de armas de Lima, punto de partida de nuestra vida como país soberano. Durante su Protectorado, que se prolongó desde agosto de 1821 a septiembre de 1822, San Martín dictó una serie de medidas y algunas de ellas, hasta hoy, tienen vigencia:
1. Fundó los tres primeros ministerios: Relaciones Exteriores, Guerra y Marina (el actual Ministerio de Defensa es su heredero) y Hacienda (llamado así hasta la década de 1960, cuando cambió de nombre a Economía y Finanzas).
2. Fundó la Biblioteca Nacional (su primer director fue Mariano José de Arce)
3. Seleccionó la letra y música del Himno Nacional
4. Fundó la Orden del Sol
5. Adquirió los primeros buques de la Armada Peruana, que puso al mando del vicealmirante Jorge Martín Guisse
6. Instaló el primer Congreso Peruano en la capilla de la antigua Universidad de San Marcos
Tras su retiro del Perú, pasó breve tiempo en su natal Argentina y se autoexilió para siempre en Europa, concretamente en Francia. Culminada la independencia, tras la victoria de Ayacucho, el segundo Congreso peruano aprobó otorgar una pensión vitalicia al Libertador, que recién se regularizó durante el primer gobierno de Ramón Castilla, en 1848, gracias a los ingresos por la venta del guano; incluso Castilla lo invitó a venir a vivir al Perú, a cuenta del estado, pero el Libertador, amablemente, declinó la oferta. Murió el 17 de agosto de 1850 en la localidad francesa de Boulonge-sur-Mer.
Mariano Necochea: vino con San Martín y se quedó en el Perú.- Uno de los personajes que vino con San Martín al Perú fue el general Mariano Necochea, nacido en Buenos Aires en 1792 y que antes había participado en la independencia del Río de la Plata y Chile. Apoyo a Álvarez de Arenales en su expedición por la Sierra y apoyó a San Martín durante los meses que duró el Protectorado. Tras el retiro del Libertador, se quedó en Lima y apoyó a Bolívar, quien lo nombró gobernador de Lima, primero, y director de la Casa de la Moneda, después. No estuvo en la batalla de Ayacucho pero sí en Junín. No apoyó la Confederación Perú-Boliviana de Santa Cruz y, en sus últimos años, retomó la dirección de la Casa de la Moneda. Es considerado héroe de nuestra Independencia y ostentó el título de Mariscal del Perú. Murió en 1849 en su casa de Miraflores. En Lima hay cuatro lugares que recuerdan su memoria. El primero es el “Parque Mariano Neciochea”, en Miraflores, donde está la escultura del Intihuatana por Fernando de Szyszlo; el segundo es el “Monumento a Necochea”, en San Isidro (cruce de Javier Prado con Pershing, frente al grifo Primax); el tercero es su mausoleo en el cementerio Presbítero Maestro; y el cuarto es su sarcófago en el Panteón de los Próceres.
Sarmiento en Lima.- A inicios de la década de 1860, estuvo en Lima, de visita oficial, el gran escritor y estadista Domingo Faustino Sarmiento, futuro presidente de la Argentina, entre 1868 y 1874, considerado uno de los “creadores” de la nación argentina. La presencia del autor de Facundo o civilización y barbarie (1845), un clásico de la literatura rioplatense, se debió a un Congreso Americano, convocado por nuestra Cancillería debido a la amenaza la flota española y el inminente conflicto con la antigua Madre Patria. El Perú invitaba a las repúblicas americanas del Pacífico a un Congreso para declarar a América una sola familia dispuesta a defender su independencia de la amenaza española. De esta manera, el Congreso se instaló el 15 de octubre de 1864 y sesionó hasta el 13 de marzo de 1865 en el Palacio Torre Tagle. Sarmiento vino en representación de su país. Cabe destacar que cuando Sarmiento fue presidente de su país estuvo a favor de que Argentina se plegara al Tratado de Alianza Secreta entre Perú y Bolivia; sin embargo, cuando el tema fue debatido en el Congreso argentino, se desestimó la adhesión. Hoy, en Lima, hay un monumento a Domingo Faustino Sarmiento, ubicado en la cuadra tres de la avenida Arenales, donado por la ciudad de Buenos Aires a Lima en mayo de 1931.
Sáenz Peña en Lima.- Cuando estalló la infausta Guerra del Pacífico, un joven argentino, de 28 años de edad, vino desde su patria a defender nuestra bandera y resistió heroicamente, en el Morro de Arica, junto a Francisco Bolognesi, el asalto de las tropas chilenas aquel inolvidable 7 de junio de 1880. Este notable abogado y político argentino, nacido en Buenos Aires en 1851, sería presidente de su país entre 1910 y 1914. Su obra más notable, como mandatario, fue la Ley Sáenz Peña, que instauró en Argentina (y por vez primera en América Latina) el voto universal, secreto y obligatorio. Sáenz Peña, gran amigo del Perú, fue invitado por el gobierno de José Pardo, en 1905, para que viniera a Lima y presidiera la inauguración del monumento a Francisco Bolognesi; asimismo, debía recibir una medalla de oro dada por el Congreso y los galones de general de brigada del Ejército Peruano. La familia Sáenz Peña (el futuro presidente de Argentino llegó al Callao con su esposa y su hija) fue recibida y atendida por todo lo alto. Fue alojado en las principales habitaciones de la casa de don José Ignacio Chopitea, ubicada en la calle de la Minería (hoy primera cuadra de la avenida Emancipación), y decorada espacialmente para la ocasión con mobiliario art noveau.
Según Jorge Basadre, entre otras, las atenciones al ilustre visitante incluyeron:
a. Carreras de gala en el moderno y lujoso Hipódromo de Santa Beatriz
b. Banquete presidencial
c. Agasajo del presidente José Pardo y de su esposa, Carmen Heeren Barreda, en su residencia particular
d. Recepción en casa del Héroe de la Breña, Andrés A. Cáceres
e. Banquete de los ariqueños y arequipeños en el Club de la Unión
f. Revista militar en la Escuela Militar de Chorrillos
g. Baile de gala en el Club Nacional, en el que se estrenó el val “Tanzweker”, del maestro Kuapil
h. Velada literario-musical organizada por los colegios de LimaBanquete que le ofreció Augusto B. Leguía
i. Reunión social en el Club Naval del Callao
j. “Picnic” ofrecido por los condes de Canevaro en el fundo Caudivilla (Carabayllo)
k. “Gimkana” en el en el hipódromo de Santa Beatriz organizada por el Lima Polo & Hunt Club
l. Incorporación a la Facultad de de Ciencias Políticas y administrativas de San Marcos como miembro honorario
m. Velada en la Biblioteca Nacional organizada por Ricardo Palma
n. “Garden Party” ofrecido por el alcalde de Lima, Federico Elguera, en el Parque de la Exposición
El día de la inauguración del monumento, el 5 de noviembre de 1905, Sáenz Peña, vestido de uniforme de gala de general peruano, frente al bronce que inmortalizaba al Héroe del Morro, pronunció las siguientes palabras: Coronel Bolognesi; uno de tus capitanes vuelve, de nuevo a sus cuarteles, desde la lejana tierra Atlántica, llamado por los clarines que pregonan tus hechos esclarecidos desde el Pacífico hasta el Plata, y desde el Amazonas hasta el seno fecundo del golfo de México… Yo vengo desde la ruta de mi consecuencia, siguiendo la estela roja de mi coronel, fulgor de grana que conmovió el Pacífico con las tempestades de la guerra y que hoy contemplo alumbrada por los resplandores de la paz en el fausto concierto de la gratitud, en la marcha triunfadora del engrandecimiento nacional.Hoy, en la cuadra 5 de la avenida Javier Prado oeste, los limeños pueden apreciar un monumento a Sáenz Peña, obra del escultor nacional José Vivanco Quintanilla.