El nombre del Perú

Como sabemos, según Raúl Porras Barrenechea, la palabra “Perú” proviene, probablemente, de la corrupción lingüística del nombre de un cacique local al sur de Panamá (Birú), con el cual los españoles identificaban a tierras que faltaban descubrir en esa dirección. El nombre de la gobernación que recibió Francisco Pizarro, “Nueva Castilla”, fue abandonado cuando, en 1542, la corona decidió la creación del Virreinato del Perú.

Hacia la década de 1820, a diferencia de lo que ocurrió en otras naciones sudamericanas, en el Perú, una vez proclamada la Independencia, no hubo ninguna discusión acerca de la necesidad de cambiar el nombre del nuevo país. Luego, cuando se reunió en primer congreso, tampoco se discutió la pertinencia de variar en algo el nombre, de origen colonial , cuando los constituyentes decidieron que el Perú sea gobernado por un sistema republicano. Es más, en los documentos de la época se ve cómo tranquilamente este territorio pasó de llamarse Virreinato del Perú a República del Perú en 1823, cuando se promulgó la primera constitución. Nadie propuso ningún cambio ni se cuestionó hasta qué punto ese vocablo podía ser peligroso en el tránsito de una etapa a otra.

¿A qué se debió esta “amable” continuidad? Según el historiador Jesús Cosamalón, el nombre “Perú” cuenta con la ventaja de no hacer referencia a algún territorio o grupo indígena en concreto, es políticamente neutro, no puede ser reivindicado por nadie y permite construir la continuidad, sin traumas, entre el pasado colonial y la independencia. Tal vez esto explique el por qué nadie se preocupó por esa permanencia, especialmente los liberales republicanos, quienes no tenían una respuesta clara acerca del rol de los indios en la nueva república, pero sí sabían del peligro de utilizar, más allá de los simbólico, la retórica inca (por ejemplo, lo arriesgado que pudo haber sido resucitar el nombre “Tawantinsuyo”). Hay que tener en cuenta, además, que la elite que proclamó la independencia trató de evitar una ruptura radical con el pasado, lo que podía ocasionar la peligrosa división entre los habitantes de Lima y ocasionar el desorden.

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Comentarios

  1. jorge escribió:

    muy interesante, siga con tan buenos articulos.

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