Esta es la versión chilena sobre las declaraciones del presidente Correa ayer en Lima (tomado de La Tercera de Santiago, 10/06/10). Como verán, si Perú dice que no tiene problemas limítrofes con Ecuador, estaría validando los tratados pesqueros de 1952 y 1954 (firmados por los tres países) como limítrofes, algo que le conviene a Chile.
García y Correa se saludan -ayer miércoles- en el Palacio de Gobierno de Lima
Mandatario ecuatoriano dijo que no sería necesario hacer una presentación si Perú deja por escrito que no tiene problemas limítrofes con su país. Esto fue evaluado positivamente por Chile, ya que de hacerlo, Lima estaría validando los tratados del 52 y 54.
No habían pasado tres horas desde su llegada a Lima, para protagonizar su primera visita de Estado a Perú, cuando el Presidente Rafael Correa dejó en claro los criterios que evalúa su gobierno para decidir si interviene o no en el litigio ante La Haya.
Tras recalcar que la respuesta al tribunal internacional tiene carácter voluntario para su gobierno, el mandatario ecuatoriano afirmó que no sería necesario hacer una presentación si Perú deja por escrito que no tiene problemas limítrofes pendientes con su país. “Claramente se ha dicho desde Perú que no existe problema limítrofe, ni marítimo, ni territorial, con Ecuador, lo cual también nosotros ratificamos. Tal vez sea deseable que se ratifique una vez más eso por escrito, si esos pasos se dan, nosotros no tenemos necesidad de responder a esa notificación”, afirmó Correa.
Ecuador fue notificado por la Corte Internacional de la demanda marítima entre Perú y Chile el 10 de mayo, por estar en juego elementos jurídicos que lo involucran. Quito suscribió junto a Lima y Santiago los tratados de 1952 y 1954, mediante los cuales se establecieron los límites marítimos entre las tres naciones. Perú, sin embargo, señala que estos documentos son acuerdos pesqueros y no tratados de límites.
Aunque Perú desconoce la existencia de límites marítimos con Chile, ha reiterado que su frontera marítima con Ecuador quedó fijada en la línea de paralelo, a partir de los criterios del acuerdo del 52. Sin embargo, ello no ha sido refrendado por escrito. La petición de Correa apunta a dejar zanjado este tema mediante un documento que les dé garantías permanentes de que Perú no levantará una controversia con Ecuador.
Tanto en la embajada chilena en Lima como en el edificio Carrera hicieron una positiva evaluación de los dichos de Correa, que los sometieron a varias lecturas. Fuentes de Cancillería señalaron que Correa dijo una frase muy complicada para Perú, pues pone condiciones que ese país no ha dado señales de poder cumplir Además, Chile esperaba con preocupación el contenido de la declaración conjunta de ambos jefes de Estado. Sin embargo, no se consignó nada sobre el tema de La Haya. Según las fuentes, para Perú acceder a la petición de Correa es un arma de doble filo, porque el texto podría ser esgrimido por la defensa chilena para demostrar la validez de los tratados del 52 y 54. Esa es una de las razones por las que Perú se ha opuesto a la idea de establecer un acuerdo por escrito
En Perú existía inquietud respecto de la opinión que entregaría Correa. Torre Tagle temía que el tema marítimo empañara la visita, con la que pretenden sellar el acercamiento que ambos países han tenido en los últimos años y que permitió dejar atrás las diferencias y recelos que provocó la guerra que ambas naciones enfrentaron en 1995.
Alan García no escatimó en gestos de amistad hacia Correa. Recibió a su par quiteño en las escalinatas de Palacio Pizarro vestido igual que él. García, que siempre viste formal, dejó a un lado la corbata y lució una camisa blanca con bordados indígenas que le había regalado Correa en junio de 2008.