Hoy se publica «Valleys of Neptune», un magnífico disco con 12 canciones inéditas del guitarrista, que no son sino el comienzo de una larga lista de lanzamientos programados por su familia.
Portada de «Valleys of Neptune», el disco inédito de Jimi Hendrix que hoy sale a la venta
En vida fue un genio, y como tal, convivió con la reverencia y la envidia. Cuando se fue, todos se lamentaron por la pérdida del guitarrista más imaginativo y original de los sesenta. Veinte años después de su muerte, se decía que era el mejor de la historia. Y treinta años después ya era un dios, aunque en un mundo, el del rock, politeísta por naturaleza y muy voluntarista a la hora de encontrar nuevos encumbrables. Pero a estas alturas de la partida, ya en 2010, puede decirse que estamos todos de acuerdo: nunca más surgirá un talento tan sobresaliente, nadie volverá a trascender como él lo hizo.
Por eso resulta imposible no frotarse las manos ante la que se avecina: toda una década llena de reediciones y nuevos lanzamientos del guitarrista, empezando por “Valleys of Neptune”, desde hoy en las tiendas. Su hermana Janie, responsable de Experience Hendrix LLC, la empresa familiar que gestiona los derechos del legado del autor de “Purple Haze”, así lo ha asegurado. A este álbum con 12 canciones inéditas le seguirán muchos otros a lo largo de los próximos años, incluyendo directos, rarezas de estudio y filmaciones únicas, hasta exprimir el extensísimo catálogo de registros audiovisuales que este hombre dejó guardados en sus cofres del tesoro.
Pero sequémonos la baba y vayamos a lo inmediato, que no es poco. “Valleys of Neptune” es impresionante, de principio a fin. Sería una obviedad afirmar que muestra a Hendrix en un momento esplendoroso, pero sí puede decirse que es el primer álbum póstumo –”First Rays of the New Rising Sun” (1997) ya recogió temas no publicados- que muestra su etapa intermedia entre la Experience y The Band of Gipsies, es decir, que muestra a Hendrix en la encrucijada.
Un tesoro para los oídos.- Algunos temas son regrabaciones, otros ya circulan por ahí desde hace años, y hay alguna versión. Pero es un disco del que Hendrix podría sentirse realmente orgulloso. Mezclado por su ingeniero de toda la vida, Eddie Kramer, “Valleys of Neptune” se alimenta de dos rondas de sesiones. La primera, en los Olympic Studios de Londres, en febrero del 69, coniene dos revisitaciones de clásicos de la Experience, “Fire” –con sutiles cambios rítmicos- y una acertadamente larga “Red House”, una versión del “Sunshine of your love” de Cream tan bestial que parece hecha para meter el dedo en la llaga –Clapton no fue el único al que le temblaron las piernas cuando le vio actuar en Inglaterra- y las inéditas “Lover man” y “Crying blue rain”.
En otra sesión, esta en The Record Plant en abril del mismo año, grabó un “Hear my train a-comin” que parece bailar al ritmo de “Vodoo Chile”, una expansiva reinterpretación de su legendaria primera cara B, “Stone Free”, y otros dos temas hasta ahora desconocidos, “Ships passing through the night” y “Lullaby for the summer”. Las joyas de “Valleys of Neptune” son el tema homónimo, que se había convertido en una leyenda entre los coleccionistas, la colosal “Bleeding Heart” (de Elmore James) con Billy Cox al bajo y “Mr. Bad Luck”, descarte de “Axis: Bold as Love”, retocado por George Martin (productor de los Beatles). El disco también sale en vinilo, así que ya saben, ya que estamos de resucitaciones, devuelvan a la vida a su viejo tocata con algo que le sea familiar (ABC, 09/03/10).