Historia de la muralla de Lima (1)

La historia cuenta que la vieja muralla de Lima fue construida entre 1684 y 1687 durante el gobierno del virrey Melchor de Navarra y Rocaful, Duque de la Palata, quien contó con la autorización del Consejo de Indias. La obra quedó bajo la dirección del oficial de artillería de Luis Venegas, corregidor de Saña, del sabio presbítero Ramón Koning y el alarife Manuel Escobar. Su costo bordeó los 700 mil pesos, que fueron financiados por una serie de impuestos especiales ordenados por el Virrey. Según el arquitecto Juan Günther, la obra se hizo con la participación no solo de las autoridades sino también con el concurso de corporaciones, gremios órdenes religiosas, corregimientos e, inclusive, con el aporte de personas adineradas a las que se ofreció títulos nobiliarios. Sin embargo, la pregunta que nos ocupa es ¿por qué se gastó tanto dinero en levantarla? La respuesta inmediata es obvia: por motivos de defensa. ¿Hubo realmente esa necesidad?

Los antecedentes.- La primera noticia de su origen se encontraría en una carta de Francisco Pizarro, fechada el 23 de noviembre de 1537, en la que solicita considerar la conveniencia de erigir una casa fuerte o ciudadela en Lima. Pero en ese momento, el peligro no venía de la costa ni del mar sino de la sierra (un año antes, Lima había sido asediada por las tropas de Manco Inca). Por ello, el proyecto quedó en el olvido.

El segundo antecedente sobre la posibilidad de cercar Lima data de 1618, cuando el Provincial de la Compañía de Jesús, fray Diego Álvarez de Paz, fue al Cabildo y dijo que, en 1615, entraron, por el Estrecho de Magallanes, 5 navíos holandeses que, desde las costas de Chile hasta Guayaquil, habían sondado puertos, mirado las ensenadas y trazado mapas de la tierra, ofreciendo a los indios liberarlos de la opresión, al igual que a los negros esclavos; incluso, algunos de los intrusos habían sido tratado amablemente por los negros quienes los habían sentado en sus mesas. Los miembros del Cabildo resolvieron poner a conocimiento del Virrey lo expuesto por el fraile jesuita. Lo cierto es que seis años después, en 1624, apareció en el Callao la escuadra holandesa al mando del almirante Jacobo L´Hermite con el propósito de saquear Lima. Después de cinco meses de asedio y muerto el Almirante holandés, los invasores tuvieron que huir por la resistencia opuesta por el virrey Marqués de Guadalcázar.

El asedio de L´Hermite y los anteriores ataques de piratas hicieron renacer la idea de cercar Lima, una ciudad vulnerable por no tener ninguna defensa y estar cerca del mar. Además, se decía que no era suficiente con fortificar el Callao, porque si el enemigo en lugar de traer poca cantidad de gente (como habían hecho los anteriores piratas) viniera en adelante con 4 ó 5 mil hombres, no tendría dificultad en sortear el Callao y atacar directamente Lima. Por ello, en 1625, un militar de apellido Ferruche escribió un par de trabajos. Uno sobre amurallar y defender Lima y otro sobre la construcción de un fuerte en el Callao, en La Punta. Estos proyectos, según Manuel de Mendiburu, nunca se publicaron.

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Comentarios

  1. César escribió:

    Saludos, la entrada me ha parecido muy buena. Yo tuve la oportunidad de el libro ‘Las murallas en el proceso histórico del Perú’ de Luis de la Cruz y me ilustró sobre este tema.

    A mí me gustado la entrada, sobre todo el punto de los antecedentes. Lo estaré siguiendo.

    Hasta pronto.

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