El surgimiento de esta zona de Lima no hubiera sido posible sin la construcción de la avenida Brasil. Comencemos la historia. El 30 de abril de 1898, se decretó la apertura de esta nueva arteria que comenzó a llamarse “Piérola”; la obra fue inaugurada en marzo de 1899. Esta nueva avenida provocó el crecimiento de Magdalena Vieja, actual Pueblo Libre, el desarrollo del barrio de Magdalena Nueva (o Magdalena del Mar) para una clase media acomodada y luego, a partir de 1913, el del “Balneario de San Miguel”. Esta urbanización, semilla del futuro distrito de San Miguel, se inició alrededor de una obra muy singular realizada por el propietario de ese fundo, Federico Gallese. Consistía en la construcción de una gran piscina de agua de mar que se bombeaba desde el pie de los acantilados por medio de una electrobomba que era movida por los desagües de la piscina, de la urbanización y de las sangraderas de los fundos San Miguel y Orbea. El edificio que albergaba la piscina todavía existe, convertido ahora en escuela, frente a la plaza principal del distrito. Seguramente, el proyecto de esta piscina se hizo por lo complicado que es bañarse en el mar de San Miguel, con mucha piedra y las olas que revientan en los acantilados.
San Miguel en la década de 1920