Estela del escultor Oteiza a Vallejo (skyscrapercity.com)
En 1961 se inauguró, en la Plazuela de San Agustín, esta obra del escultor vasco Jorge Oteiza, quizá la escultura más valiosa que hoy adorna Lima por la fama de su autor. Fue el primer monumento abstracto levantado en nuestra ciudad, en un lugar de tradición barroca, que significa la ruptura con la figuración y la exaltación romántica del héroe. Luego, una obra de Miguel Baca Rossi, inaugurada frente al Teatro Segura el 15 de abril de 1983, muestral poeta de pie y está hecha de bronce y granito. La escultura ha sido muy criticada, pues, según algunos, muestra a Vallejo sin altivez, con la cabeza gacha, cubierto con un sacón que va desde el cuello hasta las canillas, con las solapas entreabiertas y con las manos dentro de los bolsillos. Tampoco la frase que está en el pedestal es la más original de nuestro primer poeta: Hay, hermanos, mucho por hacer. Luego, no olvidemos que el municipio de Jesús María retiró una escultura de César Vallejo sedente -que daba la bienvenida al llegar Campño de Marte- y la trasladó a inmediaciones del Parque de los Próceres; en su lugar construyó una pileta ornamental. Luego, dieron marcha atrás y devolvieron a Vallejo al emplazamiento original, para colocarlo (¡una barbaridad!) encima de la pileta. Finalmente, en un lugar apacible, en el parque “César Vallejo” de Chacarilla del Estanque (altura de la cuadra 4 de la avenida Precursores), hay una escultura en bronce, de buena factura, del poeta sentado en su típica postura. Fue instalada en 1997 y no aparece el autor.
Escultura de Rossi frente al Teatro Segura
La escultura en Jesús María